Capítulo sesenta y dos: Cuenta regresiva.

Min Yoongi. 

Mi respiración está agitada, y por un momento, siento que alguien podría escucharme a lo lejos si no logro contenerme. Desde hace una hora, habíamos llegado a nuestro primer destino; La primera base, y unas calles atrás se había quedado la camioneta para evitar hacer ruido, por lo que ahora los seis estábamos escondidos entre la maleza del bosque. 

La base frente a mí no es grande, simplemente parece ser una cabaña con barricadas de madera puntiagudas y alambres con púas por todos lados. Y los centinelas, se encuentran en la cima de ésta, uno de cada lado, vigilando con detenimiento cada parte del bosque. 

Por suerte no parecían habernos notado. 

—Jungkook, Taehyung. Su turno —Ordena Namjoon, por lo que los dos asienten arrastrándose por la maleza mientras que nosotros nos encontramos vigilando de que nadie o nada se nos acerque por detrás. 

Rápidamente los dos se levantan del suelo cuando los centinelas están mirando hacia otro lado, para después, esconderse cada uno detrás de un árbol, y segundos después, comenzar a escalarlo con sus rifles colgados en su espalda. 

—¿Listo? —Pregunta Jin mirándome, por lo que asiento parándome con cautela para poder esconderme detrás de un árbol cuando Taehyung y Jungkook ya han subido. 

Respiro profundo, tomando el arco de Jimin para apuntar hacia una de las barricadas más lejanas a nosotros, y disparar una piedra hacia ellas. El ruido hace que los dos centinelas volteen hacia el lugar, por lo que rápidamente me escondo y sucede lo que queremos; Ellos logran  verme.

Simplemente cierro los ojos y me quedo quieto cuando dos disparos suenan en el aire. Pero ninguno me ha dado, así que volteo hacia donde se encuentran los dos centinelas. Están muertos y uno de ellos ha caído del techo. 

—¿¡Qué está pasando!? —Logro oír la voz de un desconocido, y antes de que ellos puedan hacer algo, los seis salimos de nuestro lugar, disparando a todos los que se encuentran afuera. Los disparos suenan con fuerza, y por un momento tengo miedo de que los infectados del bosque nos oigan, así que lo mejor era que nos apuráramos. 

—Cuidado, puede haber más dentro de la casa —Dice Jin en cuanto podemos cruzar hacia dentro de las barricadas cuando los guardias ya se encuentran muertos. Mantengo mi pistola frente a mí, apuntando a cualquier cosa que se pueda mover, y de vez en cuando, apuntando a los cinco cadáveres tirados en el piso. 

Namjoon se posiciona al lado de la puerta entre-abierta, y nosotros nos quedamos a los lados, esperando alguna indicación. Y cuando él abre la puerta y entra de golpe, yo soy de los primeros en seguirlo, apuntando a todos lados rápidamente. 

No hay nadie dentro. El lugar solo es de una planta; Hay dos literas individuales, una pequeña sala descuidada y un baño con la puerta abierta. Las ventanas están tapadas con cartones, y no hay muchas cosas alrededor. 

Tampoco está Jimin ahí. 

—Llévense todas las municiones y salgamos de aquí —Ordena Jin, por lo que yo suspiro peinándome el cabello con cierta frustración, para después salir de la cabaña y respirar profundamente. 

—¿Estás bien, Yoon? —Pregunta Hoseok saliendo del lugar para mirarme, yo niego. 

—Quiero encontrarlo ya, Hoseok. 

—Yo también deseo verlo —Dice, tomando mi hombro para apretarlo suavemente y sonreírme. Pero sólo desvío la mirada hacia el frente, queriendo seguir nuestro camino para poder buscar a Jimin. 

Sin embargo, la maleza frente a nosotros se mueve, y segundos después, las cabezas de los infectados comienzan a asomarse por los largos arbustos. Puedo observar que cada vez están peor; Sus pieles comienzan a pudrirse, seguramente por el calor, y muchos de ellos ya no tienen la mayoría de sus extremidades. Sólo son cadáveres delgados, llenos de sangre coagulada y con la ropa —O lo que tenían como ropa — llena de tierra y fluidos que no deseo investigar de donde vinieron. 

Y segundos después, el fuerte olor a muerto me hace taparme la nariz. Hoseok hace lo mismo, pero primero alerta a los chicos para que salgan del lugar. Pronto cinco infectados se convierten en una horda que parece interminable, por lo que bajo las escaleras de la entrada con rapidez, volteando a ver a los chicos que ya vienen detrás de mí para comenzar a correr a donde dejamos la camioneta. 

—¡No gasten balas! ¡Sólo esquiven! —Grita Jin, por lo que rápidamente guardo mi pistola para comenzar a correr en la dirección de la que veníamos. Con mi codo golpeo a uno de los infectados, aventándole unos cuantos pasos hacia atrás y así dándome la oportunidad de poder abrirme paso entre los infectados que se nos han comenzado a cerrar. 

Siento como sus sucias manos comienzan a jalarme la ropa, y no puedo hacer lo que Jin ordena, así que saco mi pistola de su protector, para comenzar a disparar a los infectados que tengo en frente. Y segundos después puedo oír otros dos disparos más, que me hacen voltear para ver qué está pasando. 

Jungkook le acaba de disparar a dos infectados que trataron de morder a Namjoon. 

—¡Sigan corriendo! —Grita Namjoon en cuanto él se libra de los infectados, y pronto los seis nos encontramos corriendo a la par, alejándonos cada vez más de los infectados que nos están persiguiendo. 

Un par de calles después, logramos perderlos, así que podemos descansar y tomar un poco de aire cuando ya nos hemos escondido en un local que parecía ser de comida rápida. 

—¿Todos están bien? —Pregunta Jin una vez que se levanta, después de estar encorvado para tomar un poco de aire. Veo que todos asienten, así que yo también lo hago para después voltear hacia la entrada. 

—Deberíamos irnos ya, antes de que nos sigan de nuevo —Dice Jungkook —. No está lejos la camioneta, vámonos. 

La calle aún se encuentra vacía, y eso me hace sentir tranquilo cuando volvemos a salir a la intemperie, que por suerte, se encuentra igual de silenciosa que cuando caminamos aquí. Y cuando llegamos a la camioneta, ahora me toca manejar a mí, así que Jin, cuando ya todos nos encontramos dentro, me da las llaves para poder arrancar la camioneta. 

—Posiblemente lleguemos a casa en la madrugada, ¿Por qué no duermen un poco antes de que lleguemos a la otra base? Les ayudará mucho —Dice Namjoon, quien se encuentra a mi lado. Y en cuanto pongo los seguros de la camioneta, me pierdo en mis pensamientos mientras manejo. 

Jimin, te voy a encontrar. 

La otra maldita base es lo mismo. Jimin no se encuentra tampoco en ella, y lo único que atraemos, es infectados y esta vez, a un mutante que jamás habíamos visto. Una maldita que corre bastante rápido —pero lo no suficiente para alcanzarnos — que gime y grita como una desquiciada. Por suerte no fue difícil de matar, solo un par de disparos en las piernas y otros dos en la cabeza la detuvieron hasta que pudimos escapara lo suficientemente lejos de la horda que trajo consigo. 

Me sentía cansado y agotado. Por correr, me había resbalado en el asfalto y por ende, había caído. Mi codo fue el único en rasparse, y antes de que los infectados se me abalanzaran encima, Jungkook y Hoseok me ayudaron a levantarme para seguir corriendo. Por suerte la herida no fue grave, y solo necesité un poco de alcohol y una gasa para que no se me infectara. 

—Yoongi, ¿Qué hora es? —Pregunta Hoseok a un lado de mí, cuando ya estamos dentro de la camioneta para seguir a la base principal. 

—Son las cinco de la tarde —Contesto mirando mi reloj en la muñeca —. Nam, ¿Vamos a esperar a que anochezca para atacar?

—Será lo mejor si queremos pasar desapercibidos ante los centinelas —Dice mirándome por el retrovisor, pues él se encuentra manejando —. Ya saben qué debemos hacer. Hoseok, tú tienes la ubicación de donde se encuentra el líder de ese grupo, recuerda que irás con Yoongi. Los demás tenemos que encargarnos de los centinelas y los guardias. 

—¿Cuánto tiempo vamos a tener para hacer todo eso? —Pregunta Jungkook. 

—Alrededor de una hora, antes de que toda la gente se despierte y hagan un alboroto. La base se encuentra pegada casi con otro estado, y no sabemos qué tan esté lleno de infectados o peor, de mutantes. Si queremos salir ilesos y regresar a la camioneta, debemos de apurarnos lo más posible antes de que nos ganen los infectados.

Aunque Nam no pueda verme, asiento. Estoy listo para ir a esa base y sacar a Jimin con vida de ahí. Y a pesar de que sangre humana iba a manchar mis manos, estaba dispuesto a hacer todo para que nunca más vuelvan a tocarlo si es que han llegado a hacerle daño. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top