Capítulo ochenta: Malas noticias.

Min Yoongi.

El sonido de los transportadores fuera de la enfermería me hace rodar los ojos, pues sé que hay más trabajo qué hacer. Rápidamente me asomo fuera del almacén, percatándome que hay más cajas esperando para que las acomode con la ayuda de Jimin; Mi trabajo dentro del refugio había cambiado, pues después de ya no soportar más al malcriado de Felix, terminé rogándole a Gabriel que me cambiara porque ya estaba harto de sus insinuaciones.  Y como buen líder, me cedió el cambio dejándome en el área donde Jimin estaba ayudando. 

Y aunque no era lo más divertido del mundo, prefería estar acomodando cajas y haciendo el conteo de nuestros suministros todos los días en vez de estar cuidando de que un niño me esté tratando de manosear todo el tiempo con el riesgo de que Jimin nos vea.

—Yoonie, ¿Cuándo regresa Namjoon y Tae? —Pregunta Jimin detrás de mí, quien está acomodando una caja de suministros médicos en los anaqueles —. No recuerdo cuánto duraba su expedición. 

—Regresan en tres días, Minie —Contesto, dejando una caja sobre el anaquel que me corresponde para después voltearlo a ver; Él está terminando de apilar las demás cajas restantes y también está anotando algo en una libreta que se encuentra sobre el escritorio. 

—Quiero verlos, ya los extraño —Dice Jimin, para después voltearse a mí y sonreír. Pero un par de disparos hacen que borre su sonrisa, y mire hacia la ventanilla de la habitación con tristeza. Yo suspiro acariciando su hombro, dándole un poco de tranquilidad que tanto deseamos desde que el pelotón donde Namjoon y Taehyung se fueron.

Por alguna razón, después de los constantes ataques del grupo enemigo y el ruido de sus ataques, las hordas de infectados habían estado llegando sin parar ni un segundo, tratando de entrar a nuestro refugio. Al principio sólo eran menos de dos docenas de infectados...pero ahora, es una enorme multitud azotándose contra las puertas de metal y generando ruido por todos los gruñidos y gemidos que salen de sus bocas.  

—Quiero ir a ayudar...—Dice Jimin, acercándose a mí para abrazarme por la cintura y apoyar su cabeza en mi hombro. Yo rápidamente le correspondo el abrazo besándole la coronilla de la cabeza. 

—Yo también quiero hacerlo, Minie. Pero no podemos meternos porque tenemos otro trabajo qué hacer. Gabriel dijo que si necesitaba nuestra ayuda, nos llamaría...además de que casi no hay guardia en la noche y seguramente estaremos haciendo guardia en unas horas. No te preocupes, Jiminie, vamos a ayudar de cualquier forma. 

Jimin asiente, soltándome poco a poco para después acercarse a la puerta y meter más cajas. Así que yo también, ignorando los disparos de afuera. 

No han sonado las alarmas de alerta de ataque humano, así que no debía preocuparme, según Gabriel. 

—Ya sólo falta un transporte más y terminaremos —Dice Jimin, sonriéndome —. Después tengo clase de inglés, así que estarás libre el resto de la tarde.

—¿No quieres que te acompañe a tu clase? —Pregunto. 

—No, sabes que me pongo nervioso y no pongo atención si me estás viendo. Estaré libre a las siete de la noche. Puedes irme a buscar después de esa hora, ¿Te parece? —Yo asiento con una pequeña sonrisa, metiendo más cajas al almacén para poder terminar más rápido y pasar un poco más de tiempo con Jimin. 

Y para cuando el último transporte llega, Jimin y yo metemos todas las cajas que faltan con rapidez para así dar por finalizado nuestro trabajo de hoy. Pronto Jimin tiene que irse a su clase, por lo que yo lo acompaño hasta la biblioteca del lugar donde Siwon ya lo está esperando. 

—Hola, Jimin. ¿Listo para tu clase de hoy? —Dice Siwon con amabilidad, por lo que Jimin asiente con emoción, no sin antes voltearme a ver y depositar un pequeño beso en mis labios como despedida. 

—Te lo encargo —Le digo a Siwon, y él asiente con una sonrisa. 

—Está muy seguro conmigo, no te preocupes. 

Él rápidamente se mete a la biblioteca no sin antes despedirse con la mano, por lo que yo trueno mi cuello y me dispongo a salir del pasillo. En unos minutos ya me encuentro fuera del edificio, fijándome en todo el desastre que hay afuera. 

Guardias corriendo por la entrada principal, pistolas resonando por todos lados y los ladridos desesperados de los perritos nuevos que hemos estado recogiendo con nuestras últimas expediciones. 

Con todo este ruido, no me sorprendería que más infectados llegaran pronto. 

—¡Drago! —Exclamo, captando la atención de nuestro perro que se encuentra entre los huertos persiguiendo a una de las chicas del grupo. Rápidamente éste corre hacia mí, moviéndome la cola y chillando de emoción al verme. 

—Lo estaba cuidando —Dice una voz femenina que conozco a la perfección. Cuando levanto la mirada, Charlotte viene caminando hacia mí con Caleb de la mano; Los dos tienen la mirada preocupada, seguramente por todo el disturbio —. Atacó a un guardia infectado hace rato, pero me dio miedo que se fuera a salir o algo así, por eso Caleb estaba jugando con él en el huerto. 

—Gracias, Char. No hemos podido cuidarlo como se debe, te debo una. 

—No es nada, Yoongi. Sabes que yo les debo mucho a todos ustedes y de alguna u otra forma, se los tengo que agradecer —Dice, sonriéndome con ternura. Pronto Caleb y Drago comienzan a jugar frente a nosotros, por lo que una risita sale de nuestros labios al mismo tiempo haciéndonos sonreír más —. ¿Cómo está Jimin? Lo último que supe es que está aprendiendo inglés. 

—Ahora mismo está en su clase —Contesto, después de mirar a una de las ventanas que dan hacia la biblioteca —. Aprende rápido, me siento orgulloso de él. 

—Es lo más seguro, Yoongi. Él me contó que tuvo muchos obstáculos que atravesar antes de que lo conociera y me alegra mucho verlo tan feliz y más fuerte. Porque no hemos hablado, pero hace una semana lo vi de lejos y tiene más músculos marcados. 

—Lo sé, me siento un palito a su lado. Está entrenando en sus tiempos libres con Gabriel y Siwon, se llevó de maravilla con ellos dos. 

Y nuestra plática pronto se vuelve tan extensa, que la noche comienza a caer sobre nuestras cabezas rápidamente. Charlotte se tiene que ir un par de horas después, por lo que yo me despido de Caleb, diciéndole que pronto quiero volver a verlo y después de ella, abrazándola suavemente para no lastimarla. 

—¡Cuida bien de Drago! —Exclama Caleb, despidiéndose con la mano para después desaparecer por uno de los pasillos del edificio. 

Yo asiento acariciando su cabeza del animal, mirando mi reloj de la mano izquierda para fijarme de qué hora es. 

Está por dar las siete de la noche. 

—Bueno....Drago, vamos por Jimin.

La mano de Jimin está entrelazada con la mía, y mientras vamos caminando, las patitas de Drago son las únicas que se escucha en el pasillo. Su clase con Siwon por fin había terminado, y ya podíamos estar juntos. 

Sin embargo, no sucedió como yo esperaba, pues su único saludo fue un pequeño beso en los labios y un "¿Ya nos vamos?". Y desde ahí, no me ha dirigido la palabra.

—¿Qué tal te fue hoy, Jimin? —Pregunto tratando de sacarle conversación, y por fin él voltea a verme con una pequeña sonrisa. 

—Bien...estuve un poco distraído hoy y creo que Siwon se enojó un poco —Dice, antes de suspirar y bajar su mirada de nuevo al perro, quien está feliz de que alguien se encuentre acariciando su cabeza. Yo asiento sin preguntar nada más, pues seguramente es por eso —. ¿Y a ti cómo te fue, Yoonie? ¿Te aburriste mucho?

—No, me encontré a Charlotte y a Caleb; Hablé con ellos un rato y por eso traje a Drago, lo estaban cuidando —Digo volteándolo a ver, y por fin nuestras miradas se conectan —. Por cierto, sí vamos a hacer guardia en el muro trasero, Minie. Nos necesitan allá porque la mayoría de los guardias están encargándose de los infectados de la puerta principal. 

—Vaya...parece que jamás vamos a descansar —Dice en cuanto terminamos de bajar las escaleras. Jimin y yo pronto salimos del edificio, para ir en busca de Gabriel quién se supone que está en entrada principal —. ¿Crees que esté en su despacho? 

—Quizá, ¿Quieres ir a buscarlo? —Digo, y Jimin asiente. Pero de pronto, los encargados de cuidar las puertas pronto comienzan a correr hacia la otra entrada del refugio que da hacia los estacionamientos. 

—¿Qué habrá pasado? —Pregunta Jimin, mirándome con cierta preocupación. 

—No lo sé...hay que quedarnos aquí hasta que...—Pero rápidamente soy interrumpido por otra voz, y me callo por completo al darme cuenta de que Jungkook sale disparado desde dentro del edificio hasta nosotros, tratando de llamar nuestra atención. 

—¡Ya regresaron! ¡Los camiones ya regresaron! —Exclama Jungkook con emoción, mostrando su gran sonrisa y la emoción desbordar por su cuerpo. En menos de unos segundos, Jungkook ya está frente a nosotros, con una pistola larga colgando de su espalda y un Walkie Talkie entre sus manos, al igual que con la respiración agitada —. Gabriel me acaba de avisar, yo estaba haciendo guardia en la azotea del edificio cuando oí los camiones. 

—¿Y los chicos? —Pregunta Jimin, comenzando a seguir a Jungkook quien ya ha empezado a caminar con rapidez, así que por ende yo también los sigo, chasqueándole los dedos a Drago para que me siga, y éste lo hace obedientemente. 

—Seokjin viene para acá también —Contesta Jungkook con una sonrisa en sus labios —. Regresaron antes de tiempo, pensé que se tardarían más —Dice Jungkook, comenzando a bajar las escaleras de emergencia hacia el estacionamiento; Y cuando llegamos a éste, lo primero que veo es a Gabriel y diez guardias que lo acompañan con una mirada de preocupación. 

Y luego me doy cuenta del por qué; Los camiones están terriblemente dañados y llenos de sangre. Incluso entre las llantas hay restos de infectados que seguramente fueron aplastados. 

—¿Qué sucedió...? —Pregunto en cuanto llegamos a ellos. Gabriel voltea a verme, y lo único que su mirada me transmite, es miedo —. ¿Gabriel? 

Y las puertas de los camiones pronto se abren, dejando salir a todos los que fueron a la expedición, llenos de tierra, sangre seca e incluso con la mirada perdida. 

Pero al contarlos, veo que solamente son dieciocho guardias...y fueron treinta. 

La adrenalina pronto comienza a correr por mi cuerpo, y las lágrimas en mis ojos se comienzan a acumular cuando no veo salir a Taehyung ni a Namjoon.

—No...—Susurra Jimin, con la voz completamente quebrada, apretándome con fuerza la mano.

Un nudo en mi garganta hace que las palabras ya no salgan más de mi boca, pues estoy en completo shock.

El último en salir es Taehyung. 

Su cara está lastimada y llena de tierra. Y en sus mejillas sucias, se puede notar los caminos que dejaron sus lágrimas ahora ya secas. Su ropa está igual de sucia, y entre sus manos temblorosas está el collar que portaba Namjoon. 

Dios, no...

—¿Y Namjoon...? —Pronto oigo la voz de Jin detrás de mí, y mi corazón se rompe por completo cuando Taehyung cae al suelo de rodillas, sollozando con fuerza y negando con la cabeza repetidas veces —, ¡¿Dónde está Namjoon?! —Vuelve a exclamar Jin, empujando por accidente a Jimin para acercarse a Taehyung e hincarse frente a él, tomándolo de los hombros para que le conteste —. ¡¿Dónde está Namjoon!?

Las lágrimas en mis ojos pronto se desbordan, y Jimin me suelta de la mano para correr hacia Jin y jalonearlo para que suelte a Taehyung. 

—¡NO, NAMJOON! NO, POR FAVOR, ¡ÉL NO! —Solloza Jin, soltando manotazos al aire para que Jimin lo suelte ya que lo han levantado del piso para que deje de hacerle daño a Taehyung, quién en todo este tiempo, no ha reaccionado, simplemente se ha quedado ahí en el suelo, temblando y con mirada hacia el suelo. 

Pronto, Gabriel y un guardia más se acercan a él para tratar de calmarlo, y ahí es dónde Jungkook sale corriendo hacia su novio para abrazarlo con fuerza. Y por primera vez, veo a Taehyung llorar con fuerza. Sus lágrimas caen una detrás de otra, y los sollozos que salen de sus labios hacen que yo también llore, tapándome la cara y temblando de la puta impotencia al no haber podido ayudarlos cuando lo necesitaron.

Dios, ¿Por qué mierda haces esto?

¡NO, REGRÉSENME A MI NAMJOON! ¡NO ME HAGAN ESTO!

Y cuando reacciono, corro hacia Jin, quien está al borde del colapso. Rápidamente envuelvo mis brazos en su espalda, abrazándolo con fuerza y dejando que pronto él también me abrace, sollozando en mi hombro y gritando el nombre de su novio sin soltarme. 

—No, no, no...lo perdí...lo perdí...perdí a Namjoon...—Balbucea, abrazándome cada vez más fuerte. Y no haga nada para detenerlo, pues estoy igual de destrozado que él al verlo de esa forma —. Yoongi, lo perdí...¡¿Por qué!? ¿¡Por qué todo lo que amo se va de mis manos?!

Simplemente me quedo callado, dejando que Jin siga desahogándose en mi hombro. Y cuando volteo a ver a los demás, todo mi maldito interior se revuelve con furia ante la escena que estoy presenciando; Jimin está hincado en el suelo, agarrándose el cabello y llorando en completo silencio y con la mirada perdida. Y del otro lado, Taehyung no ha dejado de sollozar en el pecho de Jungkook, quien también está abrazándolo con fuerza y dejando que sus lágrimas caigan en el cabello de su novio. El resto está en silencio, mirándonos con pesar al vernos llorar con tanta impotencia.

Me duele el jodido pecho, y mis lágrimas no dejan de salir de mis ojos con violencia. 

Y lo que Jin me susurra sin despegar su cara de mi camisa ahora mojada por sus lágrimas, hace que mi corazón se rompa en mil pedazos, haciendo que ese jodido vacío en mi interior crezca de nuevo; Igual que cuando Hoseok se fue de mis malditas manos.

Lo perdí para siempre, Yoongi...perdí al amor de mi vida...













Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top