• Jueves •

Día 8: AU

Aquí Ryan y Min-Gi no son amigos de la infancia.

Basada en la canción Jueves de La Oreja de Van Gogh.

—💙❤—

Era un día de la semana como cualquier otro de lunes a viernes en el que un joven coreano estaba listo para tomar el tren rumbo a la universidad. 

Aquella parte de esa rutina por más repetitiva que se le había hecho diferente cuando un chico japonés de lentes rojos y quien llevaba consigo una guitarra dentro de una funda a sus espaldas se subió en el último momento.

Dicho joven universitario llamado Min, quien en un principio no tomo mucha importancia cuando el otro joven ingreso al vagón justo antes de que las puertas se estaban por cerrar. Pero en el primer momento que el chico de la guitarra se sentó cerca de él fue donde sintió como una llamada de atención.

Tal vez esa apariencia de rockero le había resultado un tanto atractiva. Es decir, desde ese cabello castaño y desalineado crecido a casi la altura de sus hombros, hasta los rasgos faciales como esas delgadas cejas y esos ojos oscuros a través de sus lentes. 

Con solo mirarlo era imposible no sentirse casi hipnotizado.

Por supuesto, Min no intercambio ni una sola palabra con ese chico porque justo este último se levantó hasta bajarse del tren. 

En ese momento no supo su nombre, ni siquiera pudo escuchar su voz ya que estuvo callado en todo su trayecto, pero se preguntaba si alguna vez lo volvería a ver.

O si le hubiera hablado, pero ¿Qué le diría?

¿Qué le diría a alguien quien apenas lo acababa de ver y solo se había sentado a su lado?

Además ¿Ese chico le respondería? ¿Le hubiera dicho su nombre?

¿Y si sería capaz de fijarse en un sencillo chico nacido en Canadá y de padres surcoreanos que no suele relacionarse mucho con las personas teniendo una aburrida vida de un estudiante de finanzas y trabajando horas extras para pagar sus estudios en un restaurante del cual lo odiaba? 

De cualquier forma, tal vez no lo volvería a ver. 

...

De nuevo estaba ese chico guitarrista en ese mismo vagón, pero está vez lo tenía en el asiento del frente.

Min-Gi se encontraba un poco más arreglado de lo usual y no quiso darse pretextos del porqué. Lo único que había cambiado de hecho es que no llevo puesto su chaqueta azul grisácea que siempre suele tenerla junto con una camisa blanca con el botón en el cuello. En su lugar fue una camisa azul sin abotonarse el primer botón como suele hacer, y claro que no era un detalle muy distinto que digamos. También se arregló mejor el cabello y eso le pareció suficiente.

No estaba del todo seguro si con esos detalles al menos lograría llamar un poco su atención. Cuando lo miraba, lucia tan tranquilo y sonriente pero esta vez intentaría no mirarlo demasiado pese a tenerlo de frente. 

Desvió en breve su mirada cuando una chica pelirroja con lentes se sentó a su lado mientras masticaba una cebolla como si fuese una manzana.  Y claro, no pudo evitar hacer una mueca de asco, al menos con eso no se quedaría mirando demasiado al joven de la guitarra. O eso fue hasta que lo escucho bostezar, y su atención fue de nuevo a él.

¿Acaso le resultaba alguien aburrido?

¿O solo se encontraba cansado?

El otro chico termino de bostezar y su mirada estaba posicionada de frente. 

Y Min se sentía encogerse hasta hacerse pequeño.

¿Qué era lo que tenía ese chico que solo lo ha visto un par de veces cada vez que tomaba el tren?

Podría jurar que al menos lo vio sonreir, rápidamente Min cerró sus ojos y al abrirlos el chico ya estaba mirando hacia el otro lado. Se dío cuenta que una chica de cabello corto y ropa grisacea del cual el chico le saludo al nombre de Kez, y ella también lo hizo pronunciando el nombre de aquel.

Ryan, el chico de la guitarra se llama Ryan.

El nombre le resutó bonito, no pudo evitar el querer mencionarlo.

—Ryan. —Min menciono en voz baja pero, reacciono en un manojo de nervios que aún lo tenía en frente y éste lo volvió a mirar.

Maldición, ¿Cómo rayos reaccionará si un desconocido menciona tu propio nombre así de repente?

No pudo evitar sentirse como un chico de lo más tonto, se quiso morir en ese instante que no le quedo de otra que levantarse de su asiento e irse a otro un poco más lejos.

...

El pasar de los días lo seguía encontrándose.

Está vez, y con tal de evitarse la verguenza del otro día, Min se sentó un poco más distante de Ryan.

Con tal de buscar otras alternativas de mantener su mente distraída recordó que tenía su estilófono de bolsillo, siempre lo tenía llevando para matar el aburrimiento y lo tuvo desde que era un niño. No lo suele usar mucho cuando viaja en un transporte público, pero es lo único que lo podría mantenerse ocupado.

Al rato de estar tocando ya su mente se sentía un poco más en calma.

Con todo eso, no se resistió al ver de nuevo a Ryan si seguía en el vagón y justamente aquel estuvo a punto de bajarse. No sin antes mirar en dirección hacia Min-Gi e hizo un saludo moviendo la mano mientras sonreía.

No se encontraba seguro si lo estaba saludando a él o a alguien más quien se encontraba y no se daba cuenta. Min se señaló con su dedo para estar seguro y vio como Ryan asistió y seguía sonriendo, para luego verlo bajarse.

Tal vez no logro hablarle, pero es bueno saber que lo saludo.

...

Al principio fueron saludos mediante expresión corporal, siempre sentándosé cerca el uno del otro e intercambiando miradas silenciosas. Ninguno de los dos estuvo dispuesto a tomar iniciativa y romper el hielo.

Era raro que pesé a que ninguno intercambio palabras debidamente, ya se reconocían con solo verse. Así fue en el siguiente par de meses.

Un día Min no había tomado el tren y Ryan lo notó, admitió que el vagón en el que generalmente suele ingresar para tomar el tren se sintió un tanto vacío ese día porque estaba dispuesto a hablarle.

Ese día lo ha extrañado mucho.

Y finalmente fue un jueves, que parecía un jueves como cualquier otro, ya estaba de vuelta.

En ese vagón no había tantas personas de lo habitual, aparte de Min y Ryan. 

También está la adolescente pelirroja que habían visto en uno de sus primeros encuentros, está vez venia acompañada de un perro de raza corgi entre su regazo. Y por suerte, no estaba comiendo una cebolla.

A su lado otra chica de su misma edad y muy parecida en el aspecto físico pero cuya aparciencia era muy diferente tanto por su cabeza rapada como por su vestimenta. Se encontraba junto con un chico castaño y chaqueta de colores azul con amarillo, ambos estaban mirando desde el celular de aquel último unas fotos de un ciervo con gafas de sol.

En el otro lado venían un par de jóvenes de la misma edad que Ryan y Min, uno de ellos era causcásico y de cabello rubio con una corta cola de caballo, su compañera es una chica de tez morena y cabello con rastas cortas. Aquel par estaban conversando de algo con Ryan, esté parecia estar rechazando amablemente, y uno de ellos no lo tomó tan bien.

A un par de asientos cerca de Min, habia una niña de unos seis años rubia de cabello largo y despeinado. Se encontraba abrazando un peluche de un gorila color purpura, y teniendo puesto una mochila con forma de capazón de tortuga. Al verla, se preguntó dónde rayos estaba alguno de sus padres y qué hacía sola en el tren.

Fue cuando se salió de sus pensamientos cuando una voz resonó su atención.

—¿Está ocupado ese asiento? —Min dirigio su vista y no lo podría creer quien lo hablabá en ese momento. 

Era Ryan, estaba hablando.

—Emm, no. —intentó no murmurar demasiado, le ofreció el lugar desde luego. —Adelante.

Ryan se sentó a su lado, con su guitarra guardada en un estuche sosteniéndola en el espacio entre sus piernas. Al final procedieron a dar el paso.

—Entonces. —alargo la vocal "e" por unos segundos. —Ayer no te he visto, o al menos creo que soy el único en notarlo.

Min se quedó impresionado ¿Ryan se preocupó por él acaso?

—Me surgió algo en el trabajo, y tuve que cubrir el turno de la mañana perdiendo una de mis clases. —comentó disgustado.

—Ya veo. 

—Oye, creo que no nos presentamos de la mejor forma. —Después de mucho tiempo, Min se armó de valor para ya por fin hablarle. —Mi nombre es Min-Gi.

—El mío es Ryan. —pronuncio seguido de una sonrisa. —De hecho ya habrás escuchado mi nombre.

—¿En.. enserio? —aún no pudo sacarse de la cabeza ese vergonzoso momento de hace un tiempo. —Siento por eso, debí haber saludado de una mejor forma. 

—Está bien, no te culpo por eso.

Ambos chicos no pudieron soltar una ligera risa, tomando ese asunto con algo de humor.

En un momento a otro comenzaron a conversar, Min ya no se sentía tan nervioso como hace casi unos meses de haberlo visto. Poco a poco empezaron a hacerse preguntas para sacar un poco la curiosidad.

—¿Y estás en una banda? Ya que siempre te veo llevando esa guitarra.

—Ojalá. —respondio Ryan. —De hecho, tocó en algunos lugares del centro de la cuidad, pero no he tenido tanta suerte hasta ahora. 

—¿Y esos chicos que te hablaron hace un rato? 

—Me propusieron entrar a una academia con una beca incluida, creo que se llamaba Apex, o algo así, pero la verdad es que estudiar en una academia no es mi estilo. —espero que no lo hayan escuchado, apenas los miró y el rubio tenía el ceño fruncido. No lo tomaron tan bien, sobretodo aquel sujeto. —En fin, el otro día te escuche tocando el estilófono. Y suena genial como lo tocas.

—Gracias, aunque es más un pasatiempo. — Min se sintió alagado con esa última frase.

—Tal vez podría considerar el formar una banda contigo, y ensayar algún día si te parece.

—Sería genial.

Poco a poco, la charla fluía tan bien que a Min no le importó si llegará tarde a su clase, o si Ryan tenía que bajarse en donde siempre lo hacía. 

De pronto Ryan hizo el siguiente comentario.

—¿Sabes Min-Gi? Sé que no te conozco, pero ayer cuando no estabas, este vagón se sintió muy vacío. —dijo con total honestidad. —Y después de que tome este tren por primera vez, lo hago más que nada para verte. 

Min-Gi encontraba impresionado, de verdad se quedó sin palabra alguna ante lo que Ryan le acaba de decir. No hacía más que sonrojarse y desviar su mirada.

Desde la primera vez que se vieron, no dejaron de pensar en el otro. 

Volvió a enfocar su mirada en Ryan, está vez mostrándose con una sonrisa. Cada vez que lo miraba y ahora al tenerlo cerca suyo, todo parecía tan distinto. Es como si su aburrida vida había cambiado y por fin estaba dando sentido.

Por un momento ignoraron todo su alrededor. Poco a poco la mano de Ryan se acercó a la de Min, los dedos de ambos se entrelazaron. 

—También extrañe verte, Ryan.

De pronto, todo se hizo oscuro en un momento cuando pasaron por un túnel.

Todo parecía tan bien, hasta que una explosión sonó no muy lejos de donde estaban.

—¡¿Qué fue eso?! —grito la niña con mucho miedo.

La fuerte explosión preocupo a los pasajeros, incluso el corgí empezó a ladrar muy fuerte.

—Atticus, tranquilo. —su dueña le habló, sabía que algo no estaba bien.

—¡¿Quieres callar a ese estúpido perro?! —el chico rubio grito.

—¡Oye, no le grites a Tulip! —la acompañante quien resulto ser la hermana se puso a la defensiva.

—Simon, solo es un perro. —Grace, la amiga del joven mencionado intento apaciguar.

—Si, un perro que no cierra el hocico en un posible ataque. 

—¡Acaba de ocurrir una maldita explosión y tu solo me gritas porque mi perro ladró! —está vez la chica pelirroja con lentes se veía molesta con él.

—Oigan, creo que no es un buen momento para discutir. —intervino el chico que acompaña a ambas pelirrojas.

—¡No es momento para nada Jesse! —su amiga lo grito.

—Lo siento Lake, pero solo intento calmarnos un poco.

—¡Pues ese idiota no tiene razones de gritarle así a Tulip!

—¡¿Lo vez Grace?! ¡¿Ahora se atreven a decirme idiota?! —la chica mencionada no supo que decir, por más que fuera su amiga, esa discusión no llevaba a nada.

Ryan y Min se mantuvieron lo más cerca de donde se encontraban e ignoraron todo su alrededor que no sabían que hacer para salir o pedir ayuda, pero no les importo meterse con los demás pasajeros quienes discutían por algo que no llevaba a nada. 

Llegó una segunda explosión, Min notó que Ryan ya no estaba cerca suyo por la oscuridad, pero juró haberlo escuchado y sentir que se había caído sentado por un instante.

—¡¿Ryan?! —Extendió sus manos esperando encontrarlo a su alrededor.

De pronto pudo sentir que entre sus manos llegó a tocar el rostro de alguien.

—¡¿Min?! —se levanto, y hasta que escucho aquella voz se sostuvo de sus hombros.

—¡Si! —sonrío aliviado al reconocer la voz de aquel guitarrista que lo tiene tan enamorado, pero aún seguia preocupado por lo que estaba pasando. —Por favor Ryan, no te apartes de mi ahora. 

—¡Esta bien Min, no me iré a ninguna parte! —se lo escuchaba igual de preocupado, así como también acerco sus manos de la misma forma, y sintió esas mejillas tan suaves como esa voz que le trae calma. —Estoy contigo.

Por primera vez en toda su vida, Min nunca llegó a sentirse de esa manera hacia alguien a tal punto que algo había cambiado en su vida. Es una lástima que esta podría ser o no, la última vez en que podría estar así, y de ser así había una cosa que hace tiempo estaba dispuesto a hacer.

—Ryan. —le habló.

—¿Sí? ¿Qué ocurre? —sonó muy preocupado.

—Yo —pensó por un momento. —no se si debería hacer esto.

—¿Qué cosa? 

Este no era el escenario que quería Min para que pudiera darse el valor, y abrir sus sentimientos por Ryan. De todas formas, mando al carajo sus inseguridades de una vez por todas y lo beso.

Ya no tuvo timidez para hablarle a Ryan, ni en sólo mirarlo en silencio o sí él también lo quería de la misma forma hasta cuando se dio cuenta en el momento de ser correspondido.

La luz regreso por un momento, ambos chicos no querían romper el beso por nada, pero sabían que no era el mejor lugar ni el momento. Pudieron separarse en breve sólo para mirarse.

Otra explosión que se sintió más cerca los dejo mucho más aterrados que el primero. Notaron la presencia del humo que poco a poco entraba.

Nadie dentro del vagón sabia que hacer al estar atrapados y más que quedarse en donde estaban junto con quienes tenían más cerca, con miedo e incertidumbre de si saldrían vivos o no.

Tulip consoló a su perro Atticus acariciando suavemente su cabeza, miro hacia donde estaba a su lado Lake quien estaba cerca de su amigo Jesse, ambas intercambiaron miradas de preocupación y tristeza. Jesse miró una vez más en la pantalla de su celular una foto de él y su hermano menor pensando que no vería si no llegaba a salir de esta.

A su vez, Grace notó que una niña pequeña pregunto si podría abrazarla ya que tenía mucho miedo a tal punto que lloraba y perdió su peluche en la primera explosión por el susto. Su compañero Simon se encontraba abrazándose a sí mismo y notando que era el único pasajero que no estaba siendo acompañado en un momento así, vio como Grace se distancio de su lado para consolar a una niña que ni siquiera la conoce.

Antes de la última explosión, Ryan abrazo a Min con todas sus fuerzas y sólo podría decir cuando lo quiere a tal punto de no querer soltarse de él por nada del mundo.

Y Min, entre lágrimas y al sentir como su corazón latía al tenerlo tan cerca, termina entregándole el último soplo.

—❤💙—

Solo a mí se le ocurre terminar una week matando a todos 😀

Esto sería un intento de AU donde Ryan y Min no fueran amigos de la infancia pero se conocen en un tren común y corriente del que se ven cada tanto hasta que se terminan enamorando el uno del otro.

Me sorprende que nadie hiciera un fic o un one shot de Infinity Train con esa canción. 

Y así termina este libro porque me mate un mes haciendo esto, y no quiero volver a hacer otro coso como este porque lleva tiempo y hay que tener la suficente inspiración como fuerza de voluntar. Si hubó partes que me quedaron muy flojas en escritura, un día las editaré o no sé.

En fin, muchas gracias por leer, y nos vemos💖💙 

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