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Gran dia
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Seina POV.

Mi padre tenía una gota de sudor en su cabeza al observar las columnas de papeles que Tsunade le dejo.

──Y con esto esta todo lo que heredaste, por ahora.

──Es una cantidad increíble. ─le dijo mi padre.

──Es cierto, estaba segura de que cuando despertarse del coma yo había hecho todo el papeleo incluido el tuyo. ─me miro encogiendo sus hombros.

──Tenía otros asuntos que atender. ─un tic surgió en mi ojo. ──Y felicidades por convertirte en el Rokudaime Hokage, Kakashi.

──Cierto padre, felicidades. ─le sonreí.

──Muchas gracias. Aunque creo que me costará.

──Ya te las arreglarás. Después de todo, Seina y yo lo logramos.

──No me metas en esto. ─ella solo me dio una pequeña sonrisa.

──Me esforzaré. ─en eso tocaron la puerta.

──Con permiso. ─se abrió dejando ver a Shizune junto a Shikamaru. ──Reportando. ─hablo Shizune. ──Además del Raikage, el Kazekage también solicito visitar al enfermo. ¿Podemos llevarlo a donde esta Naruto-kun?

──Hai. ─hablaron los dos al mismo tiempo.

──Además... ─miro a Shikamaru.

──Quisiera pedir un favor. ─nos contó lo que quería.

──Ya veo. Entiendo tu plan, Shikamaru. ─hablo mi padre.

──Me mostraron el futuro, y ahora quisiera resolverlo aprovechando la experiencia.

──Algún dia, el... ─me acerqué a la ventana mirando los rostros Hokage. 

──Ha recibido a todos los visitantes que nos imaginamos. ─escuche a Tsunade. ──Es muy popular.

──Tranquila. No dejare que se le suban los humos. ─le dijo mi padre.

──Aunque hay alguien que no quiere tener visitas. ─sentí su mirada clavada en mi.

──Ya hablamos de eso, la mayoría solo quiere quedar bien o otros quieren mi mano.

──Bueno, en parte tienes razón.

[🍃]

Caminaba por los pasillos del hospital buscando la habitación donde se encuentra Gai-sensei y los chicos. Antes de llegar alguien grito mi nombre.

──¡Seina! ─mire a una de las ventanas a Naruto junto a el Raikage, el Kazekage y algunos otros más que venían con ellos. ──¿A donde vas? ─me acerque.

──Iba a hacer el chequeo de Gai-sensei.

──Oh, cierto. ─bajo la cabeza. ──¿Crees que este bien?

──El debería de estar muerto al abrir la octava puerta pero gracias a ti sigue vivo. ─levanto su cabeza. ──Te aseguro que el esta bien. ─mire a los dos Kages. ──Me alegra verlos, Raikage-sama, Kazekage.

──A nosotros también, Ohimesama.

──Todavía no me acostumbro a eso. ─solte una pequeña sonrisa.

──Ni yo a tus ojos, "ttebayo.

──Solo es por unas semanas. ─mire a otro lado. ──Bueno, me tengo que ocupar. Hay tantas cosas que debo hacer.

Me despedí de ellos para ir a la habitación en esta ya se encontraba todo el equipo 3.

──Lamento la tardanza. Es que me perdí por el sendero de la vida. ─cerré mis ojos levantando mi mano como lo hacia antes.

──Seina. Mi eterna rival, siempre con la misma escusa.

──Lo siento, lo siento. ─me disculpe con Lee. ──Bien, comencemos.

Coloque el aparato en su pierna derecha. En la pantalla a un lado mío apareció los rayos x mostrando la mayoría de huesos en pequeñas fracciones, incluso era peor que Lee hace años.

Cerré mis ojos negando con mi cabeza. Lee no tardo en llorar mirando a su maestro.

──¡Se-sensei! 

──No llores, Lee. ─este levanto su cabeza observando a su mentor. ──Aunque la brillante primavera de mi juventud haya terminado, todavía tengo un futuro. La estación del sol deslumbrante, un color al rojo vivo. ─alzo su brazo. ──¡Es el inicio de mi verano! ─lo mire hacer un gesto de dolor por el movimiento.

──¡Gai-sensei! ─exclamo Lee con más lagrimas. ──Estoy impresionado. Que manera de pensar tan maravillosa. 

Tanto Neji, Tenten y yo los miramos con cara de poker.

Aun estando en el infierno es capaz de verlo de otra manera. ──suspire.

──¡Dios! ─tire de mi cabello desesperada. ──La persona que haya dicho que planear una boda es fácil. ¡Es un estúpido! ─me deje caer en un cojín, suspire. ──Necesito comer para concentrarme.

──Lo harás cuando terminemos con la mitad de las cosas. ─mire a Neji con un puchero.

──Pero amor, no llevamos ni siquiera dos y ya me desespere. ─el solo me miraba con una pequeña sonrisa.

──Tu padre dejo en claro que necesitamos organizar todo lo antes posible.

──Mi padre, no se porque ahora se puso en modo "padre estricto". ─me cruce de brazos.

──Bueno, sabes que tu eres su tesoro y como nos vamos a casar soy el numero uno en su lista. ─me senté en su regazo recargando mi cabeza en su pecho.

──No eres el numero uno. ─poso sus ojos en mi. ──Eres toda la lista completa. ─sonreí ante su mala cara.

──Cuando terminemos con la mitad podemos ir al BBQ. ─mis ojos brillaron.

──Bien. ¿Que seguía? ─me acomode entres sus piernas sintiendo sus manos en mi cintura y su cabeza en mi hombro.

──Los invitados.

──Los invitados. ─tome una hoja y mi bolígrafo. ──Veamos... ─me quede pensando a quien invitar. ──Conozco algunas personas de otras aldea sin mencionar que los Kages también están invitados.

Esto tardara mucho tiempo. ─suspire a mis pensamientos.

▻Me despiertas a la hora de comer.

Tu no ayudas en nada, solo duermes. ──no escuche contestación de su parte, seguramente ya se hacia dormido o solo lo finge.

[🍃]

Tomada de la mano de Neji caminábamos entre las calles de Konoha. Los aldeanos nos saludaban pues somos la pareja más mencionada en estos días y tan solo algunas semanas más seremos oficialmente esposos.

──No he visto a nadie de los chicos. ─comente mirando a los lados. ──¿Donde estarán?

──Seguramente en una misión.

──¿Todos? Eso si que es raro, pero bueno por fin tendré por fin un pequeño descanso.

Una vez llegado a el BBQ nos tomaron la orden y después de unos minutos ya estaba siendo asada.

Había algo que tenía que decirle y creo que es el mejor momento que hemos tenido hasta ahorra.

──¿En que piensas? ─lo mire seria.

──Creo que es el momento contarte. ─toma una bocanada de aire. ──¿Te acuerdas de mi misión de infiltración en Akatsuki?

──Si, ¿a que viene eso? ─sabia que no le gustaba hablar sobre ello.

──Antes de irme te deje una carta diciendo cosas hirientes para que mi "tración" no te doliera tanto. La cosa es que en mi mente me hacia la idea de que cuando volviera tu encontrarias alguien que te aprecie y que merezca, no sabia con certeza si me perdonariaz por hacer esa misión.

Me quede unos segundos en silencio.

──Por eso intente olvidarte con alguien más. ─no lo miraba a los ojos, sentía vergüenza de mi misma. ──Se que no eramos novios o algo parecido pero ambos nos queríamos. Pero por más tiempo que pasaba con el mis sentimientos seguía igual en ti incluso más fuertes. Lo que hubo entre el y yo dejo de pasar al decirle que no podía seguir con eso. El lo entendió después de enojarse y explotar un bosque completo.

──Hablas de el rubio de nombre Deidara. ─alce mi vista sorprendida de eso.

──¿Como sabes que hablaba de el?

──Digamos que en la misión de rescatar a el Kazekage, nos enfrentamos y le gusta hablar de más.

Debí suponer que la rubia plana haría algo así. ──solté un suspiro. ──Estúpido Deidara.

──Entonces... ─lo mire. ──No estas, enojado.

──Admito que cuando me entere en su debido tiempo si y me desquite contigo cuando nos reencontramos.

──Déjame decirte que tu puño suave dolió como nunca. ─me cruce de brazos mirando a otro lado.

──Después me enoje conmigo mismo al hacerlo, pues por mucho que hiciera algo no cambiaría el hecho de que no eramos nada.

──Lamento el no haberlo dicho antes, es solo que al estar a tu lado se convirtió en mi vida que temia que te alejaras si te enterabas. ─baje mi cabeza.

──Pero me lo contastes. ─me tomo de mi barbilla, lo mire a los ojos. ──Y no olvides que yo fui tu primer beso. ─acerco sus labios a los mios. ──Y te hice mia completamente. ─susurro en mis labios para acortar la poca distancia entre los dos.

──Te amo. ─hablamos al mismo tiempo para después volver a unirnos en otro beso.

Inhala... exhala. Otra vez, inhala... exhala. Hacia eso tantas veces pensando que eso me relajaria pero que equivocada estoy. Solo me pongo más nerviosa que nunca, y como no estarlo si hoy es el dia de mi boda.

Caminaba de un lado a otro por toda la habitación, de tantas veces en el suelo ya se veía un pozo.

Me acerque a la ventana tratando de calmar este mar de nervios y funciono por unos minutos. Mire el cielo azul resplandeciente con algunos pajaros volando indicando un gran dia.

Itachi, Shisui, Shiro. Me voy a casar, con el hombre que siempre he amado. ──sonreí al ver el viento moviendo las hojas. ──Me hubiera gustado que estuvieran presentes.

La puerta se abrió.

──¿Nerviosa? ─mire a mi padre.

──Necesito tu medecina especial. ─se acerco sonriendo por debajo de la mascara.

De pequeña cualquier tipo de situación su medicina especial me dejaba tranquila y en calma. Me envolvió en sus brazos acariciando mi cabello procurando no despeinarme.

──Ya eres toda una mujer. ─su voz se escuchaba quebrada. ──Ya no eres mi bebé que siempre quería que estuviera con ella en todo momento. Te he visto convertirte en lo que eres, haciendome sentir viejo y orgulloso de ti. Se que Neji te cuidara mucho mejor que yo a partir de ahora. ─nos separamos, algunas lagrimas salían de sus ojos. ──Eres mi mayor tesoro, mi hija sagrada.

Con mis manos limpie sus lagrimas depositando un beso en su mejilla por encima de la mascara.

──Ya es hora. ─me ofreció su brazo. ──¿Lista?

──Lista. ─tome su brazo.

Llegamos a las puertas, estas de abrieron y me quede paralizada sin fuerza por culpa de los nervios, camine al sentir tres manos empujando mi espalda. Gire mi cabeza mirando por unos segundos a los tres, mis hermanos y con una sonrisa desaparecieron. 

Gracias por las fuerzas, Itachi, Shisui, Shiro. ─con una enorme sonrisa entre en brazo de mi padre.

»Este es mi gran dia«

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