1. ¿Su hijo?


No, yo no era un buen chico, a diferencia de mi apariencia llena de ingenuidad, resulté ser alguien descarrilado, un tipo que suele meterse en problemas, que ante el más mínimo motivo explota y causa un enorme alboroto, el tipo de chico que jamás querrías en tu vida porque solamente llegaría a arruinarla. Ese era yo...

Cosas como el amor estaban completamente fuera de mi alcance, lo intenté un par de veces, pero siempre terminé lastimando a los demás, llevándolos a la perdición... cosa que me hizo darme cuenta de que no estoy hecho para amar o ser amado.

Mi madre ya estaba cansada de mí, a mis 20 años me envió a un centro de rehabilitación para jóvenes problemáticos, odiaba verme llegar a casa con golpes o rasguños, con olor a tabaco o marihuana, porque sí... todo me valía una mierda.

Acabo de salir de ese maldito lugar en donde creen que van a hacer que me redima en sociedad, qué maldita broma...

Ya tengo 22 años y no creo que haya cambiado demasiado.

Mi mamá ya estaba gritando desde la primera planta de la casa, faltaba más de una hora para mi reingreso a la universidad y ella ya estaba apresurándome para que bajara y subiera mis cosas a su camioneta.

Entiendo que la escuela está a veinte minutos de nuestra casa, pero las mamás suelen exagerar la mayor parte de las veces, lo he notado desde que estaba en la secundaria.

Algunas veces me pasó que me quedaba dormido porque no sonaba mi despertador y ella se acercaba y me despertaba bastante apresurada diciéndome que faltaban quince minutos para mi entrada a clases y cuando me levantaba me daba cuenta de que la realidad era que faltaba más de una hora y veinte minutos... en fin, Bo Min decía que su mamá hacía lo mismo.



—Yoon Sanha, hasta que te dignas a bajar. Recuerda que entro a mi turno en una hora, tengo que ir y dejarte en la universidad para que te hospedes y todo quede solucionado desde el primer día.


—Mamá, no tengo siete años. —Suspiré intentando contener el coraje que se resguarda en mi interior y bajé mi maleta—. Puedes dejarme y yo solo me encargo de hospedarme. Es más, ni siquiera necesitas ir a llevarme.





Ella me miró como si acabara de decirle la cosa más atroz, pero vamos, soy un chico de universidad, no de primaria, sería bastante raro e incómodo que mi mamá me lleve hasta el dormitorio... entiendo que ella quiere protegerme, que no quiere que vaya por el mal camino de nuevo, pero bueno, no es algo que ella o alguien más pueda impedir.

Miró nuevamente su reloj y dejó de lado el tema, se apresuró a la salida y abrió la cajuela de la camioneta para que subiera lo que faltaba de mis cosas.

Finalmente, llegamos a la universidad, ingresé a la recepción de mi facultad, di mis datos y ahí mismo me indicaron en donde quedaba mi nueva residencia, la cosa es que, en la universidad de Artes de Seúl, los estudiantes se hospedan en departamentos que parecen residencias, son bastante grandes, cuentan con hasta cuatro habitaciones, dos baños, cocina e incluso una sala, no por nada cuesta una millonada... gracias a los cielos estoy becado, porque podré ser un desorden de persona, pero tengo inteligencia.

Saliendo le dije a mi mamá que podía irse, el guardia de la universidad me ayudaría a llevar mis cosas hasta la residencia, de modo que ella podía irse tranquila a su trabajo y dejarme respirar un poquito.

Entré a mi nueva residencia con el repuesto que me dio el guardia. Una vez dentro me di cuenta de que estaba solo y siendo sincero me parecía mejor estar solo en esos instantes, para poder acomodarme a mi gusto.

Caminé hasta donde están ubicadas las habitaciones, había tres, pero yo me fui a la que se encuentra en la orilla al centro. Malditos ricos.

Es increíble el tamaño de estas residencias, mi simple habitación es dos veces el tamaño de la que tengo en casa... y qué puedo decir del baño...

Mi celular sonó, tenía una llamada entrante de Moonbin hyung, él es mayor que yo dos años, va en el mismo programa que yo y desde que ingresé el semestre pasado me ha ayudado bastante, en todo sentido...






—Hyung, ¿vendrás a visitarme a la nueva residencia? —Fue lo primero que pregunté, sinceramente no soy el tipo de persona que rodea preguntando al otro el típico "Hola qué tal, ¿cómo estás? Bien ¿y tú? Me gusta ir directo.


También me alegra escucharte. Rio—. Sí, estoy afuera, abre pequeño.





Mi rubio hyung lucía bastante guapo esa mañana, sonreí y lo invité a pasar, él vivía a dos residencias de la mía.

Empezamos a charlar sobre varias cosas, entre ellas el hecho de que por fin le pedirá a su novia que se mude con él, si soy sincero, ella no me agrada mucho, pero es su felicidad, no la mía.

Antes de poder continuar con la plática, mi alarma sonó.






—Maldición, mi primera clase está por empezar ¿me acompañas?


—Claro, mis clases inician hasta las cuatro, este semestre tengo horario por la tarde.


—Uy... bueno, yo tengo club por la tarde, estaré casi todo el día aquí también. —Reí, aunque no me causaba tanta gracia, quería hacer más cosas, pero mi mamá no me dejaría en paz si tengo tiempo libre.






Nos fuimos al campus, en la explanada alcancé a ver a Rocky junto con YeoSang. Ellos compartían clases conmigo, somos amigos desde la preparatoria y, aunque tenemos caracteres muy diferentes, nos llevamos demasiado bien, a pesar de que sus madres no me aprueban mucho.

Moonbin hyung se despidió de mí, pero una situación que creí pasada apareció, los ojitos de cachorrito que ponía Rocky cada que lo veía.

Rodé mi mirada y YeoSang alzó sus hombros y suspiró, él tampoco comprendía por qué Rocky mantenía esa ilusión con un imposible.

Caminamos hasta el salón sin decir una palabra que no fuera sobre las nuevas materias y al entrar a los tres nos llamó la atención una compañera.





—¿Está embarazada? —Susurró Rocky.


—Bueno, no creo que sea estreñimiento. —Respondí entre dientes.


—Dicen que a finales del semestre pasado estuvo saliendo con Mark. Al parecer sus salidas les dejaron un pequeño regalo.


—¿No estamos lo suficientemente grandes como para usar métodos anticonceptivos?


—Rocky... la edad vale madre cuando la calentura gana. —Genial, acabo de escucharme como mi mamá. Por suerte soy hombre y gay, así que nada de eso va a pasarme. —Reí.


—Oye, un hijo no es una maldición. —Se quejó mi castaño rubio amigo.


—No dije que lo fuera, solo que no creo que esta edad sea ideal para tener hijos.






La profesora apareció y todos guardamos silencio. Ella decidió acomodarnos por número de lista, de modo que quedé algo lejos de mis amigos, por suerte Yang Jeongin estaba a mi lado, él y yo nos conocemos desde secundaria, jamás hemos sido grandes amigos, pero nuestras madres son muy amigas, de modo que hemos convivido lo suficiente.

Dos horas se pasaron bastante rápido para mi buena suerte, al levantarnos Rocky le dejó caer un libro en la cabeza a YeoSang, estuvo dormido toda la última media hora de la clase, ya tenía todo babeado el escritorio.

Los cuarto salimos a la cafetería, no soy fanático de la comida que sirven, pero tenemos una pantalla y Netflix, no me quejo de eso.

Pedimos un desayuno sencillo, fruta con granola y yogurt, bolas de arroz y té chiqueado, Yang puso una serie bastante entretenida, por suerte tuvimos libre la siguiente clase y pudimos ver más de un capítulo.

Cuando estábamos por levantarnos, la puerta principal se abrió y como escena de drama un chico de cabello negro ingresó, todos se quedaron mirándolo atentamente y no era para menos, caminar erguido, físico excelente, ropa demasiado bonita y un rostro simplemente fuera de lo real, literal, un chico de película o libro romántico, quizá de webtoon o algo así.

Los susurros iniciaron y yo me quedé mirándolos, no entendía por qué esas reacciones.

Detrás de ese chico venían otros dos, ambos más chaparritos, uno de cabello negro y otro de cabello rubio, para mi sorpresa, Moonbin se les unió acompañado de su novia.






—¿Quién es ese chico? Todos empezaron a murmurar apenas lo vieron entrar. —Me animé a preguntarles.


—Cha Eun Woo. —Respondió Jeongin—. Lo conozco porque mi hermano Minho es muy amigo suyo.





Seguí mirándolo, en esos momentos sonó su celular, frunció el entrecejo y debo admitir que, aun haciendo eso se ve muy atractivo, dijo un par de palabras y salió del edificio.

A Rocky le avisaron que nuestra próxima profesora llegaría media hora tarde por cuestiones médicas, de modo que decidimos quedarnos más tiempo en la cafetería.

Minutos después, Cha Eun Woo apareció, apareció con un bebé en sus brazos. El murmullo de los demás creció y yo simplemente me quedé atento con la imagen.





—¿Trajo a su hermanito a la universidad?





Jeongin sonrió burlón y mi cabeza empezó a realizar sus propias conjeturas.





—Es su hijo. —Dijo.


—¿Qué dices? ¿En serio? ¿Y la mamá de ese niño?


—Sí, es en serio y sobre ella... bueno, es complicado.


—¿Cómo que complicado? —Se integró a la charla YeoSang.


—Pues es así, hace cinco meses él dejó la universidad temporalmente porque ella acababa de tener al bebé, y bueno, al parecer empezarían a hacer una vida juntos, pero simplemente no sé qué pasó. —Jeongin lucía acongojado—. Minho me dijo que Eunwoo hyung tuvo que trabajar mucho este tiempo para poder sacar adelante a su bebé, a la chica y a él.


—¿Por qué lo dices así? Parece lo normal cuando embarazas a tu pareja, aunque me parece una completa pendejada. —Mi curiosidad incrementaba.


—Bueno, es que creo que algo ocurrió en su relación, es decir, antes del bebé todo parecía normal, no sé bien la historia, pero supe que ellos eran mejores amigos, después terminaron siendo pareja y finalmente tuvieron un bebé, luego, según me dijo Minho, estaban teniendo problemas, al grado de que ella se fuera de su casa y dejara al bebé a su cuidado, su mamá le cuida al bebé en las mañanas, porque ella quiere que él termine su carrera. —Lo miró—. Me alegra que lo estén apoyando ahora que está prácticamente solo, es un buen chico.






Me quedé pensando en cada palabra dicha por Yang.

A la distancia Cha estaba preparando un biberón mientras los ojitos expectantes del bebé estaban en su bello rostro.

Los otros dos chicos que llegaron con él intentaban obtener la atención del pequeñito, sin éxito.

Moonbin estaba derrochando miel con su chica y yo... yo estaba perdido en esa escena de padre e hijo...






—¿Nos vamos a clases o vas a quedarte a pedirle que te deje cambiarle los pañales a su bebé? —La voz de Rocky me sacó de concentración.


—Eres un tonto. —Mostré una mueca de desagrado.





Tomé mi mochila y empecé a caminar, sin esperarlo, mis pies me llevaron a su mesa, saludé a Moonbin y con ese mismo pretexto saludé a los demás, incluido Cha Eun Woo.

Quería sacarle plática, decirle algo más que un simple "Hola, soy Yoon Sanha". Mis piernas estaban temblando, de modo que decidí despedirme de inmediato antes de decir una idiotez.

.

.

.

Nueva historia~~~ Disfruten :3

Creo que es poco diferente a lo que he escrito jajaja, pero meh. Me gustó. :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top