Sunoo, Jay y Jake se encontraban en HYBE en esos momentos. 

Los dos jóvenes no esperaban que el sábado a la siete de la mañana, Jake les mandará un mensaje que decía "nos vemos en HYBE, aquí es la dirección, los espero en la puerta", por supuesto no era lo que esperaban, cuando Jay y Sunoo se vieron en la puerta, los dos pudieron la notar la emoción palpable del otro, los dos querían trabajar con equipos profesionales y ver gente famosa. Jake tuvo que pedirles que se calmaran un poco.

Al entrar, los dos, como si fueran niños pequeños, miraban cada detalle de la estructura, como si fuera algo irreal o como si de un sueño se tratara. Sunoo había estado en empresas antes, pero la mayoría de ellas eran empresas pequeñas poco conocidas, esto era HYBE, una de las más famosas, estaba en otro nivel.

Caminaron por un rato hasta llegar a un pequeño estudio, que parecía pertenecerle a Jake, quien no tardó en preparar una mesa y unas sillas para que los tres pudieran sentarse.

—Y… —los dos jóvenes miraron al mayor—. ¿Qué tipo de canción quieren escribir?

Jay se recostó en la silla y habló.

—¿De amor? Es de lo que más se habla ahora.

—De amor... no es mala idea —dijo Jake, pensándolo.

—También podría ser sobre amistad o...

Sunoo ya no escuchaba. No le molestaban las canciones de amor ni las de amistad, pero, ¿era lo que él realmente quería? Él sabía que la respuesta es no, él tenía otra idea.

—Qué tal si... —en dos segundos los ojos de los mayores estaban sobre él—. ¿Hablamos sobre la depresión y la soledad?

Tanto la sorpresa como la curiosidad se mostraban en la cara de los chicos, quienes no habían pensado en algo como eso.

—Amor, amistad, no está mal pero, ¿quién hará una canción sobre la tristeza en sí? Esas canciones son necesarias, más para nosotros, en estas épocas de nuestras vidas no todo siempre está bien y necesitamos alguna canción con la que podamos sentirnos identificados, algo que escuchemos y digamos "ah, es así como me siento" o algo por el estilo, ¿no creen?

El nerviosismo de Sunoo crecía a medida que no recibía respuesta, los dos mayores se miraban entre ellos, como si pudieran comunicarse a través de sus miradas. Solo pudo bajar la mirada para ver sus manos y jugar con estas.

—Me gusta, hagamos eso.

Sunoo suspiró aliviado al ver la aprobación en el rostro de ambos.

—Entonces, ¿empezamos?

Los dos menores asintieron y comenzaron.

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—Estoy cansado.

—Sunoo, son apenas las siete —rió el chico mientras acariciaba el cabello del menor.

Por esa parte, Sunoo solo hacía pucheros y se abrazaba más a Sunghoon, apenas hace unos minutos se había auto-invitado a la casa del mayor, siendo recibido por el mismo, ya que sus padres todavía se encontraban trabajando. Sunghoon por su parte, estaba muy feliz de ver a su lindo novio. Sunghoon se había acostado en su cama, sorprendiéndose demasiado cuando el pequeño levantó sus sábanas y se acostó junto a él, abrazándolo.

—No importa, sigo cansando, solo quiero dormir —el menor se acurrucó más, escondiendo su rostro en el pecho del mayor.

Sunghoon rió y envolvió al pequeño en sus brazos, dándole besos en la cabeza.

—Duerme un poco, después puedes contarme que estuvieron haciendo.

Sunoo apoyó su barbilla en el pecho del mayor y lo miró a los ojos, sonriente.

—¿Tú también dormirás?

Sunghoon sonrió y con sus manos, acarició las mejillas del chico.

—Si, yo también dormiré.

Sunoo se levantó como pudo y plantó un pequeño pero dulce besó en los labios de Sunghoon y después se volvió a recostar a su lado.

—¡Buenas noches! —dijo con un tono cantarín.

Sunghoon por su parte rió y apagó la luz de su lámpara.

—Buenas noches Sun.

Antes de que Sunoo cayera rendido al sueño, pudo escuchar a Sunghoon cantar por primera vez en su vida.

(drama: descendientes del sol)

"Cuando te miro,
el tiempo se detiene,
no sé desde cuando empecé a sentirme así,
llegaste un día como un sueño
haciendo temblar mi corazón,
puedo sentir nuestro destino.

Te amo,
¿puedes escucharme?,
solo tú,
la persona que veo al cerrar mis ojos,
el amor a llegado junto a este viento, soplando,
cuando sea, donde sea que estés 
cuando sea, donde sea que estés.

Oh, amor, amor, amor,
te sigo queriendo aun cuando me apartas de tu lado,
mi corazón solo te conoce a ti,

Te amo,
¿puedes escúchame?,
solo tú,
la persona que veo al cerrar mis ojos.
Incluso si todo cambia, una cosa no lo hará,
eres mi amor y yo soy el tuyo.

Incluso cuando miras atrás por un momento,
incluso si pasas cerca de mi,
está bien, porque siempre estaré aquí para ti.

Te amo,
no lo olvides,
solo tú.
Mi dolorosa confesión,
el amor ha llegado junto a este viento, soplando,
cuando sea, donde sea que estés,
cuando sea, donde sea
que estés.."

Sunoo quería llorar, y no sabía si se debía a la hermosa voz de Sunghoon o a la canción que acaba de cantar. Sin poder evitarlo, sus ojos se sintieron mucho más pesados y comenzó a quedarse dormido, aunque antes llegó a escuchar perfectamente lo que el mayor le dijo.

—Sunoo, no tienes idea de lo mucho que te amo.

Y Sunoo la tenía, ya que el lo amaba igual o hasta mucho más.

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—Sunoo, despierta.

—No.

El menor quiso reír al escuchar el suspiro de Sunghoon. Habían pasado ya diez minutos desde que él trataba de levantarlo, sin mucho existo.

—Mis papás están a punto de llegar, ¿quieres que nos vean así?

Sunoo se encogió de hombros y se acurrucó más.

—No me importa, no estamos haciendo nada.

—Oh, ¿entonces quieres que hagamos algo?

Sunoo ni siquiera tuvo tiempo de avergonzarse o responder, ya que en un segundo, se encontraba acorralado contra la cama con Sunghoon sobre él, mirándolo con una sonrisa.

—Puedo arreglar eso, Sunnie.

En un segundo los labios del menor fueron atacados sin piedad. Como pudo, Sunoo reaccionó rápido, pasando sus brazos por detrás de la cabeza del chico, asegurándose de atraerlo más hacía él. Sunghoon se dedicaba a besar a Sunoo lentamente, como si tratara de expresarle todos sus sentimientos a través de ese beso y Sunoo, por su parte, podía sentir todo el amor que Sunghoon quería transmitirle. Será por eso, que sin poder evitarlo, sintió como unas lágrimas bajaban hacia los costados de su rostro, Sunghoon por supuesto lo notó.

—Sunoo, ¿por qué lloras? —se sentó a horcajadas sobre el chico—. Oh lo siento, ¿esto es demasiado? Lo siento, no debí, en serio lo siento —dijo mientras se movía de encima y se sentaba en el borde de la cama, escondiendo su rostro en sus manos.

—No es nada de eso tonto —dijo, sentándose también y abrazándolo.

Sunghoon sacó las manos de su rostro y lo miró como pudo—. ¿Qué sucede entonces? 

—Nada, solo te amo demasiado.

El mayor se dio vuelta, con sus ojos llenos de lágrimas y sonrisa temblorosa.

—Yo también te amo.

Sunoo tomó las mejillas del mayor y depositó varios besos sobre los labios de este, logrando que sonriera más.

—Por cierto, linda canción la de antes.

Sunghoon enrojeció ante el comentario y lo mejor que pudo hacer fue esconderse en el hueco entre el cuello y el hombro del menor.

—¿No estabas dormido?

—Estaba a punto, llegué a escucharte antes de dormirme —dijo mientras acariciaba la espalda del mayor—. Me gusta mucho tu voz, nunca antes te escuché cantar.

—No suelo cantar, Soobin y Jay me obligan a hacerlo a veces, también me gusta rapear, aunque soy más de bailar —Sunghoon salió de su escondite al sentir que el menor se reía, solo para verlo a la cara—. ¿Qué es gracioso, Sun?

—Quién lo diría, tú siendo tan talentoso, tu novio tiene mucha suerte —bromeó mientras seguía riendo, Sunghoon se le unió después.

—Creo que yo tengo más suerte de tener a mi novio. 

Sunoo estuvo a punto de decir algo, pero unos pequeños toques sonaron en la puerta.

—Hijo, tu padre y yo ya llegamos —Sunoo y Sunghoon se miraron, alejándose rápidamente—. Vi los zapatos de Sunoo en la entrada, ¿está aquí? 

—¡Estoy aquí señora Park! —anunció Sunoo ante la mirada de Sunghoon.

—¡Hola cariño! ¿Quieres quedarte a cenar? No aceptaré un no, espero que lo sepas.

Sunghoon rodó los ojos y sonrió divertido.

—Se quedará mamá.

Ninguno podía verla pero sabían que la señora tenía una gran sonrisa en su rostro.

—¡Prepare algo delicioso enseguida! —dijo, los dos chicos escucharon los pasos de la mujer alejándose hasta desaparecer.

Los dos se echaron a reír divertidos por la situación.

—Adoro a tu mamá —dijo Sunoo mientras se levantaba de la cama y se estiraba.

—Y ella te adora a ti, hasta más que mi —Sunghoon hizo un puchero—. No es justo, hasta papá te quiere más que a mi.

—Oh quién lo diría —Sunoo puso una mano en su cadera y con la otra hizo un movimiento con su cabello largo imaginario—. Voy recolectando los corazones de los Park, todos me aman.

—Suenas como Soobin —dijo Sunghoon mientras reía y se levantaba también—. Aunque a Soobin le queda bien esa actitud, me gusta más cuando actúas tierno.

—Yo no tengo que actuar —Sunoo puso ambas manos en sus caderas—. Soy tierno por naturaleza.

Sunghoon lo miró sonriente, hasta el punto que sus ojos apenas eran visibles, era una sonrisa que salía desde el fondo de su corazón y todo se debía al pequeño frente a él.

—Tienes razón —Sunghoon bostezo y siguió—. Creo que deberíamos bajar y ayudar a mamá con la comida, ¿vamos?

Sunoo asintió y sonrió—. ¡Vamos!

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—Puedes por favor decirme otra vez, ¿por qué estoy aquí?

—Por milésima vez, mi querido Sunoo —dijo Sunghoon, sin abrir sus ojos—. No voy a dejar que salgas tan tarde de noche para ir a tu casa y mamá insistió que te quedes, así que así será, solo duerme.

Sunoo se abrazó otra vez a Sunghoon, aunque se pequeño puchero no se borraba.

—No quiero molestar.

—Ya te dije que jamás molestarás aquí, hasta papá pidió que te quedes.

—Está bien.

La habitación se sumió en un rotundo silencio y en unos segundos Sunoo sintió como la respiración de Sunghoon se volvía pesada, haciéndole saber que el mayor ya se durmió, lo que le dio tiempo de pensar.

En poco tiempo su vida había dado un giro completo. Ya no se sentía triste y vacío como antes, sus días en los que comía solo o en los que simplemente no comía se habían ido, ahora siempre estaba en la mesa de los Park, teniendo charlas amenas con los padres de Sunghoon, mientras esté no soltaba su mano en ningún momento, brindándole sonrisas ocultas que le llenaban el corazón de alegría.

Sunoo estaba feliz, estaba feliz porque tenía a Sunghoon, estaba feliz porque amaba a alguien y porque ese alguien lo amaba con todo su corazón.

"Mamá, puedes descansar bien ahora, tu hijo por fin está feliz.."

Pensó el menor, antes de cerrar sus ojos y caer rendido junto a su novio.