ii.

Era un sábado cualquiera, en el cual Kate dormiría hasta tarde luego llegaría su hermana de trabajar con alguna película nueva y la verían hasta que su madre llegase a su casa. Simplemente eso era todo.

La noche anterior, cuando apenas se hicieron las doce de la noche, llamo a su mejor amigo, quien ahora vivía en California y lo felicito por su cumpleaños numero quince. Se pusieron al día de cómo era vivir allí como estaban las cosas en Hawkins, su relación con Max.

Will fue el segundo en enterarse de que Max había terminado con ella. Luego de que Robin se había ido de su habitación, llamo a la casa de los Byers y le contó todo al chico.

Eran las once del mediodía cuando de repente Katerina se levantó de su cama corriendo hacia el baño. Soltando un suspiro termino de hacer sus necesidades, sentía que no había orinando hace años.
Bajo hasta la cocina para sacar un poco de leche con cereales, cuando abrió la puerta para sacar un vaso, más arriba se cayó la harina y se esparció por todos lados.

—Mierda —soltó, antes de agacharse a buscar el paquete.

Cuando lo recogió del suelo, tuvo un recuerdo de hace unos meses en ese mismo lugar…

Risas se escuchaban en la casa de las Buckley, ni su madre ni hermana se encontraban en ese momento en su casa.

Solo Max y Kate.

Kate decidió mostrarle una receta de galletas, que había aprendido, a su novia.
Las dos quinceañeras estaba preparando toda la mezcla, guiándose de una pequeña lista que Buckley había hecho hace semanas atrás, cuando en un momento Max tiró demasiada harina mientras la batidora estaba funcionando. Logrando que todo el polvo saliera disparado para todos lados, manchando a ellas en el proceso.

Kate detuvo el aparato y se miraron, para luego soltar carcajadas al ver sus rostros.

—Mierda ¡Lo siento! —se rio Max, pasando un dedo por la mejilla de su novia.

—Descuida —le resto importancia mientras buscaba la escoba para barrer el piso.

Cuánto terminaron de limpiar el desorden y decorar las galletas con un glaseado rosa, color preferido de Kate, caminaron hacia el baño de arriba para limpiarse.

Kate se sentó en la mesa del baño, mientras que Max se para frente al grifo y lo abría, mojo una toalla de mano y con delicadeza empezó a limpiar el rostro de la chica que amaba.

Admirando todo su rostro, comenzó a besar sus pecas con lentitud, sacándole una risita nerviosa a la contraria. Maxine se alejó de ella y sin dejarla siquiera reaccionar, atacó sus labios.

Abriendo los ojos sorprendida, Kate le siguió el beso, atrayéndola hacia ella con las manos en la cintura. Metió sus manos debajo de la camiseta que la pelirroja vestía, logrando acariciar su cintura. Mientras que ella la acercaba, posicionando su mano en su cuello, logrando profundizar el beso.

Se separaron por la falta de aire y Kate soltó una risita al mirar el rostro de la pelirroja.

—¿Qué? —pregunto Max con una sonrisita, sin entender.

—Tienes harina por todo el rostro —aviso mientras limpiaba un poco su mejilla.

Mayfield se miró al espejo a un lado, antes de limpiarse con rapidez ella misma. Luego miró a Kate, tomó su mano y la dirigió a la habitación de su novia.

Allí pasaron el resto de la tarde, hasta que Steve llegó para recoger a Max y dejarla en su casa.

Saliendo de sus recuerdos, Kate soltó una pequeña risa recordando todo. Ese día se les habían quemado las galletas, pero las pudieron hacer otro día.

Extrañaba pasar tiempo con Max y no pelear en esos momentos.

Cuando estaba por sentarse a desayunar, escuchó como golpeaban la puerta de su casa con urgencia. Frunciendo el ceño se encaminó hacia el lugar para abrir la puerta.

—¿Dustin? —preguntó extrañada.

—¡Kate! Buen día —saludo con rapidez. —Ven con nosotros.

—¿Ustedes? —consulto con confusión, al ver solo al de rulos.

—Hola —saludó Max, cuando bajo de su bicicleta y llegó a la puerta.

—Necesitamos decirte algo —cortó Dustin las miradas que las chicas se daban.

Kate asintió mientras les daba paso para entrar a su casa. El de rulos y la pelirroja se sentaron en el sillón mientras que la castaña en un sillón frente ellos.

—Y bien ¿Qué tienen que decirme? —consultó levantando sus cejas hacia ellos, pensado que podría haber desayunado y volteo a su cama a leer algo.

—¿No viste las noticias? —preguntó Dustin con obviedad.

—A Kate no le gusta ver las noticias —respondió Max con rapidez. Aún que luego se arrepintió de haber hablado antes que ella.

Kate la miró y asintió con lentitud, para luego mirar a su amigo: —Lo que ella dijo.

—Asesinaron a Chrissy Cunningham —soltó Henderson.

La casa se quedó en silencio después de las palabras del chico, la pelirroja miro con cuidado a Kate, esperando su reacción.

—¡¿Qué?!

—¡Que la mataron!

—¡Si! ¡Te escuché la primera vez, Dustin! —avisó con los ojos abiertos.

Max le contó lo mismo que le dijo al le rulos cuando estuvo en su casa hace unos minutos atrás. Sobre que vio a Eddie junto a Chrissy en el tráiler…

—¿Eddie mató a Chrissy? —preguntó sin creerlo realmente, conocía Munson. El no podría matar a nadie, ni con esa altura que intimida.

—¡Por supuesto que no! —defendió Henderson.

—Por eso venimos a buscar, para que nos acompañes a buscar a Eddie —le avisó Maxine.

Luego de que Dustin explicará que necesitaba llamar a los amigos de Eddie y para eso también una computadora. Aún que Kate no había entendido ni la mitad de las cosas que le dijo, les comento que podrían ir al trabajo de Robin y Steve, dónde había una computadora.

Los tres adolescentes se dirigieron en sus bicicletas hacia el trabajo de los mayores.


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Abriendo las puertas en par, los tres ingresaron a Family Video.

—Hey, Steve —dijo Dustin al ingresar.

—¿Kate? —preguntaron al unison los mayores al ver a la castaña.

—Hola chicos —los saludó con una pequeña sonrisa.

—¿Ya vieron eso? —preguntó Steve, señalando el televisor frente a ellos.

—¿Cuantos teléfonos tienen?

—Mataron a alguien.

—¿Cuántos teléfonos tienen, Steve? —enfatizó Henderson.

Las chicas soltaron un suspiro, mientras rodaban sus ojos. Ninguno de los dos chicos se escuchaba. Hasta que Robin contesto la cantidad de teléfonos que tenían.

Dustin tiró su mochila por el mostrador, para luego treparse y pasar al otro lado, tirando unas películas en el proceso. Logrando que Steve se alterara más, diciendo algo de que recién las acomodaba.

Robin se giró de repente y busco una pequeña bolsa debajo del mostrador, para luego dársela a su hermana. Kate le agradeció dejando un pequeño beso en su mejilla para luego meterse dos chicles en la boca. Amaba esos pequeños chicles de colores que vendían allí y más porque los podía conseguir gratis.

Max miró con ternura a la chica Buckley, deseando ir y besar sus labios. Siempre que Kate comía chicles, ella le daba besos y dejaba un dulce sabor en sus labios.

—¿Qué haces, hermano? —dijo Steve con frustración hacia Henderson.

—Creando una base de operaciones —contesto mientras tecleaba con rapidez en la computadora.

—¿Base de operaciones? —cuestiono Robin mientras levantaba las cosas que había tirado Dustin, con ayuda de su hermana.

—Deja eso.

—¡No! ¡Lo necesito!

—¿Para que?

—Para llamar a los amigos de Eddie.

—Ah Eddie, ¿su amigo que es mejor que yo porque le gusta tu juego de nerds?

Kate se volteo hacia Steve y camino hacia el; —Yo nunca dije eso.

—Se que lo piensas —exclamó mientras asentía hacia su dirección.

—¡Ni siquiera se jugar Calabozos y Dragones! —se defendió, mientras le entrega uno de sus chicles con un sonrisita.

—Yo tampoco dije eso, Steve —reprochó Dustin levantando la vista.

La joven Buckley se rio de los celos de Harrington, dejo de reírse cuando este le dirigió una mirada.

—Oigan les juro, que si fuera lunes, podrían venir a divertirse, pero es sábado y es nuestro día mas ocupado —dijo estresada Robin. Realmente amaba a los chicos pero, aun que no pareciera, los sábados solían ser los mas ocupados.

Mientras que Dustin, Steve y Robin seguían discutiendo que los niños debían irse y Henderson defendiéndose que de era muy importante lo que estaban haciendo. Max vio con Katerina se dirigía hacia una pequeña parte de la tienda donde habían puesto casete y vinilos, para los que no quisieran un película.

Caminando lentamente hacia su exnovia, vio el empaquetado de un vinilo titulado “Crazy Little Thing Called Love” de Queen. Tuvo un pequeño recuerdo de su primer beso con Kate, En el cuarto de la Buckley. La extrañaba tanto. El día de ayer se había sentido tan mal en como la trato en la escuela, quería disculparse, pero aun no había encontrado el momento indicado o que ambas estén solas.

Antes de que pudiera tocar su hombre escucho como Dustin las llamaba, logrando que las dos chicas se dieran vuelta. Kate se sobresalto al ver a Max frente a ella, pero la pelirroja no se dio cuanta al estar mirando hacia el frente.

—¿Podrían explicarles? Mientras yo hago esto.

—¿Explicarnos que? —cuestiono su hermana mientras que todos se giraban hacia su dirección.

—Pues…

Las chicas comenzaron a explicarles lo que Mayfield había visto la noche anterior fuera de su casa y de cómo los tres estaban súper seguros de que Eddie era inocente.

Unas horas mas tarde, Kate se encontraba sentada en un banco con una mini pizarra en sus piernas. Ella miro a Dustin, quien negó con la cabeza mientras colgaba el teléfono y comenzaba a marcar otro número. Buckley menor resoplos, tachando otro nombre de la pequeña lista que habían echo para tratar de encontrar a Eddie Munson.

—¿Qué creen? Tengo una pista —anuncio Max al grupo.

—¿Es en serio? —se volteo Dustin con una sonrisa.

Kate y Robin también se giraron hacia la pelirroja, mientras escuchaban con atención algo sobre un tal Rick el Grifo que vende drogas y por supuesto Eddie se quedaba algunas veces con él. El  único problema era que era como una leyenda, nadie sabia realmente si se llamaba Rick o algo así.

—Pero la policía si —les dijo Steve mientras acomodaba unas películas.

—¿Qué? —contesto Kate mientras se sentaba en una silla.

—La policía —dijo como si fuera obvio, mientras se giraba y se apoyaba en el mostrador. —Oigan, por favor, si ese Rick el Grifo en verdad vende drogas, les aseguro, que lo han detenido alguna vez.

—¿La policía? —se levanto Dustin. —¿En serio, Steve? ¿Esa es tu sugerencia?

—Bueno, creo que en este momento deberíamos decirles lo que sabemos, lo que ocurre.

—Crees que Eddie es culpable, ¿no? —cuestiono Kate, mirándolo seriamente.

—Kat… creo que es inocente hasta demostrar lo contrario, eso está en la constitución —se defendió, mientras movía sus manos por el aire. —Pero no podemos descartarlo.

—Precisamente es lo que queremos hacer, Steve —hablo Mayfield ahora con obviedad.

Henderson le echo en cara diciendo que sabríamos realmente que había pasado si Harrington los ayudaba y dejaba de buscar una novia.

Robin se rio de lo que dijo el de rulos, miró a su hermana, quien parecía estar perdida en sus pensamientos. Kate había estado así desde hace algunas semanas, pero Nadia había logrado darle cuanta, solo Robin.

No quería abrumar a su hermanita con preguntas, una vez lo hizo y terminaron peleando entre ellas. Así que para que todos se calamar y para distraer a Kate. Se dio cuánta que el tal Rick de seguro había alquilado alguna película, entonces se pusieron a buscar entre doce Rick’s y las películas que había llevado. Logrando encontrar a uno que si tenían suerte, los llevaría a Eddie.

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