Los nueve chicos se encontraban ya bañados, sentados en el piso de la sala de práctica.

Jake estaba sorprendido, si bien ellos habían terminado la canción en un día, realmente no esperaba que los demás pudieran lograr crear una coreografía en dos. El lunes se había encargado de darle la música a Sunghoon y ya para el miércoles el chico, Soobin y Jungwon habían creado una coreografía perfecta para la canción.

Ya viernes, Jake los invitó a HYBE (claro después de pedirle permiso a Bang Sihyuk) y se dispusieron a practicar la canción junto con el baile. Habían comenzado a las dos, ya a las siete se encontraban rendidos, ninguno había desistido de querer seguir practicando, por alguna razón todos querían que esto fuera perfecto.

—Creo que por hoy podemos parar chicos —dijo Jake, ganándose la atención de todos—. Ya es tarde. 

—Jake tiene razón, hemos practicado bastante por hoy y déjenme decirles que fue excelente —sonrió afectivamente Heeseung hacia los chicos.

—Heeseung hyung, no sabía que cantabas tan bien —dijo Jungwon anonado, creía que nadie podía compararse a Heeseung.

—Gracias Jungwon, y yo no esperaba que tuvieras esa monstruosa voz, supongo que todos nos llenamos de sorpresas, ¿verdad? 

La verdad era que si, todos habían tenido sus sorpresas. Sunghoon sabía que Sunoo sabía cantar pero jamás lo había oído rapear y lo mismo sabía Sunoo, así que estuvieron diciendo cumplidos desde que terminaron de practicar. 

Soobin no dejaba de alagar y de decir lo mucho que le gustaba la voz de Yeonjun, quien por su parte solo pudo llegar a decir que le gustaba la forma en la que cantaba en falsetto y eso fue todo. Jay no dejaba de decirle a Jungwon lo genial que era su voz mientras que el chico estaba rojo como un tomate tratando de decirle lo genial que era, sin mucho éxito. Los mayores sonreían divertidos al ver a los menores siendo así, les hacían recordar como eran antes de comenzar a salir: un completo desastre, los dos.

—Bueno, creo que cada uno puede ir a casa. —dijo Jake levantándose.

—¡Esperen un segundo! Tengo buenas noticias —dijo Soobin, poniéndose de pie de un salto, ganándose la mirada de todos, menos de Yeonjun, que sabía que venía—. ¡Adivinen de qué se trata!

—¿Aprobaste el examen de inglés? Porque yo no —suspiró Jungwon rendido, siendo reconfortado por Jay enseguida, quien le aseguró que lo ayudaría para su próximo examen.

—Oh ya quisiera pero nop —dijo encogiéndose de hombros—. Continúen.

—¿Vas a mudarte del país? 

Soobin frunció el ceño mientras miraba a Sunoo—. Supongo que eso te gustaría pero no es el caso, lo siento.

Sunoo fingió un suspiro resignado, provocando que todos rían.

—¿Tu prima va a regalarnos unos postres? —preguntó sonriente Niki.

—No, pero puedes pasar cuando quieras y le diré que puedes tomar todo lo que quieras.

Todos sonrieron con ternura al ver a Niki celebrar contento, el pequeño era muy adorable cuando quería.

—La verdad es que no tenemos idea, Soobin —dijo Jake apenado.

—Estamos saliendo, esa es la noticia.

Los ojos de los ocho chicos se clavaron en Yeonjun, quien los miraba aburrido, como si no les hubiera dicho que tenía novio después de tanto tiempo después de que vieron a Soobin prácticamente rogándole por meses. 

—Es un chiste, ¿no? —dijo Jungwon sorprendido.

—¿De verdad? —dijo Niki.

Sunoo solo se levantó y se tiró al lado de su amigo para darle un abrazo, Jungwon y Niki reaccionaron rápido y fueron a hacer lo mismo. Los tres sabían lo difícil que había sido para Yeonjun todo el tema de su ex, no esperaban que por fin hubiera aceptado salir con el mayor.

—Estamos felices por ti Yeonjunnie —susurró Sunoo.

—Gracias —dijo sonriente Yeonjun, mientras trataba de abrazar a los tres chicos a la vez.

Por su parte Sunghoon y Jay sólo felicitaron a Soobin y ya, quien se enojó diciendo que merecía una fiesta, ganándose un golpe por parte de Jay.

—Parece que solo nos quedas tú Jay, ¿no has avanzado nada con Jungwon?

Jay se apoyó en la pared y suspiró.

—Es difícil, nos hemos vuelto bastante cercanos pero aun así, no sé cómo avanzar —dijo mientras se frotaba la sien.

—No deberías torturarte, estoy seguro de que Jungwon piensa lo mismo que tú, deberían solo tener una charla de eso, ¿no crees? —dijo Soobin mientras apoyaba una mano en su hombro.

—¿Ustedes cómo se confesaron siquiera?

—Se lo dije en la cafetería.

—Se lo dije en el baño.

—¿Y están saliendo con ellos? No puedo creerlo —se cubrió la cara con el manos y negó con la cabeza.

—Bien, puede que la cafetería no haya sido el mejor lugar ahora que lo pienso —susurró Sunghoon.

—Habías dicho que Sunoo se confesó, ¿cómo lo hizo? —preguntó Soobin.

—Me cantó una canción —dijo Sunghoon sonriente.

—Oh, Yeonjun hizo algo parecido, ¡gemelos! —los dos chicos chocaron sus manos sonrientes.

—¿No les da vergüenza que sus novios hayan hecho cosas lindas y ustedes solo se hayan confesado en los lugares menos apropiados?

Soobin y Sunghoon se miraron, después miraron a Jay.

—Puede ser —dijeron al mismo tiempo. 

—Como sea, ya quiero irme a casa —sentenció y se alejó de ellos.

Sunghoon volteó a ver a Soobin con una ceja levantada.

—¿El baño? ¿En serio?

—Oh cállate Mr. Me confieso en la cafetería. 

Jay miraba desde la puerta como sus amigos se peleaban por cosas que no importaban otra vez y rió. A pesar de que siempre lo exasperaran y le dieran dolor de cabeza, le hacía feliz ver que sus amigos por fin estaban con las personas que querían, aunque él quisiera también tener la misma suerte. Estaba tan concentrado viéndolos, que cuando Jungwon se acercó y le tocó el brazo para llamar su atención, no pudo evitar sobresaltarse.

—Soy yo bobo —sonrió risueño el rubio, Jay por su parte se relajó y le sonrió de vuelta—. ¿Quieres que vayamos juntos a casa?

—Yo no tengo problema, pero, ¿no vivimos en diferentes direcciones? 

Jungwon lo miró incrédulo y comenzó a reír, confundiendo a Jay.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó, suponía que su cara expresaba toda la confusión que sentía, ya que Jungwon se rió más al verlo.

—¿Realmente no te diste cuenta verdad? —dijo el menor mientras dejaba de reír.

—¿Darme cuenta de que?

—Tu casa está enfrente de la mía.

Jay lo miró sorprendido, jamás se había dado cuenta de eso, demonios, ¿cómo no se había dado cuenta de eso?

—Bueno, no importa —Jungwon tomó la mano de Jay y tiró de él hacía la salida—. ¡Vamos a casa! 

Jay no tuvo tiempo de despedirse de nadie, y ahora no le importaba, lo único que hizo fue apretar la mano del menor y seguirlo a la salida. 

De vuelta en la sala de prácticas, Sunghoon se cansó de Soobin y fue a abrazar a su novio, quien lo recibió con los brazos abiertos. 

—Ya quiero irme —dijo mientras escondía su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro del menor.

—Vamos, ya terminamos aquí.

Sunghoon asintió energético y volteó a ver a Soobin.

—Soobin, ¿vamos?

—Lo siento amigo pero acabo de ser invitado a la casa de los Lee para cenar, ¿no es genial? —dijo sonriente.

—¿No estás nervioso? —preguntó Sunoo.

—Jake dijo que no me preocupe, supongo que estará bien, así que nos vemos la semana que viene —se despidió y siguió a los demás hacía la salida.

Sunghoon tomó la mano del menor y se dirigieron hacía la salida juntos.

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—Lo siento.

Sunoo dejó su mochila a un lado del escritorio del mayor y volteó a verlo confundido.

—¿Qué cosa sientes?

—No haber preparado una mejor confesión.

Sunoo sonrió y se sentó en la cama al lado del mayor, abrazándolo.

—Eso no es importante, lo importante es que ahora estamos juntos, ¿verdad?

Sunghoon hizo un puchero que al menor se le hizo adorable, su novio era muy lindo.

—Quiero preparar algo mejor —dijo echándose como peso muerto en el colchón, llevándose al menor consigo.

—Como quieras Sunghoon, cualquier cosa que venga de ti es especial para mi —dijo acomodándose en el pecho del mayor, tapándolos a los dos como pudo con las sábanas.

—Por favor deja de ser tan tierno, mi corazón no puede con esto —dijo divertido mientras se agarraba el pecho.

—Cállate tonto —se ruborizó el menor—. Estoy hablando en serio.

—Yo también, voy a darte una linda confesión, aunque ya me haya confesado.

—Podrías simplemente organizar una cita, ¿lo sabes verdad? —dijo divertido Sunoo.

Sunghoon lo miró en silencio un segundo y después se encogió de hombros como pudo.

—También puedo hacerlo, soy Sunghoon, puedo hacer todo.

Sunoo solo rodó sus ojos y se dispuso a dormir.

—Muy bien Sunghoon, ahora puedes dormirte.

—Buenas noches Sunoo —dijo mientras depositaba un pequeño beso en la cabeza del chico.

—Buenas noches Sunghoon —dijo abrazándose más a él, para después dormirse después de unos minutos.

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Unas horas antes.

—Realmente no sé cómo no me di cuenta de que vivíamos enfrente del otro.

Jay y Jungwon ya habían bajado del bus hace rato y ahora se encontraban caminando hacia las casas de ambos, todavía tomados de la mano, por alguna razón que ninguno de los dos podía explicar.

—Te había visto entrar a veces, normalmente vas muy distraído, pero como antes no hablábamos no se me ocurrió decirte. 

—Tiene sentido.

Los dos se sumieron en un silencio cómodo, cada uno tenía muchas cosas que pensar, también muchas cosas que decir.

—Jay —el chico volteó a verlo—. ¿Por qué estamos agarrados de las manos?

Él lo miró en silencio unos segundos y después volvió la vista al frente.

—¿Estás listo para hablar de esto?

Jungwon lo miró confundido.

—¿Hablas de "esto" esto?

—Exactamente.

Jungwon suspiró.

—La verdad es que no, pero siento que deberíamos.

Jay paró en seco al ver que llegó a su casa, al igual que Jungwon. Volvió a quedarse en silencio unos segundos, y después volteó.

—¿Estás libre mañana?

—S-si claro —dijo Jungwon, ruborizado.

—Bien, pues mañana saldremos, paso por ti a las tres —le sonrió, Jungwon sentía que el corazón me iba a explotar.

—Está bien, nos vemos mañana.

Jungwon soltó la mano del mayor y antes de poder pensarlo mejor se acercó y depositó un beso en la mejilla del mayor.

—Nos vemos —dijo y corrió a su casa, Jay no pudo evitar sonreír más y ruborizarse.