Capítulo 14: One for All

Completamente sonrojado, Izuku revisaba la herida de Ground Zero. Ni siquiera se atrevía a apartar la mirada hacia el rostro del héroe. Totalmente cohibido por todo lo que estaba sucediendo entre ellos, Izuku mantenía el silencio. Bakugo sonrió sutilmente sin dejar de observarle trabajar.

— No sabía que hoy estabas en consultas externas – intentó iniciar una conversación Bakugo.

— Bueno... no es que me gusten demasiado y la verdad es que suelen ser unos días aburridos. Lo que más viene son personas de la tercera edad más que otra cosa.

— Ya lo he notado. Tu sala de espera estaba vacía.

— No tener un quirk es lo que tiene. La gente prefiere esperar por otro médico con quirk. Supongo que es lo normal. Muchos aquí pueden curar con mayor rapidez que yo. Supongo que debo darte las gracias por haberme elegido.

— Eres médico, ¿no?

Izuku se quedó atónito ante esa respuesta. Bakugo solía insistirle en que era sólo un estudiante, pero hoy, había dicho la palabra médico como si nada.

— Además, eras tú el que llevaba mi herida desde el principio. Si debo elegir un médico para mi revisión, prefiero que seas tú.

— No esperaba que fueras tan...

— ¿Atractivo?

— Leal – sonrió Izuku terminando de curarle la herida –. Esto ya está. Puedes volver a ponerte la parte de arriba.

— ¿Vas a darme el alta? – preguntó Bakugo.

Izuku resopló. No es que estuviera perfectamente como para trabajar, pero si le denegaba el alta, estaba convencido de que Bakugo se tomaría la noticia realmente mal. Tras ponerse la parte de arriba de su traje, Bakugo miró a Izuku con total seriedad. Todavía con su antifaz puesto, aguardaba la respuesta tan deseada de su médico.

— Sabes que no puedo darte el alta en ese estado todavía – comentó Izuku con una sonrisa algo forzada, casi como si quisiera disculparse por la mala noticia.

— ¡Venga ya! – se quejó Bakugo –. Pero si estoy bien. Puedo trabajar perfectamente.

— Necesitarías descansar unos días y esperar a que las heridas terminen de cicatrizar.

— ¿Y no puedo hacer nada para convencerte de que me des el alta?

— No – comentó Izuku con seriedad.

Con una sonrisa que denotaba la aceptación de ese desafío en su rostro, Bakugo saltó de la camilla y se dirigió hacia Deku. Estaba dispuesto a lo que fuera con tal de que cambiase de parecer. Deseaba regresar al trabajo y terminar lo que empezó. Debía encontrar el One for All de su maestro All Might.

— Vamos, mírame, estoy perfectamente y puedo demostrártelo.

Izuku se sonrojó al sentir los labios del héroe en su nuca haciéndole cosquillas. Depositaba suaves y dulces besos que le hacían sonreír como un chiquillo.

— No, Ground Zero – susurró Izuku – no voy a darte el alta. Lo siento.

— Sí lo harás en cuanto te demuestre lo en forma que estoy.

Sin previo aviso y siendo girado bruscamente, Izuku no tuvo tiempo de reaccionar cuando las manos de Bakugo se pusieron en sus nalgas y lo impulsaron hasta dejarle sentado en la camilla donde antes había estado el héroe. El apasionado beso no se hizo esperar.

— No deberíamos hacer esto aquí – susurró Izuku.

— No tienes pacientes en tu sala de espera – recordó altaneramente Bakugo. Algo bueno tenía que tener toda aquella situación. Izuku no pudo ni supo responderle a eso, porque era cierto. Nadie esperaba a un médico sin quirk.

— Eso es cierto – se sonrojó Izuku – pero aun así, esto está mal. Eres mi paciente.

— Pues dame el alta – sonrió Bakugo.

— ¿Intentas sobornarme?

— ¿Y si es así?

— Entonces... invítame a una cena.

— ¿Y me das el alta?

— Sí – se quejó Izuku – te daré el alta, pero... con ciertas condiciones. No podrás hacer sobreesfuerzos.

— Me sirve mientras pueda volver a la misión.

— Vale. Firmaré tu alta médica pero quedamos esta noche para cenar.

— Claro, yo me ocupo de todo – susurró Bakugo –. Nos vemos más tarde.

Cerciorándose de que todo su traje estaba en orden y que llevaba el antifaz puesto, Bakugo se dirigió a la puerta. Una invitación a cenar con tal de conseguir el alta médica no le parecía en absoluto una idea descabellada. Deku le acompañó a la puerta. Al abrirla, Izuku sostuvo el borde con la mano, pero no pudo evitar observar la sala de espera frente a su puerta mientras Bakugo salía. La antes vacía sala, ahora estaba llena. La gran mayoría, por no decir todos, había querido seguir los pasos de su héroe favorito e ir al mismo médico al que iba él. Bakugo chasqueó los labios.

— Creo que tienes trabajo.

— Supongo que sí – sonrió Izuku sabiendo que en realidad y pese a que Ground Zero jamás fuera a confesárselo, estaba contento por haberle ayudado. Izuku quería creer que Bakugo sabía que la gente seguiría sus pasos y lo había hecho adrede por ayudarle –. Gracias – susurró finalmente Izuku.

— Me voy a trabajar – se sonrojó levemente Ground Zero pese a fingir cierta indiferencia. Miró a su compañero que se levantaba para entrar en la sala de Izuku y que comprobase su muñeca.

***

En la sala de reunión viendo el vídeo de la batalla, All Might, Todoroki y Bakugo observaban atentamente por si encontraban algún detalle o una pista que les pudiera llevar hasta el poder desaparecido de All Might.

Una tras otra, revisaban las cintas de las cámaras de los locales próximos y los bancos en busca de algo que les indicase una dirección por donde seguir investigando. Hasta ahora no encontraban nada y llevaban allí encerrados más de tres horas. Las tazas de cafés que trajeron ya ni siquiera estaban calientes.

— Necesito otro café – comentó All Might al ver que finalizaba otra cinta más y parecían no tener pista alguna.

— No pudo desaparecer así sin más – se quejó Bakugo – iba justo detrás de ese villano. No tuvo tiempo para deshacerse de tu quirk, no le vi encontrarse con el resto de villanos de la liga ni nada similar. ¿Cómo narices se deshizo de tu quirk?

— Quizá se lo pudo pasar a otra persona – susurró All Might.

— ¿Se puede hacer eso? – preguntó Shoto con curiosidad –. Creía que necesitabas unos requisitos para poder traspasar tu poder a un heredero.

— Así es, pero en este caso que ha sido robado, quizá el villano pudo pasárselo a otra persona.

— ¿Qué ocurriría con ese poder si está en manos de otra persona sin haber sido cumplido los requisitos?

— En principio, el poder debería ir desapareciendo poco a poco y regresaría a su propietario original, es decir, a mí.

— Entonces... ¿qué? ¿Nos sentamos a esperar a que regrese por sí solo tu poder? – preguntó Bakugo dando por entendido que alguien de esa bulliciosa calle tendría el poder de All Might siendo ajeno a que lo tenía.

— Sería una opción y la más sencilla, pero... si los villanos saben que su compañero lo traspasó a alguien, deben estar buscando a esa persona igual que nosotros. Podrían matar a un inocente para hacerse de nuevo con mi quirk.

— Entonces no queda otra manera, hay que encontrar a la persona que tiene tu quirk y no es consciente de ello – sentenció Shoto – pero esto es como buscar una aguja en un pajar. La calle estaba llena de gente cuando ocurrió todo. Cualquiera podría tenerlo.

— Voy por el café. ¿Queréis uno? – preguntó All Might a los chicos.

— Sí, por favor – se apresuró a responder Shoto, sin embargo, Bakugo se había quedado fijo mirando la pantalla de televisión.

Entre la multitud de gente que corría despavorida, finalmente, le vio. Izuku estaba allí de pie en mitad de todo el jaleo. Apartando la espalda del respaldo de la silla, Bakugo echó el cuerpo hacia delante para acercarse más a la televisión y entonces, pudo verlo. El villano pasaba corriendo a su lado camuflándose entre la gente. Era imposible que Izuku le viera al venir por su espalda, pero claramente en el vídeo, se veía cómo le empujaba y lo derribaba. Izuku dejó de moverse al instante tirado en el suelo mientras todos corrían despavoridos.

Una imagen cruzó su mente en ese mismo instante. Las manos de Izuku siendo cortadas por los cristales de los vasos que había roto últimamente. Él mismo le dijo que jamás había roto un vaso y aunque sonase increíble, se lo creía. Izuku era muy cuidadoso con esas cosas, entonces... era posible que fuera el One for All revelándose. No era consciente de la fuerza que estaba empleando y no sabía controlarla.

— Creo... que sé quién puede tener el "One for All" – susurró Bakugo con los ojos abiertos por la sorpresa.

Shoto y All Might le miraron atónitos.

— Izuku Midoriya – susurró Bakugo – estuvo allí y me dijo que alguien le empujó, que no podía moverse incluso cuando yo le grité que se apartase para dejarme pelear... él no pudo mover ni un dedo. Posiblemente fue consecuencia de haberle dado tu quirk de forma tan súbita. Y estos días ha estado rompiendo cosas. Es posible que no controle la fuerza de tu quirk. Él era un chico sin quirk... sería fácil introducir uno en su cuerpo y que ni se enterase de que lo tiene. No usa un quirk porque no sabe usarlo, así que no ha revelado indicios de tenerlo más allá de romper vasos por ahora. ¿Suena descabellado?

— En absoluto. Suena demasiado lógico. Un chico que tuviera un quirk, seguramente usaría el suyo para cosas cotidianas y entonces, si tuviera el mío, saldría a la luz y se revelaría – susurró All Might – pero un chico sin quirk no puede revelarlo porque no tiene uno propio que usar. Es imposible que sacase alguna evidencia de que tiene el One for All excepto por las pequeñas acciones descontroladas del propio quirk.

— El problema va a ser cómo devolverte el quirk – dijo Bakugo.

— También implica que ese chico está en peligro. Si los villanos descubren que él lo tiene... irán a por él.

— Le protegeremos – dijo Todoroki sin más dando con la solución más evidente – además, Bakugo tiene excusa para permanecer más cerca.

— Cállate, bastardo – se sonrojó Bakugo pese a la leve sonrisa de su compañero.

All Might les observó con detenimiento. Era muy raro ver a Bakugo sonrojado, pero al menos, le hizo ilusión saber que ese chico pese a lo reservado que era, confiaba en su compañero tanto como para contarle o compartir detalles de su vida privada. Le alegraba que Bakugo hubiera encontrado a alguien con quien poder compartir su vida, pero no pensaba decírselo.

— Tiene una cita esta noche con él – sonrió Shoto continuando con el tema.

— ¡HE DICHO QUE TE CALLES, BASTARDO!

— Han quedado para cenar – prosiguió Shoto ante la sonrisa de All Might.

— ¡SERÁS DESGRACIADO!

— No le digáis nada a Midoriya por el momento – comentó All Might – no le asustemos con que los villanos le están buscando. Además, no es mala idea la de Todoroki. Nadie sospecharía de ti yendo como Bakugo Katsuki y teniendo citas con él. Es algo normal y es más seguro que si los villanos ven a héroes rondando a un civil. Eso les haría sospechar y pondría a ese chico en riesgo.

— Le protegeré. No le perderé de vista hasta que el One for All regrese a ti nuevamente – dijo finalmente Bakugo –. Y ahora si me disculpáis, tengo una cita pendiente que preparar.

— Buena suerte – comentó Shoto – si necesitas ayuda, llámame e iré al rescate.

— ¡Piérdete! – se quejó Bakugo pese a que antes de salir del cuarto, sonrió. Sabía que si tenía problemas, siempre podía contar con Shoto Todoroki y él acudiría.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top