|7|
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Confesión
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Seina POV.
Me desperté sobresaltada mirando a mis lados, estaba en el hospital tenía mi pecho, abdomen y brazos vendados.
Estaba sola así que me pare quitando todos los cables que tenía conectados, fui al armario en donde saque mi ropa ninja y me la coloque lo más rápido posible, salte por la ventana del hospital observe la aldea que estaba desolada inconscientemente camine hacia el cementerio donde estaban todos reunidos vestidos de negro.
—Asuma... —me subí a un árbol retirados de todos. —Perdóname... —busque con la mirada a Shikamaru pero como esperaba no estaba ahí. —¿Porque yo si viví y tu no? —pregunte mirando al cielo, el viento despeino mi cabello haciendo que mis ojos se ocultaran detrás de el. —De que me sirvió saber todo sobre Akatsuki, si ni siquiera pude salvar a alguien de sus manos.
Mis lagrimas mojaron mi mascara pero le reste importancia. Mordi con furia mi labio inferior y le di una golpe al árbol donde estaba, este se destruyo haciendo que todos los presentes se girarán a mirarme.
—Seina... —mi padre me tomo del hombro. —Deberías de estar en el hospital. —de un movimiento brusco me solté de su agarre. —Nadie te culpa de lo que le sucedió Asu... —lo interrumpi antes de que acabara.
—¡No es verdad! —grite haciendo que todos me miraran sorprendidos. —Yo me descuide... yo me confíe... yo... por mi culpa el murió, todo es mi culpa. —me abrazo acariciando mi cabeza. —Si yo hubiera llegado antes que ellos, talvez yo...
—¿Tu qué? Tu hubieras muerto y créeme que eso lo le hubiera gustado Asuma. Ahora levanta la cabeza y enfrenta lo que se viene. —las palabras de Kurenai me hizo mirarla. —Shikamaru me contó todo, salvaste Asuma dos veces y el se quedo contigo cuando le pediste que se retiraran. —Kakashi me soltó al ver como Kurenai se acercaba a mi. —Si el se quedo fue porque no iba a dejarte sola. —me envolvió en sus brazos. —No llores, el no le gustaría verte así.
—Lo lamento, Kurenai.
—No hay nada que lamentar, Seina. —nos separamos del abrazo. —Creo que Shikamaru te necesita ahora. —mire a mi padre quien asintió con la cabeza.
Salte por los techos procurando que mis heridas no se abrieran, llegue lo más rápido que pude a la casa de Shikamaru. Toque la puerta la cual fue abierta por Yoshino.
—Esta con Shikaku. —me dejo pasar y lo primero que hice fue dirigirme hacia el lugar donde el y su padre juegan al Shogui.
Dentro de la habitación se escucho un gran estruendo de esta salió Shikaku.
—Llegas a tiempo, Seina. —paso a mi lado dejándome sola frente a la puerta.
Sin pedir permiso abrí la puerta y lo encontré sentado llorando.
—Aquí estoy. —lo envolvió en mis brazos acomodando su cabeza en mi pecho donde sentía sus lagrimas humedecer mi ropa, sentí como sus brazos se aferraron a mi espalda. —Lo lamento tanto, Shikamaru. —el sabia a lo que me refería.
Se aferro más a mi llorando en mi pecho, mordi mi labio al sentir dolor por la fuerza con la que se aferraba a mi.
Tome entre mis manos su rostro levantandolo para mirarlo a los ojos, los cuales se encontraban rojos con lagrimas saliendo de ellos. Con mi pulgares le seque estas, pegue mi frente con la suya pasando mis manos por su cuello.
Solo fue cuestion de segundos para que le escondiera su rostro en mi cuello mientras que yo le acariciaba su espalda hasta el punto de quedarse dormido.
Lo acoste en mi regazo acariciando su cabello viéndolo dormir en mis piernas las cuales apretaba como si de una almohada se tratase.
—¿Hablas en serio Tsunade? —golpee el escritorio con ambas manos. —¿Dejaste ir a Shikamaru, Choji e Ino a pelear con Kakuzu y Hidan?
—Si no lo hacia ellos irían de todos modos. —se mantuvo tranquila a mis gritos. —Además Kakashi fue con ellos. —ante eso me quede paralizada.
—¿Mi padre...? —esta solo cerro los ojos dándome una afirmación. —¿Como pudiste dejarlo ir? —la pregunta salio de mis labios como un susurró.
—Se que te preocupas por ellos, pero ten les fe. Se que lo lograran. —hablo confiada.
—Ellos no conocen las habilidades de Kakuzu. —esta me presto atención. —Mándame como una aliada para ayudarlos.
—No.
—¿Que? ¿Porque no? —le grite sin entender.
—Ellos piensan que estas muerta y lo más lógico es que se lo informaran al líder lo que significa que ya no te buscaran por haberlos traicionado. —lo que dijo Tsunada es verdad, ellos sin duda me matarían por traición.
—Bien. —suspire y baje la cabeza en forma de rendición. —Entonces daré una vuelta por la aldea. —di media vuelta dispuesta a saltar por la ventana.
—Alto ahí. —me detuve y mire a Tsunade por encima del hombro. Antes de decir algo se escucho a alguien tocar la puerta. —Adelante.
—Me mando a llamar, Hokage-sama. —mi mirada se conecto con los ojos color perlas que me miraban.
—Así es Neji. —mire a Tsunade quien tenía una sonrisa. —Tengo una misión solo para ti.
—¿De que se trata? —pregunto el castaño sin dejar de mirarme.
—Vigilaras las 24 horas del dia a Seina. —los dos nos sorprendimos y miramos a Tsunade.
—¿No confías en mi? —sabia el porque lo hacia.
—Te conozco Seina aunque te diga que no, iras detrás de ellos. —paso de mi vista a la de Neji. —Te la encargo Neji, que no se te pierda de vista.
—Hai, Hokaga-sama. —hizo una reverencia para después mirarme. —Andando. —solo mire fijamente a Tsunade. —Esto sera difícil.
—¿Neji? ¿B-baka que h-aces? —mi cara tomo un color carmesí al ver como este me cargaba como un costal de papas.
—Esta es la única forma de salir de la oficina. —me contesto con su voz de seriedad. —¿A donde te gustaría ir? —me pregunto después de llevarme cargando unos minutos.
—Esto parece una cita en vez de una misión. —deje mis manos caer a mis costados de la cabeza. —Por lo menos aprecio la vista. —llevaba alrededor de unos 15 minutos viéndole el trasero. —Déjame decirte que la pubertad te favoreció.
—Tómalo como cita-misión. —ignoro mi ultimo comentario.
Levante mi cabeza y lo mire.
—¿Cita-misión? Estas diciendo que es una cita. —este solo me miro. —Pues es una cita extraña, pero ver tu trasero lo compensa. —este se sonrojo un poco.
—Ya llegamos. —me dejo en el suelo.
—Nuestra primera cita es en el BBQ. —este me miro.
—Si no te gusta podemos ir a otro lugar. —sonreí.
—Me encanta, de verdad me conoces muy bien Neji. —lo tome de la mano y nos adentramos al lugar. —Vayamos a la mesa del fondo. —antes de que hablar lo arrastre y lo senté a un lado de mi.
—Me gusta, así las personas no estarán mirando hacia acá. —un mesero nos tomo la orden. —¿Y como siguen tus heridas?
—Mucho mejor, gracias por preguntar. —quedo un silencio incomodo entre los dos. —¿Como van las misiones?
—Bien, lo mismo de siempre con Lee y Gai-sensei. —me rei al recordar la misión que realice con ellos.
—Neji. —lo llame. —Lo siento.
—¿Porque? —frunció el ceño ante mi disculpa.
—Por ser una egoísta contigo. —este solo me miro atentamente dandome a entender que continuará hablando. —Fui muy egoísta al solo pensar que yo era la única que sufría con todo lo nuestro. —baje mi mirada ante la mirada fija de el en mi. —Solo pensé en mi cuando tu eras quien sufría más que yo.
—No es necesario tus disculpas, yo te hice sufrir más de una vez. —lo mire a los ojos. —Hinata-sama me contó su platica. —baje mi mirada arrepentida de lo dicho a Hinata. —Y siendo honesto iba a dejarte en paz y olvidarte. —mordi mi labio para detener las lagrimas que se avecinan.
—Neji, yo... lo que le dije a Hinata solo fue porque no entendía lo que sentía pero,—lo mire fijamente. —...Pero cuando estaba en plena pelea lo único en que pensaba era en ti. Y fue cuando me di cuenta de mis verdaderos sentimientos... —Neji no me dejo seguir hablando.
—Lo se. —lo observe. —Cuando vi a Shikamaru cargando tu cuerpo, no lo pensé dos y corrí a ti tomándote entre mis brazos, Shikamaru no dijo nada el estaba débil por gastar su chakra. Corrí hacia el hospital y a mi mente llegaron las palabras de Hinata-sama pero un murmullo tuyo hizo que mi corazón latiera como nunca lo había hecho. —tomo entre sus manos mi rostro.
—¿Que dije? —sus ojos me decían que diga lo primero que me viniera a la mente. —Te quiero. —antes de poder hacer algo Neji bajo mi mascara para estampar sus labios con los míos, ambos teníamos una gran necesidad de ese beso, era un beso lleno de amor y deseo. Nos separamos gracias a la falta de aire.
—Sigues tan hermosa como la primera vez. —pego su frente con la mia. —Te quiero. —le di un corto beso en los labios y justo después de eso llego la comida.
—¡Carne! —me aleje de Neji para comenzar asar la carne.
—En pienso a creer que quieres más a la carne que a mi. —se cruzo de brazos mirándome.
—¿Estas celoso de la carne? —este solo me volteo la cara. —¡Oh por dios! Neji Hyuga celoso. —tome entre mis manos su rostro. —Solo te quiero a ti.
—Creo que empiezo a dudar. —rodee los ojos y le di un beso el cual correspondió de inmediato.
—Lo sigues dudando. —dije después de separarnos.
—Déjame pensar. —ahora fue el quien inicio el beso. —Creo que ya no lo dudo. —me dijo al separarnos.
—Solo querías que te besara. —le di vuelta a la carne en la parrilla.
—Que te puedo decir, soy adicto a tus besos. —tome su plato y lo llene de carne. —Gracias. —me agradeció después de servirle.
—¿Ahora soy una droga? —le pregunte con una ceja alzada.
—Corrección. —tomo entre sus palillos un pedazo de carne y me lo acerco a mi boca cuando estaba por comerla la alejo y sentí sus labios con los míos. —Mi droga. —sonrei ante lo dicho.
—Solo tu droga. —le di un castro beso en los labios. —Pero tu droga no seguirá viva si no come. —este rodo sus ojos y ahora si me dio el pedazo de carne en la boca.
—¿Feliz? —pregunto al ver como masticaba con calma saboreando el sabor.
—Feliz... —ambos reímos y entre pequeños besos comíamos platicando de cosas sin sentido.
Cuando terminamos de comer eran pasadas del medio dia, decidimos dar un paseo por la aldea en el camino el me platicaba algunas de sus misiones yo en cambio solo lo escuchaba ya que tenía puesta mi atención en mi libro.
—Deja de leer eso. —tomo mi libro y lo alejo de mi.
—¡Oye! Me quedo justo donde la cosa se pone buena. —me cruze de brazos y hice un puchero.
—¿Donde se pone buena? —leyó un párrafo y toda su cara se miro neutral. —Ah, ya veo. —lo mire sorprendida ver como comenzó a leer el libro. —¡Oh, esa no me la sabia! —pensó en voz alta cuando leyó otro párrafo. —Lo tendre en cuenta.
—Neji siempre supe que eras un pervertido. —este me miro uno segundos. —Pero no creí que fueras un gran pervertido. —ahora su cara tomo un color carmesí. —Y tienes el Byakugan, sepa para que lo usas.
—S-seina, no es lo que parece. —este no sabia que hacer.
—No te preocupes, la primera vez que te vi después de tres años admito que use el Byakugan. —este tenía su cara completamente roja.
—¡Seina! Eres... —yo solo me reía al ver su cara. —Sera mejor seguir caminando.
—¿Me entregas mi libro? —le extendí mi mano pero el solo la tomo entrelazado nuestros dedos.
—No. —me atrajo a su cuerpo. —No quiero ni imaginar que es lo piensas después de leer eso. —me dio un beso en la cabeza.
—Sera mejor que no lo sepas. —comenzamos a caminar con nuestras manos entrelazadas, y ahora como el guardo el libro ambos platicamos de cualquier tontería.
—¿Como pierdes a un bebé? —le pregunte a Neji quien me contó de su primera misión la cual era cuidar un bebé.
—Eso es lo que le preguntamos Tenten y yo a Lee. —rei moviendo mi cabeza de un lado a otro.
—No quiero ni pensar en como le hara si tiene un hijo. —a mi mente llego un mini Lee igual que el. —De hecho ya lo vi igual a el.
—Con Lee y Gai-sensei dando 500 vueltas por toda la aldea. —a lo dicho por el, ambos imaginamos a los tres parados de manos caminando por toda la aldea.
—Y no te olvides de una Tenten detrás de ellos hablándoles. —nos reímos al imaginar esa escena.
—¿Y tu? —mire a Neji. —No piensas en tener hijos. —ante esta pregunta a mi mente llego el como se hacen los bebes. Mi cara comenzó arder dándome a entender que era prima de un tomate.
—¿Ha-blas de h-acer bebes? —a mi pregunta el se sonrojo.
—¿Que? Si digo no, digo si... —ambos estábamos más rojos que los tomates. —B-bueno co-mo se hacen los bebes no me refería a que tengamos relaciones... —ha esto no sabía donde esconderme, una cosa es leer y otra muy distinta en ponerlo en practica. —¿A-ah no s-ser quze tu quier-as?
—¡¿Me estas pidiendo tener relaciones?! —le grite/pregunte.
—B-bueno no... digo si pero solo si tu quieres. —no podía pensar en otra cosa que no fueran los libros de Jiraiya.
—Y-yo... —las palabras no salían de mi boca si siquiera se que decir. —B-bueno yo... es que yo... soy... —antes de seguir hablando un ANBU apareció a nuestro lado.
—Hime-sama, Neji Hyuga. Los llama la Hokage. —solté un suspiro de alivio.
—Iremos en seguida. —este desapareció, antes de que Neji sacara el tema de nuevo hable primero. —Hay que ir de una vez.
—Hai. —estaba a punto de caminar pero sentí como me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo. —Esto no se queda así. —me susurro en el oido para después morder esta. Yo me quede estática con un gran sonrojo. —Andando linda. —entrelazo nuestras manos y comenzamos avanzar.
¿Que acaba de pasar? —esa pregunta se apropió de mi mente. —Neji Hyuga eres un gran pervertido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top