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Deidara...

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Seina POV.

A medio camino sentí un dolor inmenso que me hizo detener mis pasos.

—Seina-sama. —lleve mi mano a mi pecho a la vez que caía de rodillas al suelo debido al dolor. —¡¿Seina-sama, se encuentra bien?! —no podía formular palabra alguna, quejidos de dolor era lo único que salían de mis labios.

—N-no pu-uedo respi-rar... —la punzada en mi pecho dolia demasiado causando que mi respiración se hiciera extremadamente lenta haciéndome difícil hacer que el aire entre a mis pulmones.

Escuche el gran aullido que dio Takeshi pidiendo ayuda.

—¡¿Seina?! —mi padre me tomo de los hombros.

—¿Que pasa Kakashi? —pregunto Pakkun cuando vio como mi padre me abajo la mascara.

—Tiene dificultad para respirar. —tomo mi cabeza entre sus manos. —Mírame Seina. —fije mi vista a el. —Respira conmigo.... inhala, exhala... inhala, exhala... —hacia lo que mi padre me indicaba mientras que buscaba algo entre su porta arma. —No creí que lo usarías de nuevo. —agito el inhalador y lo coloco en mi boca, sentí como el aire entro a mis pulmones. —Suerte que lo traigo conmigo siempre.

—Gracias... —lleve mi mano a la mascara pero la mano de mi padre me prohibió colocarla.

—No la usaras, no hasta que respires mejor. —yo solo le voltee los ojos. —Y no me voltees los ojos jovencita, que lo hago por que me preocupas. —me envolvió en sus brazos. —¿Como te sientes?

—Mejor, gracias... —en mi mente solo pensaba en la punzada y en lo que significa. —Sera mejor continuar.

—Bien estaremos jun... —un gran resplandor interrumpió a mi padre. —¿Que demonios...? —mire como ese resplandor resulto ser una explosión, una capaz de arrastrar hasta los 10 km.

—¡No! —me levante y me quede atónita observando a la dirección de la explosión. —¡No, no, no...! ¡¡NO!! —grite a la vez que comenzaba a correr a esa dirección ignorando los llamados de mi padre. —¡Mierda! ¿Que hiciste...? ¡¡DEIDARA!!

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——¿Que pasaría si yo muriera, hmn? —mire de reojo a la rubia oxigenada quien por primera vez lo veo serio.

——Bailaria sobre tu cuerpo para después dárselo a Kakuzu para que cobre tu recompensa, déjame decirte que los criminales de rango S tienen buena paga. —me rei de lo dicho por mi pero el no. —Pero no seria lo mismo son ti, tu eres quien me ha estado apoyando en todo talvez nos peleemos pero aun así no queremos. Gracias a ti siento que soy bienvenida a los Akatsuki, gracias a ti puedo poner una sonrisa en mi rostro. Se que puedo contar contigo en las buenas y en las malas.

——En pocas palabras me amas, hmn. —deje que su cabeza se acostara en mi regazo mientras que le hacia trenzas en su cabello.

——En tus sueños rubia. —este cerro sus ojos a sentir mis manos en su cabello.

——De hecho en mis sueños eres mi esposa y tenemos dos hijos, hmn. —lo mire con una ceja elevada.

——¿Nombres?

——Sen es el mayor ojos azules con el cabello albino, le encanta estar con su madre. Deiya es la pequeña ojos color rubí y su cabello rubio, le encanta el arte explosivo al igual que su padre siempre peleando con Danna. —su mano tomo la mia para darle un beso. ——La cosa es que no va hacer un sueño, haré lo imposible por que se haga realidad. —levanto su cabeza pegando nuestras frentes.

——Estas loco. —mire sus ojos azules quienes me analizaban mi rostro el cual no llevaba mi mascara.

——Así me tienes, loco por ti. —sello toda la distancia entre los dos con un beso.

——Idiota. —este alzo ambas cejas y una sonrisa juguetona se dejo ver. ——¡Oh no, no lo harás! —me levante pero cuando iba a correr este me tomo de la cintura tirandome nuevamente al pasto donde estaba sentada.

——¿Como me llamaste, hmn? —tomo mis manos y las aprisiono a los costados de mi cabeza.

——Idiota, si quieres te lo deletreo I-D-I-O-T... —no termine ya que el me beso.

——Pero soy tu idiota, hmn. —me rei para sentir de nuevo sus labios.

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E

l ruido sordo que ocasiono mis rodillas al caer al suelo fue lo unico que escuche, con lagrimas rodando por mis ojos mire con más determinado el lugar donde antes era un bosque con arboles, plantas, animales ahora no era nada más que simple tierra.

Con mi mamo temblorosa tome lo que era la banda de regulación, la sostuve junto a mi pecho mientras cerraba mis ojos y miles de recuerdos invadieron mi mente.

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——¿Por lo menos no soy la unica mujer en este equipo? —señale a la rubia quien tenia una vena en la frente. —Así que este es el equipo de arte o como se llame. —le reste importancia.

——¡¡SOY HOMBRE, hmn!! —mire a la rubia que resulto ser rubio.

——¡¿Que?! Ja, me estas jodiendo cierto. —dirijo mi vista a Sasori quien negó para despues ver como asintió con la cabeza dándome a entender que si era verdad lo dicho por la rubia. —¿Que clase de travesti eres? —esto lo hizo enojar.

——¿Y que clase de rata albina eres tu, hmn? —se cruzo de brazos como si lo que me dijo fue lo peor de mi vida.

——Tu lo has dicho, solo existen un tipo de ratas albinas y son las que dan miedo. —este se quedo callado procesando mis palabras.

——Tsk, estupida niña. —me volteo la cabeza.

——¡Ahy! Lo siento lastime los sentimientos de la anciana teñida. —me lleve una mano al pecho fingiendo lastima.

——¡¡QUE SOY HOMBRE!! —me grito.

——Claro lo que tu digas. —le reste importancia a sus gritos y observe una ave de arcilla. —¿Que es eso? —los nombrados miraron el ave, Sasori solo lo miro neutral mientras que Deidara lo miro orgulloso. —¿Es arcilla? —ante mi pregunta el rubio mostro una sonrisa.

——Bien niña este es mi arte. —se llevo una mano a su bolsillo que tenía en su cintura, cuando la saco mire una boca en esta quien estaba masticando la arcilla para después escupirla.

——¡Que asco! —susurro mientras me llevaba una mano a la boca. Cerro su mano y cuando la abrió de dejo ver un pajaro. —¿Un pajaro? ¿Eso es tu arte?

——Todavía no has visto mi arte. —el pajaro voló y cuando estuvo a una distancia retirada el rubio comenzó hablar. —El verdadero arte es explosivo. ¡Katsu!—el pajaro exploto.

——¿Arte?—pregunte mirando donde estuvo el pajaro. —El arte no sirve si nadie puede apreciarlo, esa cosa exploto y ni siquiera pude apreciarlo. El verdadero arte es... como decirlo. —me lleve una mano a mi barbilla pensando en la palabra correcta. —Para mi el arte debe de ser... eterno.

——La mocosa me cae bien. —la sonrisa de Sasori me dio a entender que era sincera. —Ella si aprecia el arte verdadero, no como tu.

——Ustedes no saben apreciar el verdadero arte, hmn. —solté un suspiro al conocer a el equipo con el cual me toca estar.

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Lagrimas salieron de mis ojos sin pedir permiso alguno al recordar los momentos que tuve con el, apreté el agarre donde tenía la banda de Iwagakure, baje mi cabeza dejando que las lagrimas mojaran la tierra.

—¡Eres un...! ¡Baka! —mordi mi labio con fuerza haciendo que sangre saliera de este. —¡¡DEIDARA!! —di un golpe al suelo ocasionando un gran hoyo en el.

Me estremesi al sentir un una mano en mi mejilla, levante mi cabeza.

Mis ojos se abrieron todo lo que pudieron mientras las lagrimas salían más rápido.

—¿Dei-dara...? —me talle mis ojos y mire al frente donde observe al hombre explosivo, este me sonrió para dar media vuelta y comenzar a caminar. —¡Espera! —le grite pero siguió su camino, me levante y comencé a correr hacia el. —¡Deidara, espera..! —este se dio vuelta y me miro.

—Recuerda lo que te dije. —llegue a el y lo primero que hice fue envolverlo en mis brazos pero el se desvaneció en ellos.

—¡No, no, no! —miraba a los lados buscándolo desesperadamente pero no había señal de el. —¡¡NO!! —me deje caer pero sentí unos brazos sujetarme. —Deidara...

—Lo lamento Seina, se que algunos se volvieron importantes para ti, pero recuerda que eran criminales. —ignore las palabras de mi padre.

Mi vista se elevo observando el cielo, era un dia nublado. Una sonrisa se posa en mi siendo empapada por mis lagrimas al imaginar la pelea de los dos idiotas que siempre competían por que arte era mejor.

—Son unos...bakas. Sasori, Deidara. —cerré mis ojos y limpie mis lagrimas con el dorso de mi mano. —Igual que el combo zombie.

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——¿Jashi-sama? No lo conozco, ¿de que se trata el jashinismo? —caminamos hacia un centro de recolección, Kakuzu adelante de nosotros.

——Escucha bien mocosa, el jashinismo es una religión donde tu pue.... —el peliplata fue interrumpido por el avaro.

——Hidan, deja de tratar de influenciar sobre tu dios falso a la niña.

——¡Maldito avaro! ¡Jashin-sama si existe y te castigara! —le grito.

——No creo que sea malo Kakuzu. —este solo me miro. —Bien Hidan sígueme contando sobre Jashin-sama. —a este le brillaron los ojos.

—Vaya la mocosa sabe reconocer lo que es bueno. —pasó su brazo por mis hombros. —Como decia antes de ser interrumpidos por el anciano.... —este esquivo un golpe del mayor.

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Sentí el chakra de todos llegar al mismo lugar donde nos encontrábamos mi padre y yo, este se alejo de mi para darme privacidad y fue con los demás para explicarle lo que paso.

Con la banda de Deidara en mi mano me acerque al medio de todo el desastre, cree una cruz de madera donde talle su nombre.

Mire la banda para colocarla sobre la cruz, pase mi vista por las nubes mientras que cerraba los ojos para sentir el viento en mi rostro.

——Solo recuerda una cosa...
Pase lo que pase yo te
seguire queriendo
porque...
Te amo.——