Capítulo cincuenta y siete: Malas noticias.
Min Yoongi.
Un pequeño peso sobre mi brazo hace que comience a sentir un extraño hormigueo en mi extremidad. Poco a poco abro los ojos, fijándome primero a mis alrededores por seguridad y luego hacia donde se encuentra mi brazo. Ahí está Jimin, con su cabeza recostada sobre mi antebrazo y con el cabello regado por toda la frente y parte de sus ojos.
Sin poder evitarlo sonrío. Pero debo moverme para que mi brazo deje de doler por estar tanto tiempo con un peso encima. Lentamente comienzo a jalar mi brazo hacia mi dirección, logrando que Jimin no se despierte cuando me he quitado de ahí e incluso, cuando logro pararme de la cama sin que él se mueva un solo centímetro.
Suspiro estirándome, haciendo que mis huesos de la espalda truenen al igual que los de mi cuello. Luego, volteo hacia el piso buscando mi ropa para poder ponérmela, ya que he pasado lo que restó de la noche completamente desnudo. Cuando he terminado de cambiarme, miro la ventana que se encuentra cubierta por las casi transparentes cortinas que hay tapándola; Está bastante soleado, pero me percatado que hay algunos infectados caminando lentamente por la calle sin ninguna dirección.
Posiblemente llegaron en la madrugada.
—Jiminie, despierta... —Murmuro sentándome sobre la cama para comenzar a acariciar su cabello —. Debemos irnos, tenemos que pasar a un vecindario más antes de regresar a la base.
—Umh...no quiero. Ve tú, y luego regresas por mí, ¿Sí? —Contesta con la voz adormilada, sin siquiera abrir los ojos.
—Claro, y dejo que también te coman los infectados que hay en la calle, ¿No? —Digo en broma, pero eso es suficiente para que Jimin abra los ojos y se levante de golpe, sentándose sobre la cama para mirar hacia la ventana.
Y no puedo evitar perderme en la piel del su abdomen desnudo lleno de pequeñas cicatrices.
—Aún estaba dormido, pero la palabra "infectado" hizo que mi cuerpo se alertara —Contesta tallándose los ojos mientras ríe —, ¿Y mi ropa? Con razón tengo frío.
—Está en el piso, toma —Contesto levantándome de mi lugar para poder recoger las prendas de Jimin y lanzárselas después, pero me contengo la risa por lo que veo frente a mí al tratar de recoger la última prenda que falta.
—¿Qué sucede? ¿Por qué te ríes? —Pregunta Jimin, por lo que señalo hacia Drago soltando una pequeña risita. La playera de Jimin está haciendo un tipo de cobija para Drago, quien aún está dormido y parte de su playera está en su hocico, siendo mordisqueada entre sueños.
—Creo que debemos de conseguirte una nueva playera... —Río, mientras camino hacia el armario para buscarle algo nuevo. Por suerte encuentro una que posiblemente le quede, aunque al sacarla la veo muy larga —. Pruébate esta, quizá te quede.
En cuanto se la entrego, Jimin asiente parándose de la cama para poder ponerse la playera. Y en efecto, le queda bastante larga, pero ha encontrado la forma de metérsela al pantalón, fajándosela hasta que ya se ve de su talla.
—Las cosas se quedaron en la camioneta, recoge lo que te quieras llevar en lo que reviso que no haya infectados en el piso —Jimin asiente, por lo que yo camino hacia la entrada para poder salir de la habitación y comenzar a bajar las escaleras. Abajo está tranquilo y hay muy poca luz debido a que todo se encuentra tapado con cartón y las cortinas gruesas.
Tomo mi machete de la barra de la cocina y me acerco con lentitud hacia la puerta principal, donde hay un par de ventanales a cada lado de esta para poder asomarme. Y rápidamente me doy cuenta de que sí hay infectados, pero al menos son sólo unos cuantos.
Mientras no llamemos la atención, podernos matar solamente a esos cinco infectados que deambulan por la camioneta.
Vuelvo a dejar que las cortinas tapen el ventanal con mucho cuidado de no mover demasiado la tela, y cuando me volteo, logro escuchar las patitas de Drago sobre la madera del pasillo del segundo piso. Eso significaba que ya venían para acá abajo. Y tenía razón, segundos después, puedo ver a Drago bajar las escaleras con la misma energía de cuando lo encontramos, moviendo su cola y olfateando rápidamente su plato de comida junto al refrigerador.
—Creo que Drago será de mucha ayuda. En cuanto se despertó, olfateó un poco el aire y no ha ladrado para nada, a pesar de que jugamos un rato. Seguramente sabe que hay infectados afuera, por eso no hace ruido.
—Sí, se me hizo bastante extraño que no ladrara cuando bajó las escaleras —Contesto, sentándome en uno de los bancos de la barra de la cocina, para poder tomar un poco de agua —. ¿Tienes hambre?
—No, ¿Quieres comer algo antes de irnos? —Pregunta, pero niego —. Entonces hay que seguir nuestro camino, no quiero que después Jin esté preocupado porque no hemos llegado.
Asiento, cerrando mi botella de agua para levantarme de mi lugar y dejar la basura en el bote a mi lado.
—Drago, vámonos —Ordeno acariciando su lomo, por lo que él se separa de su plato de comida ya vacío para voltearme a ver —. ¿Traes tu cuchillo? Hay infectados afuera. Sólo son cinco.
Jimin asiente, por lo que suspiro acercándome a la puerta con sigilo, quitándole suavemente el pestillo y después, abriendo con mucho cuidado la puerta. Volteo a ver una vez a Jimin, quien ya trae empuñado su cuchillo en la mano y en un rápido movimiento, abro la puerta, corriendo hacia mi primera víctima.
El infectado voltea demasiado tarde, pues el filo de mi machete ya ha sido enterrado con fuerza en su cráneo, haciéndolo crujir con fuerza y segundos después, lo hace caer al suelo.
Sin embrago, todos los demás infectados del patio se alertan, así que los cuatro restantes comienzan a acercarse a paso lento, gruñendo y gimiendo. Observo unos segundos a Jimin en cuanto él comienza a pelear con un infectado, dándome cuenta que no necesita ayuda.
Me voy contra el siguiente infectado, pero no es difícil matarlo por la lentitud en la que se mueve. Igual el siguiente y el último que queda está peleando contra Jimin, pero éste en menos de un minuto ya ha acabado con él, enterrándole su cuchillo en la cabeza.
—Vámonos, antes de que vengan los demás infectados que están en la calle —Digo sacando las llaves de mi pantalón, para quitar el seguro de las puertas y que Drago pueda subirse primero en la parte de atrás y luego nosotros —, ¿No olvidamos nada?
—No, me aseguré que no se quedara nada por donde pasamos —Dice rápidamente, poniéndose el cinturón de seguridad y cerrando su puerta con el seguro interno.
Asiento, así que prendo el motor de la camioneta y en cuanto estamos listos, la hecho de reversa, fijándome por el retrovisor que ningún infectado se me cruce por el camino. Pero es imposible, pues en cuanto los infectados oyen el sonido del motor, comienzan a caminar hacia la parte trasera de la camioneta y por ende, ésta comienza a brincar debajo de ellos debido a que los he arrollado.
—Mierda, no quería ensuciar la camioneta. Más de lo que ya está —Gruño, mirando una última vez por el retrovisor antes de acelerar y comenzar a recorrer la calle frente a mí.
Pero noto que hay más infectados que ayer, por lo que me mantengo alerta por si acaso.
—Hay más infectados, ¿No? —Dice Jimin mirando por la ventana. Puedo observarlo por unos segundos, y noto que se ha estado removiendo en el asiento desde hace unos minutos.
—¿Todo bien, Jiminie? —Pregunto regresando la mirada hacia el frente.
—Sí, bueno...Es que, me siento un poco incómodo sentado. Tú sabes, ¿No? Ayer, tú y yo... —Sin poder evitarlo comienzo a reír, haciendo que Jimin me golpee el brazo —. Oh, vamos. Si estuvieras en mi lugar no estarías riéndote.
—Ya, lo siento. ¿Quieres que nos detengamos? —Pregunto volteándolo a ver unos segundos, pero él niega —. Se te pasará en unas horas...o tal vez no.
—¡Yoonie, ya! —Exclama golpeándome de nuevo —. Algún día estarás en mi lugar, y te haré sufrir para que veas lo que yo siento.
—No creo que logres ponerme debajo de ti, ¿Sabes? —Digo, retándolo.
—Ah, ¿No lo crees? Ya lo veremos, Min Yoongi. La próxima vez tú serás el pasivo. No sé cómo le haré, pero lo serás.
La enorme maleza frente a nosotros, me hace saber que ya estamos cerca de casa. Por lo que reduzco la velocidad, buscando el sendero por donde debo irme y llegar rápido a la base. Y cuando lo encuentro, me voy por ahí, sintiendo un aura de tranquilidad dentro de la camioneta.
Ya estábamos a salvo.
No tardo mucho en llegar al puente de madera, por lo que lo cruzo y por fin, después de un día de exploración, logro ver la puerta de metal y las trampas a los lados, siendo limpiadas por cinco personas del grupo que no reconozco, pero que sé que vienen de parte de Vernon.
Jungkook y Taehyung están arriba, cuidando de que ningún infectado aparezca, con sus rifles en la mano esperando a que algo pueda llegar a suceder. Pero en cuanto nos ven, los dos sonríen, bajando de ahí seguramente para poder abrirnos.
Y en efecto, las puertas de metal son abiertas, así que en cuanto tengo el paso libre, entro para poder estacionar la camioneta de su lugar. Una vez que lo he hecho, apago el motor, para después abrir todos los seguros y poder bajarme.
—¿¡Es verdad que han traído a un perrito!? —Pregunta Jungkook con emoción, en cuanto él cierra las puertas, después de dejar pasar a todos los chicos que se encontraban afuera limpiando.
Asiento, acercándome a la puerta trasera para poder abrirla. Drago baja del sillón de un salto, moviendo la cola y ladrando al ver a tanta gente.
—¡Oh Dios, Jin! —Exclama Taehyung con emoción —, ¡Jimin y Yoongi ya llegaron!
Rápidamente puedo oír a alguien correr, y segundos después, Namjoon, Jin y Hoseok aparecen en mi campo de vista, con sus caras aliviadas al vernos en una sola pieza.
—¿Entonces era verdad lo del perro? —Pregunta Jin cuando los tres se acercan —. Me alegra que estén bien... —Dice, acercándose para abrazarme unos segundos, y luego a Jimin le hace lo mismo.
Sonrío, lanzándole las llaves a Hoseok, pues él es quién se encarga de guardar las llaves de todos los autos que tenemos —Aunque realmente, sólo era la camioneta, la motocicleta y ahora el auto en reparación del grupo de Vernon —.
—Hansel, ¿Pueden descargar la camioneta y llevarlo al almacén? —Pregunta Jin hacia un chico de cabello negro, por lo que este asiente, trayendo consigo a tres personas más —. Ahora, ya que está aquí, debemos hablar en privado.
—¿Sucede algo? —Pregunta Jimin comenzándolo a seguir, por lo que yo también lo hago.
—Tae, tú y Jungkook ya saben, así que por favor, quédense vigilando la entrada, ¿Sí? —Ordena suavemente, por lo que Taehyung asiente yéndose junto con Jungkook.
—Vernon está en el estudio, nos reveló algo que podría ponernos en peligro y no me gustó para nada lo que dijo.
—Pero, ¿De qué se trata? No me dejes con la duda, Jin —Insisto, mirándolo.
—No somos los únicos sobrevivientes en Atlanta...y Vernon está siendo buscado por esas personas.
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