vii.
Luego de ir a casa de las mujeres Mayfield y que Max hablara con su madre, según lo que ella dijo. Kate se dio cuenta que mentía, y todos en el auto también. Max salió con la respiración agitada de su casa, como si algo hubiera pasado. De todas formas ninguno la presionarían.
—Gira aquí —hablo la pelirroja de repente.
Steve siguió sus órdenes y giro, hacia el cementerio de Roane Hill. Kate la miró, mientras hacia que sus meñiques se tocaran un poco. Recordaba la pelea que tuvieron hace menos de dos horas, quería pensar que lo que Max le había dicho era solo por protegerla. Pero Kate no quería ser protegida.
Cuando vio como la pelirroja salió del auto, con rapidez la siguió.
—¡Max!
—Kate, vuelve al auto —hablo sin mirarla.
—Solo espera, por favor.
—Vuelve al auto.
Kate la tomo del brazo con suavidad, ambas dejaron de caminar, y se quedaron frente a frente.
—Sé que paso algo con tu madre, en tu casa —aclaro la castaña. —¿Fue Vecna?
—Estoy bien, Kate. Ya te lo dije —contestó con un sonrisa falsa. —Tanto cómo puedo estarlo al saber que este puede ser mi último día con vida.
—Max... no tienes que fingir conmigo —dijo con suavidad.
Mayfield la miró con dolor y amor a la vez, sentía que todo lo que callaba, todo lo que sentía la iba a consumir, y comenzaba a hacerlo, lentamente. Quería poder decirle a Kate que la ama con locura y que quería que ambas dejarán ese pueblo. Aún que solo tenía quince años, sentía que todo era demasiado doloroso para ellas...
—Si, lo sé —respondió con simpleza.
—Entonces, ¿por qué sigues fingiendo y tratando de alejarme todo el tiempo? —exclamó con frustración. —Y por favor, no digas que es para protegerme, porqué no quiero que me protejas. No lo necesito —metió la mano en el bolsillo de su falda y saco la carta. —Sabes, no necesito una carta. ¡No la quiero! Lo único que quiero es que puedas hablar conmigo, con los demás. Todos estamos aquí, Max. Yo siempre estaré aquí.
—Espera en el auto. No tardo.
Kate miró hacia el suelo, con un puchero en sus labios y lágrimas a punto de derramarse. Sentía como si no fuera suficiente para ella. Quería ayudarla, pero pareciera que Max no quisiera su ayuda, y tal vez no debería seguir insistiendo...
Steve observó a su hermanita, se veía decaída. Salió del auto y camino hacia ella.
—¿Podemos hablar, Kate? —habló suavemente, agarrando su mano.
Ella solo asintió y camino detrás de el, aún sosteniendo su mano. Se sentaron en unos asiento que había más atrás y al principio ninguno emitió ningún sonido. Hasta que él habló.
—¿Quieres contarme que sucede?
Kate lo miró, no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran. Quería ayudar a Max, pero tampoco quería parecer desesperada por atención o algo parecido. Tenía miedo de contarle la verdad a Steve y que le dijera lo mismo que su madre hace unos meses. "No seas exagerada, Katerina. El amor no dura para siempre, y de seguro Max simplemente se cansó. Es difícil seguirte el ritmo, cariño"
—Kate... —el chico tomo su hombro, sacándola de sus pensamientos. —¿Estás bien?
—¿Soy muy intensa, Steve? —preguntó, su voz era baja. —¿Debería ser más tranquila? Cómo las demás chicas de mi edad...
Steve la miró triste, sabía cómo era la madre de las Buckley. Hacia comentarios inútiles, solo lograban entristecer a las hermanas. —No, no. Kate, no digas eso. Eres muy especial, tienes que ser tu misma. Sin importar lo que los demás digan, lo que tú madre diga...
—No puedo no tomarle importancia a lo que mi madre dice —expresó, respirando profundo. —Es mi madre, la amo. Pero no sus comentarios... —él estaba por contestarle, pero sin dejarlo hablar dijo: De todas formas, ya pasará. Siempre pasa. Max ya está tardando mucho, ¿no crees?
Se levantó y camino hacia donde estaban Lucas y Dustin. Harrington soltó un suspiro mientras la veía caminar, y trataba de ignorar esa charla. La charla de expresar lo que sentía, lo mal que se sentía.
—¿No creen que ya tardó demasiado? —habló hacia los muchachos.
Steve llego detras de ella, miro su reloj y luego hacia el lugar donde la pelirroja se encontraba y dijo: —Si, ya fue demasiado tiempo.
Ambos comenzaron a caminar hacia la pelirroja.
—Chicos, denle su tiempo.
—Ya tuvo su tiempoo, Lucas.
—Iremos por ella, ¿okay? —hablo el mayor. —Si quieren demandarme, de acuerdo.
Los otros dos se miraron y soltanron un suspiros, ambos resignados, era imposible tratar de que esos dos hagan algo que no quisieran.
Katerina miro el cuerpo de la chica que le gustaba, se encontraba totalmente quita. Le recordo a cuento entro en trance en la escuela la noche anterior y un escalofio subio por su espalda.
—¡Max! Es hora de irnos, ¿si?
—Max...
Tomo la mano de la chica al ver que no reaccionaba, comenzaron a moverla para ver si reaccionaba como la ultima vez. Al ver que no funcionaba, Steve comenzo a gritarle a Dustin y Lucas, mientras que Kate llamaba a la chica Mayfield, tratando de lograr que la escuchara.
—¡Max, despierta!
—¡Max! ¡Por favor!
Steve empujó a Dustin a la vez que le decia que llamara a las chicas mayores, para ver si habian averiguado algo mas.
Mientras tanto, en la mente de Max...
Luego de terminar de leer la carta que le habia hecho a su hermanastro, Billy. Fue cuando todo cambio, el aire se volvio frio y neblica comenzo a salir por todos lados, hasta que lo escucho a él...
Comenzo a correr cuando se encontro con Vecna, trataba de huir de él. Aun sabiendo que no lo lograria.
Frenó sus pasos, agitada,mientras giraba hacia sus costados y gritaba: ¡Kate! ¡Kate!
—¡Dustin! ¡Lucas! Kate, ¡por favor, ayúdame! ¡Te necesito!
Neblina roja empoz a aparecer de repente, comenzó a seguirla, hasta que llego a un lugar, repleto de torres de priedras, lleno de neblina.
Mientras, en Hawkins, Kate buscaba el casete de la cancion de Kate Bush, "Runnin Up That Hill". Coloco los audifonos en sus orejas, a la vez que le decia a Steve que le diera play.
La cancion se escuchaba suavemente, mientras que Venca se acercaba a ella, pudo ver como se habria un circolo entre el cielo. Logró ver a sus amigos y a la chica de sus sueños. Todos gritaban su nombre, mientras ella habia empezado a flotar.
Miro al monstruo frente a ella y cerro los ojos, sumergiendose en sus recuerdos mas felices.
Cuendo conocio a Kate...
La chica Buckley estaba habrienso su casillero, que se encotraba a dos pasos del de la pelirroja, llevaba sus lentes de lectura.
Max se giro para cerrar su casillero, cuando vio a esa chica con rulos. Ella se giro al sentir una mirada fija en ella, cuando la vio...
Se acerco a ella y la saludo.
—Hola... soy Kate —se presentó, extendiendo su mano.
Max sonrio ligeramente y acepto su mano. —Soy Max.
Recordo cuendo conocio al grupo y supo que Kate formaba parte de ellos.
Recordo cuando fue al centro comercial con Once el verano pasado.
Recordo su primer beso con Kate.
Recordo cuando subian al techo y miraban las estrellas.
Recordo Hallowen con los chicos.
Recordo cuando ambas comian en la azote del colegio.
Recorod cuando se besaban...
Abrio los ojos y tiro de algo que salia del cuello del monstuo, logrando devilitarlo.
Cuando cayó al suelo, comenzo a correr hacia sus amigoa y su chica. Cada vez se enfocaba mas en la musica y sus recuerdos.
Rocas comenzaron a caer del cielo, probocados por Vecna, quien la miraba desde las escaleras. Max corrio y corrio hasta que todo se torno negro.
Kate vio como su pelirroja caia del aire y corria para sostenerla. Max solto un jadeo y la abrazo con intensidad mientras lloraba.
—¡Max!
—Tranquila, tranquila. Te tengo —trató de darle seguridad Kate.
—Estoy aquí... —susurró Max.
—Estas aquí... Crei que te perdia —hablo en voz baja y agitada Buckley.
—Sigo aquí... sigo aquí...
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