Capítulo ochenta y seis: Tormenta.

Min Yoongi. 

23 de julio, 2020. Un mes después. 

El cielo gris de pronto brilla con intensidad, debido a los enormes rayos que se precipitan hasta el suelo a kilómetros de aquí gracias a la gran tormenta que ha estado cayendo desde hace varios días en la ciudad. Y aunque a mí me parece un clima perfecto, infortunadamente nadie ha podido salir a trabajar a los huertos o los campos de tiro debido a que todo el suelo se encuentra encharcado y lleno de lodo. 

—Hoy tampoco vamos a poder salir a trabajar, ¿Verdad? —Pregunta Jungkook, mirando hacia ventanal cómo la lluvia torrencial de Julio está inundando todo a su paso. Desde la mañana las nubes habían estado cambiando a colores cada vez más grises, indicándonos que seguramente seguirá lloviendo todo lo que resta de la semana, junto con la baja temperatura de hoy que me está haciendo tiritar levemente por el frío. 

—No, creo que no...Supongo que estará así toda la semana —Contesto, mirándolo ahora a él. El menor se encuentra tumbado en su cama, con las cobijas hasta la mitad del pecho y un pequeño trapo mojado sobre su frente —. De todos modos, no puedes salir, Jungkook. Estás enfermo y ni siquiera puedes levantarte de la cama. 

—Y deberías estar tomándote las pastillas, amor —Contesta Taehyung desde el baño de su habitación. Pronto sale de ahí con una pequeña bandeja entre sus manos, y en ella, están todas las pastillas que le recetó la doctora del refugio. 

La habitación de la pareja es en el lugar donde me encuentro. Ayer en la noche Taehyung le había avisado a Jimin que el menor de todos se encontraba con temperatura debido a que se había mojado en el patio principal cuando la lluvia se soltó con fuerza por la tarde. Por suerte, la doctora del refugio había dicho que no era más que un simple resfriado, y que no se trataba del virus, pero que debíamos cuidarlo para que su fiebre no durara más de tres días porque ahí sí estaríamos en problemas. 

—Ya se te bajó un poco la fiebre, ¿Cómo te sientes? —Pregunta Taehyung, una vez que él le ha quitado el trapo a Jungkook de su cabeza y se ha tomado sus pastillas —. Ayer casi no dormiste nada, ¿No quieres dormir un poco?

—Mejor que ayer, por eso ya quiero pararme de esta cama. Y no, no tengo sueño—Dice, después de soltar una pequeña risita que a Taehyung termina por contagiársele. Pero ésta es interrumpida cuando la puerta se abre, y Jimin asoma su cabeza con una pequeña sonrisa en el rostro. 

—¿Podemos pasar? —Pregunta Jimin, para después abrir por completo la puerta y entrar agarrado de la mano con Caleb, y Drago a un lado de ellos.

El perro rápidamente se acerca hasta el sillón donde me encuentro, parándose en dos patas para apoyarse en mis muslos y moverme la cola como si no me hubiese visto desde hace meses. Yo rasco su cabeza con euforia y luego volteo a ver a Jimin quién ya se encuentra observándome enternecido.

—¡Jungkook! —Exclama Caleb, soltando a Jimin para correr hacia la cama y brincar sobre Jungkook. Éste cuando tiene al niño sobre él, jadea por el peso, pero aún así sonríe y lo toma entre sus brazos para abrazarlo —. Jimin me dijo que estabas enfermo, ¿Ya ves? Por salir a jugar con la lluvia. 

—Hola mocoso —Dice con una sonrisa —. Te prometo que ya no saldré a jugar con la lluvia, pero tú también debes dejar de hacerlo, ¿Está bien?

—¡Lo prometo! —Exclama con felicidad —. ¡Tengo una buena noticia para ti!

—¿Ah, sí? ¿Y cuál es?

Dentro de la habitación, todos nos encontramos enternecidos por la Caleb, pues su vocecita y su emoción por ver a Jungkook ha creado un entorno bastante tranquilo. 

Ellos dos han hecho un lazo muy fuerte en muy poco tiempo. 

—He aprendido a usar un machete, ¡Un machete, Jungkook! —Exclama con emoción, pero la cara de Jungkook nos dice que no está igual de emocionado. 

Y lo entiendo perfectamente, un niño de diez años no debería saber usar un arma de ese tamaño, sólo debería estar estudiando y jugando todo el día. 

—¿Qué pasa? ¿No te emociona? —Pregunta Caleb levantando la cara para mirarlo a los ojos —. Ya podré defenderme solito. 

—No, sí estoy muy feliz por ti...sólo ten mucho cuidado con el filo, ¿Sí? Puedes cortarte—Dice Jungkook cambiando rápidamente su gesto para sonreírle —. ¿Y Charlotte dónde está?

—No lo sé, la doctora Anne se la llevó esta mañana porque dijo que le dolía el estómago, así que no he visto a mi hermanita ya que he estado jugando con Jimin, ¿Verdad? —Pregunta el pequeño volteando a ver a Jimin, por lo que él asiente con una sonrisa. 

—¿Qué ahora todos se van a enfermar? —Pregunta Jungkook, después de rodar los ojos —. Mocoso, es hora de que te bajes, me estoy quedando sin aire —Dice Jungkook con una sonrisa, revolviéndole el cabello. 

—¡Oh, disculpa! —Dice Caleb bajándose rápidamente para después hacer una reverencia que nos deja a todos asombrados —. Jimin me enseñó que en su país hacían reverencias a los mayores... ¡¿Verdad Jimin?!

—Me gusta mucho que ya puedas comunicarte con los demás, amor —Le digo a Jimin, jalándolo de la mano para que se siente en una de mis piernas, por lo que él sonríe enroscando su brazo derecho en mi cuello —. ¿Cuándo volverás a tus clases de inglés?

Pero Jimin no contesta, simplemente desvía la mirada hacia Drago y me ignora por completo. 

¿Qué demonios?

—¿Te quedarás a comer, Yoongi? Nos traerán comida a todos debido a que me están cuidando, según Tae —Pregunta Jungkook mirándome, pero yo niego acariciando la cintura de Jimin. 

—Tengo que ir con Gabriel, debo checar unas cosas con él —Contesto, para después mirar mi reloj y suspirar para voltear a ver a Jimin —. Debo ir en diez minutos, ¿Quieres acompañarme, Jimin? —Pregunto acariciando la piel de su costado, por lo que él asiente —. Cuando regrese también les contaré a ustedes qué fue lo que me dijo, ¿Está bien?

—Claro, te acompaño —Contesta volteándome a ver de nuevo con una pequeña sonrisa, como si nada hubiese pasado. 

Tengo que saber qué está pensando porque me preocupa su forma de actuar de vez en cuando. 

La oficina de Gabriel se encuentra vacía, por lo que Jimin y yo terminamos buscándolo por casi todo el edificio hasta que logramos encontrarlo; Él está en la recepción del edificio, con Siwon de un lado y la jefa de enfermería frente a él. Los tres parecen estar nerviosos, pero en cuanto nos ven a unos metros de ellos, Gabriel deja de hablar, para después decir unas cuantas palabras más antes de caminar hasta nosotros y suspirar. 

—¿Qué sucede, Gabriel? —Pregunto, y él niega. 

—Perdón, seguramente me buscaste en mi oficina y no estaba —Dice tomándome de mi hombro con poca fuerza —. Hola Jimin, veo que has acompañado a tu pareja. 

—Sí, él me lo pidió... —Dice con un poco de dificultad, pero al final todos logramos entenderle. 

—Bueno, ha sucedido algo...—Comienza —. Un pelotón que salió hace poco, cazó a un par de ciervos...al parecer esos animales estaban infectados y ellos no se dieron cuenta ya que no presentaban mordidas o las características físicas que provoca el virus. Los cocinaron y todo, pero descubrimos que el virus es ignífugo y sobrevive a él... ¿Ustedes no han sentido malestares? ¿Dolor de cabeza, de estómago, vómitos, fiebre intensa?

—No, ayer preferimos comer la ensalada de verduras que hicieron. No comimos carne, tampoco Jungkook, ni Taehyung —Contesto, y él asiente aliviado. 

—Cuatro personas se convirtieron hoy en la mañana en el almacén cuando estaban doblando turnos. Otros están en enfermería porque presentaron dolores de estómago.

Charlotte. 

—¿Saben cuántas personas comieron carne ayer? —Pregunto de nuevo, y él niega —. Oh, mierda...

—Todos serán sometidos para una revisión, ahora mismo todos estamos vulnerables y cualquiera puede convertirse y atacar a los demás —Dice —. Si esto comienza a descontrolarse, tendremos que tomar medidas drásticas, y matar a todos los que comieron carne ayer antes de que otra cosa suceda. No quiero hacerlo, pero son una amenaza para el refugio y si el virus ya entró a sus cuerpos de todos modos no van a sobrevivir. 

De pronto mi pecho se oprime. Charlotte estaba en enfermería, y seguramente ella sí había comido carne.

Se iba a convertir.

—Necesitamos un milagro para que la gente se cure...y la cura ni siquiera está lista. Más bien, no sirve esa mierda aún y es la única solución hasta el momento.

—¿De qué hablan? —Pregunta Jimin con confusión —. ¿Cura?

—¿No le has contado, Yoongi? —Pregunta Gabriel, y yo niego mordiéndome el labio —. Dios, esto será largo, ¿Por qué no le has contado? Seguramente a tus amigos tampoco, ¿Verdad?

—Amor, prometo contarte todo, pero ahora mismo no puedo porque debo de hacer algo... ¿Recuerdas que Caleb dijo que a su hermana le dolía el estómago? Posiblemente está infectada —Le digo a Jimin, y él abre los ojos con asombro al acordarse —. Si es verdad, Caleb tarde o temprano tendrá que saberlo...pero hay una opción para salvar a toda esta gente. 

—¿Y cuál será? —Pregunta Gabriel —. Yo ya te dije la única, y no podemos lograrlo si...

—A eso, amigo —Digo mirando hacia el suelo, pensando con claridad lo que estoy a punto de hacer —.  Ya pensé lo que me dijiste, y quiero someterme para ver si soy candidato para la cura. 

La cara de Gabriel se deforma a una de asombro, pero lo que hace Jimin me oprime el corazón. Sus ojos se cristalizan, y luego me suelta la mano violentamente para mirarme a los ojos e ignorar a Gabriel por completo. 

—¿¡Por qué no me lo dijiste!? —Exclama con fiereza. 

—¡Lo siento! —Exclamo de la misma manera —. Déjame contarte todo, por favor...

—Jimin, debes de escucharlo —Dice Gabriel con un tono suave, para después tomar su hombro —. No es lo que tú crees, nadie está en peligro. 

—Te escucho, entonces —Dice Jimin con tono cortante, y yo suspiro mirándolo a la cara. 

—Pero, necesito que lo hablen en el laboratorio, por favor. Ahí todas tus dudas serán contestadas, Jimin —Dice Gabriel mirándonos a los dos —. Vamos, debemos de apresurarnos porque debo de regresar a cuidar a los enfermos. ¡Siwon! Quedas a cargo del ala B.

Pronto, Gabriel comienza a caminar, por lo que los dos lo seguimos en silencio. Y cuando volteo a ver a Jimin, éste se encuentra con la mirada baja y completamente perdido en sus pensamientos. 

—Amor...—Susurro, acercando mi mano hacia la suya poco a poco hasta que logro entrelazar su mano con la mía. Y quiero volver a hablar, pero Jimin rápidamente se acerca a mí y me abraza, haciendo que me detenga y por ende, Gabriel también lo hace. 

—Te alcanzamos en un segundo —Le digo, y él asiento volviendo a caminar hasta dejarnos solos.

—No vuelvas a ocultarme nada de este tipo, por favor...—Susurra en mi oído, por lo que yo abrazo con más fuerza, hundiendo mi cara en la curvatura de su cuello —. Pensé que te harían lo mismo que en Noruega, que te iban a someter a experimentos raros y te iban a matar...Yo no podría sobrevivir a eso, ¿Sabes? Nunca vuelvas a hacerlo, Yoonie. 

—No lo volveré a hacer, perdóname. 

—¿Lo prometes?

—Te lo prometo, mi amor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top