🍣 ፧ 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 • ✦⁾

Los grupos ya habían sido elegidos, y a Sunghoon le sorprendió saber quiénes iban a ser sus compañeros. Si era sincero, diría que solo conocía a los de tercero de vista, pero los de primero eran una historia distinta.

Lee Yeonjun.

Había escuchado por ahí que el chico era el diablo mismo, no se llevaba bien con sus compañeros y era bastante problemático si se lo proponía, además de que todos dicen que tiene un carácter de mierda. Si Sunghoon no hubiera escuchado esas cosas, hasta podría pensar que era tierno,  pero aparentemente las apariencias siempre engañan.

Habría ignorado al chico por completo y procurado no acercarse por nada del mundo, hasta que algo sucedió.

Él sabía que a Soobin nadie jamás se había atrevido a rechazarlo, lo que provocaba que el chico tuviera el ego en cielo, haciéndole la vida imposible a Sunghoon y a Jay. Y cuando su amigo apareció con un puchero en los labios diciendo "mi querido Yeonjunnie me rechazó", a los dos chicos les comenzó a caer bien ese tal Yeonjun. Aunque después de ese suceso, Soobin se volvió mucho más insoportable que de costumbre. Últimamente solo hablaba de ese chico y vivía quejándose por las cosas que el pobre hacía.

"Quise hablarle a Yeonjunnie, pero se fue."

"Yeonjunnie siempre está con sus amigos, nunca puedo acercarme."

"¿Por qué Yeonjun siempre está abrazado a ese Jungwon? Es tan molesto."

Yang Jungwon.

Las únicas cosas que sabía del castaño era su nombre, que a Jay lo obligaron a mostrarle la escuela, que era lindo y que no era tan inocente como aparentaba ser. El castaño poseía rasgos delicados y una sonrisa encantadora. Y según Jay, tenía una linda voz, aunque él no podría saberlo, jamás había hablado con el chico. Mientras que Soobin juraba que él y Yeonjun tenían algo, él pensaba de otro modo. Siempre que los miraba estaban a punto de saltar al cuello del otro, y cuando pasaba por su lado siempre se estaban insultando. ¿Cómo esos dos podrían estar en una relación, idiota?, fue lo único que le preguntó a Soobin después de explicarle lo que vio, pero el chico seguía sin estar convencido. 

Lo que más le sorprendía era que Jungwon parecía tener el mismo carácter que Yeonjun, pero nadie parecía notarlo. Todos pensaban que Jungwon era un ángel, su cabello castañi y su cara angelical ayudaban mucho en la idea, pero aún era igual que el otro, aunque sus amigos no le creyeron.

Un día, estaba solo en su casillero ya que llegó tarde, siendo seguido por un grupo de chicos que discutían. Se sobresaltó bastante cuando vio que Yeonjun casi golpeaba a Jungwon por algo que el menor le dijo, pero antes de que eso pasara, uno de sus amigos lo detuvo poniéndose entre medio de estos.

Nishimura Riki.

Ese chico no iba al mismo curso, pero siempre estaba con ellos y los seguía a todos lados. Sunghoon se preguntaba cómo ese chico, que parecía desprender inocencia de cada poro de su cuerpo, podía ser amigo de esas personas, pero ese no era su problema. Cuando el chico parecía no poder lidiar con esos dos, ahí es cuando llamaba al otro chico, que tardaba dos segundos en separar a los otros.

Kim Sunoo.

A este último sí lo conocía bien, y no se confundan, no lo conocía por esa vez que se tropezó frente a él el primer día de clases hace cinco meses. Ese día que Sunoo se cayó no supo que hacer, quería ayudar al chico a levantarse, preguntarle si estaba bien y ayudarlo, pero el idiota no tuvo nada mejor que hacer que reírse e irse, se maldecía mucho por eso.

Desde que lo vio por primera vez esa vez, había querido hablar con él, y riéndose de su desgracia, realmente la había cagado. En ese momento, comenzó a recordar.

[El año pasado]

Él caminaba en dirección a su escuela primaria para buscar unos papeles que tenía que entregar al director. En ese momento estaba teniendo un mal día, su director lo hizo esperar horas y tuvo que volver a ver a sus profesores otra vez, que le hablaban de mala gana o lo ignoraban cuando preguntaba cuánto faltaba para que el director apareciera.

Después de ese sufrimiento eterno, decidió caminar hacía el techo del colegio, donde siempre había ido a relajarse cuando se frustraba.

Abrió la puerta sin muchas ganas saliendo afuera, la cerró despacio y volteó para dirigirse al banco donde siempre se acostaba. En ese momento se percató que había alguien más ahí, paró en seco y lo vió.

El chico estaba ahí, con los brazos apoyados en la barandilla, sus auriculares puestos y sus ojos cerrados. La camisa del colegio se encontraba colgada en su hombro, dejando a la vista que usaba una remera negra lisa, que le quedaba como una segunda piel. Parecía estar relajado, moviendo la cabeza al ritmo de la música que escuchaba. 

Sunghoon pensó en dejar de mirar al chico y caminar a apoyarse también, pero el canto del chico lo detuvo.

"Amo 

Amo las estrellas 

Amo 

Amo la luna 

Nada es realmente diferente 

Es el mismo aire 

La misma cama 

Mirando el mismo techo 

¿Por qué, sin razón alguna, me siento tan vacío?

Han pasado algunas horas

 Desde que  he estado pensando

Al principio pensé que solo tenía hambre 

De ninguna manera

De ninguna manera 

De ninguna manera

Estos días escuché mucho el nuevo álbum de Kanye 

Dejó la tv encendida 

Pero solo estoy pasando y pasando de canal 

Pero bebe, realmente no tiene sentido, yeah 

Es tu mitad

Mitad   

La mitad de la península 

Que no puede llenarse 

Y que tampoco logró llenar, yeah

Nada es como tu mitad 

Nada me llena 

Si tan solo tuviera la mitad de ti

Entonces no me sentiría así.."

Sunghoon no pudo describir lo que sintió en ese momento. 

Su corazón latía rápido, haciendo que su pecho doliera un poco y sentía un poco de calor en sus mejillas, que en ese momento se estaban tornando rosadas, mientras que su mirada seguía clavada en el chico, quien había terminado ya de cantar, para seguir moviendo su cabeza. 

Ahí parado, mirando a la nada, el sol iluminaba su rostro y un un pequeño viento soplaba, moviendo un poco su cabello. "No parece ser real."

Sunghoon sabía que era capaz de quedarse ahí todo el día, mirando el perfil de aquel chico, admirando su belleza. Realmente lo hubiera hecho, pero escucho pasos detrás de él. Se movió rápido, escondiéndose como pudo detrás de un bote de basura, rogando no ser visto. En ese momento un profesor salió, haciendo que el joven cantante se diera vuelta.

"Joder, es precioso."

No sabe qué fue lo que más le gustó, si la forma en la que su flequillo caía en su frente, sus ojos, que en ese momento estaban bien abiertos, seguro por la sorpresa de ser descubierto, o sus labios, bien rosados y perfectos, que en ese momento formaban una pequeña "o".

"Quiero tocar sus mejillas, demonios, ¿es legal ser tan tierno?"

Antes de que pudiera pararse y ser descubierto junto al chico, el profesor habló.

—Kim Sunoo, ¿acaso no te dije que si te veía aquí otra vez llamaría a tus padres? Ya es la tercera vez en el mes que te llamo la atención —el profesor estaba cruzado de brazos, mirando fijamente al chico—. Y ponte la camisa, mocoso. Mientras estés dentro de las escuelas me gustaría que siguieras las reglas, ahora sal de aquí, tus clases comenzarán en un rato.

El tal Sunoo se puso la camisa rápidamente abrochando los botones de esta torpemente. Sus mejillas estaban rojas de vergüenza y asentía rápidamente mientras camina hacía la puerta rápidamente. 

Una vez que el chico se fue, el profesor solo siguió, dejándolo solo. Sunghoon salió de su escondite lentamente, todavía atónito por lo que acaba de ocurrir.

"Kim Sunoo, ¿eh? Qué chico interesante."  Pensó mientras desviaba su mirada hacía el cielo, jamás sería capaz de olvidarse de ese chico. 

Deseaba que sus caminos se volvieran a cruzar.

[Presente]

Sunghoon sonrió mientras pensaba en el tierno chico.

—¿Y tu por qué mierda sonríes idiota?

La sonrisa de su rostro se borró, frunció el ceño y miró a Soobin, quien se encontraba sentado delante de él, mirándolo con una ceja levantada.

—Qué te importa.

Soobin rodó sus ojos y lo miró divertido. 

—Tienes razón, no importa, pero molesta que no me escuches cuando te estoy hablando de algo importante.

—Si estás hablando de Yeonjun, juro que voy a golpearte.

Jay, quien estaba a su lado, habló por primera vez desde que volvieron al salón.

—Está hablando del proyecto, y de que deberíamos hablar con los otros sobre la canción que cantaremos —dijo el chico, mientras miraba a su amigo sin interés.

—Seguro es una excusa para hablar con su Yeonjunnie —dijo divertido, haciendo que Jay se riera un poco, mientras que Soobin lo miró enojado. 

—No es solo eso idiota, por mucho que me guste Yeonjun, quiero saber si al menos alguno de ellos sabe cantar, bailar o si tienen idea de algo, espero que los otros no sean inútiles —soltó el chico simplemente, con un leve encogimiento de hombros—. Por eso quiero hablar con ellos. 

—Me parece una buena idea —dijo Jay.

Sus amigos lo miraron expectante y él simplemente asintió en silencio. Nunca les contó a los chicos cómo conoció a Sunoo, ni mucho menos sobre sus habilidades en el canto, siempre había preferido guardar ese recuerdo para sí mismo. Pero en ese momento quería que ellos lo escucharan cantar y hacer que Soobin cerrara la boca.

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"Tú, en serio eres interesante."

La expresión enojada del chico cambió radicalmente y la confusión invadió su rostro, que se había tornado completamente rojo. El chico volteó a verlo y él podría jurar que jamás había conocido a una persona que lo cegara con tanta belleza.  

—¿Qué? —si no hubiera estado sentado tan cerca de él, no habría sido capaz de escuchar su pequeño susurro.

Cuando estaba apunto de responder, el timbre sonó, y él maldijo por dentro. En una situación distinta hubiera ignorado por completo el sonido del timbre, pero esa vez era diferente. Su profesor de matemáticas les había dicho que si volvían a llegar tarde les dejaría tarea extra que tendrían que entregar al día siguiente si o si, y el, que apenas podía con la tarea que ya tenía, no quería arriesgarse. 

Por eso se agradeció a los chicos rápidamente, y se levantó para recordarle a sus amigos sobre la tarea extra. Soobin no tardó en levantarse e irse, seguido por Jay, quien parecía tener una expresión rara en el rostro. Lo ignoró y volteó a ver a Sunoo, que miraba como sus amigos se iban.

—Te llamas Sunoo, ¿verdad? —el chico  volteó a verlo, y asintió lentamente, haciendo que sonriera—. Bien, dame tu teléfono —dijo mientras le daba su celular—. Te hablaré después para ver cuando podemos vernos para empezar con esto, ¿está bien? 

El chico asintió otra vez y escribió rápidamente su celular. Al terminar se lo devolvió y él lo guardó en su bolsillo.

Podría haber jurado que iba a irse, que eso fue suficiente para él, al menos por ese día, pero estaría mintiendo, seguramente por esa razón se agachó y le habló al oído.

—Estaré feliz de bailar y cantar cualquier  cosa que compongas.

Sonrió al ver de reojo como la cara de Sunoo se volvía roja. Se separó, se despidió de los amigos del chico, y caminó rápidamente hacía la salida, donde sus amigos lo esperaban.

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De camino al salón, Sunghoon no tardó ni dos segundos en percatarse de las actitudes distantes de sus amigos. A pesar de que estaba ocupado con Sunoo, había notado a sus amigos medio raros en la mesa. Por eso, cuando la clase terminó y todos compañeros se fueron, decidió hablar.

—Bien, ¿qué es lo qué pasa con ustedes? —preguntó todavía sentado, clavando su mirada en los chicos—. Si piensan que no los noté raros en la mesa, están equivocados. 

Tanto Soobin como Jay lo miraron sorprendidos, aunque era estupido, sabían que a Sunghoon nada se le escapaba de vista, pero eso no impedía que aún así trataran de mentirle, o al menos eso era lo que Soobin hacía.

—¿Qué pasa con qué? Solo estoy sorprendido con ese chico, nada más —dijo Soobin encogiéndose de hombros. 

Sunghoon y Jay lo miraron unos minutos en silencio, esperando que les dijera la verdad. Y eventualmente sucedió.

—Bueno puede que haya algo que no les conté.. —empezó a decir, mientras sonreía un poco—. Después de que Yeonjun me rechazara, comencé a quejarme, ya saben como siempre hago cada vez que algo no sale como quiero, y puede que haya besado a Yeonjun... —lo último fue casi un susurro, pero los chicos lo escucharon bien y ninguno pudo evitar abrir sus ojos como si fueran platos—. No me miren así, el día que me rechazó estaba insultándome, diciéndome que no perdiera el tiempo o cosas como esa, y no pude evitar hacerlo, se veía tan lindo...

—¿Y él qué hizo cuando lo besaste? —preguntó Sunghoon, ya era raro que Soobin se confesara a alguien, ¿pero besar a alguien que lo rechaza? Eso era nuevo en él.

—¡Oh, eso es lo mejor de todo! —hizo un mini redoble de tambores y continuó—. ¡Él me siguió el beso! — "qué demonios.." —. Hablando en serio, pensé que iba a golpearme y empujarme, ya estaba mentalmente preparado para ello cuando me separé un poco, pero en vez de eso me tomó de la camisa y me volvió a besar —Sunghoon juró que jamás había visto al chico tan feliz—. Y luego se separó, me dijo que lo olvidara y se fue. Después de eso simplemente le dijo a todos que me rechazó, aunque eso es verdad así que no me molestó mucho. Por eso, mientras todos miraban como coqueteabas con ese chico, aproveché y le susurré que quería repetir lo de ese día, fue realmente adorable, sonrojándose y todo —abrió la boca para decir algo más, pero pareció arrepentirse al instante cerrando su boca y sonrió. 

Sunghoon asintió lentamente, no tenía nada que decir sobre eso, así que dirigió su mirada a Jay.

—¿Y a ti qué te pasa?

Él lo miró sin expresión alguna y después se rascó la cabeza, avergonzado.

—Lo mío no es tan interesante como lo de Soobin, sólo es algo que me sorprendió. 

Soobin y Sunghoon compartieron una mirada, era raro que Jay se comportara así.

—Escúpelo —dijo Soobin.

—Cuando me senté al lado de Jungwon, sin querer apoyé mi mano sobre la suya, y antes de que pudiera decir lo siento, él dijo "¿qué mierda crees que haces?". Eso me sorprendió, no parecía ser del tipo que dice insultos.

—Ya te dije que el chico es igual que ese Yeonjun, tú fuiste el que no quiso creerme. Siempre que los veo se están insultando —dijo Sunghoon, mientras rodaba los ojos.

—Bueno, eso explicaría la razón por la cual se lleva bien con mi Yeonjunnie —dijo Soobin.

Sunghoon le clavó la mirada y lo fulminó. 

"Tú tampoco me creíste imbécil."

—Ahora que lo pienso, —dijo Soobin, ignorándolo olímpicamente— nos dijiste que no te interesaba porque no pensabas que era lindo o porque pensabas que era muy tierno para ti, oh tú, gran chico gótico. Cada vez que pasabas por el pasillo el niño te miraba, y cada vez que lo ignorabas ponía una cara de perrito triste, me daba tanta pena. 

—Nunca dije que no me gustara —se defendió Jay—. Es muy lindo y su cara es demasiado tierna, y pensé que era muy inocente, no creí que le gustaría alguien como yo... —dijo mirando el piso quedándose en silencio unos segundos. Levantó la mirada y volvió a hablar, mirando a Soobin—. ¿Por qué no me dijiste que me miraba? Jamás lo noté.

Jay podía ser callado en frente de todo el mundo, pero con ellos llegaba a ser tan histérico e insoportable como Soobin.

—Esperaba que te dieras cuenta idiota, pero eso jamás pasó y yo me olvide. 

Jay parecía querer matarlo, así que Sunghoon decidió hablar. 

—Sería normal que el chico no te quiera después de eso, pero jamás lo sabrás si no hablas con él. Quién sabe, puede que hasta siga interesado en ti, pero debes averiguarlo, y creo que sabes cómo hacer eso, ¿no? —le preguntó Sunghoon. Jay simplemente asintió, pensando qué le diría al chico cuando lo viera.

—Ahora te toca a ti Sunghoon, ¿qué fue ese "eres interesante" y ese coqueteo? Eso es raro en ti, jamás te habías interesado en nadie.

Sunghoon miró a Soobin y le sonrió burlón.

—Secreto. 

Rápidamente tomó sus cosas y corrió, ignorando los gritos de sus compañeros. Debería contarles lo que sucedió ese día, pero no quería hacerlo. La dulce voz del chico y lo lindo que se veía, quería mantener ese recuerdo para sí mismo. 

"Demonios, quiero escucharlo cantar otra vez." 

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