∞ Capítulo 8: Diversión
Novia, Novia...
Esas palabras retumbaban en mi cabeza, pareciera que no lo asimilaba del todo todavía.
A quien engañaba si me sorprendió muchísimo y sentía que mi cara todavía estaba un poco tensa, pero también sabía que con la ayuda de Glen mi estadía aquí en Bondi Beach sería más agradable si estaba con él, solo esperaba a que mis amigas les fuesen bien, no como a mí, que había tenido este tipo de respuesta por parte del zopenco y maldito bueno para nada de Tristán.
Le dije a Glen que si nos movíamos un poco donde se encontraban mis amigas, ya que, no quería que le hicieran daño aquellos chicos. Ya teníamos suficiente y eso debía parar, por lo que me acerqué un poco para oír la conversación de mis amigas de manera discreta.
—¿Qué hay de ti, que has hecho rubia? —Mencionó Cameron.
«Rubia», era el seudónimo que le había puesto en la preparatoria a Hailey. Ella me lo había confesado y era porque no le gustaba su cabello natural y se lo teñía, era un apodo que el mismo Cameron se lo decía solo a ella y a nadie más. Yo aun no entiendo porque se lo tiñe ¡si es un color lindo para mi gusto!
Hailey había respondido.
—Seguir estudiando, tú sabes... con dedicación y esfuerzo todo se puede —dio una pequeña sonrisa, mirando al chico que estaba en frente de ella.
Cameron miró el suelo jugando con sus manos de alguna forma lograba distraerse así, luego fijó su mirada atentamente a aquella chica que llamaba rubia, miré que Cameron mordió su labio suavemente debido al nerviosismo que sentía.
—¿No dirás algo más? —Dijo soltando una pequeña risa—. ¿Creo que venir aquí no fue la mejor idea? —mencionó él arqueando la ceja.
—¿Qué dices Cameron? fue una excelente idea, no sabía que Derek estaba de cumpleaños...
—Ah, sí... —En la voz de Cameron hubo un poco de decepción en sus palabras.
—¿Qué me cuentas tú? — Dijo Hailey cambiando de tema rápidamente.
Era un hecho de que no se veían hace varios años, por lo que a simple vista podía deducir que Hailey estaba feliz de retomar aquella conversación, al menos no había sido tan incómoda como la mía.
— Yo... —se lamió sus labios para poder continuar o eso es lo que veía.
Pero el teléfono de Hailey comenzó a sonar insistentemente, al ver quién era él o la causante, la pantalla de su teléfono, daba con el nombre probablemente de su novio, contestó rápidamente dándole una señal a Cameron que se iría a hablar a solas, por lo que en unos minutos Hailey se encontraba gritado.
—¡Cassy, Sophi vengan! —Sonrió ella.
—Lo siento Glen, pero el deber de amiga me llama.
Glen se hecho a reír.
Me comencé a mover y observé que Sophia se había parado, ya que probablemente por su parte, Dylan eran solo bromas y molestarla nada más, haciendo que la pobre Sophi le saliera canas verdes por las malas caras que ella colocaba, aunque por mi parte eso me confundía un poco. ¿Sophia estaba coqueteando con Dylan o qué?
—Enana —Le dijo Dylan viéndola como se había parado, escapándose una sonrisita.
—¡Que no soy! ¡Basta! —Gritó Sophia.
—¡Puede que hallas crecido, pero te ha crecido más la bocotá Dylan Cooper!
—¡Crees que te tengo miedo Sophia Miller! —Gritó Dylan volviéndose a reír.
Solo pude escuchar esa pequeña discusión cuando me iba acercando hacía Hailey. Observé que Sophia venia hacia nosotras, yo ya había saludado al novio de Hailey y tirado algunos chistes cómicos que él no había entendido por lo que Hailey se lo había traducido riéndose aún más. Luego fue el turno de Sophia quien le había dicho que estaba encantado de conocerlo.
Nosotras estábamos un poco lejos, pero juraría que los tres chicos que nos hicieron suspirar estaban hablando de nosotras, ya que solo sentía un ligero escalofrió.
[...]
Cameron
—Como me encanta molestar a Sophia...
— Siempre ha sido a si Dylan, desde la preparatoria ¿Por qué no se lo dices de una buena vez? —Dije arqueando una ceja.
—¿Ah sí?, ¿Y qué hay de ustedes? Que puedo decir Tristán según parece quisiste olvidar a Cassy con Amber, fue tanto el apuro que subías muchas fotos con ella.
—A Amber no la metas en esto, Dylan...
—¿Enserio? ¿Ahora la defiendes? Tristán...quien te entiende. —Comentó Dylan cruzando sus brazos.
—¿No recuerdas lo que nos hicieron ellas? —Siguió hablando Tristán.
—¿Sigues con resentimientos acaso? —Mencionó Dylan—. Viejo, han pasado cuatro años desde que no las vemos y ¿sigues dolido por lo que ocurrió?
Solo observaba y miraba aquella escena que mis amigos estaban armando entre ellos, di un ligero suspiro, no lo entendía del todo ¿Cómo tanto odio y resentimiento por parte de Tristán, sin duda realmente había pedido que nos fuéramos a Sídney porque Cassandra estaba allí, de alguna forma quería vengarse de ella y lo quería hacer a toda costa, mi amigo había cambiado, pero para peor, y eso me asustaba un poco, miré hacia la dirección de las chicas, quienes se estaban sacando fotos, pero más a Hailey, esa chica me hacía dar enormes suspiros por ella.
O al menos eso sentía en la preparatoria, ahora era diferente.
No podía creer que estaba vestida de la misma forma que me gustaba antes, Hailey nunca cambiaba y de inmediato una sonrisa se me formó de mis labios. Luego volví a tomar atención a mis dos compadres que eran tan infantiles para sus cosas.
—Sí, no. ósea no sé —Dijo Tristán soltando un suspiro.
—Ni tú mismo te entiendes Tristán —Dijo Dylan rodando sus ojos.
En definitiva, no entendía a mis dos amigos, al menos podía decir que Hailey se divertía con sus amigas.
Que gran envidia tenía.
[...]
Ajena a lo que estaban conversando ese trio de idiotas, nosotras seguíamos sacándonos fotos inclusive intercambiamos un par de miradas, que significaban que debíamos hablar después, una conversación bastante larga nos debíamos.
Luego unos chicos que no conocíamos y eran unos completos desconocidos, agarraron de la nada a Sophia ella no le dio tiempo de protestar, en cuanto a Hailey al menos ya no estaba con su teléfono a la vista, lo había guardado hace unos minutos.
Pero nos sorprendimos tanto como esos desconocidos agarraron a Sophia y como ella comenzó a protestar alejándose a la vez con ellos, con Hailey solo nos miramos y estallamos en risa ya que como se la estaban llevando era de manera muy graciosa, estiraba sus manos y pataleaba, pero vimos a lo lejos que ella se estaba divirtiendo ya que vimos a Derek con ella. Con Hailey caminamos hacia la fiesta mientras que Glen seguía esperándome. Él se nos unió hablando un par de cosas con Hailey y del gusto que tenían por la música.
Había sentido unas miradas, de esas que te hacen un escaneo por completo, sabía en el fondo de quien se trataba, pero no quise voltear a ver, me había sentido bastante incomoda con aquella conversación con Tristán. No era el Tristán que había conocido o mandado un par de mensajes de texto en la preparatoria. Ese chico al parecer se esfumó y en cambio se convirtió en un arrogante, una persona sin empatía, tan vacía eran sus palabras dirigidas a mí que lo único que me causo fue una incomodidad extrema. ¿Dónde había quedado ese chico tierno en la cual conocí?, quizás estaba, pero escondido, o tal vez las personas cambian.
Aunque debía agradecer a Glen quien había actuado en el momento adecuado y debo decir que era mi ángel guardián.
Glen era un ángel.
Escuché un par de palabras de Hailey con Glen sobre algunos grupos de rock que le recomendaba escuchar, hasta que sentí unas manos me jalaban, levanté mi mirada y me sorprendí de que se trataba de Derek.
—¡Cassy! Ven vayamos a mi fiesta...
—¡Derek! Encantada —Sonreí feliz.
Él me abrazo por la cintura por lo que le respondí su abrazo. Se acercó a mi oído y me susurro.
—¿Problemas?
Solo asentí y luego mencioné
—Pero gracias a Glen estoy mejor, es un ángel.
—Lo es. Cassy mi mejor amigo es un gran chico. No lo desperdicies. —Me dijo guiñando un ojo.
¿A qué se refería con desperdiciar? No lo entendía, pero solo le dedique una gran sonrisa y Derek me sonrío, él sabía de mis problemas, me desahogaba con él, poco a poco se ganó mi confianza, por lo que obviamente las chicas no sabían lo que mi madre y yo pasamos.
Al volver a recordar, ese momento en que lo conocí, se me formo una sonrisa genuina que varias personas podrían interpretar como con un coqueteo o que con Derek había algo más entre nosotros, pero solo era una linda y hermosa amistad.
Me llevó cuidadosamente haciendo que varias personas se sorprendieran en especial el trio, Hailey conversaba con Glen mientras que Sophia seguía bailando con los chicos que la habían arrastrado. Venimos por diversión, ¿no? Y no dejaríamos que fuera arruinado por esos tres odiosos chicos que también conocían a Derek.
—My lady, no debes sentirte así...
—Lo se Derek, pero es que... tantas cosas pasen en la preparatoria, que, al verlo otra vez, siento confundida... —Mencioné dando un ligero suspiro.
—My lady, lo sé me lo has contado, pero... Por qué no me regalas una sonrisa, ¿eh? —Dijo acariciando mis pómulos haciendo una sonrisa imaginaria lo cual me causo una risa.
—De acuerdo —Dije riéndome mientras sentía sus labios en mi cabello.
Me había besado mi cabeza. Era un gesto muy tierno.
—Y Cassy preciosa, hazme caso a lo que te digo. —Me guiño el ojo para luego buscar un trago y me lo da, ambos brindamos por su cumpleaños. Sabía que esta noche sería mágica.
La música que comenzaba a sonar por los enormes parlantes de la fiesta era «Runaway de Galantis », de a poco inundaba parte de Bondi Beach. Las luces se apagaron y de un momento a otro, juegos de luces moradas, rojas verdes, aparecían, en mi mano había tenido aquel trago que Derek me había dado, pero en el proceso se había perdido, me encontraba bailando sola, las luces me hacían sentir una sensación de adrenalina, hasta escuché una voz grave en mi nuca que hizo erizar mi piel, me tomó suavemente mi brazo y lo llevó hacia su cuello, podía sentir su cuerpo apegado al mío, aun manteniendo mis ojos cerrados seguí bailando hasta que escuché una voz masculina.
—No podía dejar que esta hermosa dama bailara sola...
—¿Glen? —Abrí mis ojos al mirar hacia arriba.
Y miré que era él que me dedicaba una gran sonrisa. Le respondí regalándole una sonrisa genuina. Luego volví a cerrar mis ojos y me dejé llevar por la sensación, sentir el cuerpo de Glen apegado al mío y como el perfume de él invadía mis fosas nasales me hacía dar unos buenos suspiros. A diferencia de otros chicos, Glen no se propaso es más me giré para observarlo.
Nos quedamos un buen rato sin decirnos nada y aun manteniendo mis brazos en su cuello seguía manteniendo una gran sonrisa. Mirarlo a los ojos era una sensación extraña pero linda, sentía que lo había visto de algún lado ¿pero en dónde? Luego, esfume esos pensamientos y que la música hiciera lo suyo.
Hasta que escuche las voces de Hailey y Sophia.
Destruyendo toda la química que había formado con Glen.
—Perdona. —Comentó Sophia.
—Pero nos llevaremos a nuestra amiga. —Canturreo Sophia. Y me sacaron de ahí.
Glen volvió a reírse y mover su cabeza.
No dije nada, a pesar de estar un poco molesta mis amigas volvieron a bailar junto conmigo.
—Por poco y ya te veíamos que se besaran. —Gritó Sophia.
—No haría eso, ni que estuviera tan ebria. —Comenté.
—Cassy hable con Glen y en mi opinión no fallo, lo encuentro un gran chico. —Me grito Hailey mientras se movía con la música—. Además, ver que ambos se movían tan bien, además se veía la química entre ustedes, ¡ya sal con el!
Eso me había sorprendido, cuando Hailey me hablaba de algún chico en especial, sabía que lo que decía era cierto, pero tenía miedo, aun no lo conocía del todo, y además tampoco quería usarlo como venganza o escusa porque estaba Tristán aquí en la cuidad, no quiero jugar el mismo juego que él estaba usando.
Se había vuelto tan amargado y egoísta.
Sophia quedo anonadada por lo que acaba de ocurrir, pero menos Hailey ya que en ese momento cuando me tomo por sorpresa estábamos con Glen. Ambas chicas me tomaron de las manos y comenzamos a saltar, luego las luces se apagaron otra vez, por lo que nos empezamos a reír, y sentimos que nos apretaban por la multitud de la gente, aunque deducíamos que no había nadie más solo nosotras por lo que volvió la música mucho más fuerte. La emoción era muchísima, se sentía la adrenalina en cada poro.
—Esta noche hay que pasarla bien!
—¡Sí, este día seré soltera! —Gritó Sophia.
—¡Dime a mí! El mío está en Alemania, pero...
—Yo soy soltera... pero ¡A pasarla bien! —Grité.
Sentí un cuerpo se aprisionaba con el mío y danzaba, supuse que era Glen, la sonrisa se había formado de manera instantánea, cuando me giré para ver, mi sonrisa desapareció, era Tristán.
[...]
El alcohol se estaba haciendo presente y hacer efecto en cada uno de los invitados, pero por obvias razones Sophia no podía tomar mucho porque era nuestra queridísima conductora.
La música había cambiado por una de «Súbele a la Radio de Enrique Iglesias» , creo que era una de las nuevas que aquel Español había lanzado. No había tomado demasiado porque quería recordar con cada detalle aquella fiesta y que sabía que era una de la primera que pasaría junto a mis amigas, Hailey también estaba en la misma idea que yo.
Quedamos estupefactas que a medida que las horas pasaban, se instalaran pequeños juegos en playa, el primero se llamaba «Beer Pong» que consistía en colocar varios vasos de plástico sobre una mesa e intentar meter dentro de ellos una pelota de ping-pong. Es un juego en el que debes tener un contrincante a cual retar. Con cada fallo al lanzar la pelota se debe dar un trago de alguna bebida.
Ese juego estaba puesto en una mesa de pin-pong con los vasos colocados formando un triángulo invertido. Sophia se había animado, ya que se había sacado la camiseta larga que llegaba mostrando su sudadera negra dejando ver sus brazos descubiertos y se amarró su cabello en una coleta.
—Te animaras Sophia pero no... —Dije sin terminar la frase.
—Sujeta esto querida... —Me lanzó su camiseta, cayéndome en la cabeza, rápidamente la sujete entre mis manos, mientras seguía sorprendida.
— ¡Oh!, con que esta cosa se ha prendido... —Dijo Hailey asintiendo.
—¿Quién será el contrincante de Sophia? —Dijo Derek.
Suena la canción «Black in black de AC/DC» y para el asombro de todos comenzamos a darles ánimos todas las mujeres de la fiesta que estaban presentes, hasta que en la multitud se escucha una voz masculina y de repente al lado mío se encontraba Glen animando al igual que yo y nos miramos con una sonrisa cómplice.
—Yo voy —Dijo una voz masculina.
Todos giramos hacia la dirección proveniente de aquella voz, y muchos de los chicos comenzaron a gritar ya que había alguien que los representaría. Se trataba de nada menos que Dylan Cooper entrando en la escena siendo aplaudido por los hombres y gritando el nombre de Dylan.
—¿Con miedo, enana? Beberás...
—No querido, créeme que no... —Le guiño el ojo.
Cosa que en Dylan se le asomó un rubor en sus mejillas tiñéndolas de un lindo tono carmín, por aquella burla que le había propinado Sophia.
—No por nada, en la preparatoria me elegían con la mejor puntería... ¿Listo? —Preguntó ella.
—¡Cuando quieras!
Primero fue el turno de Sophia, ella había lanzado una pelota cayendo justo en el vaso de plástico, Después fue el turno de Dylan aunque había fallado por completo, causando una sonrisa burlona.
—¿Te rindes? —Comentó Sophia, haciendo rodar la segunda pelota entre sus dedos.
—Jamás. —Dijo mirándola.
Llegó el turno de Sophia ahora eran dos pelotas que estaban en juego, calculo con precisión aquellos vasos y cuando encontró la distancia perfecta entrecerró sus ojos, y la pelota salió disparada dándole a los vasos, luego era su ultimo tiro se concentró de la misma manera. La música había parado, nadie respiraba cuando dio el ultimo disparo, la pelota volaba por los aires, hasta que la pelota encajo en uno de los vasos, la música había cambiado a la de «We are the Champions de Queen ».
Corrimos al lado de Sophia para abrazarla y saltar a la vez, por lo que las demás invitadas saltaban de alegría aplaudiendo porque habíamos ganado la guerra de sexos.
—¿Ahora te rindes? —Dijo Sophia mirándolo.
—Me rindo —Dijo Dylan para ir hacia sus amigos.
—¡Ahora pasemos al siguiente juego! —Gritó Derek emocionado.
—El otro juego se trata de... —Dijo Glen ayudando a su mejor amigo, explicando en qué consistía.
«La carta», que así se llamaba el juego, era un juego que consistía en que también muchas personas bebían como «castigo» aunque también se podía colocar otros castigos que no requieran del alcohol como por ejemplo dar un salto, dar una vuelta, etc.
Consiste en coger una carta y humedecer los labios, pegar la carta a nuestros labios y los juntamos con el del compañero que tengamos al lado como si fuéramos a darle un beso, pero pasarle la carta, luego este se la pasa al de tu derecha, que la tiene que coger también con los labios y así sucesivamente. Y a los dos a los que se les caiga obtenían su castigo.
Todos los invitados habían hecho una enorme fila, para comenzar a jugar, Sophia estaba por adelante casi llegando a donde se encontraba Derek, Hailey por al medio y yo casi al último, estamos tan emocionada que cuando comenzó el juego, varias personas se sorprendieron, algunas fueron con el mismo género, era gracioso por las caras que colocaban. Cuando llego en Sophia se sorprendió de que se trataba de Dylan y cuando fue el turno de Hailey atrás de ella estaba Cameron.
Cuando había llegado mi turno el chico que me la había pasado, me lo había pasado bastante mal por lo que cuando me gire estaba Tristán atrás, me acerque al pasárselo nuestras miradas se encontraron como queriendo decir algo más, pero el papel se había caído haciendo que nuestros labios casi se tocaran.
—Parece que hubo perdedores
— ¡¿Qué!? —Gritamos por primera vez estuvimos de acuerdo en algo.
Derek fue hacia a nosotros.
—Parece que my lady perdió... —Se río.
—¿Lady? — Arqueo una ceja Tristán.
—Sí, ¿algún problema con que la llamo así? —Dijo Derek mirando de pies a cabeza.
—Nada Derek —Dijo un poco nervioso.
—¡Que el cumpleañero decida! —Gritaron unos chicos.
—Obviamente será un castigo, para ambos... —Dijo pensativo—. Deberán quitarse la ropa.
—¿No crees que es extremo? —preguntó Glen mirando a su mejor amigo.
Derek comenzó a negar. Incluso estaba a punto de quitarme la ropa, pero al ver que estaba Glen, tenía un ligero rubor en mis mejillas, luego pude percatarme que Glen me miraba de manera discreta con un ligero rubor.
—Espera Cassy, todavía no he terminado, solo la parte de arriba solamente, pero se deben lanzarse al mar —Dijo Derek con una sonrisa triunfante.
—¡Como te odio, maldito! Pero es tu cumpleaños me la deberás... que conste que eres el cumpleañero —comenté teniendo un rubor lo bastante notorio.
Comencé a quitarme mi camisa escocesa lanzándola hacia Derek y mi camiseta que llevaba le había tirado hacia cualquier dirección. Le dejé mi teléfono, para luego sacarme mis zapatillas y ya estaba lista. Luego Tristán se había quitado su camisa, aunque la tenía en su mano, y sus zapatos, luego se sacó su camiseta tuve que mirar a otro lado, pero la tentación estaba. ¡Maldita sea!
Miré de manera discreta, su torso desnudo estaba bien trabajado, incluso tenía bien marcado los oblicuos como me gustaban a mí, no pude evitar morderme el labio inferior. Las chicas habían llegado un poco tarde junto con los amigos de Tristán, pero si vieron que estábamos semi desnudos, por la cara de sorprendidos que pusieron, rodee los ojos deseando que las horas pasaran rápidas. Luego miré a Glen quien tenía un rostro serio que no pude interpretar.
—¡Fuck you idiot! [¡vete a la mierda idiota!] —Miré a Derek alzando el dedo de en medio.
Tristán solo se reía por aquella escena.
—¿Qué tanto te ríes? —Alce una ceja.
Acto seguido me fui hasta la orilla de la playa junto con Tristán todos nos daban ánimos, por lo que sin perder tiempo espere hasta que se dio la oportunidad y me lance. Al principio pensé que se encontraría helada, pero estaba demasiada tibia, perfecta para mí.
No me había dado cuenta de que Tristán se había lanzado al mismo tiempo que yo, por lo que sentí unas manos alrededor de mi cintura.
—¿Estas bien?
— ¡Por supuesto que sí! ¿Crees que no sé nadar? Y no te hagas el caballero conmigo.
Me quedo mirando para luego reírse, y reír mucho más alto.
—¿Qué tanto te ríes?
—Es que... tienes una medusa como sombrero...
— ¡¿Que!? —Grité para luego chocar con su pecho.
Nos miramos unos minutos que parecían bastante eternos, estaba a punto de acercarse lentamente hacia a mí por lo que desvíe la mirada rápidamente y me beso el cabello.
—Que ni se te ocurra besarme Tristán o ¿debo recordarte que tienes a tu novia? Será mejor salir —Dije de manera fría y a la vez nerviosa.
El frio estaba calando en mi cuerpo y comencé a caminar hacia la orilla de la playa para sacar el exceso de agua de mi cabello. Aunque los muy malditos no habían dejado mi ropa, más que la camisa de Tristán y su camiseta. Sentía frío por lo que acaricie mis brazos para ver si así entrara un poco de calor en ellos, pero sentí que Tristán me había puesto su camiseta, me sorprendí por ese acto, quede mirándolo perplejo y no pude evitar sonrojarme, pero gracias a mi cabello largo se había ocultado ese color carmín en mis mejillas, la camiseta me quedaba un poco grande, pero él tenía un aroma bastante delicioso a un perfume que no recordaba el nombre, pero en él se sentía estupendo ¡Por dios Cassy! no caigas.
—Gracias... —Mencioné de manera cortante.
—Ah. No fue nada... —Dijo un poco nervioso rascando su nuca, pasando por su cabello, notándose un poco el rubor en sus mejillas.
—¡Cassy!
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