8.

AUTOR: *Dedicado a mis lectores, :3 En especial a mi querida secta*

El ascensor nos llevó nuevamente a nuestro piso, uno de mis compañeros se quejaba de no haber podido terminar su almuerzo.

—Les juro que cada día odio más esas alarmas —dijo mientras avanzábamos a nuestros puestos de trabajo.

—A mí también me parecen muy extrañas, además no nos explican nada sobre esas Inconsistencias —le respondió Jordan.

Me siento en mi lugar de trabajo y prendo la pantalla, ingreso a mi perfil pero descubro que el botón de Revisión de Estado está desactivado.

—Eh, Koler —lo llamo— ¿Por qué el botón de Revisión de Estado está desactivado?

Koler voltea a verme, se levanta, observa mi pantalla y suelta una pequeña risa, veo que su sesión sí está encendida y que está en la interfaz de Revisión de Estado

—Enhorabuena Marcus, tu primer día de trabajo y solo tuviste que trabajar la mitad —no lo entiendo y al parecer él capta lo que estoy pensando—, verás, cuando ocurre una Inconsistencia a uno de nosotros le deshabilitan la opción, yo creo que es porque una de las personas asignadas a ti es la que pertenece al Vídeo Inconsistente, pero nadie lo ha podido confirmar, por lo pronto, puedes descansar hasta que sean las 05:30.

Le agradezco la sorprendente respuesta y me devuelve la sonrisa. Apago mi pantalla y me acomodo en el asiento, empiezo a pensar en todo lo que ha sucedido este día. ¿Es todo esto real? Al parecer sí, las emociones corren a través de mí y no dejo de pensar en la chica. Si tan solo hubiera actuado mejor en la prueba de selección. ¿Cuántos vídeos tendrá guardada la empresa? ¿Cómo guardarán tantos? Además nunca había salido de la Academia, ¿Cómo he podido adaptarme tan rápido? Ni yo mismo me he dado cuenta en cuanto ha cambiado mi vida desde que atravesé la puerta de la Academia. Un solo pensamiento ha cambiado en mí todo lo que soy. ¿Veré alguna vez mi vídeo? Debo estar soñándolo, ¿todas mis decisiones están guardadas en el vídeo? Entonces para qué seguiría mi vida, si todo lo que me pasará está plasmado en el vídeo. ¿Qué pasará si alguna vez veo mientras trabajo el reloj de alguien que conozco deteniéndose? Tal vez seré capaz de soportarlo, pero estaré lidiando con eso toda mi vida "pero no es tu culpa" dice esa misteriosa voz dentro de mí. Claro está, yo no hago que alguien muera, sólo marco como "Terminado" el vídeo cuando dice, ¿no es así?

Cuando salgo de mis pensamientos veo el reloj y marca 3 minutos para las 5:30 ¿tanto he meditado?

—Vamos Marcus, hora de salir —dice Koler.

Suena la melodía del reloj, recojo mis cosas, y espero a que todos mis compañeros se alisten. Bajamos por el ascensor hasta el décimo piso, caminamos pro el recinto, frente a mí está la plazoleta de comidas, con varios locales cerrados y otros en el proceso. Llamamos a uno de los tres ascensores que sirven para acceder a los pisos 1-10, muchos empleados estamos esperando y cuando llega uno entramos una gran mayoría, varios piden el piso 1 al unísono y el ascensor se cierra, me siento apretado.

—Te acostumbrarás —me burla Jordan con un tono de burla cuando me ve removiéndome—, además el ascensor no dura nada, ya llegamos —dice mientras las puertas se abren.

Salimos del ascensor, me despido de mis compañeros y avanzo hacia la salida, cuando una voz me llama y volteo abruptamente a ver quién es, "¡Marcus!" escucho entre la multitud de hombres de negocios y empleados que transitan el vestíbulo hacía las salidas. Cuando siento que alguien me toca el hombro delicadamente.

—Me estuviste buscando todo el día, ¿no? —dice ella, Ella— vivimos en el mismo edificio, nos vimos ayer.

La tengo frente a frente, su cabellera larga reluce con la luz anaranjada del sol que atraviesa los ventanales, me mira como si yo fuera un chiste y se ríe. Sus ojos penetran mi alma y creo que me he puesto rojo.

—Vamos, agarremos un taxi y paguemos entre los dos, así ahorramos un poco, ¿no? —me dice sin darme tiempo de hablarle, me jala hacia la puerta y salimos hacia la calle.

—Perdón por la imprudencia pero, ¿puedo saber tu nombre? me siento muy raro estando contigo sin saberlo —le digo con cierto inconformismo—, además, tu sabes mi nombre y...

—¿Acaso importa? —me mira y entiende mis facciones— al parecer sí. Mmm veamos, cómo puedes llamarme, —se detiene un momento en la acera de la calle y su sonrisa pícara me inquieta— llámame Shaile para que tengas como llamarme, por ahora.

La miro con cierta ironía y ella alarga la mano para llamar un taxi que se acerca.

—¿Ese es tu verdadero nombre? —Shaile... Saboreo el nombre y lo repito para no olvidarlo, en el fondo no me importa si es su verdadero nombre ¿O sí me importa? retumba mi voz interna otra vez.

—Eso lo dejaré a tu merced Marcus, cree lo que quieras —dice mientras entramos al taxi.

Shaile "¿la chica?" le dice la dirección del edificio al taxista el cual asiente y empieza a manejar; ella se pasa observando la ciudad por la ventana durante todo el trayecto. El sol en el horizonte brilla con rayos naranjados y el cielo se tiñe de colores, muchos edificios empiezan a encender sus luces y las farolas de la calle también. Al cabo de unos minutos llegamos y el taxi nos deja frente a la entrada de nuestro edificio. Le pagamos conjuntamente al taxista y entramos al edificio. Igual que ayer la recepción está llena de gente charlando, me detengo y le digo.

—Oye, no soporto el misterio. Sé que sabes que quiero hacerte un montón de preguntas. Creo saber que no era el único que aspiraba a ser un guionista —la chica, Shaile, me mira atentamente.

—Bueno, creo que hay algunas cosas que puedo contarte sin romper las reglas, además mira —dice sacando un libro de una mochila que lleva colgada al hombro— este es el "Manual de operación, libertades y limitaciones del guionista" —dice con tono sarcástico.

Es un libro de al menos 100 páginas, su cubierta es de color azul y lleva el logo de la empresa en la portada.

—Claramente no puedo dejar leértelo, pero puedo buscar algunas lagunas para poder decirte ciertas cosas —me incita.

—Creí que ya no fabricaban libros, que todo era digital —le pregunto.

—Así es Marcus. Pero este sí, dicen que nos concentramos mejor si lo leemos en físico— me responde y sigue avanzando hacia el pasillo del elevador—, acompáñame a mi cuarto. Podemos hablar con más seguridad ahí —se ríe al verme "¿Acaso soy un chiste para ella? Reacciona, te está manipulando"— No te preocupes, solo hablaremos, si quieres comemos algo y ya, relájate, mañana es sábado y no hay trabajo.

—Recuerda que tenemos que ir a firmar contrato mañana —le aviso.

—Yo lo firme hoy —me dice—, no dejan ningún cabo suelto en a lo que los guionistas concierne. Aunque no te preocupes, sé muy bien cómo encontrar lagunas "judiciales", por lo que no te meteré en ningún lío al contarte algo.

Subimos al decimosexto piso y veo que es igual al 17. Un pasillo a la izquierda, uno a la derecha y uno hacia adelante, Shaile gira hacia la izquierda por lo que la sigo. Avanza hasta la última puerta y de su mochila saca la llave de habitación, es igual a la mía. La inserta en la ranura y abre la puerta, entro a un apartamento exactamente igual al mío, de la ventana entran los amplios rayos de sol y Shaile cierra la puerta detrás de mí.

—Bienvenido a mi apartamento, aunque sea igual al tuyo —dice Shaile mientras descarga su mochila en el sofá, deja el libro en la mesa de centro y saca su pantalla táctil.

La prende y empieza a teclear en ella, el ángulo en el que estoy me impide ver lo que está haciendo, se detiene y empieza a leer algo en ella. Me dice que me acerque y me muestra la pantalla.

—Mira esto Marcus:


El Alcalde Mayor de la Capital Mundial es asediado de preguntas sobre las desapariciones

Con una desaparición más en el archivo que es permitido observar, los medios han viajado al Centro Político para interrogar al alcalde sobre lo que está sucediendo.


"Ya estamos haciendo las debidas investigaciones, todo el cuerpo policial disponible está en la tarea de encontrar a los desaparecidos" fue lo único que dijo el alcalde en una rueda de prensa que corrió hoy en la tarde.

Un bebé de 4 meses desapareció hoy aproximadamente al medio día en la Zona Cero de un Instituto. El bebé al igual que los demás desaparecidos no dejo alguna pista que puede llevar a encontrarlo. Con este son cinco los desaparecidos reportados en la Capital Mundial en los tres últimos días.


Cinco desaparecidos ya...

—El mundo cree que son secuestradores —dice Shaile— pero será imposible descubrir la verdad... Me ayudarás, ¿cierto Marcus? —me observa atentamente— a desenmascarar lo que ocurre aquí.

Su expresión se ha transformado completamente. Parece tener miedo, o estar preocupada por algo que está sucediendo. Pienso que es suficiente ver a gente desapareciendo para cambiar de ese modo.

—Claro, te ayudaré —le digo con determinismo— pero, ¿si la Policía no ha podido, cómo podremos nosotros?

—A la Policía le falta algo que nosotros tenemos: Un culpable.

—¿¡Sabes quién desaparece a la gente!? —grito.

—En cierto modo —me responde impasible, se seca unas pequeñas lágrimas con la manga del uniforme— pero no sé el cómo, ni el porqué.

—¿Y quién es? —le pregunto con una mezcla de emoción, nerviosismo, miedo.

—Viviremos y la alimentaremos diariamente, aunque ya muchos lo estén haciendo.

Empiezo a sudar y la emoción se sube a mi cabeza, la impaciencia no aguanta más hasta que por fin dice:

—Donde trabajamos —dice mientras el sol se oculta—, Destino S.A. es el culpable.

—¿¡Qu-Qué!? ¿Cómo sabes eso!? —le pregunto exaltado.

—¿No te parece extraño lo que pasó hoy? —recuerdo todo lo que me ha sucedido hoy pero no logro pensar nada que diga que es el culpable, todo ha sido bueno hasta ahora— Destino ya sabe que existe vídeos vacíos.

—¿Cómo lo sabes? ¿Esa reunión del CEO del cual nadie puede saber? —le pregunto.

—Sí y no. Te lo puedo decir porque lo había descubierto antes. ¿Te acuerdas de la prueba de selección?

—Sí... —esos dos momentos que parecieron un sueño... Las millones de imágenes, la pantalla con letras...

—Bueno, había una imagen de las millones. Algunas mostraban momentos comunes de la vida, otras mostraban matrimonios, nacimientos, etc. Pero había una imagen que no era nada.

—¿Nada?

—Así es Marcus, como un vídeo sin imagen, sólo estática. Algo sucede con esos vídeos vacíos. Esas... Inconsistencias... No sé si están planeadas. ¿Qué son en verdad?

Me quedo pensando en las Inconsistencias y su significado, ¿realmente Destino S.A. puede ser capaz de todo esto? Shaile me disipa de mi mente y me invita a una cena, pide domicilio a un restaurante que no conozco y al llegar veo que todo se ve exquisito.

—Ser guionista tiene sus beneficios —su sonrisa pícara ha vuelto y sus ojos desafiantes también.

Cenamos y nos quedamos charlando un rato sobre nuestra vida y cómo llegamos aquí. Más que nada sobre mi vida, pues ella no se vio en ánimos de contar la suya, solo detalles superficiales. Me despido de ella y salgo de su apartamento aproximadamente a las diez de la noche. Subo ami piso y voy directo a mi cama. Me quito el uniforme de una empresa que al parecer es una asesina, y me acuesto. Tardo un poco en dormirme pero mis ojos caen pesados ante el arduo día que he tenido y la extraña situación en la queme he metido.

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