Capítulo diecinueve: Masacre.
【 Min Yoongi 】
Mi respiración estaba muy agitada y sentía todo mi cuerpo temblar como gelatina. Aún seguía sin acostumbrarme a los malditos infectados y más cuando se juntaban muchos para atacarnos con más eficacia, porque parecía que no eran idiotas, sabían que, si nos rodeaban, los que no se sabían defender caerían primero entre sus garras.
—Yoongi, tengo miedo... —Dijo Seulgi tomando mi mano con fuerza. Yo también me aferré a la suya, estaba muy asustado con la cantidad de infectados que estaban saliendo y quería salir corriendo en ese mismo instante.
Cuando pensé que ya podríamos tener algo de tranquilidad, me di cuenta de lo estúpido que fui al pensar que realmente podía suceder eso. Sabía que esos monstruos regresarían, eso lo tenía en claro, pero no con una enorme horda de infectados por detrás.
—¡Disparen! —Gritó Jin comenzando a dispararle a los infectados —. ¡Cuiden a los niños y mujeres! —Gritó casi entrando en desesperación.
Y los gritos comenzaron, gritos de dolor y desesperación. Los infectados habían atacado a dos mujeres que trataron de huir.
—¡Hay que ayudar! —Gritó Seulgi soltándome de la mano y sacando un cuchillo del cinturón de su pantalón. Por tanta gente corriendo la perdí, así que corrí detrás de ella tratando de encontrarla.
—¡Seulgi! —Grité, pero ella estaba peleando con un infectado. Quise correr a ayudarla, pero ella enterró el cuchillo en el cráneo del infectado matándolo al instante. Ella volteó a verme y con la mirada me indicó que estaba bien, que ayudara a los demás.
—¡Jungkook! —Gritó Hoseok buscando a alguien con la mirada —, ¿¡Y Jimin!? ¡Ya no está donde lo dejaste!
Oh mierda, Jimin.
Comencé a buscarlo con la mirada, evadiendo a todos los infectados que trataban de acercarse a mí para morderme. Y cuando logré quitármelos de encima, vi a Jimin. Tenía un infectado encima tratando de morderle la cara. Corrí hacia él para ayudarlo, pero me sorprendí bastante.
Jimin logró quitarse al infectado de encima, tomando impulso con sus piernas y lanzándolo unos metros lejos de su cuerpo. Ya no parecía él, Jimin estaba totalmente desconectado. Levantó su puño y comenzó a darle puñetazos en la cara repetidas veces hasta que comenzó a salpicar sangre de las heridas que le estaba creando con cada golpe. Aun así, el infectado quiso morderlo, pero Jimin lo tomó del cuello y antes de que pudiera tan siquiera rasguñarlo, apretó su extensión y de un tirón se lo rompió matándolo al instante.
—¡Jimin! —Grité captando su atención, levantando su cabeza y comenzando a buscarme por todos lados. Estaba lleno de sangre, como si hubiera decidido bañarse en ella. Lo tomé del brazo y lo levanté del suelo rápidamente—, ¡¿Por qué te alejaste del lugar donde te dejaron?! ¡Pudiste haber muerto! —Grité enojado.
—¡¿No lo ves?! ¡Maté al infectado! —Gritó enfurecido.
—¡Eres ciego, Jimin! ¡¿Y si te hubieran llegado más infectados? —Grité tomándolo de los hombros—. ¡No puedes estar haciendo lo mismo que los demás, no eres igual a nosotros y sólo pones tu vida en riesgo, maldita sea!
Jimin bajó la cabeza y apretó sus puños. Me di cuenta de lo que había dicho y traté de disculparme.
—No, Jimin, no quise decir eso, yo...
—¡A la mierda! ¡Estoy harto de ti y tu maldita forma de tratarme! —Gritó dándome un manotazo para que quitara mis manos de sus hombros—. ¡¿Por qué no mejor te vas con tu novia y me dejas solo?! ¡Si me matan, ya será mi puto problema!
—¡Jimin, al fin te encuentro! —Gritó Jungkook acercándose. Me ignoró y pasó de largo, abrazando a Jimin con fuerza —. Vámonos de aquí, ya matamos dos mutantes y el último está por caer, pero siguen apareciendo más infectados. —Dijo rápidamente antes de que disparara a dos infectados que trataron de acercarse —, ¿Por qué estás lleno de sangre...? —Jungkook por primera vez me volteó a ver, como tratando de averiguar qué demonios había pasado.
—Jimin está bien, seguro te platicará más al rato —Dije rápidamente y Jungkook no muy convencido asintió tomando de la mano a Jimin para llevárselo.
Antes de que pudiera decirle algo, Jungkook se llevó a Jimin, con la cara roja de la furia y todo su cuerpo mojado por la sangre que el infectado derramó sobre él.
Por primera vez en el día me quedé desconcertado, por Jimin y la violenta forma en que mató al infectado y cómo logró hacerlo sin poder verlo... ¿Será que comenzó a desarrollar por fin sus demás sentidos?
Esperaba que así fuera, pues podría tener más probabilidades de sobrevivir a esta mierda...Aunque debía admitir que sentí miedo, miedo a él y la forma en que se desconectó por completo.
Cuando los infectados comenzaron a caer uno por uno, salí de mi trance y busqué con la mirada a Seulgi, la encontré. Ella también me volteó a ver y con lágrimas en los ojos corrió hasta llegar y abrazarme con mucha fuerza mientras sollozaba.
—¿¡Qué sucedió, estás bien!? —Exclamé tomándola de la cara para revisarla rápidamente, ella asintió y exhalé aliviado todo el aire que estuve reteniendo desde hace unos segundos por el miedo a que la hayan mordido. Los disparos cesaron y miré a todos lados lentamente, dándome cuenta por lo que Seulgi estaba llorando...
De nuestro grupo de veinticinco personas, ahora sólo quedábamos diecinueve...Había madres llorando desconsoladamente tratando de reanimar a sus hijos e incluso hombres que también trataban de hacer lo mismo a sus esposas. Tenían horribles heridas de mordida en diferentes partes de sus cuerpos y algunos con desgarres en la piel que hacían que comenzaran a desangrarse lentamente.
—La gente...Dios, no pude ayudarlos —Dijo Seulgi rompiendo en llanto sobre mi pecho. Yo la abracé con fuerza mientras cerraba los ojos para dejar de ver la atrocidad que los infectados habían dejado frente a mí —. Ya no quiero que esto siga pasando, todos mueren frente a mí y tengo miedo de que te suceda algo también...
—No, no, no. No me pasará nada, no digas eso —Dije tomándola de la cara para que me viera a los ojos —. Prometo que estaré bien hasta que esto termine...no dejaré que nada nos haga daño.
Quise darle un beso, pero los gritos desgarradores de Jimin nos hicieron soltarnos para mirarlo rápidamente. Él estaba siendo jalado de los brazos entre Jin y Hoseok. Estaba llorando desconsoladamente mientras trataba de acercarse a alguien...era la señora Kim, había sido mordida en el cuello por su esposo, quien supuse que minutos antes se había convertido en un infectado y ahora se encontraba muerto cerca de ella.
¿Cómo fue posible que se haya convertido tan rápido? Había visto que la gente mordida se convertía horas después e incluso un día después...pero jamás en minutos.
Cuando Jimin se soltó, corrió hacia la señora Kim quien estaba tomándose del cuello para detener la hemorragia que la estaba matando. Jimin se tiró a su lado tomándola de su cabeza para ayudarle a detener la hemorragia con sus manos en un intento desesperado para que la sangre dejara de salir.
¿Cómo supo que la señora Kim estaba ahí? Esto me estaba sorprendiendo cada vez más y al mismo tiempo me asustaba.
—¡Ayúdenla por favor! —Gritó Jimin sollozando con fuerza, llenándose aún más de sangre la ropa y su piel por ayudar a que la señora Kim dejara de desangrarse. Torpemente seguía tratando de detener la hemorragia con sus manos, pero se veía que la mordida había sido grande.
No pude oír lo que la señora Kim le dijo, pero sólo vi como tomó la mejilla de Jimin con su mano ensangrentada y él negó, llorando con fuerza y tratando de que ella dejara de hablar. Tristemente, ella comenzó a cerrar sus ojos hasta soltar lentamente la mejilla de Jimin y morir en sus brazos desangrada. Él se asustó cuando sintió que ella ya no se movía y comenzó a agitarla para que reaccionara.
—¡No, por favor! —Gritó Jimin abrazándola contra su cuerpo, volteando a todos lados desesperado por ayuda. Jin llegó junto a él, llorando de igual manera y tratando de quitar a Jimin de ahí, pero estaba tan aferrado al cuerpo inerte de la mujer que no se quería levantar.
Hoseok, Jungkook y Taemin lograron levantarlo del suelo y Jin sacó su pistola. Su mano le temblaba demasiado, pero suspiró y apuntó; El disparo se oyó en seco y sólo sentí como Seulgi brincó por el sonido.
Le había disparado en la cabeza, terminando con el sufrimiento que vendría después cuando ella volviera a abrir sus ojos para comenzar a buscar carne fresca para comer.
Jin y sus compañeros tuvieron que matar a toda la gente que fue mordida. Volvieron a contar a todos los que quedamos y fueron dieciséis personas en total. Era horrible saber que las personas que habían pasado un tiempo con nosotros, ahora estaban muertas con una bala en el cerebro.
—Pobre Jimin, no deja de llorar —Dijo Seulgi limpiándose las manos con un trapo mojado —, está devastado.
—Voy con él, espérame aquí, ¿sí? —Dije acariciando su mano para después caminar buscando a Jimin.
Miré a todos lados buscándolo hasta que lo encontré. Estaba sentado en una roca con sus manos sobre sus rodillas, dejando que pequeñas gotas de sangre cayeran desde las puntas de sus dedos hasta el suelo. Tenía la cabeza gacha y estaba moviendo sus hombros ligeramente, pues estaba llorando.
Quise acercarme, pero Jungkook gritó mi nombre haciendo detenerme. Estaba junto a los chicos mirando a una distancia prudente a Jimin, cuidándolo de que nada se acercara a él.
—No te acerques a Jimin, quiere estar solo —Dijo Jungkook mirándome serio —. Ya no le hagas más daño, más del que está recibiendo en este momento.
¿Por qué yo le haría daño?
—¿Estará seguro con ustedes? —Pregunté y Taemin rió con amargura.
—Está bien con nosotros desde hace dos semanas. Desde que te comenzaste a ir con Seulgi lo has dejado desprotegido. —Dijo Taemin y Hoseok lo codeó para que se callara —. No, no me callaré. Yo no conozco a Jimin tanto como ustedes, ¿Y sabes qué? Lo cuido como si fuera mi propia vida, ¿pero ¿qué estás haciendo tú? Follándote a una chica que conociste hace unos días. No sé cómo puedes ser tan hijo de puta para dejar solo a Jimin cuando sabes que cualquier cosa puede matarlo...pero se nota que te vale una maldita mierda la gente a tu alrededor —Taemin estaba enfurecido y yo también lo estaba, pues me desesperaba el hecho de que alguien desconocido me estuviera insultando de esa manera —. Ya nos contó lo que le dijiste y créeme que me estoy conteniendo para no romperte la cara ahora mismo. Ahora lárgate con tu maldita novia y deja a Jimin en paz, él ya no te necesita y menos tu preocupación barata.
Me acerqué hacia él para romperle la maldita boca, pero Jungkook y Hoseok se interpusieron en mi camino, viéndome con fiereza y seriedad.
—Si tratas de hacer algo, te voy a detener —Dijo Hoseok levantando la cabeza e inflando su pecho —, jamás pensé romperte la cara por alguien, pero si es necesario, lo haré —El Hoseok tierno y pacífico que conocía se había ido por completo dejando a uno rudo y bastante agresivo y eso no me gustaba para nada.
—Min, será mejor que te vayas. No queremos tener problemas contigo y lo mejor será que ya dejes a Jimin solo —Dijo Jungkook con los puños apretados y la mirada cargada de enojo. Yo bufé y rodé los ojos con indiferencia.
—Si eso quieren, lo haré. Por mí pueden irse a la mierda los cuatro —Dije levantando mi dedo de en medio para después darme la vuelta y caminar enojado lejos de ahí.
Jamás había sentido una humillación tan grande como esa.
—¿Estás bien, Yoongi? —Preguntó Seulgi viéndome extraño cuando llegué junto a ella—. Te ves enojado, ¿Te han dicho algo?
—Seulgi... —Pregunté tomándola de las manos e ignorando su pregunta. Si querían quedarse solos, eso tendrían, ya no los molestaría más —, ¿Quieres ser mi novia? Ahora sólo seremos tú y yo, ellos ya no me necesitan.
A Seulgi se le iluminaron los ojos y cruzó sus brazos por mi cuello, besándome con felicidad y emoción.
—Sí, Yoongi...quiero ser tu novia.
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