viii.
Kate cocinaba unos waffles junto a la señora Wheeler, al terminar unos cuantos, se dirigio a la mesa. Coloco uno para Holly y dos en otro plato. Lo dejo cerca de la pelirroja, quien estaba dibujando algo.
Max levantó la vista y le dió una sonrisa en modo de agradecimiento a Kate. Amaba sus waffles, amaba todo de ella aun que no se lo dijera.
Mientras le pasaba un crayon color negro a Max, vio como una asustada Nancy subía desde el sótano, con Dustin detras. Ambos suspiraron tranquilos al ver a las dos chicas en la mesa.
—Buenos dias, ¿todo bien? —le dijo su madre a Nancy. —Me parece muy tierno que hagan este tipo de actividades.
—Podrían pasar el tiempo en otra casa, para variar.
—Cállate, Ted —respondio Karen, y luego se dirigio a Dustin. —Sabes que eres bienvenido, las chicas tambien. ¿Quieres waffles? Los cocinamos con Kate.
—¿Kate?
—¿Por que suenas sorprendido, Dustin? —le preguntó a su amigo.
—No sabias que podias cocinas y no quemar la casa en el proceso —le dijo gracioso.
Ella se rio sarcasticamente mientra le sacaba el dedo del medio, sin que los adultos la vieran. Dustin puso su mano en el pecho con exageración, como si le hubiera dolido ese acto.
Le dio su asiento a Nancy, y se dirigio a el de rulos al ver como probaba el desayuno.
—¿Están ricos? —preguntó, entrecerrando sus ojos.
—Demasiado —asintió con la boca llena. —Te subestime, Kat.
—Siempre lo hacen.
Caminaron de vuelta a la mesa hacia donde las dos chicas conversaban y acomodaban los dibujos.
—Son partes de una casa…
—Y no cualquier casa —les avisó Nancy. —Es la casa de Victor Creel.
—¿A donde vas? —preguntó Dustin.
—Despertaré a los demas —avisó, antes de desaparecer por el pasillo.
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Todos desencieron del auto de la chica Wheeler, Kate se ubicó al lado de su hermana, quien tomo su mano con cuidado y se dirigieron hacia la mansion abandonada.
Cuando lograron entrar, luego de sacar maderas y de que su hermana encontrara la “llave”, todos ingresaron.
Todos encendieron sus linteras, y vieron el reloj que Max señalaba.
Kate escucho el sonido del reloj, volteo asustada hacia atrás y miro el reloj de nuevo. Era imposible que andara, tenia demasiados años en esa casa.
Steve y Robin la observaron de reojo, Kate no era de asustarse, ademas nada habia sucedido. Solo estaban observando ese reloj viejo.
—¿Que tiene ese hechicero con los relojes? —pregunto Steve confundido. —¿Podrías ser alguien que hace relojes o algo así?
—¿En serio, Steve? —lo miro la castaña.
—Yo solo sé que… aquí hay respuestas. En alguna parte —comunico Nancy. —Bueno, todos quédense en parejas. Robin, subamos.
Su hermana hizo un gesto de afirmacion hacia la chica Wheller, antes de diriguirse a ella. Y decir: —Cualquier cosa, grita.
—Claro, Rob.
Max tomó su mano y las diriguio hacia alguna parte de la casa, dejando a los chicos solos y en grupo.
Las chicas enamoradas entraron a lo que era la sala de la familia Creel.
—Ojala ese casete durara mas —comentó Kate, al ver como Max iniciaba la cinta de nuevo.
—Cuarenta y seis minutos no estan mal —afirmó ella. —Tenemos otras preocupaciones. ¿Como que tál que, al escuchar esto una y otra vez, termino harta, y luego ya no es mi cancion favorita? ¿Seguirá funcionando? ¿Kate Bush va a perder sus poderes mágicos?
—¿Kate Bush? Jamás —nego divertida la castaña.
—¿Te gusta Kate Bush?
—Por supuesto que me gusta, aun que solo conocia la cancion Babooshka y ahora Running Up That Hill —confesó con un sonrojo.
—¿En serio? —preguntó con una sonrisa Max.
—Si, y la amo mas un por que te salvo la vida —aclaró. —Derrotaremos a Vecna antes de que quiera meterse contigo de vuelta.
Tomó la mano de la pelirroja y la llevo hasta un piano que habia alli.
—Podría tocarla si es que justo se para la musica —tocó las teclas de piano y trato de imitar el sonido de la cancion. Se escucho un fuerte y feo ruido, logrando que ambas chicas rieran.
—Realmente extrañaba tus boberias —admitio la pelirroja con una sonrisa.
—Y yo extrañaba tu sonrisa —se giro hacia ella.
El calor subio por las mejillas de Max, giro su rostro, tratando de que Kate no lo notara. Se obligó a mirarla de nuevo, cuando sintio la suave mano de Kate en su menton.
—Extraño todo de ti, Max —soltó su menton cuando se aseguró de que tenia su atención. —Tu risa, tus sonrojos, tus caricias, a tí.
—Si quieres podemos intentar…
Se interrumpio a si misma al ver como su walkman avisaba que el casete estaba listo para escucharse de nuevo. Se acobardo al decirle a la chica que estaba frente a ella, que queria que lo intentaran otra vez, pero solo si Kate aceptaba el riesgo de que podria morir en cualquier momento.
—Listo. Haz tu magia, Kate.
—Las Kate te salvamos, ¿te diste cuenta? —comentó con gracia, mientras sonreia.
—Me encantan las Kate, pero en especial tú —la miró con una pequeña sonrisa y un nuevo sonrojo. —Y antes te decía… que si aceptas, solo si aceptas tomar el riesgo de que poblablemente mañana o quien sabe cuando muera… podriamos intentarlo, lo nuestro.
La castaña soltó un pequeño chillido luego de que se pellizcara el brazo, sentia como si estuviera en un sueño y si era uno, no queria despertar nunca.
Una sonrisa llena de ilusión abrio paso en su rostro: —¿Lo dices en serio?
—En serio, solo si aceptas el riesgo…
—Si ¡Si! Lo acepto —tomó su mano emocionada. —En lo que me concierne, nada malo te pasará.
Mayfield estaba por contestarle, pero antes de que pudiera. Ambas notaron como una luz parpadeaba, luego se apagó y otra empezo a hacer lo mismo. Siguieron el camino de luces, que las guio hacia el pasillo principal, se econtraron con los demas y todos juntos terminaron en donde era el comedor, obervadando el parpadeo.
Cuando Nancy dio la indicacion de que todos apagaran las linteras y se separaran por la casa, todos lo hicieron, algunos sin saber bien el por que.
Kate estaba en el segundo piso, había subido junto a su hermana y Steve.
Dejó de caminar cuendo vio como su linterna se prendia, sin que ella la prendiera, aguntó la respiracion al ver como la luz se intencificaba. Pegó un salto al sentir una presencia detras de ella. Se volteo con rapidez, pero no habia nada.
—Katerina…
—¿Robin? ¿Steve? —preguntó temerosa, hacia la oscuridad.
Ninguno respondio a su llamado, comenzo a caminar por el pasillo para buscar a sus hermanos o amigos. Su grito resono por toda la casa, junto al grito de Robin y Steve.
—¡Kate! —ambos gritaron asustados por su grito.
Ellos habian tocado su hombro, logrando que casi le diera un infarto.
—¡¿Donde estaban?! —los regaño, aún asustada. —Los llamé hace un rato, ninguno contesto. ¿Me estaban llamando tambien?
—¿Que? No, no —nego su hermana, camino hasta llegar a ella y abrazarla. —¿Estas bien?
—Si, si… fue solo un susto. Creí haberlos escuchado.
Max subio las escaleras con rapidez al escuchar su grito, llego a su lado y la miró con preocupación. —¿Estas bien?
—Sip —asistió, para que no se preocupara. —Falsa alarma.
Después de eso, Max se quedó con ella, hasta que despues de un rato, su hermana les informo que lo “tenia”. Todos se juntaron con los mayores y siguieron a Harrington, quien ahora tenia su linera super iluminada.
Llegaron hasta el atico de la casa, donde habia un foco parpadeando lentamente, las linternas de todos comenzaron a parpadear tambien.
Se cubrieron sus rostros cuando los cristales empezaron a explotar, algunso golpearon las mejillas de Kate y Dustin, abriendo unas pequeñas heridas. El foco mas grande tambien explotó, logrando que la oscuridad los invadiera.
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