Capítulo 4
Chifuyu pensó en que probablemente sería mejor no pensar mucho en qué decirle a Keiko; cuando sea que ella le dijera que tiene libre saldría con ella.
Salió de la habitación de su amigo para buscar a Keiko; no sería difícil considerando que vivían en un apartamento. Sin embargo, ya no estaba en la cocina; ¿quizás estaba en su habitación? Justo junto a la habitación del mayor había una puerta, y había una gran posibilidad de que esa fuera.
Para no ser irrespetuoso, tocó un par de veces suavemente, esperando que alguien respondiera.
— La puerta está abierta. — se escuchó del otro lado.
Él abrió con cuidado, como si fuera Eva entrando al jardín del Edén y supiera que está en territorio prohibido; sí estaba en su habitación. Tenía un montón de fotos de todo tipo menos de personas, a excepción de su hermano, y en el suelo había infinidad de cosas para el cuidado de los gatos; todo eso sin contar que probablemente guardaba todo lo que necesitaba en su rutina diaria de un montón de tareas.
La chica, quien estaba ordenando unas cosas, lo miró al oírlo entrar.
—Ah, hola Chifuyu. — su voz dulce siempre lo ponía nervioso. — ¿Necesitas algo?
— S-Sí, bueno... — trató en vano de calmar sus nervios; según él se había preparado mentalmente para ser capaz de pedirle una cita a la chica. Y ahí estaba, sonrojado y nervioso sin poder ni siquiera mirarla a lo ojos adecuadamente, con la mirada en sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo.
— ¿Te sientes bien?
— No, digo.. sí; estoy bien. — le dio una sonrisa nerviosa que sólo la dejó a ella confundida. — La verdad... quería pedirte algo.... sólo si tú quieres.
— ¿Era sólo eso? Si tienes algo que necesitas que haga por ti, sabes que me gusta ayudar.
— N-No, no me refería a un favor. Yo quería pedirte.... una cita. — murmuró lo último.
— ¿Perdón? No te oí.
— Una cita. — volvió a susurrar.
— Lo siento, sigo sin escucharte.
— ¡Una cita! — se tapó la boca al notar que gritó. — P-Perdón, quería saber si tú quisieras tener... una cita conmigo.
— Oh, está bien.
— ¿En serio? — se sorprendió al escuchar su rápida respuesta.
— Claro, no veo por qué no; aunque hoy quizás ya es algo tarde.... dentro de dos semanas vuelvo a tener el día libre. ¿Te parece? — él asintió con la cabeza. — Entonces salgamos ese día.
— S-Sí... ¿quieres que venga a buscarte o...?
— Sería lindo de tu parte, además es mejor si eliges tú el lugar al que vayamos.
— Bueno... gracias por aceptar.
— No es nada, me gusta la idea de pasar tiempo con un amigo.
— Claro... — se entristeció un poco al escuchar la última palabra.
Una vez en su casa, Chifuyu se dedicó a empezar a planear todo lo que iba a hacer y decirle a Keiko; no podía arriesgarse a decir algo tonto frente a ella.
— ¿A dónde podré llevarla? — se preguntó. — Hay tantas opciones buenas.... pero no sé cuál será la adecuada. ¿Tú qué opinas, Peke J?
— Miau. (ni me importa)
— ¿Crees que deba llevarla.... a comer a algún lugar? ¿Eso es lo que tratas de decirme?
— Miau. (claramente no)
— Odio no hablar gato.
— Miau. (ok) — el gato se acostó en el suelo, donde antes estaba sentado.
— Peke J, presta atención; esto es bastante importante. Necesito encontrar el lugar indicado para llevar a Keiko y que pueda pasar un buen rato lejos de todo el estrés de su trabajo; ¿no piensas ayudarme? — el gato se estiró en su lugar para volver a acostarse, dándole la espalda al chico. — Sí, vaya ayuda me estás dando.
— Miau. (deja dormir)
— Olvídalo, tiene que haber algo... un lugar donde Keiko se pueda divertir y relajarse al mismo tiempo.... ¿qué clase de lugar podría ser? ¿Y por qué los mangas no me están dando la respuesta? — revisó la pila de libros que tenía sobre su cama y tomó uno al azar, revisando sus hojas una a una.
— ¿Miau? (¿por qué haces tanto ruido?)
— Un restaurante puede ser muy ruidoso o se puede aburrir.... no la voy a llevar a una fiesta, aún somos menores... en un cine tiene que quedarse quieta y eso le será difícil si lleva una vida tan movida.... tampoco sé si Keiko sabe bailar; podríamos tomar clases juntos... no, no creo que tenga tiempo para eso; sólo le estaría dando un compromiso más a su lista de cosas que hacer y tendría mucho más estrés. ¡Ah, no lo sé!
— ¡Miau! (¡ya estaba dormido!)
— Lo siento Peke J, no fue mi intención asustarte; es sólo que no logro decidir.... ¿a dónde llevas a una chica que sabe hacer de todo para sorprenderla?
— Miau. (ya me rindo) — el gato se levantó de donde estaba y empezó a buscar cualquier cosa para entretenerse.
Encontró la mochila de Chifuyu y empezó a rebuscar dentro de ella.
— ¿Qué haces Peke J? Deja mi mochila, ahí tengo mi tarea.
— Miau, miau. (no me hubieras despertado, hora de la venganza.)
Peke J sacó varias cosas de la mochila de Chifuyu, incluyendo su tarea, y luego pasó a sacar otras cosas como las que usó la vez en que ayudó a Keiko con su trabajo en el parque.
— Oh, creo que olvidé devolverle eso a Keiko.... lo haré uno de estos días si voy a casa de Baji-san. Deja de sacar cosas de mi mochila, Peke J, ese no es tu lugar para la siesta.
— ¿Miau? (¿y de quién es la culpa?)
— Ahora que lo pienso, jamás he visto a Keiko disfrutar del parque en sí.... o de ningún otro lugar; sólo se la pasa trabajando y nunca se toma el tiempo de respirar un rato y relajarse. Espera... podría llevarla a un lugar tranquilo como un parque para dar un paseo y que ella se relaje; trataré de hacer conversación con ella y si le da hambre podemos comprar algo rápido.....
— Miau. (ya empezó otra vez)
— ¡Que buena idea tuve! ¡Y es gracias a ti Peke J! Tú siempre sabes cuál es la solución a mis problemas, por eso eres el mejor gato del mundo.
💗 Así es, ¿cómo supieron que tengo el headcanon de que Chifuyu habla con Peke J como si fuera una persona?
Perdón por la tardanza ay, he tenido muchos problemas.
Besitos extra en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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