Recuerdo su bello rostro, sus hermosos ojos, aquella bella nariz, sus pómulos encantadores, esos labios deseables y delicados.

Recuerdo su aroma, su piel, la dulzura de sus caricias, aun oigo su risa, admiro su sonrisa, aquella mirada dulce y cálida.

Aun puedo recordar de quién se trataba, quién era ella. El amor de mi vida, la alegria de cada manañas y la sonrisa en mis labios, en cada una de mis desdichadas noches.

Ella, no hay palabras que puedan describirla realmente, no existen sustantivos, ni adjetivos para con ella... simplemente es imperfecta, y a la vez, careciente de un solo error.

Ella es la misma locura, la pasión, las risas y el llanto.

Ella es la gracia y el perdón, el amor y el odio.

Ella es a quien le debo mi vida y a su vez, mi partida.

Aún recuerdo los momentos acogedores, la simpleza de sus manos entrelazando sus dedos con cada cabello de mi cabeza.

Puedo rememorar su sonrisa y el brillo en sus ojos, ella es tan bella, ella es la misma perdición.

Tal vez, si no hubiera sido tan idiota, si no hubiera sucumbido en aquel mundo, si tan solo la hubiese oido, si hubiera escuchado atentamente, quizás y tan solo quizás, no la hubiese perdido como la perdí.

Tal vez no la hubiese dañado como la dañe, no hubiera visto sus lágrimas caer, ni oido sus sollozos derrumbarle. Quizás si hubiese tomado la desición correcta, en el momento adecuado, ella aún estaria aquí, a mi lado.

Pero no fue el caso, ya que sólo soy un idiota que no supo valorar lo que tuvo, sólo soy...

-"Alejate de mi."

Jung Ho Seok, un completó idiota.