Capítulo ochenta y cuatro: Suicidio.

Min Yoongi. 

Salir del despacho de Gabriel fue más difícil de lo que pensé. Por un momento, contarle todo lo que sucedió antes de llegar a Estados Unidos fue un extenso viaje en el tiempo lleno de recuerdos y malas experiencias. Y aunque durante toda la plática Gabriel no dijo más que algunas palabras, su mirada neutral me dejó pensando qué era lo que realmente estaba pasando por su cabeza.

"Piénsalo muy bien, Yoongi. Someterte a las pruebas que los científicos puedan hacerte van a ser bajo tu propio consentimiento y una vez que salgas positivo, ya no podrás salir del laboratorio."

Cuando el reloj de mi muñeca marca las seis de la tarde, apenas estoy saliendo del despacho de Gabriel, por lo que me percato que he pasado una hora y media con él, y he dejado a Jimin trabajando solo en el almacén. 

Espero que no esté muy enojado. 

En el trayecto hacia el almacén, me doy cuenta de que todo el edificio está más callado de lo normal, y me mantiene tranquilo el hecho de que ya no se escuchen más disparos afuera tratando de detener las hordas de infectados acumulándose en la puerta principal. Ahora todos los guardias han vuelto a su trabajo normal, vigilando los pasillos y ayudando a la gente que pasa por ahí en vez de estar arriesgando sus vidas para que los infectados no lleguen a entrar al refugio. 

Realmente espero que esta paz siga así durante un tiempo más. 

Y cuando por fin llego al pasillo donde está el almacén, me detengo abruptamente cuando veo una cara conocida; Siwon sale rápidamente del almacén, agarrándose la mandíbula y con la mirada enojada. Pero al verme, no puedo reconocer qué es lo que transmite su mirada, pero sé que está ocultando algo. 

Paso al lado de él, y ni siquiera me saluda. Simplemente pasa de largo ignorándome e incluso, apretando más el paso hasta desaparecerse por el otro pasillo. 

¿Qué demonios?

—¿Amor? —Pregunto entrando al almacén donde debería estar Jimin, pero a simple vista no lo encuentro, así que comienzo a caminar entre los estantes hasta lograr encontrarlo. Está apilando una caja en uno de los anaqueles, y al verme, me recibe con una pequeña sonrisa. 

—¿Por qué tardaste tanto? —Pregunta Jimin, acercándose. Pronto, sus brazos pasan por mi cintura, abrazándome y hundiendo su cara en mi pecho —. Ya casi termino nuestro trabajo, qué bueno que ya llegaste. Sabía que la plática con Gabriel sería larga, pero no tanto. ¿De qué tanto hablaron?

—Te lo cuento en nuestra habitación, ¿Sí? Ahora no puedo, porque es un poco largo y necesitamos privacidad —Le digo rápidamente, para después besar la coronilla de su cabeza —. ¿Qué estaba haciendo Siwon aquí? Hoy no tendrás inglés con él ni tampoco entrenamiento. 

—Ah, sí...sólo vino a avisarme que no podrá darme clases todo lo que resta de la semana, su pelotón saldrá a buscar provisiones —Dice, levantando la cara y mirándome a los ojos.

—¿Tan rápido? —Pregunto, y él asiente —. Aunque sucedió lo de...la granja, trajeron muchas cosas en los camiones, ¿Para qué ir por más? 

—Gabriel está planeando algo, Siwon me dijo que posiblemente nos mudemos de refugio. ¿Te contó algo al respecto? —Dice, y yo asiento, por lo que él me suelta mirándome con asombro —. ¿Qué? ¿Y a dónde iremos? 

—Todo eso te lo contaré al rato, ¿Sí? Ahora, hay que terminar de apilar las cajas que faltan para ir a comer algo.

Jimin asiente rápidamente, por lo que entre los dos nos disponemos a subir todas las cajas a los anaqueles que quedan vacíos, y apilar las demás en la esquina del almacén. Y ahora que me daba cuenta, todo esto podría ayudarnos a sobrevivir por lo menos un par de meses, y con lo que llegaran a traer el pelotón de Siwon, incluso nos podría durar tres meses. 

—¿Listo? —Pregunto, una vez que la última caja es acomodad en su lugar. Jimin asiente, y una vez que él toma su chaqueta de la silla, yo apago la luz y cierro la puerta con seguro. Y antes de irnos, los dos firmamos la hoja pegada en la pared llenando nuestro horario terminado para que los siguientes chicos en venir estén al tanto de que ya hicimos nuestro trabajo —. La señora Annie dijo que harán algo diferente en la cocina, ¿Qué crees que sea?

—No lo sé, pero espero que ya no sea sopa de champiñón, ya no quiero más. 

—Jimin, ¿Qué dijimos acerca de despreciar la comida? Debes de estar agradecido que tenemos algo qué comer. 

—Ya...perdón, papá. 

—Oh, cállate. 

Casi todas las mesas de la zona para comer están llenas cuando Jimin y yo llegamos, pero pronto, la mano de Jungkook en el aire hace que voltee a verlo; Él está sentado junto a Taehyung, y frente a ellos se encuentra Charlotte con Caleb.  

Pero no está Jin. 

—Hola chicos —Digo, una vez que llegamos hasta ellos para tomar asiento en los únicos lugares que quedan —, ¿Cómo sigues, Tae?

—¿Qué te digo? —Contesta, bajando la mirada a su plato. Pero Jungkook le da un codazo suave para que levante la mirada de nuevo hacia mí —. Estoy un poco mejor, pero no me siento de buen humor todavía. No han pasado muchos días y sigo sintiéndome de la mierda...

—Estamos trabajando en ello para que logre superarlo —Dice Jungkook rápidamente —. Sabemos que no es fácil, pero lograremos superar todo esto. 

—Jungkookie tiene razón, Tae. Estamos aquí para apoyarte —Dice Jimin, tomándole suavemente su mano. Taehyung poco a poco levanta la mirada, y por fin después de tanto tiempo, sonríe, apretándole la mano en forma de respuesta. 

—Gracias, chicos...—Dice Taehyung —. Pero creo que Jin también necesita sentirse apoyado en éste momento. Digo, era el novio de mi hermano y parece que le afectó mucho más. 

—¿Dónde está Jin? —Pregunto —. Tiene que comer algo. 

—Debe de estar en su habitación, me dijeron que se volvió a sentir mal cuando estaba en el huerto y fue —Contesta Charlotte —. Drago iba detrás de él, así que supongo que están juntos. 

—Jiminie, ¿Puedes ir por mi porción de comida y la tuya? Iré por Jin y lo arrastraré hasta acá para que coma algo, no puede estar encerrado todo el tiempo. 

—Sé cuidadoso con él, ¿Sí? —Dice Taehyung, mirándome —. A veces eres un poco tosco con la gente. 

Y cuando termina de hablar, Jimin se levanta, acariciándome la espalda con una pequeña sonrisa en el rostro, para después ir hacia la barra de comida y formarse detrás de unas personas. 

—Lo seré, ya he pasado por algo así una vez y él necesita de nuestra ayuda —Digo, con una pequeña sonrisa de lado. 

—¿Hablas de Hoseok? —Pregunta de nuevo, y aunque mi corazón se remueve al oír su nombre, niego. 

—Supongo que hablas de Seulgi, ¿No? —Contesta Jungkook —. Sí, recordarlo es poco...triste. Así que creo que podrás hablar con Jin para sacarlo de su habitación, confío en ti. 

—En un rato regreso —Digo, comenzando a caminar hacia la entrada, pero antes de alejarme lo suficiente, puedo escuchar como Taehyung pregunta "¿Quién e Seulgi?", por lo que simplemente suspiro saliendo de ahí para ir en busca de Jin. 

No tardo en llegar al piso donde está su habitación, y antes de tocar la puerta, me detengo unos segundos para pensar en lo que diré para no lastimarlo. Y cuando logro acomodar mis ideas, me paro frente a su puerta, para después tocar tres veces con algo de suavidad. 

Pero nadie responde. 

Vuelvo a tocar tres veces más y espero de nuevo. 

Otra vez silencio. 

—¿Jin? —Pregunto, tocando de nuevo la puerta, y ésta vez, sólo puedo oír las patitas de Drago acercándose, y después su chillido de emoción al oír mi voz —. Jin, ¿Puedes abrirme? 

Nada. 

—Quiero hablar contigo, solamente. No puedes seguir encerrándote y no comer nada, te enfermarás...por favor, abre. 

De nuevo nadie contesta, y comienzo a preocuparme. ¿Estará dormido? 

—Jin, ábreme por favor —Repito, y al encontrar ninguna respuesta, comienzo a forcejear con el cerrojo —, ¡Jin, esto no es gracioso!

Pronto, comienzo a golpear la puerta con mi hombro, al mismo tiempo que forcejeo con el cerrojo. Mis ojos están llenándose de lágrimas, y con cada segundo que pasa, el silencio dentro de la habitación me hace perder la cabeza. Y por fin la puerta cede, por lo que entro a tropezones a la habitación, dándome cuenta que las cortinas están cerradas y la cama destendida junto con toda la ropa de Jin y Namjoon en el suelo, como si alguien hubiese vaciado todos los cajones y el armario con violencia. 

Pero no parece que Jin esté ahí. 

—Drago... ¿Dónde está Jin? —Pero el perro simplemente mueve su cola y chilla, viéndome con emoción. Yo niego, acercándome a la cama y mirando una hojita doblada en una de las almohadas —. Soy un idiota...sé que no me vas a contestar.

Rápidamente desdoblo la hoja, comenzando a leer y al mismo tiempo, me encuentro pasando mi mano por la cabeza de Drago ya que quiere que le preste atención después de estar encerrado no sé cuánto tiempo. 

Pero conforme leo cada uno de los párrafos, mis ojos se llenan de lágrimas y mis manos comienzan a temblar con fuerza. Los sollozos de mi boca salen rápidamente, y no alcanzo a terminar de leer la carta cuando ya me encuentro corriendo a la única puerta cerrada de la habitación. 

—¡JIN, ABRE! —Grito, golpeando la puerta del baño con fuerza para que se quite el maldito seguro por dentro. Mis sollozos están incontrolables, y mis ojos llenos de lágrimas me impiden ver bien, pero a pesar de eso, sigo forcejeando con la puerta, golpeándola con mi hombro y moviendo con fuerza el cerrojo —. ¡JIN, POR FAVOR!

La puerta pronto cede, y cuando entro, casi me resbalo con toda el agua que se encuentra desbordándose de la bañera. Me hinco frente a esta lo más rápido que puedo, mojándome por completo el pantalón y rápidamente cierro la llave del agua que se encuentra helada. Y hasta el fondo de ésta, está él. 

Desnudo, con los ojos cerrados y completamente pálido. 

Como puedo y con la mayor fuerza que mis brazos me lo permiten, lo tomo de las axilas y lo levanto, sacándolo por fin, para después hacer que su cabeza quede en mis muslos, y sin moverme demasiado estiro mi mano libre para bajar una de las toallas del estante y así poder taparlo un poco. 

Su cuerpo está helado, y no respira. 

—¡Jin, despierta! —Exclamo, tratando de hacerle RCP para que vuelva a respirar, pero con el paso de los segundos, él no reacciona. —¡JIN, DIOS POR FAVOR!

No encuentro qué más hacer, por lo que simplemente lo abrazo contra mi pecho, llorando y meciéndome en el suelo al no saber qué hacer. 

—¡AYUDA POR FAVOR! —Grito mirando hacia la puerta de la entrada, esperando a que alguien pase y me ayude —. ¡JIN, NO ME DEJES! ¡POR FAVOR, ALGUIEN AYÚDEME!

Me siento en trance, mis piernas no reaccionan y mi cabeza está dándome vueltas por la maldita palabra que no me deja en paz.

Suicidio. 

—¡JIN, DESPIERTA, NO! —Grito, tratando de que alguien logre oírme y aunque Drago está ahí en la puerta chillando y tratando de entrar sin éxito debido a toda el agua, espero que alguna persona pueda oírme. 

No quiero dejarlo tirado en el piso, pero nadie me ha oído. 

—¡AYUDA... POR FAVOR!

No quiero creerlo. 

No puedo. 

Jin se suicidó por Namjoon. 






Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top