Capítulo cincuenta y dos: Recuerdos.
Min Yoongi.
Suspiro antes de levantarme de mi lugar y caminar hacia el barandal de la base donde me encuentro haciendo guardia. La noche ha caído, y, por lo tanto, Jimin y yo hemos subido por órdenes de Jin, para vigilar que ningún infectado entre a nuestro refugio o que los nuevos sobrevivientes del grupo quieran hacer alguna cosa en contra de nosotros.
La noche es tranquila, y el cielo se encuentra despejado; Son de las pocas veces en las que los alrededores de nuestro refugio-hogar se encuentra calmado. Lo único que se logra oír, son los grillos en la vegetación, y las leves risitas de la gente que se encuentra acampando en nuestro patio trasero.
Observo detrás de mí, Jimin está dormido, por lo que sonrío y camino hacia el otro lado de la base, con total tranquilidad. Debajo de mí, se encuentra toda esa gente nueva, con ropa limpia y nueva, sonriendo y comiendo alrededor de la fogata que han hecho. Los niños de ahí está jugando con algunas rocas junto al árbol de la casa, y los únicos ancianos en el grupo están dentro de las casas de campaña que Jin les obsequió, descansando e incluso, platicando con los que parecían ser sus familiares.
Sonrío con ternura, pues la última vez que vi tanta gente convivir con tranquilidad, fue hace un año.
Sin embargo, la poca tranquilidad que recuerdo de esos últimos días en la ciudad de Atlanta ha comenzado a borrarse de mi mente, ya que los pensamientos de cuando todo volvió a irse a la mierda después de que los animales comenzaran a infectarse, es lo único que ahora invade mi mente.
Y con ello, vinieron las tragedias en nuestro grupo. Más muertes, que nos hicieron saber que nunca más estaríamos a salvo de nuevo.
Un año atrás, marzo, 2020.
—Chicos, ¿Podrían ayudarme a llevar las cosas a la camioneta? Créanme que no los traje para que sólo me viesen cargando las cosas —La voz de Jin hace que me voltee hacia su dirección; él trae más de ocho bolsas en sus brazos y ahí me doy cuenta del por qué seguramente nos mira muy mal, al ver que Taehyung, Jimin y yo venimos jugando desde que entramos al supermercado sin ayudar ni un poco a Jin a cargar bolsas.
—Lo siento, déjame te ayudo —Dice Jimin primero, para posicionarse a su lado y comenzar a quitarle las bolsas de sus brazos. Luego Taehyung lo imita y por último lo hago yo, dejándole sólo dos bolsas a Jin para que él las cargue.
—Así me gusta. ¿Qué no ven que puedo fracturarme un brazo por el peso? —Pregunta con indignación, por lo que río ante su comentario sin sentido.
—Jin, tiene veintiocho años, no eres un anciano para que te rompas tan fácilmente —Dice Jimin con una sonrisa —. Has cargado más peso del que deberías, como a mí, por ejemplo.
—Pero tú no pesas Jimin —Contraataca de nuevo, sólo que esta vez Taehyung y yo nos reímos en silencio.
—Peso más que esas ocho bolsas que traías, no seas ridículo —Se burla de nuevo Jimin, por lo que no puedo aguantar más. De mi boca sale una enorme risotada que hace que los tres presentes me volteen a ver con miedo.
—¡Lo siento! —Digo después de taparme la boca por el ruido que hago. Jin sólo niega junto con una pequeña sonrisa, y los últimos dos que me ven, también ríen, pero sin hacer tanto ruido como yo.
—Pensaba ir hoy a caminar un rato por el parque —Dice Jimin cuando todos nos quedamos en silencio mientras caminamos por el estacionamiento del supermercado con tranquilidad —. Mí vista cada vez mejora, pero me gustaría conocer más cosas y saber su uso; Como los colores, o cómo se llaman las cosas a mí alrededor.
—¿No quieres que alguno de nosotros te acompañemos? —Pregunta Taehyung mirándolo —. No es porque no puedas ir tú solo, porque sabemos que puedes hacerlo. Pero estaría bien que nosotros te ayudáramos a distinguir las cosas, aún no hablas inglés, y será muy difícil que te comuniques con las demás personas para preguntar lo que hay frente a ti.
—Tal vez sí, estaría bien. Puedes acompañarme tú, o Yoonie. No hay problema —Dice Jimin con una sonrisa, por lo que Taehyung asiente mirándome.
—Podemos ir los dos contigo, no hay problema —Dice Taehyung y yo asiento mientras miro a Jimin.
—Sí, está bien. ¿A qué tenemos que regresar, Jin? —Pregunta Jimin volteándolo a ver.
—Umh...saben que el toque de queda es a la siete de la noche, por lo que no deben estar afuera a esa hora por órdenes del gobierno. Regresen para la hora de comer, no hay problema.
Y todos asentimos al estar de acuerdo. Cuando llegamos a la camioneta estacionada, Jin abre la cajuela con las llaves para poder dejar nuestras compras en ella y poder regresar a casa. Una vez que terminamos de acomodar, cada quien se sube por su lado, para tomar asiento y esperar a que Jin encienda la camioneta.
Observo a mi alrededor en cuanto entro; La gente camina tranquila por el estacionamiento, llevando los carritos con sus compras hasta sus autos, u otros se encuentran entrando al supermercado.
Sonrío, pues comienza a hacerse costumbre ver a la gente así; Caminar por las calles sin miedo a morir en cualquier momento. Después de un mes bajo la protección máxima del Estado de Georgia, por fin me sentía tranquilo y calmado, sabiendo que todas las noches podía dormir sin ponerle seguro a la puerta de mi habitación, o tener que estar haciendo guardias todo el tiempo.
Parece que aquí, nadie conoce el virus. Si no fuese por los toques de queda, o las constantes guardias de los militares revisando toda la zona, perecería que el virus de infección jamás existió en el mundo, y que todo fue un mal sueño.
Pero debíamos aceptar la realidad; Pues afuera de este Estado, los muertos seguían allá afuera, y sabía que no tardaban en devastar el mundo por completo.
—Ya saben, regresen para la hora de comer, por favor —Dice Jin mirándonos por la isla de la cocina. Jimin ya ha tomado las llaves de la casa, y nosotros sólo estamos terminando de acomodar nuestras cosas en las alacenas de la cocina.
—Sí, no hay problema —Dice Taehyung cerrando una de las alacenas —, ¿Nos vamos ya?
—Sí, para que no perdamos más tiempo —Digo terminando de acomodar un par de latas, para después voltear a ver a Jin, quien nos observa junto con una pequeña sonrisa.
—Por cierto, ¿Le dijeron a Hoseok si quería ir con ustedes? —Pregunta Jin antes de que todos nos salgamos de la casa.
—Yo le dije, pero no quiso salir de su habitación —Contesta Jimin después de soltar un suspiro —. Deberías hablar con él, a nosotros no nos ha hecho caso después de la muerte de Taemin.
—Lo haré. Ya váyanse o tendrán menos tiempo para revisar el parque. Y por cierto, no olviden llevar sus pistolas, sólo por seguridad.
Los tres asentimos, para después salir de la casa y comenzar a caminar por la calle con algunas personas a su alrededor. Hoy es un día soleado y por lo tanto, nuestra ropa sólo consta de unos bermudas y camisas delgadas.
—¿Creen que podamos ir al lago antes de regresar a casa? —Pregunta Jimin mirándonos —. Me gusta ver a los patos, siento que es uno de mis animales favoritos.
—¿Y por qué, Jimin? Tus animales favoritos siempre han sido los perros —Dice Taehyung con una sonrisa.
—Pero ahora que puedo ver las cosas, los patos se me hacen extremadamente tiernos. Verlos nadar con sus pequeñas patitas se me hace la cosa más tierna del mundo.
—Entonces, ¿Por qué no vamos a verlos primero? Y después nos seguimos con todo el parque. Total, tenemos dos horas antes para regresar a la casa —Opino, mirándolos a los dos, así que asienten con emoción. Bueno, sólo Jimin ya que la enorme sonrisa en su cara me hace saber que está muy feliz.
Y para cuando llegamos a la entrada del parque, Jimin parece un niño en el parque de diversiones.
—Ver tantos colores me hace sentir muy bien, ¿Lo sabían? —Dice Jimin volteándonos a ver con una sonrisa —. Durante el invierno, el único color era el blanco, el gris y el negro. Pero ahora, todo parece estar vivo, y eso hace que yo me sienta más vivo que nunca.
Durante todo el transcurso del viaje hacia el lago, Jimin no ha dejado de hacer preguntas del cómo se llaman todas las cosas que hay a su alrededor e incluso, algunas personas que caminan a su lado sonríen al ver que cuando él señala con emoción los animales que corren por los árboles, o los perros que trotan junto a sus dueños.
—¡Miren, ahí está el lago! ¡Vaaamos! —Exclama Jimin tomándonos a los dos de una mano, para comenzar a arrastrarnos hacia el sendero que llevaba hacia éste. Volteo a ver a Taehyung, quien está sonriendo enormemente mientras suelta algunas pequeñas carcajadas.
Tiene muy poco que Taehyung comenzó a sonreír y reír de nuevo, por lo que me parece fascinante.
—¡Mireeen! —Vuelve a exclamar Jimin cuando por fin deja de arrastrarnos, para después voltearse y mirar hacia el frente —, ¿Pero qué...?
Pero algo no está bien.
Hay gente concentrada a la orilla del lago, y en este están todos los patos que veníamos a ver, muertos. Todos están flotando en la superficie del agua, pero es como si estos estuviesen muertos desde hace semanas, ya que el estado de descomposición en el que se encuentran es lo que me hace deducir.
Pero es imposible, hace tres días venimos, y todos estaban vivos.
—Hey, policía, ¿Qué sucedió con los patos? —Pregunta Taehyung al ver a uno de los policías acercarse hacia nosotros, por lo que él sólo suspira para después mirar hacia el lago.
—No lo sé. Esta mañana estaban bien. Es como si los hubiesen envenenado, o el agua estuviese contaminada. Lo que no me explico, es por qué se ven tan mal, es imposible que un cuerpo se descomponga tan rápido.
—Un segundo, ¿Estaban vivos en la mañana todavía? —Pregunto mirándolo con confusión.
—Sí, yo hago guardia por aquí y sólo fui a ver un par de cosas con mi superior, y para cuando regresé, todos los niños de los alrededores salieron corriendo, mientras decían "¡Los patos se ahogan, los patos se ahogan!". Llamamos a seguridad ambiental para que los removieran del agua desde hace horas, pero no han venido. Obviamente nosotros no podemos sacarlos de ahí, no sabemos si el agua está contaminada.
—Maldición...gracias, oficial —Digo antes de que él también se despida y camine en otra dirección a nosotros. Observo rápidamente a Jimin, quien está con la mirada perdida hacia el lago.
—¿Estás bien, Jimin? —Pregunta Taehyung, tocándolo suavemente por el hombro. Pero Jimin solo suspira, mirándonos a los dos.
—Vámonos de aquí, yo...no me siento muy bien —Murmura, pero es lo suficientemente fuerte para que los dos lo escuchemos. Yo asiento pasando mi brazo por sus hombros, abrazándolo suavemente, por lo que éste solo recarga su cabeza en la curvatura de mi cuello. Taehyung y yo nos volteamos a ver, antes de comenzar a caminar en dirección opuesta del lago.
—¿No quieres ir a caminar a otro lado? Podemos ir al centro del parque, ahí está fuente que te gusta —Dice Taehyung tratando de captar la atención de Jimin, y por suerte, lo logra. Jimin voltea a verlo con una pequeña sonrisa, para después asentir ante lo que Tae ha dicho.
Los tres comenzamos a caminar hacia la zona central del parque, donde, cuando legamos, está lleno de gente; Todos paseándose y disfrutando del clima tan cálido de hoy.
—¿Qué quieres hacer, Jiminie? —Pregunto cuando él se separa de mí, para comenzar a caminar solo. Él se encuentra mirando a todos lados, analizando cada cosa que ve; Y me parece lo más tierno del mundo, pues cuando los rayos del sol impactan contra su cara, estos hacen que sus ojos cafés brillen en demasía.
Y el tiempo comienza a pasar. Taehyung y yo terminamos sentándonos en la orilla de la fuente mientras que Jimin investiga las flores de los arbustos a unos metros de nosotros.
—¿Crees que algún día Jimin pueda hablar inglés? —Pregunta Taehyung, sin quitarle la mirada a Jimin. Yo asiento rápidamente.
—Sí, lo he visto que repite palabras que oye de nosotros. Y Jungkook le ha estado enseñando algunas oraciones. Tal vez en algunos meses pueda articular algunas frases en inglés.
—Espero que sí. Jimin necesita comunicarse con las personas a su alrededor, y si llegase el día en que alguno de nosotros falte, estará en problemas al no hablar inglés.
—No digas eso, Tae. Siempre vamos a estar para él.
—Tienes razón, espero que no te equivoques.
—Ya lo verás, estaremos con él hasta el último día.
—¿Cuánto tiempo nos queda? —Pregunta Jimin, acercándose a nosotros para poder dejar al lado de Taehyung algunos estróbilos de árbol que ha recogido del suelo —, encontré estas cosas, ¿Qué son?
—Se llaman estróbilos o piñas de árbol —Dice Taehyung tomando una de ellas para mirarlas con detenimiento —, ¿Te las llevarás a casa?
—Sí, quiero enseñárselas a Jin. Jamás había tocado una de estas cosas y...me parecen muy interesantes —Dice Jimin con una sonrisa —. ¿Y entonces? ¿A qué hora nos iremos?
—Falta media hora para las tres de la tarde; ¿Quieres que nos vayamos ya? —Pregunto después de mi mirar mi reloj —. Yo tengo un poco de hambre, ¿Y ustedes?
—También yo —Dice Taehyung tocándose la panza con un puchero, por lo que Jimin ríe para después asentir.
—Vámonos ya, yo también tengo hambre.
Los dos nos levantamos de nuestro lugar, y Jimin recoge las piñas que ha recogido del suelo.
Entonces era en serio que se las llevaría.
Los tres caminamos directo hacia la salida, pues ya no teníamos tanto tiempo y sabía perfectamente que Jin se pondría como loco si tardábamos más de la cuenta en llegar. Así que lo mejor es que lleguemos a tiempo, y sin que esté un Jin gritando como loco al ver que nos hemos tardado.
—Jimin, ¿Jamás pusiste una de esta en tu árbol de navidad? —Pregunta Taehyung tomando una de las piñas entre sus manos.
—Creo que no, no recuerdo haber sentido algo tan extraño como esto —Contesta mirando la piña que le queda en su mano —. Tal vez sí, pero ahora no lo recuerdo.
—Mi mamá solía poner bastante de estas cosas en el árbol —Vuelve a decir Taehyung, sólo que esta vez sonríe con nostalgia.
—Yo ni siquiera ponía árbol de navidad —Digo después de soltar una risita —, con mi trabajo nunca me dio tiempo de decorar mi departamento. Siempre me pasé la navidad en casa de mi mánager o a veces en fiestas con Chanyeol.
—Es que tú eras un amargado —Murmura Jimin, pero logro escucharlo, por lo que le suelto un suave puñetazo en el hombro en forma de broma; Él sólo ríe para después mirarme —. Es la verdad.
—Pero ya no soy así —Digo rodando los ojos con una sonrisa.
—Porque si lo haces, todos te mataríamos por ser tan odioso —Dice Taehyung con una sonrisa socarrona. Pero ésta lentamente se borra, pues él voltea hacia el cielo para comenzar a oler el aire —, ¿Huelen eso? Algo se está quemando.
Yo lo imito en cuanto termina de hablar; Y en efecto, huele a que algo se está quemando muy cerca de aquí. Pronto a lo lejos se oyen las sirenas de los camiones de bomberos, por lo que los tres comenzamos a caminar más rápido para saber de dónde viene ese olor.
No parece muy lejos de aquí, ya que cuando loas árboles del parque quedan detrás de nosotros y el cielo despejado toma su lugar, la gran bola de humo negro a unos cuantos kilómetros de aquí me hace sentir un extraño escalofrío que no había sentido desde hace unas semanas.
—Chicos, esto no está bien. Vámonos para avisarle a Jin lo que está pasando, ya son bastantes coincidencias en un día —Dice Jimin con la voz temblorosa, por lo que asiento, tomándolo de la mano y comenzando a caminar directo hacia la avenida de donde venimos.
Sin embargo, parece que todo sucede en unos milisegundos.
Un grito desgarrador hace que me alarme, seguido de otro y otro, que pronto me hacen ponerme muy nervioso, más de lo que ya estoy.
Todo vuelve a repetirse, como la primera vez que llegó el virus a Corea.
La gente comienza a correr en todas direcciones, y los gritos aumentan conforme los segundos pasan.
El virus entró a Atlanta.
—¡Vámonos ya! —Grita Jimin comenzando a correr, por lo que soy jalado junto a él ya que nuestras manos se encuentran entrelazadas. Taehyung comienza a correr junto a nosotros, sin embargo, un par de explosiones hacen que el suelo retumbe y con ello, haga que nos detengamos a la mitad de la avenida.
Las dos explosiones son a unas calles de nosotros, donde rápidamente un par de bolas negras de humo se extienden por el cielo, cubriéndolo por la densidad de este. Pero no espero más tiempo, así que esta vez yo jalo a Jimin a Taehyung, para correr en dirección hacia la casa.
Mierda, sabía que esto tarde o temprano iba a suceder.
La gente corre desesperadamente, tratando de quitarse de encima a los infectados que han entrado a la ciudad; Todos los autos salen disparados por doquier, y algunos de estos terminan estrellándose contra otros o incluso en algunas casas.
Los gritos y la desesperación inundan el aire. Todo se va a la mierda en unos segundos.
Pero estaba seguro de una cosa; ya no estaríamos a salvo jamás, el virus ya tiene un objetivo, y es destruir todo a su paso, incluso a la misma humanidad.
A C T U A L I D A D, 2021.
Suspiro mirando hacia abajo de nuevo; No conozco a esta gente, pero por alguna razón, sé que ellos son buenos y que llegaron por una razón. Si hubiesen querido entrar con otras intenciones, simplemente hubiesen tirado el portón con su auto, y hasta pudieron habernos disparado.
Pero no traían armas, sólo unos cuantos cuchillos y machetes desgastados.
—¿Qué haces, Yoonie? —Pregunta la voz de Jimin detrás de mí, por lo que volteo lentamente al ver que éste se acerca con pequeños pasos —. Te dije que no me dejaras dormir, debo ayudarte a vigilar.
—No pasa nada, Jiminie, está bien —Digo cuando lo veo a un lado de mí. Los dos miramos hacia el frente, donde los árboles cubren kilómetros y kilómetros, haciéndolo ver como un mar negro por la noche.
—¿Crees que fue buena idea dejar que estas personas entraran? Digo, no se me hicieron malas, pero, ya sabes que ahora no se puede confiar en nadie...
—Hicimos bien, Jiminie. Hay niños y ancianos en el grupo, fue lo mejor que pudimos hacer. Además, ahora que hay más gente, las cargas de trabajo van a disminuir.
—Tienes razón, creo que estuvo bien entonces —Dice, después de entrelazar su mano con la mía. Yo sonrío al ver que él ya me observa, así que antes de que pueda decir algo, impacto mis labios contra los suyos en un beso suave, pero lleno de ganas por saborear sus suaves belfos.
La boca de Jimin es la perdición, mi perdición. Y de verdad que estoy satisfecho por ser el único en probarla ahora mismo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top