Luego de hablar con Lucas por el walkie talkie, se dirigían hacia la escuela donde de encontrarían todos.

—Siempre quise entrar de noche a la escuela —le contó a la pelirroja. —Aunque me da miedo a la vez.

Max la miró, mientras soltaba una pequeña risa y hacia que sus manos se rozaran. —No debes tener miedo, siempre que pueda te protegeré.

—¿Lo dices enserio? —la miró sonrojada.

—Claro —afirmó ella. —Te lo prometí el año pasado, Kate.

Allí murió la conversación, pues ya habían llegado a la puerta que daba paso a la oficina de la consejera.

Los nervios invadieron a la castaña al entrar a la habitación, y al ver que su pelirroja se dirigía hacia un cajón con todos los archivos de los estudiantes, se apresuró a llegar antes que ella.

—Yo lo hago —avisó con una sonrisa nerviosa.

Max frunció el ceño al ver cómo de repente se había puesto nerviosa, lo dejó pasar pensando que era porque le daba miedo la escuela de noche.

Kate tapo con su dedo su nombre que estaba en la carpeta, la anterior a la de Fred y saco la del chico antes nombrado. Sorprendida que de él también estuviera muerto y que haya tenido sesiones con Mis. Kelly.

—Oigan —llamó a los demás. —Fred también veía a la consejera.

Sacó la carpeta de Chrissy y de Fred, las acomodo en el escritorio de tal forma que pudieran leer el contenido de ambas carpetas.

La pelirroja comenzó a leer los "síntomas" que la consejera había visto en ellos cuando hablaban y se dio cuenta que ella también los tenía. Se dio vuelta al escuchar como Kate empezaba a respirar con rapidez, mas de la normal. Vio que ella también estaba leyendo lo mismo.

—Ey, Kate —toco su brazo Steve, su voz se escuchaba preocupada. —¿Estás bien?

—Si, si —asintió con rapidez mientras trataba de regular su respiración.

Max la miro con preocupación, Buckley asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa, haciéndole saber que todo estaba bien.

Siguieron leyendo el archivo de Fred, cuando Kate se dio cuenta que la chica Mayfield estaba demasiado quieta. Tocó su cabello, mientras se acercaba a ella un poco más.

—¿Max? —preguntó suavemente.

Steve y Dustin la miraron y siguieron su mirada, encontrándose con la pelirroja y sus ojos en blanco, parecía que estaba en trance.

—¡Max! —hablo más fuerte Kate, asustada por la chica.

Sacudió su hombro con rapidez, cuando Max salto en su lugar y sus ojos volvieron a la normalidad. La castaña la abrazo por los hombros al ver que había vuelto. Max le devolvió el abrazo asustada.

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Su hermana, junto a Nancy, ya habían regresado de la biblioteca y ahora estaban escuchando a la pelirroja sobre lo que había visto los segundos que se fue.

—Fue como si estuviera en trance o algo —contó Dustin. —Como dijo Eddie que le paso a Chrissy.

Kate le pegó en el brazo con fuerza al escuchar la última oración. Sabían que eso también le había pasado a la porrista, pero ella no quería imaginar que a la chica de la que estaba enamorada podría terminar muerta.

El de rulos se sobó su brazo mientras soltaba un quejido y miraba a su amiga pidiendo alguna explicación. Ella solo lo ignoró.

—Esa no es la peor parte —dijo Max.

Caminaron los seis de nueva hacia la oficina, donde los archivos aún estaban abiertos sobre el escritorio.

—Fred y Chrissy fueron con la consejera Kelly por ayuda —les informo a los demás la pelirroja. —Tenían dolores de cabeza. Dolores muy fuertes que no se quitaban. Y las pesadillas...

Todos observaron cómo hablaba sobre los síntomas que habían tenido ambos adolescentes antes de morir. La castaña escuchaba con nerviosismo todo lo que decía, como si ella lo estuviera viviendo.De cómo parecía que Vecina utilizaba traumas de ellos y los hacia recordar, una y otra vez. Hasta que todo terminaba. Morían.

—Chrissy empezó hace una semana. Fred, hace cinco días —Max dijo nerviosa. —Yo empecé hace cinco días —confesó ante todos, evitando la mirada de la castaña.

Kate se abrazó con fuerza, mientras cerraba su ojos y negaba con la cabeza. Steve la abrazó por los hombros con cariño, sabiendo lo que pasaba por la cabeza de la chica.

—No se cuento tiempo tenga, lo único que sé... es que Fred y Chrissy murieron menos de un día después de su primera visión —su voz tembló, mientras que sus ojos se cristalizaban. —Y yo acabo de ver ese maldito reloj. Parece que moriré mañana.

Una lágrima se derramo por la mejilla de la joven Buckley, la limpio con rapidez mientras sorbía su nariz. Max la miró con tristeza y miedo. No querían separarse más de lo que estaban.

Asustados, todos se giraron al escuchar un ruido del pasillo. Ninguno emitió algún sonido.

Vieron como Steve caminaba hacia la puerta, no sin antes tomar una lámpara que estaba a un lado. Los demás lo siguieron con lentitud, escuchando otro ruido de un pasillo.

Soltando gritos y saltos, vieron como Lucas aparecía corriendo del pasillo del que provenían los ruidos. Steve levantó la lámpara mientras gritaba asustado, pero la bajo al ver al muchacho.

—¡Cálmate!

—¿Lucas?

—¡Cálmate!

—¡Carajo! ¿Qué te pasa, Sinclair?

—Perdónenme.

—Idiota —soltó Kate.

—¡Casi te pego con esta lámpara! —le gritó Harrington.

Lucas siguió disculpándose, mientras intentaba regular su respiración. Explico que estaba así de agitado por haber venido en bicicleta.

—Kate, Dustin —los llamo mientras se acercaba a ellos. —Estaba con Jason, Patrick y Andy, y están fuera de control —les empezó a explicar con rapidez. —Tratan de capturar a Eddie y creen que ustedes saben dónde está. ¡Están en grave peligro!

—Okay, si. Eso no suena bien —contestó Dustin.

—Da igual, ahora tenemos peores problemas que esos idiotas —aviso Kate, mientras dirigía su vista a la pelirroja. Quien la miraba con preocupación.