17.- Por amor a ambos

En mi vida imagine que lo que empezó como el mejor día que había tenido en mucho tiempo, terminaría como uno de los más sorprendentes y extraños. Principalmente lo recordaré como el día que la ira se apoderó completamente de mi. 

Después de salir de las aguas termales fui con Juan a buscar a Jonathan, estuvimos dando vueltas por el hotel y cuando ya nos habíamos rendido escuché a Kate gritar, fue como si algo se hubiera encendido en mi interior, sentía que si no llegaba hasta donde estaba ella podría morir y esperaba cualquier cosa pero no estaba listo para lo que estaba por escuchar.

Maldita sea, yo sabía que esas miradas eran no eran normales, que se conocían más allá de sus padres y aunque la respuesta siempre estuvo ahí me negaba a verla, me rehusaba a aceptar los que veía en los ojos de ambos; la confirmación fue lo peor, ver la verdad en los ojos de Kate y después escucharla de sus labios me dolió mucho más que los débiles golpes que Jonathan intenta darme, le estoy dando con todo lo que tengo, como si de eso dependiera mi vida, uno tras otro mientras Kate grita y Juan trata inútilmente de separarnos y finalmente cuando estoy a punto de golpear su cabeza contra el piso me detengo, no estoy dispuesto a terminar en la cárcel por su culpa.

—¡¿Por qué te detienes?! —me grita una vez que Juan lo pone de pie— ¿Eres tan débil de carácter que prefieres dejar las cosas así?

—El carácter lo tengo idiota, en lugar de quejarte deberías darle gracias a Dios porque te solté —Kate ya está a mi lado revisando mi mano hago que me suelte y cuando levanta la cara veo que hay varios rastros de lágrimas—. Necesito una explicación.

—Te la puedo dar yo —me responde Jonathan—, ella puede que no te diga la verdad. Suele omitir los detalles importantes.

—Jonathan es hora de que regreses a casa, llamaré a alguien que venga por ti —le dijo Juan está realmente incómodo con todo lo que esta pasando—, yo termino el viaje. Te dije que esto iba a pasar y que era mejor que yo viniera solo pero nunca me haces caso.

—No, más te vale que cierres la boca, nadie y me refiero a absolutamente nadie más que nosotros tiene que saber esto, por lo menos por ahora se queda entre nosotros —respondió Jonathan al mismo tiempo que se limpiaba la sangre de la boca—. Es una orden, espero puedas acatarla está vez. 

—Lo siento, olvide que soy tu empleado —contesto visiblemente herido por la manera en la que lo está tratando—. Se hará lo que usted ordena.

—Después hablaremos de esto, vete por favor —dijo ya arrepentido y Juan solo se encogió de hombros y se dio vuelta—. Ahora continuemos contigo, hasta ahora ha dicho la verdad, vine por ella y me la voy a llevar sin importar nada, ni siquiera tú así que hazle como quieras. Me conmueve mucho tu inocencia Adam, mírala y contéstame ¿de verdad creías que era fácil estar con ella? ¿Qué tú historia tan rosa y empalagosa es cierta? Todo ese cariño y me temo que la mayoría es solo una gran actuación y eso es sólo porque a la única persona a la cuál ama soy yo. Soy tu más grande pesadilla, soy la persona a la cual ella más ama y le pese a quien le pese seré la persona quién más va a amar —de nuevo se acerca a Kate—. No lo va a admitir solo porque ahora no quiere herirte pero te tiene lástima, fuiste el primero que se le puso en frente en el momento adecuado; te quiere, pero nunca como a mí y es mejor que caigas en cuenta antes de que termines con la vida destrozada.   

He escuchado eso más veces de las que quisiera admitir, nunca he querido creerles pero ahora veo a Jonathan tan seguro y a Kate tan callada me cuesta trabajo resistirme, pero me voy a sobreponer y pondré mi amor por encima de todo, pongo mi confianza en ella por encima de los hechos y decido no dejarme llevar por sus palabras de despecho. 

—No te creo —trate de hablar lo más firme posible—. Solo lo creeré si ella me mira a los ojos y me dice que todas las estupideces que acabas de decir son ciertas. Lo podemos comprobar aquí mismo, Kate tienes que hablar y decirme toda la verdad, a ambos.

—¿Qué verdad? —se paró frente a mí, como siempre con la cara en alto— ¿Qué lo dejé por miedo, por seguir con adelante con mis planes y que me costó mucho olvidar lo que pasó entre nosotros? ¿Qué él fue mi primer amor? ¿Qué más quieres que diga? —desvío la mirada hacia Jonathan solo un segundo— Te amo y te pido con el corazón en la mano que no le creas ni por un segundo; te lo dije, él aún no supera lo que pasó con nosotros pero eso no significa que sus palabras sean ciertas —dijo mirándome a los ojos—. Te amo, siempre lo he hecho. Por años estuve cegada por los recuerdos, tu Adam me ayudaste a tirar esa venda. Por favor créeme a mi, me conoces y sabes que yo no te podría mentir de esta forma.

—Kate eso no es cierto —respondió Jonathan—, no le mientas mas y acepta que me amas.

—Nunca lo negué pero eso no significa que lo que dices sea cierto, ya no te amo Jonathan —dijo con firmeza—. Te pido por favor que mates el cariño que tengo por ti, acabemos con esto aquí mismo.

Y quién tiene que acabarlo soy yo, por Kate, por Jonathan, porque veo que se están haciendo mucho daño, las lágrimas en los ojos de ambos no me mienten y aunque no me corresponda, aunque no deba meterme, alguien tiene que acabar con esto y curiosamente estoy aquí y tengo la oportunidad de hacerlo; lo haré porque la amo y no quiero que sufra, porque a pesar de las mentiras de Jonathan y sus intentos por llevársela no merece seguir sufriendo y lo hago porque me siento responsable de ese sufrimiento. 

—Kate déjanos solos —le pido y ella niega repetidamente. 

—No creo que sea prudente y… —no la dejé terminar, es absolutamente necesario que se vaya.

—Te lo suplico, nos esperan en un rato y no quiero que te vean mal —siempre se ve hermosa solo que ahora esta con el cabello revuelto y la cara sucia.

—Está bien —me iba a dar un beso pero no la dejó, no soy tan cruel—. Perdón Jonathan, nunca quise hacerte daño —se fue muy despacio y siempre mirando hacia atrás para asegurarse de que no nos estemos matando a golpes.

—Ayer te dije ayer si ella no me elegía a mí no le pediría que se quedará a mi lado pero pasó lo contrario y ahora tengo que pedirte que la dejes tranquila —pensé en tocarlo pero seguro nos empezaremos a golpear de nuevo—. Kate decidió y te pido que nos respetes —su vista sigue fija en el lugar por el cual Kate desapareció y cuando veo que quiere irse me pongo delante de él, no se va sin arreglar esto—. Tú y yo queremos lo mismo, que Kate este bien y sea feliz y solo será posible si dejas de atormentarla.

—Créeme que no es lo que quiero y lo he intentado, tres años y no funcionó —me dice un poco menos enojado—, si la amas como yo tampoco podrías.

—Es que esto ya no es amor, es dependencia —es obvio que me quiere decir que me vaya a la mierda—. Sólo quiero entenderte y ayudarte, quizá no pueda porque ella no me dejó a mí y puedo decir que no me lo haría.

—¿Te crees mejor que yo? —preguntó incrédulo— Adam te faltan muchas cosas para eso.

—No necesito competir contra ti y si fuera así, ya gane yo —me quedé para animarlo pero me la pone difícil.

—Si tan solo conocieras nuestra historia jamás te plantarías frente a mi tan seguro —no lo estoy, solo lo aparentó.

Siempre tuve confianza en mí y luego conocí a Kate y me di cuenta que hacen falta más que palabras bonitas para convencerla de mis sentimientos; la trate y he llegado a conocerla y sé a lo que me enfrento, me va a tocar luchar contra su soberbia, contra la suficiencia que demuestra, contra sus prejuicios, contra su manera de pensar y ahora contra Jonathan, pero a él pretendo llevarlo a mi lado y hacer que por si solo se retire, que en el tiempo que estemos de viaje se de cuenta que perdió y que yo no fui quien se la arrebato. 

—Solo me baso en lo que pasó hace unos minutos y en lo que me un día me dijo, juró que me demostraría con hechos que me ama y hoy lo hizo, acepto que se equivocó, acepto que me quería desde hace tiempo —mira al vacío, quizá ni siquiera me esta escuchando—. La conoces y sabes que nunca haría eso a menos que tenga una buena razón.

—Tal vez estés en lo cierto —dijo ya más tranquilo—, pero tú mismo me dijiste que no me rindiera tan fácil.

—Pero no sabía que hablabas de mi novia —con lo que haré a continuación seguro me tachan de imbécil pero creo que es lo correcto—. Quédate disfruta de las vacaciones, solo guarda tu distancia

—No me cabe la menor duda son iguales —se limpió la boca de nuevo, al parecer el labio le aún le sangra—. Cuando ella hace algún mal ve por todos los medios la manera de reducir el daño, y eso es lo que pretendes al pedirme que me quedé —por lo menos ya está sonriendo y parece real—. Solo te advierto que siempre estaré ahí y puede que llegue el día en el que quien esté en tu lugar sea yo. Eso lo tienes que tener siempre muy presente. 

Siempre supe que con Kate tendría que enfrentarme a cosas grandes, primero me enfrente al fracaso y logré salir adelante con ella a mi lado. Ahora se presenta Jonathan como obstáculo, está aquí y me deja ver qué Kate carga con un amor pasado. Es difícil de asimilarlo, de superarlo será todavía más pero no es algo imposible, yo sé lo que es tener otro amor y lo supere, el día que Kate se enteré seguro pone el grito en el cielo, seguro también cambie su opinión de mi y eso sería totalmente normal; como pareja, así duremos dos días más o el resto de nuestra vida tendremos problemas y si nuestro amor es verdadero lo superaremos y sino tendremos la experiencia, lo que si es que tenemos que hacer el intento por soltar el pasado. 

—Lo tendré, entonces ¿te quedarás? —si lo hace la plática que tendré con Kate será aún más complicada todavía—. Si aceptas tenemos litros de alcohol que te pueden ayudar a superar esta noche —es la solución de la mayoría de las personas pero no es la más correcta. El alcohol solo hace que te olvides de ellos por un momento, pero en cuanto se acaba la botella los problemas continúan ahí y como el dijo tengo que reducir un poco el daño que le hemos hecho, por los golpes que le di.   

—Me has convencido —bueno ahora tengo que ir por Kate y que me explique bien que es lo que siente. 

—Antes que nada vamos a la habitación para limpiar tus heridas —ya no soporto verlo sangrar—. Lo siento mucho, yo nunca actuó así, fue como si algo me hubiera poseído.

—Tu cara solo es una portada, todos creen que eres un ángel pero tienes unos buenos puños —comenzamos a caminar hacia la habitación—. Me queda el consuelo de que hay alguien para protegerla.

—Es vulnerable —más me vale que ella nunca me escuché—, aunque trate de negarlo necesita a alguien para cuidarla, el caminó que está tomando es peligroso. El campo de trabajo en el que ella piensa desarrollarse está lleno de envidias, rencores, corrupción y ganas de poder.

—Entonces ya conoces lo que quiere hacer de su vida —por la cara que pone no es de sus temas favoritos.

—Es lo único de lo que le podía hablar en un principio; no tenía la más mínima idea de cómo acercarme a ella, el día que la conocí estaba en clase sola —la gran y maravillosa clase de francés, le doy gracias a mi madre que me convenció de entrar—, sus amigos habían tomado una clase diferente, el caso es que estaba solo leyendo su libro favorito.

—Jane Eyre —contesto simplemente.

—Claro que lo sabes —daría lo que no tengo por saber la mitad de lo que él sabe de ella, a mí me guarda demasiadas cosas pero por la forma en la que habla de ella, como la enfrenta sin miedo a que ella pueda despreciarlo, él conoce su lugar en el corazón Kate y tiene su cariño a pesar de todo, sabe que jamás podrá olvidarlo y con eso puede ser más que feliz—. Ni siquiera se dio cuenta cuando me senté a su lado, estaba tan inmersa en su lectura, al principio me pareció rara —ella es muy hermosa y debo admitir que por eso me senté a su lado, jamás imaginé que quién terminaría totalmente enamorado sería yo—, poco después llegaron dos de mis amigos, que también eran suyos Francis y Manu la saludaron y me la presentaron, lo primero que supe de ella fue su precioso nombre y que amaba leer, en ese momento se podría decir que no tenía la menor idea de que todo esto pasaría y ahora que analizó ese momento puedo decir que fue mágico, ella solo me sonrió cuando me vio a su lado. 

—¿La has amado desde el primer momento? —me gustaría creer en el amor a primera vista, pero no, las personas que dicen eso es porque sienten una fuerte atracción física o sexual y yo sentí que algo, como dos imanes que se atraen pero no era amor.

—No, tiempo. Tuvimos mucho tiempo conociéndonos, horas y horas de pláticas muchas de ellas fueron acerca del futuro y ella sí que sueña muy alto —vuela tan alto que si no lo logra la caída puede ser mortal.

—Lo hará, ¿pero a que costó? ¿Qué más va a dejar para llegar hasta ahí? —poco a poco me voy haciendo una idea de que es lo que pasó entre ellos y no me gustan para nada las razones que da Kate.

—No tiene que dejar nada, solo tiene que aprender —me temo que no lo hará de una forma fácil, la lección la aprenderá dolorosamente, sino es que ya la está aprendiendo.

Llegamos a la habitación y en el baño hay un pequeño botiquín, le limpié la herida lo mejor que pude, casi no le hice daño pero aun así me siento un muy mal por lo que hice. 

—Perdón de nuevo por lo que pasó, pero creo que puedes entender que la furia me cegó —él también me hizo daño me duelen un poco las costillas, pero por lo menos nada visible.

—Por la mañana estará bien, no te preocupes  —dijo cuando termine de curarlo, y sí, el labio lo tendrá bien en unas cuantas horas pero las heridas de su corazón, esas si que tardarán en sanar.

Nos cambiamos de ropa en silencio. Entiendo perfectamente que él me tenga rencor y no pienso molestarlo con más preguntas pero sin duda espero algún día quiero poder hablar de Kate con él. El día que ya no le duela que ella esté a mi lado; si es que sigue a mi lado, aún me cuesta creer que ella me ame a mí. No sé cómo debo reaccionar, ¿debo pedirle más explicaciones? Ella ya me dijo que me ama pero algo falta. Necesito que me lo confirme de nuevo. Necesito la certeza de estar haciendo las cosas bien y de lo ser así quién se tiene que hacer a un lado soy yo, Jonathan ya ha sufrido bastante. No puedo, ni quiero ponerme en su lugar, debe ser una de las cosas más terribles para una persona, sufrir porque el amor de tu vida ya le ha entregado el corazón a otro. Sin duda yo lo imagino como una de las más grandes torturas. Al cuerpo le puedes hacer muchas heridas, con el tiempo y cuidados sanará pero hay heridas en el corazón que nunca sanan.

Después de dejar a Jonathan me pongo en marcha a la habitación de Kate, intentó prepararme para enfrentarla. Intento recordar cada día que he pasado a su lado todo, nuestra amistad, nuestro primer beso, el momento en que acepto ser mi novia, no todo fue perfecto pero si lleno de amor, o por lo menos por mi parte.

Me rehusó a creer que ella me esté usando no es lógico, yo no tengo poder o algún tipo de influencia social, simplemente soy un chico perdido en este mundo cuya única brújula es Kate, ella me da el consuelo que mis padres deberían darme si estuvieran conmigo de vez en cuando.

¿Qué necesito para ser suficiente para ella? ¿Qué le hace falta para que deje de creer que el mundo es una competencia? ¿Qué debo darle para que se encuentre en paz consigo misma? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

Sino encuentro las respuestas a estas preguntas será hora de usar mi amor propio y alejarme de ella.

Por amor a ambos.


Gracias por seguir leyendo.

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