Capítulo diez: Bombardeos.
【 Min Yoongi 】
Una vez que Jimin se fue a dormir, bajo de nuevo con los chicos, donde ellos ya se encuentran acomodando cuatro mochilas para nuestro viaje. Mientras que Jungkook se está encargando de meter comida y agua en tres mochilas diferentes, Hoseok se encuentra guardando en la cuarta mochila las cosas para curación, la caja del dinero de Jimin y las baterías que le pedí.
—La mochila que lleve menos cosas, déjensela a Jimin, por favor —Digo una vez que me acerco a Jungkook para ayudarle a guardar todas las latas restantes —. Es muy difícil para él estar corriendo, ahora imagínense si lleva demasiado peso.
—Lo sé, la mochila roja será de él. Le pedí a Hoseok que metiera la caja con el dinero junto con algunas latas de comida —Contesta Jungkook con una sonrisa —. También metí algunos medicamentos, en caso de que alguien llegue a enfermarse.
—Espero que no necesitemos ocuparlos —Digo después de suspirar —. Ahora que Jimin está dormido, ¿Quién hará la primera guardia? La verdad es que sí me da un poco de miedo que todo durmamos al mismo tiempo, no quiero que nos ataquen —Vuelvo a decir, tallándome la cara de cansancio —. Yo digo que Hoseok duerma primero, él deberá guiarnos a la casa del señor Kim, así que debe ser el más activo de todos en cuanto nos vayamos.
—Opino lo mismo... ¿Cerraste la habitación de Jimin? —Dice Jungkook, por lo que asiento.
—Todas las puertas y ventanas de la casa ya están cerradas. Si vamos a trata de dormir, deberíamos apagar la luz de la sala...tengo velas en el cajón de la cocina, podemos ocuparlas y mañana en la mañana las metemos en alguna mochila —Dice Hoseok mientras corre a la cocina, para después traer consigo unas cuantas velas en vasos de vidrio. Luego, se du bolsillo saca un encendedor y comienza a prenderlas antes de ponerlas sobre la mesita de centro, por lo que Jungkook y yo terminamos por apagar las luces de toda la casa hasta quedar a oscuras con la tenue luz de las cuatro velas.
No se ve muy claro el lugar, pero al menos ya me siento más seguro.
—Dormiré entonces yo primero. Me despiertan y cambiamos de turno, ¿Está bien? —Dice Hoseok, así que asiento, observando cómo él se acuesta en uno de los sillones, para después darse la vuelta y darnos la espalda.
Y luego de unos minutos, mientras yo me acomodo en el sillón individual y Jungkook se sienta frente a mí en el otro sillón, Hoseok ya se ha quedado dormido, pues puedo oír su suave respiración relajada.
Él nunca ha tenido problemas para dormirse rápido.
Yo suspiro mirando al techo, ya que la idea que pasaremos casi toda la noche cuidando que ningún infectado entre por la puerta o por una ventana, me tiene muy cansado. Sé que será una noche muy larga y tediosa, pero al menos sé que será para que nadie nos haga daño.
Volteo a ver a Jungkook, quien está con la mirada perdida hacia una de las ventanas con las cortinas semitransparentes de la entrada. Parece que se encuentra sumergido en sus pensamientos, y por un momento, pienso en si entablar una conversación con él o no.
Pero debo hacerlo, ya que necesito pedirle una disculpa por el altercado de hace rato.
—Ey, Jungkook... —Musito suavemente, esperando no asustarlo. Y luego, él me mira de reojo y antes de conectar su mirada con la mía, pasa una de sus manos por su mejilla izquierda, quitándose una lágrima que rueda lentamente sobre ella —. Oye, ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?
—¿Por qué no lo haría? Perdí a mi familia hoy... —Contesta con la voz entrecortada, para después mirarme y suspirar para calmarse —. Sólo tengo diecinueve años, ¿Sabes? Yo...me encontraba en la escuela cuando mi papá llegó a mi salón y prácticamente me sacó a rastras de ahí. Cuando llegamos a casa mi mamá estaba guardando todo en nuestra camioneta, de hecho, todo el vecindario estaba haciendo lo mismo. Pero el caos se desató y los infectados comenzaron a salir de todos lados y atacaron a la gente que se encontraban...yo me llevaba bien con todo mi vecindario y verlos caer uno a uno fue de las peores cosas que viví. Todo es tan nuevo para mí y en ese momento fue peor. Mordieron a mi papá y a pesar de eso logró sacarnos del vecindario y lo primero que quiso hacer fue ir hacia el aeropuerto...no sabíamos la magnitud del problema hasta que lo vivimos en carne propia. Mi hermano menor fue el primero en sufrir las consecuencias, varios infectados los tomaron por la espalda y se lo comieron en frente de nosotros, yo.... —Y mientras cuenta, observo cómo la mirada de Jungkook se encuentra pegada al piso, como si estuviese tratando de recordar todo. Pero mientras lo hace, comienza a llorar en silencio —, mordieron a mi mamá y yo pude salvarme. En la tarde mis papás comenzaron a sentirse mal y se veían muy pálidos, ya no caminaban tan rápido y parecía como si hubiesen corridos mil kilómetros. Entramos a un local vacío y ahí yo traté de ayudarlos dándoles agua y poniéndoles trapos mojados en la frente, tenían fiebre muy alta y después comenzaron a comportarse extraño, no parpadeaban y me seguían con la mirada a todos los lugares a donde me desplazaba. Algo en sus ojos me indicó que ellos estaban por morir y convertirse como los demás infectados.
De pronto, Jungkook saca la pistola de su pantalón y me la entrega después de sacarle el cargador. Yo observo el cargador y lo volteo con dirección al piso para que todas las balas caigan en mis manos; al contarlas sólo en ocho, por lo que cuando levanto la mirada de nuevo, su cara es de dolor al notar los ocho proyectiles en mi palma, pues sus labios tiemblan al sollozar.
—Mi papá me dio esa pistola, ya que desde pequeño siempre me llevó a los campos de tiro...grave error para ese momento el saber disparar, porque, aunque casi no podía hablar, me suplicó que acabara con su sufrimiento —A pesar de que trata de quitarse las lágrimas, de sus ojos siguen saliendo con rapidez, por lo que después de pelear por dejar de llorar, se rinde y sólo sorbe la nariz antes de seguir hablando —. Los asesiné, Yoongi.
—¿En serio lo hiciste, tú solo? —Pregunto atónito, sintiendo una punzada horrible en el corazón que me hace querer correr a abrazarlo.
—Sí, les disparé en la frente y después escapé de ahí porque sabía que el ruido podría atraer a los infectados. Entré al bosque y estuve perdido hasta que cayó la noche. Pensé que moriría ahí, me sentía tan solo y con un dolor en el pecho hasta que vi las luces de tu auto. Me sentí tan afortunado cuando aceptaron quedarme con ustedes, creo que me sentí...protegido.
Sonríe débilmente, estirándome la mano para que yo le entregue el cargador de su arma y lo hago, por lo que pacientemente vuelve a meter todas las balas de regreso a su lugar, aunque sus manos estén temblando suavemente. Y me siento mal por él, pues un niño de su edad no debería de estar sufriendo esto. O al menos, si en otras circunstancias hubiese perdido a sus padres, el duelo es algo que le podría haber ayudado a sanar.
Pero pensándolo bien, toda la gente que está perdiendo a sus familias completas o sus amigos, jamás podrán vivir su duelo como se debe, pues estar con la mente débil podría hacer que los infectados se los coman vivos.
—No soy muy bueno dando discursos de motivación, pero al menos sabes que nosotros te cuidaremos hasta el final de esto, así que antes de que pase más tiempo, quiero pedirte disculpas por lo que pasó hacer rato, me alteré y pensé que habías dejado solo a Jimin — Digo con tono de culpa, y Jungkook sólo sonríe quitándose las lágrimas de la cara —. Créeme que ahora sé que no le harías daño a Jimin...y aunque no llevamos ni dos días viviendo este infierno, te aseguro que Jimin, Hoseok y yo podremos ser tu nueva familia. Jamás podremos llenar ese vacío que han dejado tus familiares, pero ahora sabes que nunca más estarás solo.
—Gracias, Yoongi...de verdad, aunque los conocí hoy, sé que juntos podremos salir de esto —Dice Jungkook después de sonreír —. Pero, me gustaría hacerte una pregunta, ¿Puedo?
—Claro, ¿Qué sucede? —Pregunto confundido al ver su creciente curiosidad.
—A Jimin y a Hoseok jamás los he visto, pero tu cara se me hace reconocida... ¿Eras algún funcionario del gobierno o algo así? Es que...algo me dice que te visto.
Sin poder evitarlo, río suavemente.
—No soy ningún funcionario del gobierno. Si lo fuese probablemente el presidente me hubiese salvado el culo —Digo de forma sarcástica y él sólo bufa en respuesta —. Probablemente conoces la empresa "HYBE"...
—¿¡Eres un idol !? —Exclama con sorpresa y yo le lanzo una mirada de regaño al oír como levanta la voz —. Perdón, me exalté un poco.
—No hagas eso de nuevo, podrías atraer infectados...—Digo regañándolo, y él asiente avergonzado —. Pero sí, apenas este año comenzaron a llamarme "idol" en la empresa donde trabajo. Lancé un álbum en solitario y me fue bien, aunque también trabajo como compositor oficial de ahí...de hecho, hace poco regresé de un viaje de negocios para firmar con una disquera en Alemania junto con mi mejor amigo, ese viaje fue el último que hice como compositor para irme de lleno a mi carrera como rapero...pero creo que ya no se podrá.
—¿Y tu mejor amigo dónde está ahora? —Pregunta curioso y yo suspiro evitando a toda costa llorar.
—Murió hace dos días... es el primo de Jimin —Murmuro, y después de eso, ambos nos quedamos en silencio por algunos minutos, pues la conversación se vuelve incómoda, así que yo decido romper esa tensión —. Él y yo siempre fuimos mejores amigos desde secundaria, y comenzamos a trabajar desde muy jóvenes en el ámbito musical. Por eso, este año decidí saltar al mundo de la fama. Pero, creo que ahora no habrá más música, al menos no hasta que esto se resuelva.
—Creo que sé cuál es tu álbum, tenía compañeros en la escuela que les gustaba el rap. Seguramente eres muy talentoso, Yoongi —Dice con una sonrisa —. Si esto se arregla y regresas a hacer música, te juro que iré a uno de tus conciertos.
—Me gustaría verte ahí, Kook. Te daré entradas especiales para que puedas estar en primera fila —Digo con una sonrisa —. Pero ahora, sólo debemos enfocarnos en sobrevivir, ¿Está bien? Sé que esto ha sido muy difícil para todos, pero estoy seguro de que lograremos llegar a un lugar seguro. Yo mismo me voy a encargar de que todos lleguemos juntos hasta Noruega, así sea con mi vida, lo haré.
—Créeme que también haré hasta lo imposible porque lleguemos en una sola pieza —Dice Jungkook antes de asentir un par de veces—. Gracias por darme la oportunidad de estar en su grupo, eres una buena persona —Finaliza, y yo niego.
—Hice muchas cosas malas en el pasado, así que no soy buena persona.
Jungkook suspira.
—No, Yoongi. El pasado déjalo atrás y preocúpate por tu presente y tu futuro...si eres buena persona desde este momento, todo lo que hayas hecho anteriormente estará perdonado —Vuelve a decir, antes de sonreír —. Duerme un poco, yo te levantaré cuando sea necesario para que te quedes cuidando junto con Hoseok.
—¿En serio, no necesitas ayuda? —Pregunto, y él niega.
—No hay movimiento afuera y estamos en silencio, si necesito ayuda los despertaré, ¿Está bien?
Luego de pensarlo unos segundos, asiento, acomodándome en el sillón para poder dormir un poco antes de que me toque mi turno para hacer guardia. Y mi cuerpo parece responder muy bien, ya que en minutos el sueño me invade y cuando menos me lo espero comienzo a quedarme dormido.
Y por fin, los sonidos se vuelven cada vez más lejanos, hasta que mi respiración tranquila es lo único que puedo escuchar.
—Hoseok, Yoongi...despierten —La voz de Jungkook me hace abrir un ojo lentamente hasta que lo hago por completo. Mientras me despierto, por un momento hacia la ventana, aún está oscuro y seguramente Jungkook nos ha despertado para hacer guardia.
Pero parece que sólo he dormido quince minutos.
—¿Cuánto tiempo dormimos? —Susurro tallándome los ojos. Hoseok se levanta primero, estirándose para después cederle el lugar a Jungkook quién asiente para acostarse. A pesar de la poca luz, puedo notar que en la cara trae unas leves ojeras y se nota que ansía por dormir.
—Son las dos de la madrugada, durmieron tres horas. Yo dormiré las tres que faltan antes de irnos —Contesta Jungkook después de bostezar, por lo que yo asiento observando cómo él se acuesta en el lugar de Hoseok —. Si necesitan algo, me despiertan, ¿Sí?
Yo asiento, parándome de sillón para que no me gane de nuevo el sueño y luego me estiro completamente, para después caminar hacia mi celular que dejé cargando en la barra de la cocina. El reloj marca las 2:10am, por lo que bostezo de nuevo.
Sé que, desde este momento, ya no dormiré en un buen rato.
Luego de desconectar mi celular, Hoseok desaparece en la cocina por unos momentos, pero cuando regresa trae dos tazas con café. Se acerca a mí y me da una, por lo que agradezco haciendo un gesto con la cabeza.
Sorbo lentamente el líquido, dejando que el sabor amargo envuelva mi lengua. Amo el café sin azúcar y ahora me cae de maravilla para estar despierto hasta que tengamos que irnos.
—¿Has pensado en que esto se acabará pronto? —Dice Hoseok, sentándose en el marco de la ventana. Yo lo imito mirando hacia la calle vacía y silenciosa —, siento que esto es como cuando la influenza atacó por primera vez al mundo y luego lograron detenerla. Tal vez, si logran encontrar la cura para esto, podamos regresar a nuestras vidas normales.
—No sé, por alguna razón siento que esto va para largo... —Suspiro dándole otro trago a mi taza. Hoseok frunce el ceño decepcionado —. Esperemos que no dure tanto tiempo, porque realmente tengo ganas de regresar a mi estudio a terminar esa pista que dejé inconclusa...Sería la primera vez que utilizaría mi voz para rapear esa canción, pero por esto dejaré toda mi carrera abandonada.
—Seamos positivos, Yoongi. Estoy seguro de que esto no durará mucho tiempo, tal vez medio año o menos. La ciencia es muy poderosa ahora y sé que encontrarán alguna cura.
Sonrío por inercia. A pesar de que todo se está yendo a la mierda, Hoseok siempre es tan positivo que incluso yo, que soy una persona que no cree en la esperanza, me hace sentir seguro, de que pronto esto acabará pronto.
—Eso espero, Hobi...eso espero —Musito, antes de voltear de nuevo hacia la ventana y doy un brinco en mi lugar por el susto que me llevo. Vuelvo a enfocar mi vista hacia afuera, y me doy cuenta de que hay un grupo de al menos quince personas caminando. Por un momento, creo que es gente normal, pero después de observar sus pasos torpes y desorientados, junto con el arrastre de sus pies, me doy cuenta de que no lo son.
De repente, uno de ellos suelta un extraño alarido, como si se estuviera ahogando y dos de ellos lo imitan segundos después. Mierda, esas no eran personas.
—Hay infectados afuera —Susurro, alejándome de la ventana. Hoseok me imita muy asustado, y puedo notar que está nervioso porque su mano temblorosa hace que su taza se mueva—. ¿No habías visto infectados?
—No realmente, sólo por televisión... —Susurra dejando su taza casi vacía en la mesa de centro —. No sé qué haré cuando de verdad tenga un infectado frente a mí, tal vez gritaré tanto que atraeré a más de ellos.
Rápidamente cierro bien la cortina y apago las velas para que no haya ni un solo rastro de luz. Sé que si no hacemos ruido ellos no se darán cuenta que estamos aquí.
Después de unos segundos, me acerco de nuevo a la ventana y miro que la horda ya ha avanzado bastante por la calle, por lo que ya no se encuentran cerca de la casa. Suspiro, ya que por un momento sentí mucho miedo de que fueran a notarnos y con dos de nosotros dormidos, esto sería un caos.
Vuelvo a cerrar bien la cortina y me acerco de nuevo a la mesa de centro para encender las velas. Luego me siento de nuevo en el sillón y tomo mi taza de café que he dejado anteriormente para terminármela.
—¿Qué hora es? —Pregunta Hoseok, tomándole a su taza con más tranquilidad. Rápidamente saco mi celular del bolsillo de mi chamarra y suspiro.
—Son las 2:30am, esta noche va para largo —Susurro después de guardarlo de nuevo y mirar al techo.
—Tienes razón...entonces, antes de que me gane el sueño, iré al baño. No sé cuándo será el día que vuelva a usar un inodoro limpio —Dice con tristeza, por lo que sólo me limito a reír suavemente y negar con la cabeza.
Pronto, él desaparece por las escaleras y yo me quedo mirando hacia la luz de la vela, como si fuese lo más interesante del mundo durante las próximas dos horas y media restantes.
Mi celular me indica que ya son las cinco de la mañana, por lo que me levanto del sillón y observo a mi alrededor. Las cosas ya están acomodadas en la entrada y lo único que tenemos que hacer es comenzar con el plan.
Me siento un poco nervioso, y aunque ya he visto a decenas de infectados frente a mí, por un momento quisiera que ya no aparecieran más; desde la última vez que vimos a la primera horda rondando por la calle, Hoseok y yo contamos tres hordas más.
—Es hora de despertar a Jimin y a Jungkook —Dice Hoseok cerrándose la chamarra, antes de mirarme y sonreír levemente —. ¿No tienes frío? Desde ayer sólo usas esa chamarra de piel, puedo prestarte una.
—No, estoy bien, es bastante cómoda —Contesto con una sonrisa de lado, así que él sólo asiente —. Iré con Jimin, por lo mientras despierta a Jungkook y de paso deberías darle la chamarra que me querías dar a mí, sólo trae esa sudadera —Digo apuntando a su cuerpo.
Subo las escaleras y llego a la habitación donde se encuentra Jimin. Lentamente abro la puerta para que no se asuste, pero luego de entrar, me doy cuenta de que él se encuentra profundamente dormido.
Me da un poco de pena despertarlo, seguramente está cansado. Pero debemos de irnos ya.
—Jimin... —Dije sentándome a su lado para moverlo un poco —. Jimin, despierta...
Luego de unos segundos, Jimin se mueve apenas un poco, después de gemir con cansancio y volver a quedarse dormido.
—Hey, Jimin...es hora de irnos.
—Tengo mucho sueño, mamá...No me quiero levantar —Susurra suavemente y yo lo miro confundido, pero con cierta burla.
—Oye, yo no tengo voz de mujer, ¿Por qué me confundes con tu madre? —Contesto ofendido, por lo que eso hace que Jimin despierte y voltee a mi dirección, riendo suavemente.
—Era para escuchar tu reacción. Si pudiera ver tu cara estaría muriéndome de risa —Contesta burlón y yo sonrío. Unos segundos más tarde, él se sienta sobre la cama, estirándose, pero luego su cara se transforma a una de disgusto —. Hace demasiado frío, ¿Podrías pasarme mi chamarra?
Asiento tomándola mientras él estira una mano hacia mi dirección, por lo que yo le paso la prenda rápidamente. Luego de que él la toma y se la pone, finalmente sale de la cama para buscar sus botas con sus pies y ponérselas en unos segundos.
Es bastante rápido vistiéndose.
—¿Ya nos vamos? —Pregunta estirándose de nuevo una vez que ya está a un lado de mí.
—Sí, vámonos —Contesto, tomándolo del codo suavemente para llevarlo conmigo hasta la sala. Una vez ahí, veo que Jungkook ya está despierto y también ya se ha puesto una de las chamarras de Hoseok. Luego, toma una de las mochilas y se cuelga en la espalda para después mirarme con una pequeña sonrisa en la cara.
Es tan sólo un niño inocente...
—Toma Jimin —Digo entregándole en la mano el tirante de una de las mochilas y él rápidamente se la cuelga. Yo lo imito, cargando una mochila y el último fes Hoseok, pues está terminando de meter una foto en la parte delantera...seguramente de sus padres —, ¿Listos? —Pregunto, tomando uno de los cuchillos que hemos preparado para poder llevarlos en la mano por si nos atacan. Finalmente, Hoseok y Jungkook y también toman los suyos, guardándolos en el cinturón de su pantalón.
—Bien, la casa no está no muy lejos de aquí. A lo mucho a un kilómetro, pero debemos ser rápidos —Dice Hoseok, tomando su celular de la mesita de centro y sus cigarrillos —. Es hora de irnos...
Su cara denota melancolía y tristeza, pues seguramente no está tan preparado como él dice. Pero lo entiendo, todos hemos tenido que dejar nuestras vidas anteriores para vivir este infierno.
Jungkook sale primero y después Jimin junto conmigo. Volteo a ver a Hoseok que aún no sale y noto que está viendo la casa con los ojos llenos de lágrimas, pero en cuanto cruzamos miradas él me sonríe, como si estuviera feliz.
Es algo que siempre he admirado de Hoseok; la valentía con la que afronta la vida desde que es un adolescente. Él es muy fuerte.
Ahora Hoseok es quién lidera el pequeño grupo que hemos hecho. Puedo notar que camina muy rápido, por lo que tomo con fuerza la mano de Jimin para que me siga el paso, y al parecer eso lo calma, pues noto cómo suspira levemente y también aumenta la fuerza de su agarre conmigo en señal de agradecimiento.
Han pasado unos cuantos minutos en los que hemos caminado algunas cuadras, por lo que los cuatro vamos en completo silencio. Y lo agradezco, pues en la madrugada cuando los infectados aparecieron, me dio una muy mala señal y quizá hayan más rondando por aquí.
De repente, volteo a ver a Jimin, quién está con la cara apuntando al suelo y veo que su nariz está roja, seguramente por frío. Luego miro a Jungkook, él trae su arma en la mano y noto cómo mira a todos lados, cuidando que nada se nos acerque. Y por último observo a Hoseok, quien tiene la mirada al frente y de vez en cuando mira ambos lados cada que cruzamos una nueva calle, seguramente para orientarse con sus nombres.
Dos calles más adelante, nos encontramos con una escena que no esperábamos ver; toda la gente de la calle se encuentra guardando sus cosas rápidamente en sus autos, al mismo tiempo que se cercioran de que toda su familia ya se encuentre completa.
—¿Qué hacen tan temprano guardando sus cosas? —Pregunta Jungkook con nerviosismo.
—Probablemente lo mismo que nosotros, huir del país —Dice Hoseok, pero un jadeo de sorpresa hace que dirija la mirada a donde está viendo. Al otro lado de la calle, de repente aparecen cuatro camiones del ejército, para después detenerse a la mitad de la calle y bajarse más de quince soldados con enormes armas de las manos.
No pasaron ni dos minutos cuando los militares comenzaron a jalar a las personas para subirlas a los camiones, por lo que, el ambiente silencioso de pronto se volvió ruidoso y con gritos. Y, antes de que pudiéramos reaccionar, un par de disparos sonaron al aire.
Dios, los militares están disparando al cielo para calmar a la gente.
—Vámonos de aquí antes de que nos vean —Ordena Hoseok, cruzando rápidamente la calle, por lo que yo lo sigo de la misma manera junto con Jungkook —. Con los disparos harán que los infectados vayan hacia ellos, así que, hay que apurarnos. Si seguimos recto podremos llegar a las calles cerradas —Vuelve a decir una vez más calmado.
Yo asiento, siguiéndolo en silencio. Y conforme avanzamos, las casas van cambiando de forma y siendo cada vez más lujosas, lo que me hace recordar mi adolescencia junto con Hoseok.
—Ey, Hobi...¿Recuerdas que cuando estábamos en secundaria, queríamos vivir en casas como estas? —Pregunto con una sonrisa, por lo que Hoseok voltea a mí, sonriéndome de la misma forma.
—Tú sí lo lograste, hermano —Dice con cierto tono orgulloso —. Cuando termine todo esto, iré a visitarte a tu departamento, por más que quise ir a Seúl, el trabajo siempre me mantuvo ocupado. Pero un día me tendrás ahí...
—Claro que sí, estaré esperándote.
Hoseok asiente en silencio y luego vuelve a mirar al frente, por lo que yo suspiro, siguiendo mi camino junto con ellos.
—Ya estamos cerca —Dice Hoseok mirando otro letrero con el nombre de la calle después de caminar un buen rato —. Si mis cálculos no me fallan, faltan cinco cuadras para llegar. A este paso estaremos en la casa del señor Kim en unos minutos y tendremos tiempo de so... —Pero mientras habla, un extraño ruido comienza a oírse a lo lejos de donde estábamos. Yo me detengo abruptamente, haciendo que Jimin también lo haga y podamos prestar atención.
—¿Qué haces, Yoongi? ¿Por qué te detienes? —Pregunta Jungkook confundido, pero también logra oír lo que yo he percibido, ya que su cara se deforma una de confusión, volteando hacia el cielo.
Poco a poco ese sonido se acerca hasta nosotros y mi sangre se hela.
Explosiones de bombardeos.
—¡Corran! —Exclamo tomando con fuerza la mano de Jimin para comenzar a correr, luego, el ruido de múltiples aviones me hace voltear al cielo, pero cuando los veo bien sé que no son aviones normales, sino aviones bombarderos.
Los estallidos comienzan a retumbar el suelo a pesar de que las explosiones son lejos, seguramente en el centro de Daegu. ¿Pero no que la ciudad sería bombardeada en la noche? Probablemente el virus avanzó más rápido de lo que esperaron.
Seguimos corriendo sin parar y entre más nos acercábamos, poco a poco estaban los apareciendo infectados, quienes al vernos nos comienzan a seguir. Y temo porque Hoseok se espante al verlos, pues es la primera vez que los tiene tan cerca, pero para mi sorpresa sólo se limita a seguir corriendo, identificando calles y casas.
—¡Ya llegamos! —Grita Hoseok a unos metros de una gran reja blanca que por suerte ya se encuentra abierta. Entramos rápidamente, por lo que yo suelto a Jimin y corro de regreso a la reja, para cerrarla rápidamente antes de que los infectados logren entrar con nosotros. Y en cuanto la cierro, una decena de ellos se azota contra el metal, metiendo los dedos entre las rendijas para alcanzarlos, por lo que yo retrocedo mientras trato de meter aire a mis pulmones con desesperación.
—¿Todo bien? —Pregunta Jimin, por lo que yo me acerco a él y tomo su mano de nuevo, mirando a todos —. ¿Son muchos infectados? Hay mucho ruido.
—Sólo algunos, pero mejor hay que entrar antes de que nos vean más de ellos —Contesto, para después seguir a Hoseok hacia la enorme casa de color blanco frente a nosotros. Y en cuanto entramos por el enorme portón negro, una estruendosa explosión que no parece haber estallado muy lejos de aquí, hace que todo retumbe y el ruido sea muy fuerte.
—¡Ay, mis oídos! —Gritó Jungkook, tapándose las orejas.
—¿Estás bien, Jimin? —Pregunto, volteándolo a ver cuándo sólo oigo cómo las paredes de la casa truenan y cae del techo un poco de tierra. Él asiente, por lo que sólo me percato que tiene un rasguño en su mejilla y su venda de la frente se le ha movido un poco.
—Sí, creo que sí... —Susurra débilmente —. Quiero irme de Corea, tengo mucho miedo...
Sin embargo, cuando quiero abrazarlo para calmar su ansiedad, el ruido de una puerta detrás de nosotros nos hace voltear con miedo, creyendo que es algún infectado, por lo que Jungkook levanta su arma y yo tomo mi cuchillo con fuerza antes de pasar a Jimin detrás de mí para protegerlo.
—¿Quién está ahí? —Pregunta una voz desconocida, asomándose levemente por una puerta que parece ser de un cuarto de limpieza —. ¿Ustedes son los amigos del señor Kim?
—Sí, somos nosotros —Contesta Hoseok, acercándose lentamente al chico de cabellera rubia y mirada asustada.
—Qué bueno que llegaron, estaba asustado de estar aquí solo y me metí a ese armario —Contesta señalando el lugar de donde salió —. Con las explosiones, pensé que ya no vendrían, pero bueno, yo seré su piloto —Dijo con una media sonrisa después de hacer una pequeña reverencia —. Dejaremos las presentaciones para después. El señor Kim dejó una camioneta en el garaje, así que es hora de irnos, tenemos un viaje muy largo por delante.
Salimos por la puerta trasera hasta llegar a donde se encuentra la camioneta.
—¿Alguien quiere manejar o lo hago yo? —Pregunta el chico, por lo que yo levanto la mano.
—Yo manejo —Contesto, por lo que él me entrega las llaves y yo quito los seguros, así que Jungkook es el primero en subir, por lo que, con cuidado, ayudo a que Jimin se siente a su lado en uno de los asientos separados. Luego le sigue Hoseok, quien se pasa al asiento de hasta atrás, así que una vez que ya le he puesto el cinturón a Jimin y me cercioro de que todos estén bien acomodados, me subo por el lado del piloto, metiendo la llave el switch, haciendo que la camioneta encienda.
El chico nuevo es el último en subir, pues antes de hacerlo se va unos segundos de regreso a la casa y luego vuelve con una mochila con sus pertenencias, para después entrar y acomodarse el cinturón.
Yo lo imito, antes de salir del garaje en reversa. Pero rápidamente me detengo al observar por el retrovisor que la reja principal está repleta de infectados. Ellos se encuentran golpeando los barrotes mientras gimen y gruñen tratando de entrar.
—Sé por dónde podemos irnos, date la vuelta —Dice el chico y asiento retrocediendo para después darme la vuelta y acatar las indicaciones. Y en menos de cinco minutos, nos encontramos saliendo por un portón trasero sin ningún infectado.
Yo manejo con cierta rapidez por las calles en cuanto salimos de los condominios cercanos a la casa del señor Kim, por lo que, mientras conduzco, me estoy dando cuando que en menos de media hora las calles se han vuelto un desastre.
Hay infectados por todos lados, fuego, gente gritando. Así como pasó en Seúl.
—Es posible que nos encontremos infectados, ¿Verdad? —Dice Hoseok nervioso.
—Sí y muchos. Las vallas seguramente cayeron en la madrugada... —Quise seguir hablando, pero me detengo junto con la camioneta por lo que hay en frente de nosotros. La valla por donde habíamos entrado a la ciudad está intacta, pero los militares y decenas de civiles que trataron de entrar se encuentra muertos...y ahora caminan de un lado a otro convertidos en infectados.
—¡Acelera y no te detengas, Yoongi! —Grita Jungkook y hago caso en cuanto todos los infectados se dan cuenta de nuestra presencia. Sin pensarlo dos veces, piso el acelerador y antes de que los infectados hagan algo, paso por encima de unos cuantos hasta cruzar del otro lado de la carretera. Suspiro aliviado bajando un poco la velocidad y miro por el retrovisor. Todos estaban bien, sólo Hoseok es el único que mira hacia atrás repetidas veces, cerciorándose de que los infectados no estén demasiado cerca.
—Esta es la peor locura que he hecho en mi vida... —Comienza a decir el chico, peinándose el cabello hacia atrás —. No es por ser grosero, pero estoy poniendo mi vida en riesgo por ustedes...por favor no hagan eso de nuevo, sentí que íbamos a morir.
—No será la primera vez que observes algo así, tendrás que acostumbrarte —Digo después de soltar un suspiro —. Y, aun así, no te preocupes, no dejaremos que mueras. Debemos llegar juntos y vivos hasta que salgamos volando de Seúl en el Jet—Digo sin quitar la mirada de enfrente —. A todo esto, ¿Cómo te llamas? Ni siquiera te pudimos preguntar tu nombre porque casi nos estaban bombardeando la cabeza.
—Oh, es verdad... —Dijo acomodándose en el asiento —. Mi nombre es Lee Taemin, gusto en conocerlos, chicos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top