7. Culpa...


Esa mañana la madre de Eunwoo había llegado más temprano de lo normal, de modo que le dijo a Sanha que saliera antes de trabajar, cosa que le cayó super bien porque debía avanzar algunas tareas que ya llevaba poco atrasadas.

Yoon ingresó a la universidad, pero lo que vio lo dejó helado.

Moonbin acababa de golpear a Cha Eun Woo y parecían seguir discutiendo algo... se acercó lentamente y por la evidente discusión acalorada ninguno había notado su presencia, a excepción de la novia de Moonbin, que abrió sus ojos como platos apenas y lo vio.




—Sanha... —Susurró la chica y ambos jóvenes viraron su mirada hacia el nombrado.


—Oh... hola. —Saludó confundido—. ¿Qué acaba de pasar? ¿por qué están peleando? —Preguntó a Moonbin, ya que estaba claro que no tenía muy buena relación con Cha.


—Na-nada... Eunwoo puede ser muy molesto en ocasiones. —Sonrió con ligereza. El azabache solamente hizo una mueca y miró en otra dirección.


—Necesitas ayuda. —Respondió inesperadamente, tomando de la muñeca a Eunwoo, para sorpresa de éste y Moonbin.






Cha no dijo una sola palabra, solamente se dejó llevar, se quedó observando con curiosidad al chico que llevaba presa su muñeca y con ello a todo él. No parecía una mala persona si lo miraba a detalle, es decir, físicamente parecía lindo y tranquilo, sus facciones estaban marcadas y a su vez eran dulces, su personalidad era poco predecible porque en ocasiones se mostraba serio, distante y a la defensiva y en otros momentos era arrebatado y no te escuchaba, pero era con un fin amable y atento... era extraño, pero interesante.

Todo lo que hablaban de él... no podía verlo realmente, no había nada de eso en ese chico. Quizá, debería escuchar las palabras de Moonbin...

Llegaron a la enfermería, pero no había nadie que los atendiera, de modo que Sanha se abrió camino al botiquín de emergencias y sacó la pequeña caja de aluminio.

Tomó un par de cotonetes, agua oxigenada y los humedeció. Se acercó a Cha y llevó lentamente una mano hacia su barbilla.

Eunwoo se quedó estático mirando cada movimiento del menor, sabía que estaba curándolo, pero se sentía extraño con esa cercanía. Apretó sus puños intentando alejar los pensamientos que empezaban a martirizar su mente, pero la mirada tranquila de Sanha lograba apaciguar un poco todo...

El menor llevó un cotonete a la parte abierta del labio de Cha, dio leves toquecitos, no quería lastimarlo, aunque sabía que podía arderle. Cha cerró sus ojos e hizo una ligera mueca, porque en efecto, acababa de arderle.

Sanha empezó a soplar justo al instante que el mayor abrió sus ojos... los labios de Yoon estaban abultados y demasiado cerca de los de Eunwoo... la mirada de éste se perdió en los labios rosados que soplaban hacia los suyos, completamente perdido, tanto, que no supo en qué instante empezó a acercarse...

Moonbin llegó al lugar y al cerrar la puerta hizo que ambos se separaran sobresaltados, en realidad, a quien se le quería salir el corazón era a Eunwoo, porque fue ahí donde se percató de lo que había empezado a hacer.






—Yo... solo venía a cerciorarme de que todo estuviera bien. —Dijo titubeante, su mirada vacilaba de un lado a otro. Lo que sus ojos acababan de ver no lo engañaban, había sido real.


—To-todo bien. —Expresó casi a susurro Cha, mirando el cotonete con sangre que tenía Sanha en sus manos.


—Sí, Moonbin hyung, ya casi termino de curarle la herida, no te preocupes. —Sonrió.





Ahí estaba otro gesto que fue tremendo para Eunwoo, ¿qué estaba pasando? Quiso desviar su mirada, pero al parecer su cuerpo se negaba a hacerle caso, de modo que mantuvo su intensa mirada en el menor.

Al sentir esos ojos café intenso, Sanha se encontró con ellos y fue como si una corriente acabara de encender el interruptor que creía apagado para siempre...

Moonbin pensó que era el momento de retirarse y así lo hizo.





—Ma-mañana tengo juego de basquetbol... —Dijo nervioso por primera vez Eunwoo.


—...


—Lo que quiero decir es que... es en la tarde y... —Estaba dudoso sobre pedirle aquello, no quería ser malinterpretado—. Sé que tienes clases por las tardes, pero no tengo quien cuide a Dong Min y como tú... —Lo miró con timidez, pensando en lo idiota y prejuicioso que había sido hasta ese instante con Sanha—. Como tú eres quien cuida de él en las mañanas, pensé que quizá... carajo...


—¿Quieres que lo cuide por la tarde? —Alzó una ceja, procesando cada nuevo gesto del mayor hacia él.


—Sé que tienes clases, pero ese partido es...


—Mis clases también son importantes.






Sanha intentaba hacerse un poco el difícil, sinceramente había escuchado el motivo del conflicto entre él y Moonbin y estaba un poco dolido de que Cha pensara tan negativamente de él.

Eunwoo agachó su cabeza, sabía que merecía el rechazo de cierto modo. Quizá podría pedirle a MJ...





—Pero no pasa nada si me salto una clase para ayudarte. —La mirada de Cha se alzó, estaba tan iluminada, parecía que acababan de darle la mejor noticia de su vida.


—¿¡En serio!? ¿¡Lo harías!? Es decir... —Carraspeó—. Gracias. Si quieres... puedes traer a Dong Min al juego y saliendo ya me quedo con él, para que no se te haga tan tarde con las demás clases.





Yoon se quedó analizando las reacciones del chico frente a él. En verdad era un chico extrañamente llamativo, primero podía lucir bastante atractivo, luego era una persona demasiado grosera y eso hacía que su belleza se esfumara, pero después aparecía esa faceta dulce y emotiva de la nada que volvía a hacerlo ver tremendamente irresistible... vaya locura.

Eunwoo notó el conflicto en el rostro de Sanha y no comprendía de qué se trataba.





—Bien, lo traeré entonces. —Sonrió ligeramente, contagiando al mayor—. Por ahora debo irme, creo que ya empecé a retrasarme con las clases desde hoy.





Era verdad, por ayudar a Cha después del golpe, en esos instantes estaba llegando tarde a su primera clase del día, así que debía apresurarse.

Luego de eso salió como rayo del lugar, dejando pensativo a Cha Eun Woo.

.

.

.

Una vez en el salón de clases e iniciadas las actividades, Sanha no lograba concentrarse, los eventos de más temprano con el azabache lo tenían pensando en ello.

Luego de unos minutos, le llegó un mensaje...





Desconocido:

Sannie, ¿cómo has estado? No sabía si escribirte, pero Yeonjun me dijo que estarías feliz de leerme. Me encantaría hacer lo mismo.





El corazón de Sanha se agitó con fuerza, era Beomgyu. Él en verdad extrañaba al menor de los Choi, eran casi como hermanos en días pasados, sin embargo, los sucesos del pasado se encargaban de que su corazón se oprimiera con fuerza, porque de cierto modo, él sabía que lo que pasó era culpa suya o por lo menos... eso creía. Todo eso había destruido su vida y la de Beomgyu. ¿Debería responderle?




"Beommie, me alegra leerte también. ¿Has comido bien? ¿cómo va todo?




En realidad, ni siquiera sabía cómo empezar una conversación después de tanto tiempo. Eran conocidos con recuerdos en común, recuerdos lindos y dolorosos.

Beomgyu le dijo que quería verlo, que prefería que se reunieran en algún lugar para charlar y ponerse al día; en un inicio, a Yoon le pareció mala idea, no sabía cuál sería la reacción de ambos al verse después de aquel suceso. A pesar de todo, decidió arriesgarse, aceptó.

Esa tarde salió temprano de clases, no tuvo las dos últimas materias de modo que tuvo tiempo para reunirse con Gyu.

Llegó a un centro comercial, el más frecuentado por los jóvenes en esos días, se quedó en la parte central, frente al pequeño local de hamburguesas en el que decidieron cenar, ahí esperaría por Beomgyu.

Los minutos pasaron y Sanha creyó que Choi no llegaría, acababa de levantarse para empezar a caminar, cuando a lo lejos escuchó la voz escandalosa.






—¡Sannie! —Gritó en la distancia, agitando su mano en forma de saludo. Llegó hasta donde Sanha y se quedó frente a él—. Disculpa la tardanza, mi auto se descompuso y Yeonjunnie tuvo clases hasta tarde.


—Gyunnie. —Sonrió y lo abrazó sin previo aviso.





Beomgyu se quedó estático mirando a la nada, había pasado tanto desde que ellos se habían visto y convivido, extrañó mucho ese contacto. Después de un par de segundos correspondió el abrazo, cerró sus ojos y se sintió en tranquilidad.

La gente a su alrededor en mayoría los ignoraba, pero hubo quienes los miraron mal por estar abrazados en un lugar público y también estuvieron aquellos que dijeron palabras desagradables tras pasar de largo.

Finalmente entraron al local, tomaron una mesa e hicieron su pedido de comida.

Para Sanha, Beomgyu lucía bastante bien, incluso había cambiado su look, ahora era rubio, le quedaba bien.






—Y... ¿cómo va todo?


—Diría que, de maravilla, pero sabes que no es así.


—Lo entiendo, parece que nos encontramos en donde mismo.


—Lo siento mucho. —Dijo Yoon, tomando con cuidado una de las manos contrarias.


—No fue culpa tuya. —Aseguró—. Él sabía que eso le hacía daño y no le importó.


—Pero tampoco hice nada para detenerlo ese día... y por mi culpa tú...





Recuerdos

Sanha acababa de dejar solo a Choi Soobin, habían discutido porque el peli azul no quiso escucharlo, no quería dejar de lado las porquerías en las que lo había metido Vance, otro chico que iba en la misma escuela. Sanha estaba tan enojado y decepcionado que, prefirió alejarse antes de seguir viendo cómo su chico echaba a perder más su vida.

Soobin se quedó solo, él le había dicho a Yoon que se largara, no quería tener a una persona tan negativa y molesta a su alrededor, porque sí, en esos instantes para Choi, su novio estaba siendo una molestia que solamente quería prohibirle cosas como sus papás.

Nada le importaba en esos instantes, estaba tan drogado que, solamente pensaba en aquella sensación que lo elevaba. Cerró sus ojos y empezó a pensar precisamente en la persona a la que había corrido minutos atrás.

Antes de que Vance llegara a sus vidas, su relación con Sanha había sido perfecta, nunca tuvieron problemas de ningún tipo, eran personas aplicadas, hacían trabajos en equipo, participaban en concursos de arte, eran bastante unidos y se querían demasiado, cualquiera que los viera juntos se daba cuenta de eso. Fumaban mariguana en ocasiones y cuando iban de fiesta bebían alcohol, pero nada exagerado.

Recordó el día en el que le pidió que fuera su novio y aceptó, recordó esa hermosa sonrisa malvada cada que decía algún comentario bromista, esos labios lindos y esponjosos que le dieron su beso por primera vez...

Sanha-ya, regresa ¿sí? Dejaré esto, tienes razón, todo esto está mal... ven, hablemos.

Envió un mensaje que fue ignorado, porque Sanha estaba herido, él ya no encontraba una manera de hacer entrar en razón a Soobin, cada día las cosas eran peor entre ellos y todo a causa de las malditas adicciones.

Su relación ¿estaba rota? Pensaba mientras lloraba en su habitación y miraba el tatuaje que se había hecho con su chico, "una serpiente", ambos eran amantes de esos animales, de modo que fue su elección para tatuársela...

Extrañaba al Soobin tierno, inocente y torpe hasta cierto punto, su novio era en verdad un chico tan amable ¿por qué fue tan idiota y no lo detuvo en cuanto lo vio pisar por primera vez el camino al fracaso? ¿Por qué en lugar de eso simplemente lo siguió en silencio?

Tantos pensamientos lo invadieron hasta quedarse perdidamente dormido... todo hasta que su madre llegó.



¡Sanha! ¡despierta! Gritaba con desesperación. ¡Hijo! ¡¿Me escuchas!? ¡Sanha! Volvió a gritar con más fuerza.


... ¿mmm?





El menor abrió los ojos con pereza, las pastillas que tomó con Soobin antes de dejarlo en la bodega habían tenido un terrible efecto en él, estaba tan mareado en esos instantes, incluso la voz de su madre la escuchaba lejana.




¡Reacciona, carajo!




Su madre acababa de abofetearlo y eso hizo que reaccionara un poco más. Llevó su mano hasta la mejilla golpeada y miró detenidamente a su mamá, no comprendía a qué venía esa actitud.




¿Qué quieres? Dijo molesto, no se encontraba de muy buen humor después de haberse peleado con Soobin.


¡¿Cómo puedes estar así de tranquilo!? ¡Soobin está muerto!





Soltó sin filtros. Sanha sintió como si acabaran de clavarle una estaca en el pecho, como si el piso estuviera abriéndose bajo sus pies, el aire empezó a faltarle y el pánico se apoderó de su cuerpo.

Su mamá se asustó demasiado de verlo así, no creyó ver esa reacción, ella estaba tan enojada por las recientes actitudes de su hijo, sus recientes vicios y adicciones que, no pensó en sus sentimientos al saber que su pareja estaba muerta...

Llamó a la ambulancia en ese instante.

Sanha se había desmayado por el ataque de pánico y al despertar se encontraba en el hospital, al abrir sus ojos se encontró con Yeonjun.





Yeon... ¿Qué...? ¡¿Qué pasó!?Se sentó sobresaltado al recordar lo que le dijo su madre. ¡Soobin! ¡¿Dónde está Soobin!?


... El mayor de los Choi estaba en silencio, no podía decir una palabra, el enorme nudo en su garganta estaba presionándolo, su labio inferior temblaba y las lágrimas estaban acumulándose.


No... no puede... ¡NO ES VERDAD!





Sanha soltó en llanto, Yeonjun acababa de confirmarle que tal cual había dicho su madre, Soobin había muerto esa tarde.

En ese instante, empezó a quitarse las agujas que tenía en su cuerpo, quiso ponerse de pie, pero el mareo se lo impidió, seguía un poco dopado.





Sa-Sanha... por favor, no te esfuerces ¿de acuerdo? Necesitas recuperarte y...


Soobin... Sollozó. Debí quedarme, debí regresar... ¡debí insistirle en que lo dejara! ¡esa cosa lo mató! ¡¿verdad!?





La voz tan rota de Sanha llegó hasta la médula de Yeonjun, él sabía cuánto se amaban sus amigos, él sabía hasta donde había llegado su amor y... lamentablemente fue hasta ese día, lo peor era que, solamente uno se quedaba con el dolor y sufrimiento... románticamente hablando.





Beommie lo encontró en la bodega... él está en la habitación de enseguida. Dijo con seriedad y lágrimas rodando, Beomgyu era su novio. Cuando lo encontró él... no lo soportó y entró en shock.


¿Q...? Sanha miró aterrado a Choi.





La culpa estaba carcomiendo su mente, sentía que la responsabilidad de detener a Soobin siempre estuvo en sus manos y que esa tarde había fracasado, había sido débil y prefirió evadir el problema a enfrentarlo... si tan solo no hubiera sido tan cobarde y hubiera detenido a Soo... no estaría muerto y su mejor amigo no estaría en shock... todo era su culpa.

Fin del recuerdo.





Sanha se había quedado procesando toda la situación, mientras que Beomgyu iba al baño. Todo había sido tan doloroso como el instante en el que ocurrió, parecía no haber pasado tiempo, se sentía como si el día anterior hubiera ocurrido.

Había un par de lágrimas en su rostro, mismas que fueron detenidas por los finos dedos de Gyu, quien acababa de regresar del baño.






—Deja de llorar, Sannie. Mi hermano está en un mejor lugar ahora, eso quiero creer. —Ahora quien tomó la mano contraria fue él—. En aquella ocasión yo no entendí por qué lo dejaste solo, pero... Yeonjun me ayudó a comprender que, nosotros no podemos actuar por los demás, mucho menos si ellos no lo desean así y, yo sé que Soobin se encontraba perdido hasta ese punto.


—Lamento... lamento que fueras tú quien lo encontró... debió ser el golpe más...





Sanha ni siquiera tenía palabras que lograran explicar lo que necesitaba decir desde el fondo de su roto corazón.

Beomgyu ahora comprendía un poco más por todo lo que pasó Sanha en el pasado, cuando las cosas recién ocurrieron le había empezado a tener coraje, porque él también creía que Yoon como novio de su hermano debió ser un pilar y no dejarlo caer en toda esa porquería que lo llevó a morir... pero el tiempo pasó, supo todas las cosas que se dijeron y seguían diciéndose respecto a Sanha, luego empezó a comparar la relación que vio entre él y su hermano, después las actitudes que llevaron a Soo a su perdición y... entendió. Sanha no era culpable de nada.





—¿Qué pasó después de...? —La curiosidad invadía a Gyu, él necesitaba saber cómo vivió el chico frente a él tras la muerte de su hermano.


—Tantas cosas que, ni siquiera sé por dónde comenzar. —Derramó más lágrimas.


—Sanha. —De repente apareció Moonbin detrás de él.






Moon miró un poco molesto a Beomgyu, no le caía mal, pero no soportaba que le trajera al presente ese pasado tan desgarrador a Sanha. Él estaba con Cha, acababan de comprar un par de tenis para el azabache, ya que el día siguiente tendría el partido de basquetbol, pero grande fue su sorpresa al ver a Sanha con Choi Beomgyu y llorando.

Eunwoo se quedó pagando por sus tenis, de modo que no había estado presente desde que Moon llegó a interrumpir la reunión de Yoon con Choi. Lo único que alcanzó a ver fue que su amigo estaba llevándose de forma brusca a Sanha, dejando al otro chico un poco aturdido.

El azabache siguió a Yoon y Moon hasta su auto, ahí estaban ambos en silencio.





—¿Puedes llevarnos? —Dijo el rubio al mayor.


—Claro.





Cha notaba el ambiente tenso, Sanha ni siquiera replicó algo, pero tampoco lo miró, simplemente se limitó a esperar que abriera el auto y subir.

Moonbin por su parte, veía cada que podía hacia el asiento trasero, como cerciorándose de que todo estuviera en orden con el menor. ¿Qué había ocurrido? Se preguntaba Eun.





—Volveré a reunirme con Beomgyu. Solamente te estoy avisando. —Habló de repente Sanha, atrayendo la mirada molesta de Moonbin. Cha miraba por el retrovisor a un Sanha que miraba atentamente por la ventana.


—No debes hacerlo Sanha, eso solamente va a...


—Soy quién decide cuánto van a afectarle las cosas, no tú Moonbin hyung, no soy un niño ya. —Se giró y lo miró con seriedad.


—Pero es un tema que...


—Hyung. Es mi pasado, soy yo el que lo vivió y Beomgyu solamente quiere saber cómo he estado después de... —Miró al retrovisor, encontrándose con la mirada curiosa de Cha—. Después de eso. —No iba a hablar de más delante de él—. No me estaba reclamando ni nada ¿de acuerdo?


—No quiero que vuelvas a caer Sanha.


—¡No lo haré! —Gritó y Cha frenó de sopetón por el susto. Todos se estrujaron un poco.


—Carajo... lo siento. —Se disculpó el azabache y continuó conduciendo.






Después de eso, Eunwoo dejó en su departamento a Moonbin, ahí estaba esperándolo afuera su novia, ya era bastante tarde y lucía preocupada, probablemente Moon no le avisó de nada.

El siguiente al que dejó fue a Sanha, pero éste simplemente veía a la nada, como si estuviera pensando detenidamente algo, lucía acongojado y eso inquietaba a Eunwoo.

Pasaron varios minutos y Yoon ni siquiera se percató que ya estaba frente a su departamento, Cha tampoco dijo una sola palabra, no quería molestarlo, de modo que prefirió esperar a que el menor aterrizara.

Cuando por fin los pensamientos se fueron de la cabeza de Sanha, miró a su alrededor, se mostró sorprendido de estar en frente a su departamento, también se encontraba avergonzado con el azabache, quién sabe cuánto tiempo se mantuvo perdido en su mente.





—Yo... lo lamento. Gra-gracias. —Dijo y bajó del auto.





Eunwoo se quedó esperando a que ingresara a su casa, pero no se fue al instante, por alguna razón estaba esperando a que las luces se apagaran... en cierto modo, quiso pedirle a Sanha que le avisara cuando estuviera por irse a dormir, pero claro que no podía hacer tal cosa, ni siquiera eran amigos.

Una vez que las luces se apagaron, Cha encendió su auto y condujo hasta llegar a su casa. Como cada noche, pasó por la habitación de su bebé, se acercó a él, acarició su pequeño rostro y le deseó buenas noches, para luego ir y descansar también.

.

.

.

.

Hasta aquí el primer maratón de esta historia :3 

Espero que estén disfrutando~~


Me gustaría saber qué les ha parecido. ✨✨✨✨

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top