Capítulo 3

—¿Y por qué no vas con tu equipo?—le preguntó a la Haruno.

Sin querer, le dio a Lucy donde más dolió.

—Bueno. Yo... me distancié un poco del equipo. Y además, deben estar muy ocupados.

—Lu-chan. ¿Estás bien?—preguntó Sakura, acercándose a su amiga.

—Sí. Solo me gustaría saber si quisieras venir conmigo o no. Es solo una misión. Así puedo saber de tus habilidades, ya que las necesitaremos cuando queramos saber sobre el pergamino—suspiró—. Natsu, Gray, Erza y Happy están ocupados con Lisanna y Mira. Mientras que Wendy está ayudando en la enfermería. Últimamente muchos miembros de Fairy Tail salen malheridos de las batallas.

—Iré, claro. ¡Hace mucho que no me voy a una misión!

—¿Qué misión solías hacer?—preguntó la rubia mientras le sacaba algo de ropa nueva a la Haruno.

—Bueno, ya hace mucho tiempo. Pero no existían límites para mí—dijo orgullosa—. A veces Tsunade-sama me decía que necesitaba calmarme, que las misiones S podían ser mucho para mí.

—¡¿S?!

Sakura miró a Lucy. Cogió la ropa que ella le había preparado para verla con determinación; consistía en una camiseta roja con el escote decorado con una fina línea blanca y una falda del mismo color que la línea. La miró bastante sorprendida. Sabía perfectamente que aquella ropa no era para luchar, aunque al menos sí que podía moverse con facilidad. ¿Pero qué pasaba con lo que escondía debajo de la falda?

—Lu-chan. ¿Esto es todo?

—¿Nani?—dijo la rubia desconcertada—. ¿Me olvidé algo?

—B-Bueno... No sé cómo decirlo... ¿Luchas con la misma ropa que llevas ahora?

—Claro.

La Haruno sintió admiración hacia aquella rubia. Decidió no ponerle pegas y cambiarse. Dejó su ropa interior de kunoichi ya que la camiseta le iba grande—al menos así no se le vería el busto—. Mientras se estaba cambiando se miró al espejo.
Sus ojos estaban iguales que siempre, igual que su rostro. Pero con el lazo que le regaló Lucy se veía totalmente extraña. Como si hubiese cambiado. Además, en su abdomen podía ver la marca de Fairy Tail de un color esmeralda. Sonrió, aunque sabía que eso solo era temporal. Que un día debería de abandonar el gremio. ¡Pero lo haría sin dudarlo! Porque su hogar es y será Konoha. Al lado de sus amigos, de Tsunade-sama, y de... Sasuke-kun.

—¡Saku-san!—gritó la rubia al ver que tardaba demasiado—. ¿Estás bien?

—Por supuesto.

Cuando salió, la Heartfilia se quedó embobada con aquella chica. Se veía realmente bien, igual que su figura.
Sabía que Sakura era guapa, pero no pensó que podría mejorar.

No por nada era una de las más hermosas de Konoha.

—¿Estás lista? Debemos ir al gremio a por la misión.

—Claro. ¿Pero estás segura que quieres que te acompañe? Digo, suena bastante importante. Y te recuerdo que no soy de este mundo.

—Sabes luchar, ¿verdad?

—Claro.

—Entonces, hagámoslo. ¡Tengo un gran presentimiento!

Las dos muchachas fueron de camino a Fairy Tail.

Sakura estaba nerviosa. Ya hacía una semana que estaba ahí, por supuesto, no pudo entrenar y ni siquiera pudieron averiguar sobre el pergamino.
Aun así, decidió aguantar. Tarde o temprano volvería, de eso estaba segura.

Al llegar, Lucy se encontró el mismo panorama que siempre: Lisanna estaba cerca de Natsu.

Tensó su mandíbula igual que su mirada. Sentía celos, y de eso ella era muy consciente.
Desde la llegada de aquella peliblanca incluso ella misma sonreía. ¿Cómo no hacerlo? Lisanna era adorable. Y lo admitía, eso era justamente lo que asustaba.
Natsu ya se fijó en ella en el pasado, ¿cómo no volver a hacerlo de nuevo?

—¡Lu-chaaan!—gritó una enana acercándose a sus dos amigas—. ¡Sakuraa-san!

—Buenos días, Levi—saludó la Haruno.

—Buenos días.

—Bienvenidas a casa—se acercó Mira.

Lucy y Sakura se miraron sonrientes, para responder a la vez.

—Ya estamos de vuelta.

—¿Qué os trae por aquí?

—Venimos a hacer una misión...—Natsu en ese momento se fijó en la rubia—...juntas.

Y su mirada cambió. ¿Es que acaso había hecho algo para que no quisiera ir con él?

—Eh, Natsu—Lisanna interrumpió sus pensamientos—. No me respondiste. ¿Estás bien?

Natsu le sonrió.

—¡Estoy que ardo!

—¡Ayee sir!—animó el pequeño gato azul—. Natsu...

—¿Sí, Happy?

—¿Te importa si voy con Lucy?—el pequeño Exceed comenzó a juguetear con sus dedos. Preguntar aquello ya le fue bastante incómodo, pues Happy no era idiota. Había notado a una de sus mejores amigas bastante lejana del grupo. Y debía hacer algo, por eso quería descubrir qué le ocurrió. Al principio pensó que sería la llegada de Sakura, pero tras pensarlo detenidamente, la llegada de aquella chica ayudó mucho a Lucy. Antes se la pasaba solo con Levy y Wendy—. Quiero decir...

—No te preocupes, Happy—Natsu mantuvo su misma sonrisa que siempre—. ¡Protege a Lucy, ¿está bien?!

Lisanna al escuchar eso no pudo evitar curvar su boca en una sonrisa. Se alegró de que Natsu siguiera siendo el mismo. Y también, se alegró que aquel idiota infantil haya encontrado a alguien.

—Buen viaje, Happy—se despidió Lisanna de él.

—¡Aye sir!

Sakura y Lucy se acercaron al talón de misiones, junto a Happy. Que, sin más, se unió.
Por supuesto, ninguna de ambas se opuso.

—Veamos. ¿Qué tal esta?—la rubia comenzó a leer en voz alta—. "Se necesita maga celestial para derrotar a un par de lobos que molestan al ganado".

—¿Lobos?—rio la Haruno—. Me recuerda cuando apenas me gradué de la academia. Puede ser sencillo.

—Yo estoy de acuerdo—susurró Lucy—. Pero pienso que será más difícil de lo que creemos.

—¿Estás de acuerdo, Happy?

—Sí, Sakura. ¡Hagámoslo!

Bajo la mirada de aquel Dragon Slayer, Lucy se inclinó para coger el papel de la misión. La recompensa era bastante elevada, y parecía ser perfecta para probar a Sakura.
Mientras, Natsu sintió algo en su pecho. Quizás un mal presentimiento.

—Yo también siento que algo andará mal, Natsu—dijo Lisanna seriamente, observando como aquel equipo de tres, tras enseñarle la misión a Mira, se fueron de aquel edificio—. ¿No deberías ir con ellos?

—Debería confiar en Lucy...

La respuesta era sí. Debería ir con ellas, pero si la seguía temía que Lucy lo odiara por no confiar en ella. Su relación estaba sujeta por un hilo bastante tenso que poco a poco se estaba rompiendo. No quería romperlo del todo.
Porque se negaba a que Heartfilia Lucy lo odiara.
Podría soportar miles de cosas, ¡pero no eso!

—Eh, cabeza chimenea—gritó Gray, acercándose a Natsu—. ¡Peleemos!

Natsu sonrió.

—¡Vamos allá, nudista!

***

Jamás pensó que aquella situación ocurriese alguna vez. Yamanaka Ino estaba arrodillada ante él, llorando de una forma desconsolada. Incluso Sai, que la acompañaba, sentía pena por su novia. ¿Qué podía hacer él? Intentó todo para que aquella rubia sonriera, pero le era imposible.

—Por favor, ¡Sasuke-kun!—volvió a suplicar mientras las manos de aquella Yamanaka tocaban sus sandalias.

—No te arrodilles. Levántate.

—¡No lo haré hasta que me lo prometas!

—Vamos, Ino—interrumpió Sai, intentando coger a su novia. Pero Ino quería mantenerse ahí. Lo único que podía hacer por su mejor amiga era llorarle y suplicarle a aquel idiota. ¡Ni se vio afectado ni lo más mínimo en cuanto, para dramatizar, le dijo que podría estar muerta! Pero, ¿y si de verdad lo estaba? ¿Y si estaba muerta? O peor, ¿y si estaban abusando de ella?—. No conseguirás nada de este mo-

—¡Quietos sí que no conseguiremos nada!

Sasuke agarró la muñeca de Ino para hacer que se levantara. Por supuesto, Sai saltó a la defensiva.

—¡No te pases!

—Escúchame, Ino—Sasuke ignoró la amenaza de Sai, el cual, dio un paso hacia adelante para no dejar sola a su novia frente a aquel idiota—. No puedo seguir algo que no tiene rastro. No soy un dios.

—¡Pero eres Uchiha Sasuke!—le gritó la rubia, acercándose a él. Tomó su hombro para hacer que el Uchiha observara sus ojos—. Si algo tienes de especial, Sasuke-kun... Es que tú sientes algo por Sakura.

El ojo ónix del Uchiha se abrió cuál plato, igual que el rinnegan. ¿Acaso deliraba? ¿Acaso aquellas noches sin dormir al fin le surtían efecto? ¿Por qué decía aquel estupidez?
Él no amaría a una molestia que desaparecía al grito de ya. Si tan lista hubiese sido, habría dejado una nota. O alguna pista que indique que se fue de forma involuntaria.

—Ino...—susurró Sai—. Será mejor que nos-

—¡La quieres!—volvió a gritar la Yamanaka, alto y claro—. ¡La quieres muchísimo, Sasuke-kun! ¿Por qué diablos no lo admites?—intentó calmarse, pero no podía. Debía de gritar todo lo que pensaba—. ¡Y ella te esperó! ¡Por eso estoy segura que no se marchó de forma voluntaria!—contó hasta tres segundos para seguir hablando de forma más calmada—. Sasuke-kun. Ella estaba triste la última vez que se fue. Porque aunque esté rodeada de todos nosotros hay algo que le falta. Y ese eres tú. Es el mismo motivo por el que pasaste por aquí, ¿cierto?—los ojos celestes de Ino se centraron en los de Sasuke—. ¿Acaso te crees que soy idiota? Konoha está en la otra punta de donde tienes que ir. Eso de: "paré a descansar. Me pilla de camino" no me va a servir conmigo. La razón por la que estés aquí es porque se acerca su cumpleaños. ¡Tú la quieres! Porque incluso el más sombrío de todos se acordó del cumpleaños de, quién, ¿una simple compañera de equipo?

—Ino, no creo que-

Ino volvió a ignorar a su novio, el cual la agarró por el hombro para ayudar a que se calmara. Por suerte funcionó.

—Hiciste una promesa con Sakura. ¿Es que no piensas cumplirla? ¡No podrás si ella no está aquí!—volvió a gritar cerca de él—. El byakugan, el modo sabio... Ellos no lograron encontrar a Sakura. Ni siquiera Sai. Eres nuestra última esperanza, Sasuke-kun. Y si sigues tan terco e idiota como para seguir sin admitirlo, al menos, ¡hazlo por nosotros! La aldea que te perdonó y te quiere como eres. Tu hogar. Tu hogar te necesita porque amamos a Sakura. Por...—no pudo más. Se giró para estrechar a Sai entre sus brazos—. P-oh favoh Sazuke-kun.

Sasuke apretó su puño.

Él estaba seguro que no amaba a Sakura. Pero Ino tenía razón.
Al menos era su compañera y parte de su familia. Aquella aldea era un hogar, y todos se necesitaban unos a otros.

—Está bien—al decir eso, los ojos azules de la Yamanaka pararon de soltar lágrimas. Miró a Sai alegremente para después mirar a Sasuke—. Lo haré, pero no me vuelvas a pedir nada.

—¡Sasuke-kun! ¡Muchísimas gracias!

—Al menos lo intentaré. No prometo nada.

Tras decir eso, Sasuke se marchó. No a descansar, si no, a ver por él mismo el sitio donde Sakura desapareció.

—¡Lo conseguimos, Sai!—le gritó a su novio.

Sai sonrió.

—Sí. Lo conseguiste—tomó sus manos sin descartar su sonrisa—. Eres una muy buena amiga.

—Se lo debo. Sakura es muy importante para mí. Prometí protegerla, pero le fallé.

—Estoy seguro de que tu amistad hace fuerte a Sakura-chan, lo suficiente como para luchar esté donde esté. Que no estés con ella no significa que no la estés protegiendo.

—Muchísimas gracias, Sai—la rubia se abalanzó hacia los brazos de Sai, el cual aún no estaba acostumbrado a aquella muestra de afecto.

Pero por una vez lo aceptó sin quejarse. Rodeó el cuerpo de la chica para que pudiese escuchar el latido de su corazón.

***

—Hemos llegado—concluyó Happy mientras caminaba al lado de aquellas chicas. ¡Estaba más que agotado! ¿Cómo se les ocurrió pillar aquella misión donde el tren no llegaba? ¡Por Kami-sama!

—Vayamos a la granja—señaló Sakura seriamente. Lucy se fijó en aquella actitud—. Allí deben estar los que nos dieron la misión.

—Sí.

—Aye sir...—dijo de forma desanimada. ¿Por qué decidió venir? Ah; quizás era por el dinero. ¡Podría comprarles miles de platos de pescado a Charles! Mejor que pescarlos, eso nunca lo dudó.

Se acercaron de forma lenta. La Haruno sintió un pequeño malestar cuando uno de sus pies cruzó la valla de la granja. Tocaron a la puerta, pero no hizo falta que nadie abriera.

Se abrió sola.

—Esto da mala espina, chicas...

—¡No te preocupes, Happy!—animó Lucy.

—Ten cuidado, Lu-chan.

La primera en pasar fue Lucy. Sus manos estaban preparadas en su cinturón, junto a las llaves.
Admitió que no parecía nada seguro, pero aún no podía confirmarlo.

—¿Heartfilia Lucy?—una extraña voz apareció de arriba de unos escalones.

—¿Tú pediste un mago estelar?—preguntó.

Aquella persona sonrió. Estaba tapado, así que no podían averiguar si era un chico o una chica. Lo que sí supieron es que no se trataba para nada de un amigo, ya que saltó para quedar en la misma planta que aquellas chicas.

—Oh, ¿no estás con tu equipo?—sonrió—. Así me será más fácil arrebatarte la vid-

—¡No vaciles con nosotras, shannaro!

La Haruno, sin apenas darle tiempo a reaccionar, concentró algo de chakra en su puño para golpear a aquella persona, el cual voló hacia travesar la pared de lo duro que le dio. Sakura se sintió cansada, más de lo normal.
Quizás era un efecto secundario al no estar en su mundo.

Sacó la mochila que llevaba siempre con ella bajo la mirada de Lucy, que no dudó en coger una de sus llaves.

—¡Ábrete, puerta del león; Loke!

Loke apareció con una pose de mujeriego, mirando a su invocadora.

—Tan bella como siempre. ¿Qué necesita de mí, hermosa?

—¡Ayuda a Saku-san!—gritó mientras agarraba su látigo—. ¡Estaré a vuestro lado, Loke!

—¡Lucy, esto no me gusta nada!—dijo el Exceed. Y no mentía; sentía algo extraño en aquella persona.

Sakura siguió sin vacilar. Sin dudarlo, sabiendo que aquella persona era un mago, no dudó en acercarse tanto en el enemigo. Lucy se preguntó a sí misma cómo lo hacía. Cómo se lanzaba hacia él sin temor de ser lastimada. Cómo no dudó ni tenía miedo de algo que era desconocido para ella.

El puño de Sakura volvió a impactar en el estómago de aquel mago. Sakura se cansó, casi hasta tal punto de caer.

—¿Qué ocurre, Saku-san?—le preguntó Lucy hasta correr hacia su amiga, quien ya se había alejado unos centímetros.

—No estar en mi mundo... Es bastante agotador—sonrió—. Es por eso que no puedo usar mi chakra, pero no te preocupes.

Saltó hacia arriba y desde allí comenzó a lanzar shurikens que impactaron en el mago.

El enemigo se levantó como con dificultad.

—¡Loke, ahora!

—¡Impacto regulus!

Sakura observó la lucha de aquel espíritu con el cual ya se enfrentó. Una luz cubrió su puño hasta tal punto de que le resultó bastante similar a concentrar chakra en su puño para golpear a su enemigo.
De aquella luz se forma un león que impacta en el enemigo, haciendo que de nuevo caiga al suelo.

Lucy lo golpea con su látigo varias veces para hacer que cayera al suelo y evitar que pudiese usar sus piernas. 

—¿Y ahora qué? ¡Te has topado con la mejor pareja de Fairy Tail!—fardó.

—Aye sir... Otra vez me olvidan...

Happy salió de su escondite para colocarse al lado de Sakura. La pelirosa sonrió.

—Un último golpe, Happy. ¿Qué te parece?

Happy sudó.

—Está bien...

Pero antes de que ambos se pudiesen preparar, una magia oscura pudo rodear a Lucy.

—¡Lucy!—gritó Loke, bastante preocupado.

Sakura se sorprendió. ¿Eso era lo que llamaban magia? Pero, ¡no podía ser!

La rubia comenzó a gritar de dolor mientras el mago sonreía.

—Si se acercan, la pulverizaré.

—¡Déjala en paz!—gritó la Haruno desde arriba—. Happy, cógeme.

—¡Sí!

El Exceed agarró a la Haruno por la cintura para colocarse en una posición de ataque.

—Sakura, no creo que sea buena idea—habló el gatito—. Si lo atacamos... Él matará a Lucy.

—No pienso atacarlo. Por favor, confía en mí. Cuando te diga ya, suéltame.

—¡Inútiles! ¡Ningún ataque funcionará conmigo en este estado!—les gritó.

Loke comenzó a sudar. No podía dejar que volviese a ocurrir lo mismo con Karen. Él... si hacía algo... mataría a Lucy de forma indirecta. Solo se quedó quieto, cerrando sus ojos. Su corazón se apretó al escuchar los gritos de sufrimiento de Lucy.
¿El león había fallado? ¿En una simple pelea?
No. Había que admitir que aquel mago usaba una magia desconocida. Era negra, por supuesto, pero había algo más.
Además, ¿buscaban a Lucy? ¿Por qué? ¿Querían sus llaves? ¡¿Qué era lo que estaba ocurriendo?

—¡Ya!

Los gritos de la Haruno interrumpieron los pensamientos de Loke. Él fue testigo de cómo Happy dejó caer a la pelirosa para hacer un cambio de rehén.
Empujó a Lucy hacia él, por lo que rápidamente cogió a su invocadora. No tardó en darse cuenta de las heridas algo profundas que tenía aquella rubia.

—¿Lucy?—le gritó el león.

Entonces Sakura comenzó a gritar de dolor.
Lucy observó cómo su amiga sin dudarlo había ocupado su puesto. ¿Qué tan fácil era correr en aquel momento? ¿Por qué no lo hizo?
¡Sakura no estaba lista para soportar aquel dolor sola! ¡Ni siquiera podía entender nada aún!

—¿Qu-é dia-

El mago se sorprendió cuando su magia falló. Se le había agotado, así, sin más.
Sakura sonrió a pesar de que no se podía mover. Calló completamente al suelo.

—¿Qué has hecho, Hada?—le gritó el mago enfurecido.

—Loke, por favor... sálvala...—susurró la Heartfilia, intentando ponerse de pie.

Le quedaba poca magia, y la usaría para mantener a Loke ahí.

El mago oscuro comenzó a caminar con dificultad hacia la Haruno, pero Loke aprovechó la incertidumbre y el estado herido de sus piernas. Miró a Happy, el cual asintió a su plan. No hacía falta palabras; sabían qué debían de hacer.

—¡Brillo del León!—gritó colocándose delante.

El mago fue cegado. Tiempo suficiente para que Loke cogiera a Sakura y Happy a Lucy. Comenzaron a correr lejos de aquel sitio, huyendo.

No supieron cómo, pero de milagro salieron vivas. No ilesas, pero al menos respirando. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top