21.- Fuego andante
—Mamá yo apenas me estoy enterando —que es totalmente cierto—. Dile a mi tía que yo la cuido y se va a regresar conmigo.
La llamada de mi mamá confirma las sospechas que tenía, al parecer Marian solo tomo su ropa y decidió que iba a venir sin pedir ningún tipo de permiso. Ahora entiendo porque estuvo llamando y no conteste porque no quería que se preocupará por este tema y ahora tendrá que hacerlo, también me va a explicar porque está haciendo tratos con él a mis espaldas.
—Tu prima es una inconsciente, mira que salirse por la ventana para ir contigo fue excesivo —está enojada y no tengo manera de defender a Marian, dejar solo una nota no fue para nada correcto.
—Ella está bien y va a estar conmigo. Pueden confiar en que nada nos pasará —eso lo dudó un poco pero tengo fe—. Dile a mi tía que en cuanto la encuentre haré que le llame.
—Kate cuídense mucho y hazla entrar en razón, dile que no puede escapar así de casa, está mal —si mi madre está así de enojada, no quiero mi imaginarme como estarán mis tíos—. Me está entrando otra llamada debe ser tú tía. Te amo —y colgó sin dejarme despedir.
—Por lo que alcance a escuchar no están para nada felices —dijo Adam, vamos camino a la fiesta en donde ya todo está listo para la apertura del viaje de graduación. Es uno de los eventos que son organizados por la junta de estudiantes, solo será un poco de música para divertirnos un rato, bailar y sobre todo convivir “sanamente”.
—Mi mamá está preocupada y mi tía debe estar peor —lo más seguro es que están preparando todo para meterla a un internado —no deberían preocuparse Marian puede cuidarse sola, es bastante independiente y en unos meses va a cumplir los dieciocho, ya nada podrá detenerla.
—Nunca hablé con ella, pero es muy parecida a Anna en actitud y gusto por las fiestas la he visto en varias —ya ni siquiera me sorprende que la comparen con Anna—, aunque nunca con ustedes.
Porque no ha querido, porque tal vez me odia, porque soy una mala hermana. Jonathan no es la única persona a la que dejó abandonada, Marian era mi mejor amiga, es mi hermana y un día llegó Anna, estuvimos platicando unas cuantas horas y sucedió que me entendía perfecto y también a Marian. Las tres éramos fuego andante, me sentía en una película, todo era muy bueno, casi no pensábamos en Joanna y una noche todo se cayó, se deshizo entre mis dedos. Anna hizo algo que aún no encuentro la manera de justificar. La ignorancia no nos exime de culpa pero yo creo que debería contar para algo, yo creo que mi hermana es lo suficientemente buena para dejar de lado todo y seguir adelante, nunca ha dejado que nada la detenga y no veo porque esto tenga que ser la excepción.
—Ella y Anna si son bastante parecidas, cualquiera diría que su prima es ella y no yo, pero ellas tienen… —suspiro, odio tener que contar esta historia ya que siempre que lo hago caigo en cuenta de que yo también le clave un cuchillo en la espalda— un problema bastante complicado, las cosas en realidad son muy difíciles para mi prima, ella aún se siente incómoda; te voy a contar y sólo no nos juzgues demasiado. Marian era novia de un chico, Ricardo, estuvieron juntos un tiempo pero ella no quería que lo conociéramos, un día hubo una fiesta —hay una cada semana, eso no es nuevo— y Ricardo se aprovecho de eso para seducir a Anna y cuando llegue con Marian esa noche los vio besándose y yo me quedé con Anna en lugar de seguir a mi hermana, me quedé y por eso nuestra relación se rompió, esa noche cambiaron muchas cosas.
Yo hice mal, lo sé y siempre lo he aceptado. Debí poner a Marian por encima de Anna, la familia siempre es primero y le fallé, es porque hay algo mal conmigo. Yo amo a Marian con todo mi maldito corazón, todo lo que quiero es que sea feliz pero le tengo envidia, ella es la única chica sobre la tierra que me causa miedo. Nunca he querido dañarla y siempre lo hago, y según papá fue lo único que debí aprender, amarla sin ningún otro sentimiento de por medio y parece que fue lo único que nunca pude acatar correctamente, me hacen falta más clases acerca del amor, de como no terminar por matarlo.
—Ese para mí era otro misterio con respecto a ti, ¿cómo es que siendo familia nunca están juntas? —y antes era todo lo contrario de mellizas no nos bajaban— Ahora todo toma sentido pero lo que no me cabe en la cabeza es que Marian este justo con nuestros amigos.
—Es el único lugar a donde puede ir si me está buscando y Manu lo dijo, me está esperando —otra de las cosas que muy pocas personas saben es que Marian fue quien detuvo todo las historias que se estaban creando alrededor de la situación, ella fue quien les pidió a todos que se quedaran con nosotras, ella dijo que no quería nada de nadie y así se hizo—. Además supongo que sí eres amigo de Francis sabes que ella es su eterno amor imposible, la quiere mucho pero Marian nunca cedió.
Ella decía que después de verme tan destruida por el amor nunca le entregaría el corazón a nadie y resulto que se lo entrego a un completo pedazo de mierda, yo por lo menos tengo el consuelo de saberme amada por Jonathan y Marian solo se queda con el trauma, aunque adquirió bastante popularidad después de lo que pasó con Anna, verla llegar al colegio fue todo un espectáculo, se bajó del auto de mi tío y no fue para nada lo que se esperaba, sonreía, saludaba se veía más hermosa que de costumbre, siempre me he quedado con la espinita de saber si la imagen que nos presento aquel día fue real.
—Bueno, ella no es solo famosa por las fiestas, el mes pasado gano otro concurso de conocimientos —y esas son las razones por las cuales me cuesta trabajo dejarme llevar por el amor incondicional, pocas personas son las que me hacen competencia y ella lamentablemente es mi principal contendiente—, sino fuera porque es un año menor ella estaría muy cerca de obtener el mejor promedio de la generación.
No quise responder, el se dará cuenta por si solo de lo que lo que siento, y cuando conozca a mi familia entenderá todo. Caminamos unos minutos más y ya hay demasiada gente en el salón de eventos, muchas caras me son familiares, casi ningún amigo cercano pero si muchas personas con las que me he divertido. Ver a todos me pone un poco nostálgica, a la mayoría en la vida los volveré a ver y solo de imaginar que en unos años todos nosotros apenas nos recordaremos, pero la vida es así, ella decide quién entra, pero solo nosotros decidimos quien se queda para siempre y definitivamente no los necesito a todos, solo a unos cuantos y son los que precisamente iniciaron este viaje conmigo. Veo a mis amigos y jalo a Adam conmigo, esperando que Jonathan por el momento no me de más problemas, si quiere mañana, el día de hoy mi prioridad es Marian.
—Chicos no han visto a… —mi pregunta fue contestada por una chica rubia que se lanzó con mucha euforia a mi cuello— Esta vez me lo has hecho demasiado fácil —le susurró mientras la abrazo, se separa de mi y me le quedo viendo unos segundos.
Hoy se ve preciosa, simplemente me encanta el conjunto de pantalones cortos, un top amarillo y una chaqueta de mezclilla, se le ve muy bien. Es como si toda la luz del sol fuera para ella, siempre busca destacar, de no ser por qué mi vestido me encanta y es de mi color favorito me sentiría un poco inferior.
—Para ti nunca estoy escondida, siempre podrás encontrarme —y si le creo, si fuera al revés tal vez no estaríamos en la misma situación—. Está vez quería que fuera una sorpresa, ¿o te molesta que esté aquí? —me quedé muda por un momento, molesta definitivamente no pero si tengo miedo de que quizá su presencia ponga las cosas más tensas de lo que ya se encuentran.
—Marian sabes que me encanta verte —además tengo que pedirle muchas explicaciones—, pero primero vas a tener que llamarle a tu mamá.
—Ya sabía que ibas a pedir eso, tengo más de cien llamadas suyas en el teléfono —dijo despreocupada, mejor dicho con aburrimiento—, por cierto la cara que tienes no es por mi madre, obviamente Anna está aquí y no tienes que preocuparte por mi, nunca he buscado problemas y no empezaré hoy. Ahora, préstame tu teléfono porque el mío está sin batería —se lo doy y de inmediato marca el número—. Soy yo mamá —cambia su tono de voz en un instante, pero no era precisamente preocupación o dolor, era más ira—, ¿no crees que estas exagerando? No escape por la ventana, fue por la puerta y lo hice porque no me dejabas venir, estoy bien por cierto, gracias por preguntar, regreso en una semana, te quiero —cuelga el teléfono y me lo regresa con una sonrisa.
—¿Por qué le cortas la llamada así? —eso solo molestará más a mi tía.
—Mamá exagera y lo sabes, es un viaje y vine a disfrutarlo, no a preocuparme por lo que mamá piense —¿a quién quiere engañar? Por lo menos yo sé que cuando lleguemos a casa ella va hacer hasta lo imposible para que mi tía la perdone—. Además papá sabe de todo esto, nunca me iría sin que él supiera.
En casa nuestras madres son las que llevan los pantalones, ellas son quienes nos meten en cintura ya que nuestros padres siempre han sido demasiado cariñosos con nosotras, mi papá por supuesto siempre me consiente, soy su hermosa y son pocas las veces que se ha molestado conmigo y si mi papá es así mi Eduardo es el doble de condescendiente, él la trata literalmente como una princesa, así que por ese lado nunca ha estado falta de cariño.
Ahora que ya resolví el tema de mi familia me toca presentarle a la persona que alegra mis mañanas o por lo menos la de hoy.
—Hay varias cosas que tenemos que hablar, la primera es más importante —jalo a Adam a mi lado y el rodea con un brazo mi cintura—, ya debes conocer a Adam, es mi novio.
Su reacción no era la que yo esperaba una sonrisa amabilidad no que me apartara de él y me mirará de forma extraña, toca mi frente para asegurarse de que no estoy delirando..
—¿Novio? Creí que desde Jonathan no querías un novio, aunque nunca lo fueron —le puso un poco más de limón a mi herida—. Nunca escuché que quisieras a alguien como a él, mejor dicho no hablas, solo intentas hacer como que no pasó; te guardas todo para ti y eso no te hace bien, siempre te insistí para que me dejaras ayudarte y ahora veo que ya no lo necesitas —me está haciendo sentir mal y es que si me ofreció ayuda un par de veces pero si ella pudo sola, ¿por qué yo no?
—Kate, ya saliste de la habitación… —es Anna que me salva de tener que contestar— Marian que gusto verte no sabía que ibas a venir.
—Hola —dijo Marian muy bajito, hace tanto tiempo que no se dirigen ni la mirada, así que no se como le harán para convivir una semana entera porque mi prima se queda conmigo—. Lo decidí de último momento, ya saben que yo salgo en un año pero no tengo amigos de mi generación así que pensé que era buena idea pero si les molesta que… —Anna no la dejo terminar.
—No, claro que no —se acercó a ella muy despacio y yo solo me quedé estática mirando—. Marian de verdad quiero resolver las cosas y para eso necesito que te quedes.
—No hay nada que arreglar —le respondió Marian dándole la mano—. Solo dame unos días y ya verás que todo será como antes, Anna la abraza, si es que a eso que se dieron se le llama abrazo, Juan se acerca y detrás de el viene mi tormentito— ¿Jonathan? ¿Pero qué demonios haces aquí?
Eso quería explicárselo pero nunca puedo hacer las cosas a mi manera, siempre me sorprende y siempre llega en el peor momento, es una costumbre suya que se le da muy bien.
—Marian, Jonathan es nuestro amigo —contesta Adam tratando de controlar la situación—, viene con nosotros.
—¿Amigo? ¿tú amigo? Pero creí que… —solo me miró pero no termino la pregunta y eso es mejor, le tomo la mano y la llevo de la mano hasta una esquina del salón solo espero que mis amigos hayan hecho mucho caso a la reacción de mi prima.
—Mira es una historia sumamente complicada y voy a resumirla lo más posible —se cruza de brazos y se queda esperando a que hable—. Hace una semana Jonathan se presentó en el colegio, hablamos creí dejar todo en claro pero no fue así y se ha empeñado en regresar, de alguna manera se las arreglo para llegar aquí, se ganó la confianza de Adam y justo ayer él supo toda la verdad, se agarraron a madrazos, Adam ganó pero insistió en que se quedara, y aquí estamos intentando sostener esta farsa.
—Ayer fui a buscarlo, papá me lo pidió porque es evidente que ya sabes que nosotros somos sus principales inversionistas —y eso no me hace feliz—, antes de eso llame a Joanna y ella me dijo que tenías problemas pero no creí que estos, es mi culpa yo le sugerí a papá que pusiera a prueba la agencia pero era demasiado arriesgado que yo lo intentará, podrían darse por enterados y mover las cosas a su antojo, le dije que te pidiera el favor ya que seguro los empleados de Jonathan no sospecharían de ti, lo que menos quería era esto.
—Y porque no me lo dijiste antes —eso es lo que más odió en la vida, que hagan experimentos conmigo—, yo también necesitaba estar sobre aviso
—Después de enterarte de la niña me dijiste que no querías saber nada de él —bueno eso era cierto—. Además nuestros negocios siempre se han mantenido lejos de nuestra familia —también es cierto, siempre me ha dado lo mismo de dónde saquen el dinero, me basta con saber que es trabajo honesto pero si me hubiera gustado estar enterada de que Jonathan es uno de los afortunados que gozan de la confianza de mi tío—. No te preocupes, todo acabará cuando me venda su empresa.
—Él no te va a vender —no sé de donde salió eso, pero a Marian no le gusto.
—Déjame eso a mí, es algo que llevo planeando algún tiempo y tengo todo perfectamente calculado —suena un poco irritada, igual que mi tío cuando alguien se mete en sus asuntos—. Por lo que debes de preocuparte es por los chicos, necesitan saberlo, son nuestros amigos y no podemos seguirles ocultando algo así, ambas conocemos a Jonathan y si no lo dijo públicamente es porque algo está tramando, si de verdad quieres a Adam…
—Eso no lo dudes, lo quiero y mucho —le respondí lo más firme posible, ella me conoce y por lo tanto no debe dudar— es muy especial y lo amo, no me importa si tengo que enfrentarme a Jonathan por este amor.
—Si tienes que hacerlo no estarás sola —toma mi mano y la aprieta—. Yo misma me voy a encargar de quitártelo de encima, lo voy a tener demasiado ocupado con trabajo para que te moleste —dijo muy segura de si misma, aunque es Marian, siempre está segura de cada paso que da, mi tío sabe muy bien lo que hace al enviarla con Jonathan.
—Marian gracias y por favor intenta hacer las pases con Anna, no quiero seguir alejada de ti —le dije haciéndome a un lado.
—Eso tenlo por seguro y vamos a ahora mismo a decir la verdad acerca de Jonathan —eso no me parece muy buena idea pero es mejor que se enteren por mi y no por ella—, vamos a frustrar cualquier plan que se le haya ocurrido.
—Lo haré, vamos, entre más rápido mejor —solo unos segundos después ya estábamos frente a todos, es cierto no pueden juzgarme por alejar a Jonathan.
Solo él y yo conocemos los motivos y eso tiene que ser suficiente, no tengo porque dar explicaciones del porque decidí dejarlo pase lo que pase es solo mi problema y fue solo mi decisión y si me dolió en el alma pero fue lo mejor para mí, atada a una relación con el no hubiera conocido el mundo de la manera en que lo hice, nunca me hubiera dado la oportunidad de experimentar, de vivir en libertad —y libertinaje para que negarlo—, de conocer a todo tipo de gente, hacerme de una vida que si bien no es perfecta me satisface, por ahora tengo todo lo que quiero, la sombra de Jonathan está sobre nosotros pero poco a poco lo voy a sacar, tengo que hacerlo.
Sigan disfrutando de la historia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top