Capítulo noventa y cuatro: Sedantes.
Park Jimin.
Las escaleras parecen interminables, y conforme subo cada uno de los escalones, el nerviosismo dentro de mí comienza a crecer al fijar mi vista fuera de los ventanales de cada piso; La calle está bloqueada con dos camiones y una camioneta blindada, esperando justo en la entrada del refugio para atacar. Pero lo que me hace poner la piel de gallina, es la camioneta, la cual en la parte trasera de ésta hay una torreta que parece bastante pesada y con una enorme tira de balas que seguramente ellos no dudarán en gastarlas en las cabezas de la gente.
—¿En qué habitación está Yoongi? —Pregunta Jungkook, sacándome de mi trance, así que volteo rápidamente a verlo tratando de no verme asustado.
Porque lo estoy, y mucho.
—Es la última de pa-pasillo de allá, vamos —Digo con dificultad, poniendo mis manos sobre mis rodillas en un intento por meter un poco de aire a mis pulmones gracias a la tediosa tarea de haber subido todos esos seis pisos con tanta rapidez —. Jamás había subido estas escaleras corriendo —Vuelvo a decir con una sonrisa cansada, por lo que Taehyung asiente de la misma manera mientras baja a Caleb de sus brazos y Jungkook toma un poco de aire al igual que yo. Y el único que nos mira con tranquilidad es Drago, quien, al ver a Caleb en el piso, éste rápidamente le mueve la cola para que juegue con él —. No es hora de jugar, vámonos —Le digo al perro, por lo que éste rápidamente obedece poniéndose a un lado de mí. Por suerte ya no tenemos que correr debido a que ya estamos en el piso donde está Yoongi, así que ahora sólo caminamos a paso rápido. Pero cuando doblamos hacia esa dirección, un par de guardias que anteriormente estaban custodiando la entrada del laboratorio, al vernos caminan hacia nosotros con rapidez para detenernos.
—¡No pueden estar aquí! —Exclama uno de ellos —. Deben de estar en sus habitaciones escondiéndose, váyanse de aquí. ¡Son órdenes claras de Gabriel!
—¡No! Tenemos el permiso de Gabriel de venir aquí y entrar al laboratorio —Exclamo tratando de empujar al guardia, pero éste rápidamente es ayudado por su compañero.
—¡Hágannos caso! ¡No tenemos tiempo! —Exclama ahora Jungkook empujando más fuerte a uno de ellos —. Si tantas pruebas quieren, llamen a Gabriel por el Walkie Talkie, ¡Los que están allá afuera entrarán pronto y necesitamos a la persona que está ahí dentro!
—¿De qué estás hablando? —Dice uno de los guardias, soltándose del agarre de Jungkook para después mirarnos con confusión —. ¿De qué personas están hablando? Ahí dentro no hay nadie.
—¡No mientas! ¡Ahí está mi novio y necesito que lo saquen de ahí porque Gabriel me dio la orden! —Vocifero, tratando de pasar entre ellos dos y poder ir por Yoongi. Pronto Jungkook y Taehyung se meten, pero la cara de confusión de los dos guardias me hace sentir enfermo y bastante confundido.
¿Qué demonios está pasando y por qué parece que ellos están diciendo la verdad?
—¡Alto! ¿Por qué dices que no hay nadie ahí dentro? ¡Responde! —Exclama Taehyung, agarrando a uno de los guardias de su camisa con fuerza y zarandeándolo en el proceso. Parece que los dos son casi nuevos, ya que, al vernos a los tres de esa manera tan agresiva, el par rápidamente se miran con cierto nerviosismo.
—Con la noticia del traidor entre los guardias, los dos científicos se llevaron al chico de cabello negro en una camilla junto con sus extraños objetos hace menos de hora y media, y nos obligaron a no decir a donde iban a esconderse debido a que seguramente los que están allá afuera ya saben del laboratorio y para cuando las dos horas terminen vendrán hasta acá a buscar la cura —Comienza a decir uno de los chicos, por lo que Jungkook pronto lo suelta para que siga hablando —. Los tres están en los almacenes de los estacionamientos, casi nadie sabe de ellos por órdenes de Gabriel, pero están ahí.
—Créeme, lo mejor que pudieron hacer fue no tratar de entrar ahí —Dice el segundo guardia señalando la puerta de lo que era el laboratorio —. Hay una docena de infectados dentro esperando a que abran la puerta...es una trampa. Ahora vayan a buscar al chico, los científicos fueron rápidos e idearon todo este plan, porque la cura ya está casi en nuestras manos y no podemos perderla contra los enemigos. ¡Vayan ya!
La primera explosión en la puerta principal del refugio no tarda en llegar como signo de advertencia, y todo el edificio retumba con ella. No sé si Gabriel está ahí afuera preparándose con todos los guardias y la poca gente que ha decidido ayudar, pero cuando reviso mi reloj en la muñeca, me doy cuenta que tan sólo queda una hora para que todo esto empiece y mi corazón comienza a retumbar en mis oídos con fuerza por el miedo.
—¡Eso fue un maldito lanzagranadas! ¿¡Cómo demonios vamos a defendernos de sus lanzagranadas!? —Exclama Taehyung siguiéndome por las escaleras de emergencia hacia el estacionamiento.
—Mientras que Caleb y Jungkook sigan escondidos, todo eso no me importa —Contesto rápidamente, agarrándome fuertemente de los barandales mientras bajo los escalones de dos en dos, en un intento por hacer todo esto más rápido —. ¡Debe ser ahí, mira! —Exclamo una vez que hemos llegado al estacionamiento; Hay una puerta de metal al final de éste junto a los contenedores de basura, que es casi irreconocible por el color y los montones de basura cerca de ella.
—Iré a dar un vistazo a las puertas de estacionamiento, tú ve por Yoongi —Dice Taehyung separándose de mí una vez que dejamos de correr para comenzar a caminar hacia la puerta donde está Yoongi.
—Mucho cuidado, por favor —Le digo rápidamente antes de que se vaya.
—Están selladas, no creo que puedan verme —Dice con una pequeña sonrisa, para después comenzar a trotar hacia las enormes puertas y dejarme solo. Yo suspiro, regresando mi vista hacia la puerta en la pared, por lo que comienzo a caminar cada vez más rápido hasta ella.
No se oye absolutamente nada, así que con cuidado de no tropezarme con las bolsas, acerco mi oído hasta la puerta de metal; Y pronto, puedo oír un par de voces en un tono muy bajo que no reconozco, junto con el sonido de una máquina que al parecer, está marcando los latidos de alguien.
Debe ser Yoongi.
Rápidamente observo la cerradura de la puerta, la cual trato de forcejear, pero es imposible abrirla después de varios intentos ya que ésta se encuentra cerrada por dentro. Por un momento me siento frustrado, y gruño al no poder hacer nada para entrar.
—¡Hey, soy Jimin! —Exclamo desde afuera sin dejar de forcejear con la cerradura —. ¡Soy el novio del chico que está ahí dentro, por favor, déjenme entrar, necesito que lo saquen de ahí de inmediato! —Exclamo de nuevo, pero si respuesta.
Mierda.
—¡Oh, vamos! —Exclamo de nuevo —. ¡No me hagan dispararle a la cerradura! —Vuelvo a decir, sólo que esta vez choco mi hombro contra la puerta en un intento por llamar su atención —. ¡No me dejan de otra, más vale que no estén cerca de la cerradura porque volará en pedazos!
Rápidamente saco mi pistola de su soporte, cargándola cerca de la puerta para que escuchen los dos científicos que están dentro. Estaba claro que no iba a dispararle a la puerta—a menos que no hicieran caso a mi llamado —, pero con el paso de los segundos y sin respuesta todavía, mi única reacción es dirigir la boquilla de la pistola hacia la cerradura.
—Mierda, ¡Perdón por el ruido! —Exclamo una última vez, entrecerrando los ojos y dejando ir a mi dedo sobre el gatillo.
—¡No dispares, espera! —Gritan por fin del otro lado. Unos segundos bastan para que los seguros dentro de la habitación se quiten y uno de los científicos abra la puerta, pero con el otro apuntándome con una AK-47 a mi cara —. Oh mierda, ¿¡En serio ibas a disparar!?
—No me dejaban otra opción —Digo guardando mi pistola, para después mirarlos —. Quiero ver a Yoongi.
—Entra, vamos...—Dice rápidamente, jalándome de la sudadera no sin antes mirar hacia afuera de lado a lado.
—¡Esperen! —Exclama Taehyung, corriendo hasta nosotros para que también lo dejen entrar. Cuando llega, el científico más joven cierra la puerta de nuevo y el otro baja el arma por fin de mi cara.
La habitación no es muy grande, pero lo es para la camilla al final de esta con mi novio conectado a una máquina y con los ojos cerrados, como si estuviese dormido.
—Está sedado —Comienza a decir uno de los científicos con el tono de voz muy bajo, dejando que me acerque —. Por la mañana los tres escuchamos cuando los camiones llegaron, pero no le dimos la oportunidad para que se parara de la cama ya que no está apto todavía.
—¿Apto para qué? —Pregunto con cierto enojo en mi voz —. Lo necesito ahora, tenemos que sacarlo de aquí, ¡Gabriel nos necesita!
—No ha comido en varios días debido a las dosis que le hemos estado inyectando en el cuerpo para poder sacarle la inmunidad en su sangre. Aún no hemos terminado, todavía tenemos que sacar algo más de su sangre y es un proceso largo.
—¡Allá afuera hay un ejército de hombres tratando de entrar! No van a poder tan siquiera salir de aquí sin que los noten y después los maten de maneras horribles —Digo cada vez más rápido, sintiendo cómo la adrenalina corre con violencia por todo mi cuerpo al oír la voz de aquel hombre de allá afuera, así que rápidamente reviso el reloj en mi muñeca con nerviosismo —. Dejen que me lo lleve, por favor...necesitamos salir de aquí lo más pronto posible o me matarán a mí también. Hay traidores aquí en el refugio y seguramente vendrán por ustedes.
—Dios, señores...es su novio. No pueden hacerle esto —Contesta Taehyung con insistencia en su voz, seguramente por la misma razón que yo. Pronto, los dos científicos se miran unos segundos como si estuviesen deliberando algo, hasta que por fin voltean a vernos.
—Yoongi no despertará, al menos no hasta dentro de media hora. Los tres estaremos aquí; Tienen que idear un plan para salir del refugio con vida, para que ustedes se encarguen de llevarse la cura. Cuidaremos de Yoongi hasta que despierte y le daremos de comer, ya que tarde o temprano vamos a tener que salir de nuestro escondite porque este refugio no aguantará para siempre.
—¿Tienen alguna idea para salir de aquí sin que nos noten? Todo está bloqueado y sólo me ocurre algo, pero hará mucho ruido —Pregunta Taehyung.
—Sí, el callejón que da hacia el edificio B. Pero siempre está lleno de infectados...y la única manera de salir es por el otro edificio que está en cuarentena. Creen un plan, y reúnan a los que más puedan para sacarlos. Sólo les queda media hora para que esos hijos de perra entren, más vale que se apuren, ¡Corran ahora, ya!
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