Capítulo cinco: Recuerdos del caos.

【 Min Yoongi 】

5 de diciembre de 2019. 8:00 am, una hora antes de la catástrofe.

Mi vista se encuentra perdida en la pantalla de mi celular, revisando mi Twitter para matar el aburrimiento. Luego de que mi vuelo se atrasara una hora, no tuve otra opción más que sentarme en las sillas incómodas del aeropuerto y esperar mi vuelo para tomar mis ansiadas vacaciones, porque después de tanto tiempo trabajando, por fin ya era hora de un descanso para mí.

—Recuerda no interactuar con fans cuando estés en la playa, ni tampoco hacer algo que dañe tu imagen —Dice mi manager a un lado de mí, haciendo que desvíe mi mirada hacia él y le ponga atención —. No puedes crear polémicas con nadie, y más porque estarás solo dos semanas y no podré dispersar a la prensa si te llegan a encontrar.

—Nadie sabe que iré a Jeju. Además no iré a un hotel, estaré en mi casa de playa —Contesto con fastidio, regresando mi mirada a mi celular para evitar seguir hablando con él.

—Lo sé, pero con lo rápido que creció tu fama este año, estoy seguro que la prensa no tardará en encontrarte. Así que ten cuidado, más con las saesangs...hace una hora le pedí a seguridad que sacara a una chica del aeropuerto porque estaba tomándole fotos a tu camioneta y a la mía.

—Esas estúpidas...—Susurro apagando la pantalla de mi celular para voltear a verlo —. No creo que sepan que iré a mi casa de playa...la agenda de la empresa aparece como si estuviera trabajando.

—Ruégale a lo que quieras para que se cumpla —Dice antes de fruncir el ceño y mirar al bolsillo de su pantalón —. Espérame, ahora vuelvo.

Cuando mi mánager termina de hablar, él se levanta tomando su celular del bolsillo de su pantalón para contestar una llamada y segundos después alejarse con el teléfono en la oreja, así que yo no puedo distinguir con quién habla por lo lejos que se encuentra.

A pesar de ser temprano, ya hay mucha gente en el aeropuerto esperando sus vuelos. Pero por suerte, nadie me ha reconocido gracias al cubrebocas en mi cara y mi ropa que logra hacerme pasar desapercibido.

Mientras estoy solo en mi lugar, tomo de nuevo mi celular y me pongo a revisar mis mensajes que no leí la noche anterior. Un par de mis mejores amigos, un número desconocido y mi mánager. Y cuando voy a abrir el primer mensaje, decenas de notificaciones de noticias me hacen desviar mi atención por completo de ellas por lo rápido que llegan a mi pantalla del celular.

"Una extraña enfermedad satura los hospitales del país: el centro de Busan se encuentra cerrado por la infección."

"La OMS declara que sí existe un virus en el aire desde hace tres semanas en el continente asiático."

"El gobierno coreano ocultó la verdad sobre el virus que se ha comenzado a propagar rápidamente desde el 3 de diciembre."

—¿Qué demonios...? —Pregunto confundido, entrando a ver cada una de las noticias para revisar que no se trate de fake news. Sin embargo, mientras más indago en ellas, me doy cuenta que no es mentira y que parece ser algo más grave de lo que mi mente me hace creer.

Cuando voy a entrar a la siguiente noticia, la mano de mi manager en mi hombro me hace sobresaltar en mi lugar y voltearlo a ver con rapidez ante el susto que me he pegado, haciendo que él me mire extrañado gracias a mi comportamiento hasta que por fin me suelta poco a poco hasta sentarse a un lado de mí.

—¿Qué tienes? —Pregunta observando cada uno de mis movimientos —. Parece como si hubieras visto un fantasma.

—¿Tú sabes algo de esto? —Pregunto ignorándolo, mostrándole una de las noticias que he leído. Luego me mira de regreso y me asiente.

—Escuché que se trata de una gripe, nada más. No pensé que fuese tan grave... —Contesta mirando de nuevo la pantalla de mi celular —. Creo que Busan es el único estado que se encuentra infectado, o algo así. Por suerte aquí no ha llegado todavía. Además, no creo que se trate de algo malo porque todos siguen trabajando de manera normal, incluso tú tienes una gira el próximo año...si fuese algo grave, ya nos hubieran cancelado los recintos donde te vas a presentar...

Sin embargo, cuando él quiere seguir hablando, su celular comienza a vibrar en su mano, por lo que al voltear la pantalla hacia su cara se da cuenta que es una llamada del CEO de la empresa que lo hace quedarse callado, para después contestar y poner el altavoz.

—¿Diga? —Pregunta mi mánager sin dejar de verme.

¿Ya viste las noticias sobre el virus? —Comienza a decir con un extraño tono de nerviosismo en su voz —. Están cerrando todos los aeropuertos del país, ¿Dónde demonios estás?

—Estoy en el aeropuerto de la ciudad, esperando a que Yoongi tome su vuelo —Dice con confusión —. ¿Qué está pasando?

Regrésense ahora mismo a sus casas y enciérrense. Ese virus ya está aquí en Seúl y es demasiado peligroso —Dice el CEO, comenzando a explicar todo lo que anteriormente me llegó al celular, por lo que poco a poco, una sensación de miedo comienza a invadirme —. No es una simple gripa como dicen, la gente se está muriendo en cuestión de horas si está infectada.

—¿¡Qué!? —Pregunta mi mánager exaltado, por lo que yo también me comienzo a sentir nervioso por lo que dice —. Junseo, sé claro por favor.

¡Los muertos están reviviendo! —Exclama con miedo, y por un momento me siento en una película de terror —. Escúchenme bien, los dos. Los aeropuertos son los primeros en contagiarse porque esto ya es a nivel continente. El virus se comenzó a esparcir desde hace unas semanas y nadie sabe de donde vino, así que las autoridades sanitarias ni siquiera pudieron alertar a nadie porque esto se les salió de las manos. Váyanse de ahí ahora mismo y escóndanse hasta recibir órdenes del gobierno....el centro de Seúl es un caos y ahora mismo estoy saliendo de la empresa porque hay mucha gente con comportamientos extraños en la calle.

—¿¡Y qué significa que los muertos están reviviendo!? —Pregunta mi mánager exaltado, por lo que yo volteo a mi alrededor para verificar que nadie nos está viendo ante la escena.

Pero lo que hace captar mi atención es cómo una persona a lo lejos cae al suelo en seco, golpeándose la cabeza contra el piso con fuerza y haciendo que las miradas curiosas alrededor se fijen en él. Sus familiares a su lado corren a ayudarlo, pero ni siquiera puedo seguir observando lo que pasa con aquel hombre cuando otra persona le pasa exactamente lo mismo...y luego a otra, y a otra, haciendo que yo me levante de mi lugar y tome con fuerza del brazo a mi mánager para que voltee a ver lo mismo que estoy presenciando.

Él se queda mudo, observando cómo la gente a nuestro alrededor comienza a desfallecer contra el suelo, mientras que el resto trata de ayudar, pareciendo como si la gente se estuviese quedando dormida parada.

—¡No respira! —Grita una chica tratando de ayudar al hombre que tiene frente a ella. Y ese es el sonido que alerta todos mis sentidos.

Esto no está bien, debo salir de aquí.

—Vámonos, ahora —Ordeno, tomando la muñeca de mi mánager para después comenzar a jalarlo fuera de ahí.

—¿¡A dónde vamos!? ¡Perderás tu vuelo! —Exclama una vez que ha colgado su teléfono, pero yo niego rápidamente mientras lo tomo de ambos hombros y lo obligo a mirarme a los ojos.

—¡Esto es un caos, observa a tu alrededor! —Digo con el tono de voz más alto de lo normal cuando comienzan a oírse gritos desesperados por ayuda. Pero no quiero voltear, porque algo me dice que no lo haga —. No me importa si pierdo mi vuelo, tenemos que salir de aquí antes de que...

Pero ni siquiera puedo terminar de hablar porque los ojos de mi mánager están viendo detrás de mí. Su mirada es de miedo, incluso pánico, por lo que su reacción me obliga a soltarlo lentamente mientras volteo hacia atrás.

Hay una persona dándonos la espalda, pero con la cabeza pegada a la pared. Es una mujer que probablemente trabaja en el aeropuerto por la ropa que trae, pero sé que no está bien porque sus manos hacen extraños movimientos al igual que sus extremidades completas, como si tuviera espasmos muy fuertes.

Y cuando presto más atención, parece que está balbuceando algo...como si estuviera gruñendo en el proceso.

—¿E-estás bien? — Pregunta mi mánager con miedo, por lo que rápidamente volteo a verlo con pánico para que se calle, haciendo que él se tape la boca rápidamente y ambos miremos de nuevo a la chica.

Ella ya se encuentra viéndonos, haciéndome tener escalofríos de pies a cabeza; La piel de su cara está completamente pálida, lo único que sobresalta son unas extrañas venas moradas que recorren todo su rostro y parte de la piel de su cuello. Sus ojos están blancos por completo y lo que más me aterra, es como su blusa está rota hasta el ombligo y su pecho se encuentra mordido con violencia, como si un animal salvaje la hubiese atacado.

Pero no son mordeduras de animales, son dientes humanos.

Su cara está deformada por completo, como si estuviera enfurecida, pero no hay rastro de dolor en sus gestos por las enormes heridas que hay en su cuerpo. Y de una cosa estoy seguro en cuanto observo su pecho quieto, sin moverse.

No está respirando. No está viva y no sé qué criatura sea la cosa que estoy viendo frente a mí.

—Corre —Es lo único que puedo decir en cuanto la mujer comienza a gruñir con fuerza, así que no espero más y mis piernas son las que hacen el trabajo. Rápidamente tomo la muñeca de mi mánager y comienzo a jalarlo mientras corro en dirección al estacionamiento. Pronto, él responde y comienza a correr junto a mí, haciendo que por fin pueda soltarlo y mirar una sola vez hacia atrás.

La chica nos está persiguiendo con lentitud, pues lo único que hace es caminar arrastrando sus pies y alzar una de sus manos en nuestra dirección, como si quisiera atraparnos. Pero lo que más me aterra es ver decenas de personas con las mismas características que ella por todo el aeropuerto, algunos siguiéndonos y otros yendo por las personas más cercanas.

Esto es un mal sueño, necesito despertar. ¿En qué momento todo se volvió un escenario de terror?

—¡No dejes de correr! —Exclamo una vez que hemos perdido de vista a la chica y llegamos al otro extremo del aeropuerto, donde la misma escena de hace rato vuelve a repetirse.

Todo es un caos, hay sangre en el piso, en las paredes y los asientos. También gente corriendo y gritando, tratando de cubrirse de las otras cosas disfrazadas de humanos y todas las pantallas del aeropuerto están emitiendo mensajes de alerta que ni siquiera puedo leer por la velocidad que llevan mis piernas.

Por el miedo, ni siquiera recuerdo en dónde está el maldito estacionamiento, por lo que simplemente sigo a mi mánager que no deja de mirar hacia el frente en ningún momento. Y después de varios minutos corriendo, por fin llegamos al estacionamiento.

No se encuentra vacío, hay gente tratando de salir en sus autos mientras que otras sólo corren hacia las salidas más cercanas. Y cuando observo que no hay nadie cerca, me detengo para tomar aire y descansar un poco.

—Dios mío, ¿Viste lo que pasó allá adentro? —Pregunta mi mánager, tratando de respirar lo mejor que puede —. Las personas se estaban comiendo a otras...

—E-esos n-no eran humanos, créeme —Contesto después de recuperar el aliento —. O tal vez lo fueron alguna vez, pero algo los atacó...no sé.

—Sea lo que sea, tenemos que irnos de aquí antes de que vengan de nuevo —Dice mi mánager antes de acomodarse la ropa y suspirar con cansancio. Pero, de repente, un gruñido estruendoso hace que yo me sobresalte e inconscientemente pegue un brinco hacia atrás cuando una de esas bestias sale de entre los coches, abalanzándose contra él, tomándolo del cuello con fuerza mientras que con su otra mano le jala el cabello hacia atrás.

Y en unos segundos, él grita de dolor, haciéndome retroceder del miedo por lo que está sucediendo; esa cosa le acaba de morderle el cuello, para después arrancarle el pedazo completo de piel.

Los chorros de sangre provenientes de su cuello de mi ahora mánager muerto, me hacen entrar en un trance gracias al miedo que me invade rápidamente, por lo que al tratar de caminar hacia atrás, caigo de espaldas, golpeándome el trasero y las palmas de las manos. Aún así, retrocedo en el piso con lágrimas en los ojos, sintiendo cómo todo mi cuerpo tiembla al ver a la persona frente a mí que no deja de degustar el cadáver entre sus manos.

Inconscientemente jadeo fuerte, haciendo ruido, captando la maldita atención del hombre quién lentamente deja de masticar para voltearme a ver.

Y juro, que es la peor imagen que se ha grabado en mi mente. Es un muerto en vida, lo sé ahora que lo tengo frente a mí a tan sólo medio metro de mí.

Mi piernas por fin reaccionan en el momento en que el muerto comienza a gatear hacia mí, gruñendo aún con carne humana en la boca, haciéndolo ver demasiado grotesco. Y es ahí cuando puedo levantarme para comenzar a correr entre tropezones y chocando contra los autos. De pronto, observo cómo la gente comienza a llegar al estacionamiento, gritando y tratando de huir de los muertos que también llegan con ellos.

Es ahora o nunca saldré de aquí.

En medio del colapso, trato de acordarme dónde dejé mi camioneta. Y segundos después de correr entre las filas de autos, por fin la encuentro gracias a que puedo reconocer los adornos de mi mánager en el retrovisor. No tardo mucho en sacar las llaves de mi bolsillo del pantalón, para después quitar los seguros y abalanzarme en el asiento del piloto para meter la llave al switch y arrancar la camioneta.

Como puedo, salgo del cuadro donde estaba estacionada la camioneta y acelero importándome poco que haya gente viva frente a mí, pero agradezco que ellos me esquiven porque no quiero ver más muertes por hoy. Cuando por fin veo la luz de la calle, no dudo en salir casi disparado de ahí, rompiendo la barrera de la caseta de salida por accidente y esquivando cuerpos por todos lados.

Pero el verdadero terror no estaba adentro, sino en las calles. La gente está desesperada buscando dónde esconderse y el ruido de los helicópteros pasando cerca hacen retumbar el suelo con violencia. Parece una película de terror, en donde yo me siento el único sobreviviente de una guerra sangrienta y oscura.

Es un caos, y en repetidas ocasiones casi arrollo a varias personas que corren desesperadas por todos lados. Lo único que logro hacer es tratar de recordar el camino a mi departamento mientras manejo con desesperación y con las manos temblando sobre el volante, pero el ruido afuera me tiene pasmado y con una laguna mental. Sin embargo, una llamada entrante me hace reaccionar, así que rápidamente aprieto el botón del volante y contesto sin mirar el emisor.

Yoongi, es un alivio que me co-contestes —Dice una voz átona del otro lado, pero rápidamente reconozco quién es. Es mi mejor amigo, Chanyeol —. Escúchame bi-bien, por favor...

—¡Chan! ¡¿Dónde estás?! Pasaré por ti y nos iremos del país, ¿Oíste? —Exclamo sin quitar la vista del frente —. No sé qué está pasando pero no pienso dejar qué...

Estoy infectado, Yoon. Me encuentro es-escondido en un armario de limpieza porque los muertos me están pe-persiguiendo...incluso están afuera, golpeando la puerta para en-entrar —Y lo que él relata, hace que mi corazón se encoja y mi vista se nuble por las lágrimas queriendo salir, pero rápidamente me las quito con el antebrazo para no perder el control de la camioneta —. Quiero pedirte algo...¿Recuerdas a mis tíos que viven en esta ciudad? Vine con ellos porque también los mo-mordieron pero no lograron sobrevivir, creo que también están afuera tratando de matarme, así que escúchame bien, no saldré de aquí, y hay alguien en la casa de mis tíos esperándome y no quiero que también mu-muera.

—¿Estás en el hospital general o en dónde? A lo mejor puedo ir por ti, sé que te pondrás bien...

Moriré aquí, Yoon, porque no hay una cura y lo mejor será que no vengas porque está lleno de muertos tratando de comerse a to-todo lo que se mueve...Así que te quiero pedir algo...mi pri-primo está solo en su casa y sólo quiero que viva, no sabe defenderse, es ciego y no sé cómo esté, lo dejé solo de-desde las cuatro de la mañana. Por favor, ve por él y no lo dejes solo...

—Pero Chan...—Contesto con una ligera mueca en la cara, sintiéndome abrumado por toda la información que estoy recibiendo.

Por favor, ha-hazlo por mí y por sus padres. Le prometí una cirugía que le podría regresar la vista a mi primo Jimin, pero yo no podré llevarlo, ni mis tíos...Pro-prométeme que cuidarás a Jimin en nuestra ausencia, eres el único que podría ayudarlo y no quiero que lo maten...por favor, Yoongi. No lo dejes solo, es una persona maravillosa que no debe ser las-lastimada y que debe vivir...ayúdalo a sobrevivir.

¿Yo cuidar de Jimin? Tengo años sin verlo, y no realmente no tengo idea de cómo cuidar a alguien con su condición. Y por lo que recuerdo, no lo traté muy bien la última vez que lo vi.

—Yo, es muy difícil esto... —Susurro apretando mis manos sobre el volante —. No puede ser posible que me estoy despidiendo de ti por llamada, maldita sea. Eres mi maldito hermano y no quiero perderte, y ahora me estás dejando con una responsabilidad que no sé si podré cumplir. Sus padres creo que me odiaban, ¿Y ahora debo ir por él? Dios, esto es una locura...

Por favor, hazlo por mí entonces...

Después de unos segundos, suspiro y vuelvo a hablar.

—Lo haré, tenlo por seguro, trataré de encontrar a Jimin vivo.

En mi ca-casa está el número del doctor y el dinero que necesitas para la operación, ve por él y llévate a Jimin. De to-todos modos te dejaré por mensaje algunas indicaciones más con respecto al vuelo, los gastos médicos y algunas recomendaciones para que Jimin y tú pue-puedan llevarse bien, él es un ángel y créeme que no será un estorbo para ti, sabe hacer muchas cosas por su cuenta...— Indica entre quejidos de su parte y algunos golpes en lo que parece ser madera ajenos a él. Luego de unos segundos, escucho sollozos de parte de Chanyeol, por lo mi alma se destroza en segundos y también quiero llorar, pero no puedo porque podría chocar o algo peor —. Están ro-rompiendo la puerta... Te quiero, Yoongi. Jamás lo olvides... —Susurra una vez más, por lo que yo aprieto los labios con fuerza para no sollozar —. Lucha por tu vida, e-eres fuerte y lograrás so-sobrevivir, hermano.

—Yo también te quiero mucho, hermano...—Susurro entre sollozos entrecortados antes de escuchar el pitido de la llamada terminada, por lo que respiro un par de veces antes de acelerar y poner la poca atención que me queda al frente para no morir.

Mis padres están muertos desde hace años, mi mejor amigo ahora también está por morir y ser devorado por esas bestias...¿Qué demonios me queda ahora?

Sólo hay alguien...Jimin.

Finalmente, después de unos minutos de caos por fin puedo salir hacia calles más tranquilas donde puedo manejar sin miedo a chocar, así que cómo puedo, enfoco mi mente para trazar la lista de tareas que debo hacer: Ir a mi departamento para buscar cosas útiles, luego al departamento de Chanyeol y finalmente por Jimin.

No suena tan difícil, ¿Verdad? Sólo espero que así sea...

Sin embargo, conforme sigo manejando hacia mi primer destino, las lágrimas son difíciles de contener y termino sollozando con fuerza sin dejar de mirar al frente. Mi corazón está roto y me siento como un niño pequeño, abandonado y solo. Quiero que todo esto termine y que sea una pesadilla, para que al despertar, pueda decir que sólo fue un mal sueño.

—Voy a sobrevivir, por todos ustedes...—Susurro después de quitarme las lágrimas, pensando inconscientemente en mis difuntos padres y en mi mejor amigo.

No puedo darme el lujo de fallarles, no esta vez.

Parece eterno, pero en el fraccionamiento donde vivo aparece frente a mi vista y siento un alivio enorme. Unos minutos después, me encuentro estacionando la camioneta para salir corriendo hacia mi departamento y calmar mi anterior crisis nerviosa entre respiraciones profundas.

Todo parece estar vacío, no hay ni una sola alma caminando, ni siquiera está el portero ni las señoras chismosas de la limpieza, sólo hay silencio y agradezco que sea así porque así me puedo enfocar en el sonido de mis pasos. Rápidamente subo las escaleras de dos en dos hasta el segundo piso hasta encontrar mi puerta.

No dudo en abrir, así que en cuanto entro cierro rápidamente detrás de mí y pongo el seguro por precaución, con el corazón a mil por hora, como si un asesino en serie estuviese persiguiéndome. Y un par de respiraciones hondas son suficientes para enfocarme y comenzar a buscar lo que necesito para salir de aquí.

Comida, mis baterías portátiles para cargar mi celular, agua, ropa para unos cuantos días...¿Qué más? Maldita sea, nunca se me cruzó por la cabeza tener qué buscar cosas para sobrevivir.

—Un arma...—Susurro, para después correr a mi cocina y buscar el cuchillo más grande del cajón. Luego de tenerlo cerca, sigo guardando cosas en la mochila que encontré en el armario, hasta que mi celular comienza a vibrar, así que rápidamente los saco de mi bolsillo y observo los únicos tres mensajes que hay en la pantalla.

Chan🤑:

La caja con el dinero está dentro de mi habitación, debajo de mi cama. Es negra e incluso trae una pegatina de un gato. Dentro están todos los papeles necesarios para que Jimin pueda salir del país junto con el dinero, cuídala mucho porque es una suma bastante grande. También está el contacto del hospital y del doctor que le hará la operación. Ponte en contacto con él lo más pronto posible para saber si la infección no llegó allá, ¿Sí?

Enviado 12:50pm.

Chan🤑:

La operación está programada para la primera semana de enero. Tienes qué hacer lo posible por salir del país para llegar por esas fechas. Cuida mucho a mi niño, por favor, es bastante inteligente e incluso a veces se te olvida que él es ciego por lo independiente que es, sólo guíalo en su camino y protégelo de los muertos...dile que se coma todo lo que le des y que no olvide abrigarse...Gracias por todo, Yoongi.

Enviado 12:50pm

Chan🤑:

Nos vemos en la otra vida, hermano.

Enviado 12:51pm.

Luego de terminar de leer, los ojos se me vuelven a llenar de lágrimas y un enorme mareo hace que me tambalee en mi lugar, haciéndome sentir enfermo y sin poder respirar bien. Creo que por tanta adrenalina en mi cuerpo drenada, he quedado débil, por lo que antes de caer al suelo, logro agarrarme de la pared para mirar por última vez el mensaje de mi amigo tratando de contestarle algo. Pero es inútil, pues mi cuerpo me pide un respiro desesperadamente, por lo que termino cayendo abruptamente al suelo sin poder evitarlo.

Actualidad, 6 de diciembre 2019.

El camino que escojo para que no nos vean a Jimin y a mí es un callejón lejos de su casa que nos permite salir ilesos y sin que ningún muerto se nos acerque. Hace una hora, habíamos corrido bastante, ya que una horda de infectados nos vio y nos persiguió por más de cinco calles hasta que logramos perderlos en las filas de autos abandonados que se hicieron dos avenidas atrás.

Como esperaba, Jimin fue el primero en cansarse y tuve que jalarlo repetidas ocasiones para que no lo atacaran, así que por suerte logramos salir vivos.

—¿Cuánto falta? —Pregunta Jimin con la voz cansada —, me duelen las piernas.

—Ya estamos cerca, tranquilo —Digo para calmarlo, aunque realmente no sé a dónde voy, por lo que vuelvo a tomarlo por la muñeca para que me siga el paso —. Lo más conveniente es que robemos un auto o nos escondamos en alguna casa. Me da miedo que anochezca y estemos afuera.

Él asiente, por lo que rápidamente cruzamos la calle corriendo, pues en cuanto termina de hablar observo infectados rondando en la calle de enfrente. Por suerte, no nos ven, así que jalo a Jimin para que me siga hasta un establecimiento abierto donde ambos entramos sin hacer ruido para que yo pueda pensar qué hacer. Mientras dejo a Jimin en una esquina en silencio, busco algún infectado rondando cerca, pero por suerte no hay alguno.

Todo estaba en silencio, así que me acerco de nuevo a él y tomo su brazo con delicadeza para no asustarlo.

—Tranquilo Jimin, por ahora estamos a salvo. Estaremos aquí un rato en lo que pienso qué demonios hacer.

Jimin asiente y toca mi mano. Yo lo miro confundido por el repentino acercamiento, buscando una respuesta de él, pero recuerdo que no ve mis gestos así que dejo de hacerlo.

—Gracias, Yoongi.

—De nada, Jimin. Le prometí a tu primo que cuidaría de ti y eso es lo que haré.

Él sonríe, como si yo le estuviese dando paz, para después soltarme y comenzar a jugar con sus dedos en silencio. Y luego de pensar mil y un planes una idea coherente se cruza por mi cabeza. Si la infección no ha llegado a todo el país, podría ir hacia la ciudad donde nací, Daegu. Si mis viejos amigos siguen vivos podrían ayudarme a salir de aquí y tendría más tiempo para pensar cómo llegar hasta Noruega sin ningún rasguño.

—Ya sé qué vamos a hacer, Jimin —Contesto mirándolo —. Pero primero necesitamos un coche para ir.

—¿A dónde? —Pregunta confundido.

—Vamos a ir a Daegu por ayuda...sólo espero que sí logremos encontrarla.
















N/A: Por si no entendieron, la primera parte es un recuerdo que tiene Yoongi al inicio de la "pandemia". Si notan las fechas, han pasado exactamente dos días desde que encuentra a Jimin (en la parte de "actualidad"). En otro capítulo explicaré por qué llegó por él dos días después. 

Gracias por leer. ♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top