—Me alegra que hayas podido venir hoy cariño, espero que te haya gustado el desayuno.

Sunoo sonrió a los padres de Sunghoon y asintió.

—A mi me alegra haber venido, el desayuno estuvo delicioso, muchas gracias. 

Los padres de Sunghoon le sonrieron devuelta y se pusieron a publicar sobre sus horarios entre ellos, por su parte Sunoo trataba de ocultar su vergüenza al sentir como Sunghoon le tomaba la mano y lo miraba de reojo, el mayor le había dicho que le diría a sus padres sobre esto pero no tenía idea de cuándo lo haría y de cómo reaccionarían, ¿y si sus padres lo odiaban? ¿Y si no lo aceptaban? Eso lo pondría muy triste.

—Creo que ya tenemos que irnos —Sunghoon dejó sus palillos, sonrió a sus padres mientras se levantaba e iba a buscar sus cosas—. Por cierto, Sunoo y yo estamos saliendo.

Los dos adultos y el menor se ahogaron con sus bebidas. Sunoo sintió sus mejillas arder furiosamente ante las palabras del mayor, iba a matarlo después.

—¿E-es así? —Sunoo solo asintió, a lo que la mujer cambió su cara de sorpresa a una sonrisa—. ¡Eso es excelente, cariño! Oh dios, ¡estoy tan feliz por ustedes! —en dos segundos la señora tenía al menor entre sus brazos mientras le daba un abrazo—. Sunghoon, ven aquí, cómo te atreves a decirme ahora —la mujer salió de la cocina para buscar a su hijo, dejándolo solo con el padre del chico.

—Y-yo.. —estaba sin palabras, ¿qué podía decir?

—Por favor, cuida a mi hijo, eso es lo único que te pido —Sunoo clavó su mirada en el mayor, quien le sonreía—. Si te eligió es porque realmente eres especial y pareces un buen chico, puedo pedirte eso, ¿verdad?

Sunoo comenzó a asentir efusivamente, tanto que hasta podría haberse roto el cuello.

—¡Si! Lo cuidaré bien, por favor no se preocupe.

En ese momento Sunghoon entró con las mochilas de los dos para que pudieran irse, seguido de su madre, que no dejaba de recriminarle no haberle contado antes.

—Podrías haberme dicho ayer, no puedo creer esto.

—Mamá, tenía más sentido que Sunoo estuviera presente, ¿verdad Sun? —Sunghoon no encontró apoyo en el rostro del menor pero un ceño fruncido—. Como sea, tenemos que irnos, adiós mamá, adiós papá —Sunghoon besó la mejilla de los dos y se alejó rápido a la puerta.

—Es imposible —dijo su madre cruzada de brazos mientras negaba con su cabeza, después cambió su expresión al voltear a ver al menor—. Adiós Sunoo, por favor cuida de mi hijo, ¿si?

—Sí señora Park, lo haré, nos vemos luego —Sunoo hizo una reverencia a los dos adultos y salió, encontrándose a Sunghoon esperándolo afuera.

Sunoo admiró lo bien que se veía el mayor con su mochila colgada en el hombro y con la otra apoyada en el piso, tenía su expresión relajada y sonreía ligeramente, seguramente divertido por la situación de hace un rato, lo que hizo que Sunoo recordara que estaba enojado con el.

—¿En serio tenías que hacer eso? —dijo mientras inflaba sus mejillas sin notarlo, el mayor solo sonrió al verlo y acercándose aprovechó y envolvió su brazo libre en la cintura del mayor.

—Fue divertido, excepto por la parte donde mi madre me regañaba —dijo el mayor riendo—. ¿Estás enojado conmigo? 

Sunoo estaba a punto de decir que sí lo estaba, pero los labios de Sunghoon apoyándose en los suyos lo impidieron. Sunoo sentía como Sunghoon sonría mientras lo besaba y eso le hizo reír un poco. Sunghoon se separó un poco y rió junto al menor.

—Ya tenemos que irnos —Sunghoon se alejó más y estiró su mano para que el menor la tomara—. ¿Vamos?

—Vamos —Sunoo tomó la mano del mayor y los comenzaron a caminar hacia su parada.

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—¿Se los decimos ahora o se los decimos los dos en el almuerzo?

Sunoo y Sunghoon ya habían llegado a la escuela, el mayor se encontraba apoyado contra los casilleros mientras que el menor se concentraba en buscar los libros que necesitaba.

—Sería más divertido si lo hiciéramos en el almuerzo, ¿no crees? —dijo mientras le sonreía al mayor—. Además todos estarán ahí, así que será mejor.

—Tienes razón en eso —Sunghoon le dio la razón mientras asentía—. Decidido, lo haremos en el almuerzo.

—¿Qué harán en el almuerzo?

Los dos voltearon y se encontraron con un serio Soobin y un tranquilo Jay mirándolos interrogantes.

—Ver unos videos de un baile que me gustó —dijo Sunghoon relajado—. ¿Por qué tanta seriedad Soobin?, ¿pasó algo? 

Soobin rodó sus ojos y suspiró, ignorando rápidamente el tema anterior.

—No está de buen humor. Sunoo —el menor volteó a ver a Jay—. ¿Has visto a Jungwon?

Sunoo levantó una de sus cejas y se esforzó por no sonreír.

—No lo he visto, supongo que todavía no ha llega- 

Antes de poder continuar, Sunoo divisó a Jungwon acercarse con lágrimas en los ojos.

—¡Jungwon! —Sunoo corrió, dejando atrás a los otros, que se preocuparon al ver al menor llorando, acercándose también—. ¿Qué pasó?

—Estaba a punto de entrar y- y —Jungwon se cubrió el rostro mientras seguía llorando—. Alguien me agarró del brazo y no me dejaba irme, quería que fuera con él a no sé dónde y... —Jungwon abrazó a Sunoo, quien lo apretujó a su cuerpo—... Tenía mucho miedo.

Sunoo maldijo en voz baja y se ocupó de calmar a su amigo, quien seguía llorando y temblando.

—¿Sabes dónde fue? Puede que lo encontremos y lo reportemos, esto no se quedará así.

—Por supuesto que eso no iba a quedar así.

Ahora todos voltearon y se encontraron con un Yeonjun con el labio y la ceja partidas, el pánico de todos aumentó en sobre manera. Por supuesto Soobin fue el primero en acercó, mucho más serio de lo que ya estaba.

—¡Yeonjun! ¿Qué te pasó? —Soobin tomó la cara del chico y comenzó a ver sus heridas.

Yeonjun, quien había entrado lleno de ira y con ganas de golpear a más gente se calmó al sentir las manos de Soobin en su rostro.

—Yeonjun, ¿qué hiciste?

Esa era la pregunta que el chico esperaba, sin retirar las manos de Soobin de su rostro volteó a ver a Sunoo.

—Solo golpeé al chico que molestaba a nuestro Jungwon, nada serio —la sonrisa cargada de falsa inocencia le heló la sangre a todos—. No se preocupen, parece que mi hermano sabía quién era y llamó a la policía para reportarlo, así que todo está bien.

—¡Nada está bien! —todos se sobresaltaron al escuchar a Soobin gritar, al voltear los ojos del menor se encontraron con un enojado y preocupado chico, Yeonjun tragó saliva—. Mira tu rostro, vamos a la enfermería.

Antes de que alguien pudiera decir algo, Yeonjun fue arrastrado por Soobin hasta la enfermería, desapareciendo por los pasillos. Sunoo dejó de mirar en su dirección cuando sintió a su amigo separarse de él, clavando su mirada en él.

—Iré a lavarme la cara, todavía queda un tiempo antes de entrar —dijo Jungwon limpiando de su rostro las lágrimas secas.

—¿Quieres que vaya contigo?

Jungwon negó.

—Iré yo, si no llego puedes decirle al profesor porque Yeonjun y yo no llegamos. 

—Yo iré contigo.

Jungwon sintió su cara arder al ver a Jay, demonios, ¿estuvo ahí todo el tiempo? Aunque claro, antes de responder ya había sido interrumpido.

—No aceptó un no por respuesta —Jungwon casi se olvida de todo cuando la mano de Jay tomó la suya—. Vamos.

Y así el menor también fue arrastrado lejos de la pareja, quienes ya no entendían nada.

—Creo que no será el mejor día para decir que estamos saliendo —dijo Sunghoon mientras miraba apenado a Sunoo.

—En eso tienes razón. 

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—Lo siento.

Jungwon dejó de mojarse el rostro y volteó a ver a Jay, confundido.

—¿Por qué lo sientes? 

—Dije que te iba a ayudar a que estas cosas no pasaran y esta vez no estuve ahí —Jungwon se sintió mal al ver la expresión afligida del chico—. Lo siento.

Jungwon no quiso pensar mucho, por eso en ese momento se encontraba abrazando a Jay, quien se sobresaltó al sentir al menor hacerlo.

—Por favor no te culpes por esto, no es tu culpa, ¿cómo podría serlo? —Jungwon sentía como las lágrimas volvían a acumularse en su rostro—. Yo podría haberme defendido, puedo hacerlo, pude haberlo hecho, solo.. solo tuve miedo, eso es todo.

—Sé que puedes hacerlo solo, pero eso no significa que quiero que lo hagas, yo solo quiero ayudarte —dijo Jay mientras abrazaba de vuelta al menor.

—Que te preocupes por mí es suficiente, de todos modos no te culpes por esto —Jungwon se separó para ver a Jay y trató de sonreír un poco—. ¿Está bien?

Jay llevó sus manos al rostro del chico y limpió las lágrimas que habían caído, sonriéndole de vuelta.

—Está bien, la próxima vez te esperaré en la parada. 

Jungwon rió mientras se separaba—. Está bien, creo que ya comenzarán las clases, así que deberíamos ir.

—Tienes razón. 

Los dos chicos sonrieron y salieron del baño, los dos sintiéndose mejor que antes.

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—Soobin, ¡eso duele!

—Aguántate, no deberías haber peleado en primer lugar. 

Soobin se encargaba de desinfectar y vendar las heridas del pelirosa, quien no dejaba de quejarse.

—Lo hice por una causa justa. 

—Como sea.

Yeonjun decidió quedarse callado y dejar que el chico hiciera lo que tenía que hacer, hacía tiempo no sé sentía tan vulnerable ante la presencia de alguien más y no sabía cómo manejarlo, mucho menos cuando Soobin parecía estar enojado.

—¿Estás enojado? 

Soobin, que ya había terminado, dejó todo de lado y lo miró serio, haciendo que Yeonjun se encogiera más en su lugar.

—Obviamente estoy enojado, mira tu rostro, podrías haber resultado más lastimado pero ni siquiera te importa, ¿es qué acaso no te das cuenta que podría haber resultado en algo peor?

—Solo quería defender a Jungwon —Yeonjun bajo su mirada.

—Reportarlo a la policía habría sido suficiente, no tenías que lastimarte así Yeonjun.

Soobin suspiró al ver que el chico no respondía. No estaba de humor para lidiar con esto en esos momentos.

—Ya terminé, tengo que ir a clase, supongo que después nos vemos.

El chico tomó su mochila y se dirigió hacia la puerta, hasta que sintió unos brazos rodearlo de repente y a alguien pegándose a su espalda.

—¿Yeonjun?

El pánico invadió a Soobin cuando sintió su espalda mojarse por las lágrimas del chico, rápidamente se volteó y lo abrazó.

—Está bien Yeonjun, no estoy enojado, solo estoy preocupado —el chico seguía llorando y Soobin no sabía qué hacer—. Solo quiero que estes bien.

—¿Por qué te gustó? 

Soobin calló enseguida y escuchó atentamente al contrario, quien ahora lloraba contra su pecho. 

—¿Por qué? En serio, tengo una personalidad horrible, no soy lindo ni nada de eso como Jungwon o Sunoo, ni tierno como Niki, no tengo nada de bueno, ¿por qué siquiera te gustó?

—Simplemente porque eres tú.

Yeonjun se alejó y miró a Soobin confundido, el chico por su parte le sonrió.

—Porque eres como yo, porque hay más de ti escondido por ahí que no quieres mostrar, porque eres mucho más que todo esto y yo lo sé, y tú lo sabes, simplemente me gusta todo de ti, también esa personalidad "horrible" tuya y créeme cuando te digo que para mi, eres la persona más hermosa del mundo. 

Yeonjun se quedó sin palabras, era la primera vez que alguien le decía cosas así, Wooyoung jamás se había molestado en ser así, y ahora Soobin venía y mostraba ser mucho más de lo que él había pensado, quería irse.

—¿Demasiado? Lo imaginé —Soobin se separó y revolvió el pelo del chico—. Tengo que ir a clases, así que después hablaremos de esto, claro, si quieres.

Yeonjun comenzaba a odiar a Soobin por siempre irse y dejarlo ahí, lleno de sentimientos que amenazaban con salir.

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—Para que sepan Sunoo y yo estamos saliendo —dijo Sunghoon mientras llevaba comida a su boca.

Todos dejaron de comer y hablar para mirarlos a los dos, Sunoo por su parte golpeó a Sunghoon.

—Dijiste que no íbamos a decirlo hoy —dijo rojo de vergüenza el menor.

—Dije que no parecía el mejor día, no que no iba a hacerlo —Sunghoon se encogió de hombros y rió ante la expresión del menor.

—¿Ya lo hicieron oficial? Ya era hora.

Los dos voltearon a ver a sus amigos y ninguno parecía sorprendido.

—Todos nos preguntábamos cuándo lo harían —dijo Jay mientras seguía comiendo.

—Por fin —dijo Yeonjun volviendo a su comida también.

—¿No estaban saliendo ya? —Heeseung se encogió de hombros ante la pregunta de su novio.

—Felicidades Sunoo hyung —dijo Niki sonriente—. Sunghoon hyung, por favor cuida bien de él.

Sunghoon sonrió enternecido al menor—. Por supuesto lo haré.

Después de las secas reacciones de sus amigos, siguieron comiendo y hablando de cosas sin sentido. Los nueves chicos se sentían felices en esos momentos y querían que las cosas fueran así siempre.

Felices y siempre juntos, los nueve.