∞ Capítulo 21: En peligro

Desde que había tomado mi decisión me sentía más relajada y mi mente despejada.

Incluso mis amigas venían de vez en cuando a almorzar o incluso a tomar te en mi casa o a veces íbamos a casa de Hailey.

Ahora, me encontraba en el departamento de Hailey junto con Sophia, realmente necesitamos hablar sobre lo que realmente había pasado hace más de un mes y hablarle por qué tomé esa decisión de manera abrupta.

—¿Y bien preciosa que ocurrió? ¿Porque tomaste esa decisión?, no es que me entrometa ni nada, te apoyamos en ese mes y esperamos pacientemente incluso, con Hailey nos juntábamos hablando de ti y realmente nos preocupamos.

—Así es Cassy, queríamos ir a tu casa saber cómo estabas, pero conocemos como te pones, realmente querías un momento a solas y lo comprendemos —Mencionaba Hailey muy tranquila bebiendo una taza de té.

—Gracias chicas. —Le di un sorbo a mi taza con té, todavía en pijama juntó con mis amigas habíamos hecho una pijamada en la noche anterior y desayunamos recién a las 12:00 de la tarde.

—¿Y qué pasó? Cuenta. —Mencionó Sophia sacando algunas galletas.

—¿Se acuerdan aquella vez en la fiesta descubrimos que Tristán planeo todo y que fue gracias al inversionista del empresa Adrien quien destapo ese sucio secreto?

Las chicas asistieron.

—Pues resulta que me fui con Glen...

—Eso lo sabemos. —Señalaba Hailey mirándome de manera paciente.

—Resulta que estábamos en el estacionamiento de mi departamento y todo termino mal.

—¡Que! Espera... ¿Cassy no me digas que volviste a hacer lo mismo con lo que le hiciste a Tristán? —Mencionó Sophia.

—Ósea fue algo parecido, estaba tan confundida con los dos, pero me terminé acostando con Glen y...

—Alto... Cassy... es mucha información y... ¡Te acostaste con Glen Jackman! Por dios Cassandra Leethood eres rápida, sabíamos que eras virgen y con esta gran confesión ya no. —Chillo Hailey de la emoción.

—Cuenta los detalles sucios. ¿Es bueno en la cama? —Pregunto Sophia.

—Muy bueno en la cama, que literal me hizo temblar de placer, sentirlo, admirar su cuerpo... ¡por dios chicas! Tiene un gran culazo y un...

—shh ya no lo digas más. Pedazo de bombón que te has tirado. —Dijo Sophia.

—Pero espera... nos dijiste que jugaste con él. ¡Como te perdiste a un tío tan bueno! ¿Eh? —Mencionaba Hailey.

—Esperen a ese punto quiero llegar. —Di un suspiro y continué—. Decidimos tomarnos un tiempo, al menos yo, ya que no quería hacerlo sufrir, ya no quería seguir en el bando del sufrimiento, fue mucho tiempo, pero tomé la decisión correcta.

—¿Y qué decisión tomaste? —Dijeron ambas al unísono.

—Me gusta Glen, y no por el simple hecho de tener sexo con él, es mucho más que eso, es algo inexplicable lo que siento, cuando lo veo tiemblo como gelatina, pero sus palabras la forma en cómo me mira, me toma de las manos, me alienta a seguir mis sueños, siempre ha estado ahí, es servicial atento y es como si lo hubiéramos conocido antes y....—Comencé a recordar una anécdota y luego negué con la cabeza.

—Ahora que sabes que te gusta Glen, ¿qué harás? —Preguntó Hailey.

—Quería mandarle un mensaje, pero no sé si los lea...

—¡Atrévete Cassy mándale un mensaje! —Chillo Sophia.

—Bueno —comenté riéndome—. Está bien, le mandaré un mensaje, no pierdo nada con intentarlo.

—Así es, estoy segura que te contestará—comentó Hailey muy segura de sus palabras.

Tecleé mis dedos, busqué él contacto de Glen, pero me había entrado la llamada de mi madre. Le conteste un poco emocionada, ella me había dicho que si almorzábamos afuera ya que tenía un poco de tiempo y después regresaría al trabajo, le respondí afirmativamente.

Les dije a mis amigas que me pasaría a buscar, pero las calmé diciendo que lo llamaría luego entró la llama de Glen como si fuera por arte de magia o si fuera una extraña conexión.

—Nena... hola... ¿Quería saber cómo estabas? después de todo este tiempo...

—¡Glen! Hola.

Me paré inmediatamente y mis amigas hacían una señal de que iban a gritar, pero se mantuvieron calladas y me dirigí al baño de Hailey para aprovechar de bañarme de ahí y hablar un poco en privado con él.

—Me encuentro bien, después de todo este tiempo... ¿y tú cómo has estado?

—La verdad casi hice una locura. —Había recalcado el casi.

—¿Que locura hiciste?

—No podía dejar de pensar en ti, todo ese maldito mes me remataba pensando... si estarías bien, tampoco te veía en la agencia de modelaje Lisa había mencionado que querías un tiempo, pero jamás pensé ¡UN mes! Si no me contestabas iba a ir a tu casa y si fuera necesario dormiría en la puerta hasta que me abrieras.

—Lo sé, siento mucho por preocuparte.

—Quería llamarte Cassy, pero quería darte él espacio que necesitabas...

—Glen ¿quieres que nos juntemos al centro comercial a las 17:30?

—Al centro comercial, ¡Claro, me encantaría! Estaré allá a esa hora.

—Está bien, nos vemos entonces Glen.

—Nos vemos preciosa.

Colgamos la llamada al mismo tiempo, me saqué el pijama y metí a la ducha.

Sentir aquella agua tibia recorrer mi piel, me hacía sentir rejuvenecida.
Comencé a imaginarme que estaba junto con Glen, cuando tomamos aquella ducha, mi mente comenzó a divagar, poco a poco me visualice con él, que me tomaba firmemente de mi cintura y me repartía besos en cada lugar de mi cuerpo, poco a poco iría introduciendo sus dedos en mi interior...

Pero abrí mis ojos rápidamente y me encontraba sola, mi mente había divagado e imaginado que Glen otra vez me acariciará y me hiciera suya una vez más. Me miré y me encontré con una de mis manos dándome auto placer.

¡Por dios Cassandra! Deja de imaginarte teniendo sexo con Glen, pero realmente lo quiero, quiero que meta su miembro en mi interior y volver a experimentar esa exquisitez que era hacerlo.

Luego de un par de minutos en auto complaciéndome, pasaron alrededor de otro par de minutos y terminé por fin de ducharme, salí con una toalla y llevé la ropa al baño otra vez vistiéndome allí, llevaba unos pantalones rasgados de color negro, zapatillas con un poco de plataformas, un crop top negro y una chaqueta de mezclilla. Me maquillé un poco y ya me encontraba lista.

Sonó mi celular otra vez era mi madre, que me decía que ya se encontraba afuera.

Agarré mis cosas, metiendo mi ropa en la mochila que llevaba, inspeccioné que no se me quedara nada y fui hasta la sala. Me despedí de mis amigas quienes me desearon que tuviera un gran día y me fui del departamento de Hailey.

Al llegar afuera del hall de la entrada se encontraba el auto de mi madre que me hizo una señal. Me subí, y la besé en la mejilla con un» ¡Hola, mamá! «

—Vaya al parecer mi hija esta de buen humor.

—Si, me hizo bien estar con mis amigas.

—Me alegro por ti hija —Me dedicó una enorme sonrisa. Vamos tengo hambre.

Cuando me di cuenta serían las 14:00 de la tarde. ¿tan tarde era?, realmente me sorprendió muchísimo, luego de un rato mi panza comenzó a rugir por comida.

Mi madre se estacionó estando cerca del centro comercial, al parecer almorzaríamos en un restaurante lujoso y así fue. Pedimos lo que comeríamos. En el transcurso de la conversación, mi madre me había comentado que las ventas iban bien, y que, en cuanto a su amigo, se llevaban muy bien salían a varios lugares. Y eso me encantaba que fuera así. Y le aconseje que si a ella le gustará que se atreva a decirle. Quería que mi madre fuera feliz. ¡Realmente necesitaba conversar con mi madre!

[...]

Luego de alrededor de dos horas para ser exactos me encontraba en el centro comercial haciendo hora para hablar con Tristán, me había metido a una librería buscando algún libro nuevo que pudiese leer o si habían llegado libros interesantes.

Estaba tan sumergida buscando algún libro que leer, cuando sentí una mirada de esas que te escanean por completo. No hice caso y me llevé un libro que me había llamado bastante la atención.

Me senté en uno de los inmensos sillones que tenía la enorme biblioteca iba a sumergirme a la lectura cuando no me di cuenta de que ya era la hora, en mi celular marcaban las 17:00 y me llegó un mensaje de Tristán.

Tristán: «Ya he llegado, ¿Dónde estás?» 17:00 pm

Yo: «Estoy en la biblioteca» 17:00 pm

Tristán: «Iré subiendo» 17:01 pm

Salí del local para observar a millones de personas quienes se paseaban con sus familias y parejas dirigiéndose a quién sabe dónde.

Guardé el nuevo libro que había comprado en la mochila y en segundos escuché mi nombre.

—¡Cassandra!

—Tristán, hola

Nos saludamos con un beso en la mejilla, como si nos conociéramos de toda la vida.

—Bien ¿para que querías verme?, ya supiste que todo lo que hice fue para vengarme...

—Lo sé, pero caminemos y sentémonos por allí. —Mencioné de manera tranquila mientras caminaba.

Luego al encontrar un lugar, comencé a hablar.

—Mira Tristán, sé que me dolió demasiado que jugaras de esa manera, pero también me lo merezco, pero tampoco no era la manera...

—¿Y tú qué sabes? ¡¿Nunca se te pasó por la cabeza si con tu jueguito en la preparatoria también me afecto!?

—Al parecer estabas resentido, lo entiendo, pero cálmate.

—¡No me calmaré! —Me dijo parando de manera seca.

Me di la vuelta y lo miré.

—¡Entonces puedo decir lo mismo! Tú qué sabes las noches en vela y el sufrimiento que pase durante meses Tristán, te intente olvidar durante seis meses de ese maldito año, y ¿qué crees?, lo conseguí. —Exclamaba dolida—.¡Si, lo siento! Lo siento por jugar contigo de esa manera, pero pasó hace bastantes años, cinco años para ser exactos. —Exclamé mientras lágrimas aparecían en mi rostro.

Realmente me había dolido, no solo Tristán sufrió, si no ambos sufrimos por no darnos una oportunidad.

—Pero estas equivocado Tristán, vengarte por estar resentido por el pasado... ya deja fluir ese odio que tienes en contra de mí.

Tristán no dijo nada, luego en su rostro reflejaba mucho arrepentimiento por lo que luego soltó un ligero suspiro y luego me miró a los ojos.

—Tienes razón Cassandra, perdóname... —Murmuró mientras le bajaba un par de lágrimas, sentía que realmente estaba arrepentido, por lo mal que se había comportado en ese mes—. Lo siento, perdóname a mí, tan cegado estaba... al final nos terminamos haciendo daño los dos...

—Si... —Dije acercándose a él y sin procesarlo mucho lo abracé.

—Lo siento mucho Tristán, pero sé que ahora eres feliz con Amber y te deseo lo mejor del mundo...

—Muchas gracias Cassandra, y gracias por perdonarme, siento un alivió en mi pecho, sé que no fue el camino correcto y lo lamento mucho, y me siento bien que hayas perdonado gracias...—dijo él tomándome ambas manos.

—Yo también, ¿sabes? realmente necesitábamos conversar, nos debíamos esta conversación —dije aceptando sus manos para apretarlas un poco.

—Tienes razón Cassandra. Nos las debíamos... y quiero que seas feliz con la persona que si te merece—Mencionó con una sonrisa para luego soltarme de manera delicada y yo también lo hice.

Sonreímos y juntamos nuestras frentes. Nos secamos nuestras lágrimas y nos reímos por lo absurdo que nos veíamos. Luego a Tristán le suena su celular, sabía que se trataba de Amber, él se despidió con la mano, alcé mi mano con gesto de despedida y con una leve sonrisa.

Al verlo de espaldas, solo se me cruzaba por la mente otra vez un «Gracias», realmente necesitábamos esa conversación que rindió frutos y que estaba muy pendiente. Sabía que el perdón podía curar cualquier malestar, no solo en decirlo, te curaba el alma. Realmente me sentía feliz por aquella conversación y a Tristán le deseaba lo mejor.

Porque a veces hay que admitir y reconocer los errores para permitirse sanarse de los dolores.

Mire la hora de mi celular eran las 17:30 y Glen no llegaba, tal vez no quería verme, o se retrasó, no lo sabía.

Comencé a bajar a la planta del centro comercial en el primer piso, iba directo cuando unas manos me rodearon haciendo tapar mi boca, me comenzaban a levantar y llevarme en contra de mi voluntad.

Le mordí la mano a aquel sujeto, ya que estaba entero de negro y llevaba un pasamontaña ¿Quién usaría un pasamontañas en un centro comercial?
Al escuchar el alarido del sujeto comencé a gritar y llamar la atención.

—¡Ayúdenme! ¡No lo conozco, me secuestran! —Grité alarmada con un dejo de miedo en mi voz.

Todas las personas no querían acercarse por el temor, a que llevara un arma o cualquier objeto corto punzante.

Nuevamente aquel sujeto desconocido, me tomo y me dijo unas palabras que sabía de quién se podría tratar.

—No me recuerdas Cassy —Dijo en un tono de voz burlesco en mí apodo.

Había palidecido, era él, ¿Adrien? aquel sujeto que había destapado el secreto de Tristán y era el inversionista, pero al parecer tenía una obsesión conmigo.

—No recuerdas aquella vez que nos cruzamos las miradas en el supermercado llevabas una linda camisa, junto a unos shorts cortos y tus sandalias estilo gladiador, te veías tan hermosa...

No podían salir palabras de mi boca, intentaba forcejear con él, pero su fuerza no se comparaba con la mía. Saco un objeto punzante y jugueteaba pasándolo por mi cuerpo hasta llegar a mi cara.

—Te ves tan linda con esa cara horrorizada... en este tiempo sabía todos tus movimientos, tu madre es una mujer muy hermosa...

—¡No le hagas daño a mi madre! ¡Mhm! Me lastimas Adrien... —Exclamé lo poco que podía ya que me estaba apretando.

—Que lindo suena mi nombre en tu boca Cassy, si cooperas conmigo no le pasará nada esta con un amigo ¿no? De seguro va de camino a casa y no querrás que tenga un accidente, perfectamente puedo marcar a alguien y hacer el trabajo sucio...de verdad no querrás que le suceda nada ¿verdad?

—¿Porque haces esto? Dime...—Lo mire horrorizado e intentando comprender su locura.

—Porque me enamoré de ti, eres tan sexy, hermosa, realmente me encantaría hacerte mía, pero...Glen ocupó ese puesto ¿no? El recorrió tu cuerpo con esas sucias manos que posee...pero, no me importa —dijo riéndose—. porque ¡Serás mía Cassy! Sé que estuvieron solo en sus departamento y de como gemías por él, lo sé bien...

Ya no quería oírlo. Él me había dicho muchas cosas que eran ciertas y que durante el mes que había transcurrido me hacían asustarme cada vez más, todo este tiempo me había seguido a donde iba, con quien conversaba, qué ropa utilizaba, TODO, y todo fue porque lo miré fijamente y luego le dedique una sonrisa aquella vez cuando lo miré en su despacho en la agencia de modelaje.
¡Me tenía un loco en su poder!

De repente todo pasó muy rápido y casi en cámara lenta, muchos guardias del centro comercial nos rodeaban y apuntaban su arma, Adrien había sacado una pistola y la colocó en mí sien, sentir el frío mental en una de mis sienes el terror se apoderó completamente de mí.

Pensaba que sería mi fin, que no tenía escapatoria, me volaría la cabeza y de paso él también. Solo quería que todo terminara y que alguien me ayudará.

Los guardias intentaron calmarlo para que me soltaran, pero era imposible. Hasta que escuché una voz.

—¡Ya suéltala maldito! Deja en paz a Cassy.

Miré de reojo hacía la persona ya que tenía apuntando el arma hacia la dirección de él. Era Glen, mi amado Glen se encontraba ahí.

—Glen no te acer... ahg...—Intente decir, mientras más intentaba zafarme más me apretaba.

—Vaya hasta que Romeo apareció para rescatar a su Julieta, Que trágico, ¿no?

—¿Me quieres a mí no es así?

—La verdad es que no quiero, tú eres un estorbó en nuestra relación con Cassy. —Dijo apuntando el arma ahora hacia mí un rato y luego volvió apuntárselo a Glen.

Eso me dio la oportunidad se zafarme pisando su pie de manera fuerte y golpearle el estómago con mi codo, eso hizo que contuviera el aliento y me dio tiempo para ir hacia la dirección de Glen.

—Si Cassandra no es mía, entonces no será de nadie más. —Vocifero Adrien.

Él disparó hacia la dirección donde iba llegando una de las balas a mi cuerpo o eso creía haciendo que me estrellara contra el piso golpeando mi cabeza en el impacto, sangrando un poco y parte de brazo también.

Me ardía, era una sensación de ardor intenso y disminuía un poco, pero sentía más disparos provenientes de todos lados, alaridos, gritos y la voz de los guardias diciendo que debían evacuar el centro comercial.

Observe que mi cabeza me comenzaba a dar vueltas pero me concentraba en mi respiración, lentamente como pude me levante, pero al ver que mi propia sangre se encontraba en el piso, y unas cuantas personas heridas por el tiroteo y a Adrien el piso en un charco de sangre o eso entendía. Mi mente no procesaba toda la información me encontraba en shock, sólo quería a una persona y rogaba que se encontrará bien.

No encontraba a Glen y eso me desesperaba y temía lo peor, sentía un mareó y sólo quería dormir, pero escuché una voz masculina que me llamaba a lo lejos, cuando pude visualizar aquella voz, solo pude gritar fuertemente.

—¡¡Glen!!





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