11.

Los vídeos atan, atan, atan...


—Repítemelo de nuevo, ¿sólo te dijo que hubo un error? —me preguntaba Shaile mientras probaba su plato, la había llevado a cenar en un restaurante cercano.

—Así es —le respondo—, que sorprendentemente en una tanda habían salido dos guionistas.

—Estuve pensando sobre la prueba, ¿tuvimos la misma, cierto? Las millones de imágenes y luego memorizar números y letras —me cuestionaba.

—Ajá, en la primera no soporté la cantidad de imágenes por lo que volteé la cabeza y luego aparecí en la segunda fase —tomo un poco de jugo y sigo cortando la carne frente a mí apaciblemente—, traduje una frase que era lo que había que hacer, memoricé tantos como pude y luego los escribí con un teclado.

—Mmmm —Shaile hace una mueca pensativa y yo sonrío al ver su mirada—, yo si soporté las imágenes, como te dije aquel día, vi una que solo era estática. ¿Será que si hubo un error? ¿O ellos intencionalmente quieren que seas guionista?

La emoción del día no me había hecho pensar en todo lo que realmente ha pasado, una reunión importante y al parecer fuera de lo común, un cambio de posición muy extraño en la empresa, haber conocido al CEO de algún modo y el beso, ese momento instintivo y emocionante con Shaile, sentí un impulso y lo llevé, desde entonces, ambos hemos pasado el día juntos y le he explicado una y otra vez lo que me contaron.

—Quién sabe —medito unos segundos más—, sólo el destino lo dirá —le digo guiñando un ojo.

—Marcus —me dice entre risas—, no vayas a empezar con tus bromas e ironías.

Seguimos cenando tranquilamente y pasamos del tema de la empresa a hablar sobre nosotros, sobre nuestros gustos y actividades, sobre mi pasado, porque ella no quería hablar del suyo, y sobre nuestro futuro. "Irónico" pensé. Salimos del restaurante al terminar y tomamos un taxi de vuelta al edificio, hoy era luna llena pero era opacada por las miles de luces y lámparas de la ciudad. Qué tristeza, espero algún día ver tantas estrellas como he visto en fotos, Shaile se acerca a mí, intentándose calentar en esta fría noche.

Subimos por el ascensor a su piso, ella sale del elevador y me da un beso corto antes de salir, las puertas se cierran y subo a mi piso, entro al apartamento y me tiro sobre la cama, suspiro levemente y cierro los ojos intentando que alguna solución a todo lo que me rodea aparezca, sólo logro ver a Shaile y estática, mucha estática, como si tuviera ganas de observar estática durante el resto de mi vida. De pronto una idea aparece en mi mente, puede que no resuelva los problemas pero me ayudará a distraer mi mente, me siento al borde de la cama y extraigo de mi mochila la pantalla táctil.

Listo, con esto debería bastar, pienso; le doy Guardar al archivo y lo abro, Perfecto, espero que la seguridad que le he colocado sea suficiente, una aplicación segura y leal con la que podré comunicarme con Shaile por mensajes o por vídeo, le comentaré mañana sobre la aplicación. Apago la pantalla y me acuesto en la cama satisfecho, mañana será un nuevo día.

Una alarma me despierta de mi sueño, nada extraño ha aparecido en ellos, apago la alarma de mi pantalla táctil y me arreglo como todos los días, hoy empezaré mi trabajo hombro a hombro con Shaile, estoy muy nervioso pero una sensación de calor aparece de algún lugar de mi cuerpo y me reconforta.

Me preparo un cereal y me lo como rápido, arreglo las cosas para llevar y salgo de mi apartamento, me siento renovado y listo para cualquier reto que se me aparezca. Bajo a la recepción y ahí está Shaile, sentada esperándome, la saludo y salimos a trabajar, el sol brilla tenue en la lejanía y unas pocas nubes se ven en el cielo, agarramos un taxi y nos dejó en la empresa cinco minutos antes de las ocho, su altura me parece más abrumadora que el otro día, Shaile me jala del brazo instándome a seguir. Entramos rápidamente y veo que el vestíbulo está igual de concurrido que el viernes, pero la gente ya se está dirigiendo hacia los ascensores para ir a sus sitios de trabajo, ¿dónde quedará la entrada al misterioso sótano?

Siguiendo las instrucciones del productor del sótano subimos al décimo piso por medio de uno de los ascensores, el cual estaba lleno, todas las personas suspiraban, refunfuñaban y tosían en un trayecto tan corto pero que para mí me pareció infinito, al abrirse las puertas salimos y estaba ya el Productor esperándonos en medio de la multitud de empleados moviéndose para tomar los distintos ascensores para los diferentes pisos.

—Hola Kyle —saluda Shaile con una sonrisilla—, escuché que Marcus trabajará con nosotros.

—Hola Shaile, Marcus —nos mira como si estuviera analizándonos—. Bonita pareja —nos dice, en lo que percato que Shaile y yo estamos cogidos de la mano, creo que estoy sonrojado.

—E-eh, sí, gracias —alcanzo a decirle a Kyle.

—Bueno, ¿vamos? Los demás ya están en el sótano —me interrumpe Kyle, con lo que yo asiento mientras que Shaile empieza a avanzar jalándome del brazo.

Avanzamos hasta el fondo de la plazoleta de comidas, donde había una pequeña habitación a la que se accedía por una doble puerta que permanecía siempre abierta, en esta quedaban dos baños para hombres y dos para mujeres, y en el centro de esta había una máquina expendedora de café. ¿La entrada queda en el baño?

—Bueno, ábrete sésamo —dice Kyle, parado entre las cuatro entradas de los baños— ¿no lo entienden? Bueno, es una alegoría a un cuento antiguo en el que la entrada a un recinto secreto se abría con esas palabras —nos mira y se vuelve hacia la máquina de café—, bueno, ya entendí que no entendieron.

—¿Qué te apetece hoy Kyle? —le dice Shaile a mi nuevo Productor; me siento ajeno a la conversación.

—Mmm veamos —empieza a oprimir botones en la máquina de café y luego coloca su mano en el nombre de la marca de la publicidad que tenía la máquina "Caffi"— un capuccino con mucha azúcar y un toque de miel y limón —al decir esto, y al soltar la mano, la máquina se desvanece en el aire.

—¡L-l-la máquina! ¿¡De-desapareció!? —tartamudeo sorprendido.

—Un holograma generación Sigma2. Al tocarse es sólido pero con una configuración puede volverse intangible o apagarse —dice con normalidad Kyle.

—Verás, la clave cambia cada día y es necesario la huella digital de la mano de una persona en específico —me dice Shaile— al ser tan pocos guionistas solemos entrar al tiempo y Kyle es el que tiene la mano, ya los conocerás a todos Marcus —me sonríe y le devuelvo la sonrisa, aunque estoy muy nervioso ¿seré capaz de contener mis ansias y nervios?

Avanzamos por una abertura rectangular en la pared que reveló la desaparición de la máquina, no está desgastada ni es un pasaje al fin del mundo, sino es un pasillo iluminado, sus paredes era un de metal blanco que unos metros más adelante se ensanchaba y se detenía en otra puerta. Avanzamos y detrás nuestro la máquina ilusoria de café volvió a aparecer bloqueando la vista al exterior, avanzamos hasta la puerta doble y me doy cuenta que es un elevador.

Kyle oprimió un botón a la derecha de la puerta y un trozo de la pared se movió revelando un escáner de retina, Kyle colocó su ojo y el escáner por medio de un láser, "leyó" la retina de él, lo mismo hizo Shaile y en cuanto a mí Kyle me dijo que por ahora no había problema pero que cuando firmara el contrato crearían el registro de todo, la puerta del elevador se abrió y entramos en él, Kyle dijo "Sótano" y el elevador empezó a moverse.

—¿Listo para entrar en la boca del lobo? —me dijo Kyle mirándome mientras que el elevador se detenía y abría sus puertas, revelándome la apariencia del sótano.

Frente a mi había un salón circular enorme con el techo esférico, las paredes estaban fabricadas del mismo material del pasillo; opuesto a la entrada, frente a la pared redondam habían varios escritores con monitores, teclados láser y empotrado a la pared en cada escritorio había un tubo transparente que escalaba por el muro y desaparecía en la parte más alta del techo; en el centro de la sala había un holograma gigante del planeta tierra con colores que al parecer representaban la densidad poblacional, detallé el color rojo en Europa y en el centro de Norteamérica, La Capital Mundial, pensé. Mi cabeza volteó a ver hacia los lados: A la izquierda habían unas máquinas dispensadoras de comida, espero que reales. A la derecha había únicamente una puerta. En cada escritorio había un guionista con su característico uniforme azul, un llamado femenino me sacó de mi sorpresa.

—¿Terminaste? —me dijo Shaile, riéndose de mi ensimismamiento—, Kyle necesita explicarte varias cosas.

—Oh, sí, lo siento —digo avergonzado—, pero ¿dónde están los vídeos?

—Calma, calma —me dice Kyle, riéndose—, hay mitos que son parcialmente ciertos, ven acompáñame a mi oficina y hablemos. Shaile —voltea a verla—, ya puedes ir a trabajar.

—Sí jefe —dice Shaile y sale hacia uno de los escritorios que está vacío.

Sigo a Kyle a través del lado derecho de la estancia y entramos por la puerta que estaba a su oficina; al igual que la de mi antiguo Productor, está también estaba decorada de la misma manera, pero le hacía falta el gran ventanal que daba al exterior, además, Kyle tenía en las paredes varios cilindros de poco volumen.

—Son cintas de vídeo antiquísimas —me dice Kyle—, de inicios del siglo XX.

Kyle se sienta en su escritorio y me hace un ademán para que yo me siente en la silla frente a él, lo hago y él enciende su pantalla táctil.

—El trabajo de los guionistas es el más sencillo pero el más importante en la empresa —empieza explicando Kyle—, cuando un vídeo termina tenemos que verlo en cámara rápida para revisar que no haya habido ninguna anomalía, cuando un vídeo empieza tenemos que asegurarnos que inicie correctamente, y cuando termina que acabe sin problemas, además que no hayan partes que no se hayan grabado.

—Es-espera —le digo— ¿Vemos las vidas de las personas?

—Así es, pero acá no las tratamos como vidas, sino como vídeos.

—Entiendo... —mi mente está confusa sobre el trabajo que tengo que hacer— ¿Es por eso que no usan los vídeos para evitar algo? ¿Porque sólo los ven cuando la persona muer... digo, cuándo su vídeo termina?

—Así es —me responde—, imagínate el siguiente caso si pudiéramos usar el vídeo en cualquier momento: Una persona en 5 años matará al alcalde de una ciudad, pero después de eso creará un invento revolucionario para la humanidad. ¿Perderemos la oportunidad del invento por arrestarlo antes de que haga el crimen? La respuesta es muy sencilla: No.

—Ya veo...

—Firmarás este documento, tu contrato Marcus, en él se especifica que no puedes decir ni compartir nada de lo que hagas o veas aquí, ni explicar qué hacemos o cómo nos organizamos, además prometes no revelar la ubicación del sótano ni su forma de acceso —me dice con un tono serio y dominante— ¿Entendiste?

—Sí señor —le digo mientras firmo en la pantalla táctil con mi nombre, nunca he hecho una firma.

—Excelente, ahora acerca tu ojo derecho a la pantalla táctil para escanear tu retina y tu iris.

Obedezco y acerco mi ojo y un láser aparece de la pantalla, qué interesante, nunca había visto una pantalla con un láser integrado, cuando se apaga, lo retiro y Kyle me sigue diciendo.

"Excelente, ahora serás parte de los guionistas, busca un escritorio vacío y espera que en el monitor aparezca una notificación, al hacer click en ella del tubo a la derecha vendrá un pequeño chip que contiene un vídeo, lo verás y cualquier anomalía me la reportarás, si no me entendiste puedes preguntarle a uno de tus compañeros"

—Entiendo señor —le digo sonriendo, me levanto.

—Marcus, espera, se me olvidó darte esto —me extiende un librito azul, el cual ya había visto antes—, este es el Manual del guionista, por favor léelo cuando puedas, aunque sea algo tedioso.

Lo recibo y le prometo que lo leeré, salgo de la oficina, ubico a Shaile y veo que está ocupada viendo un vídeo, a sus dos lados hay dos chicos también ocupados en sus monitores por lo que veo imposible sentarme a su lado; elijo un monitor más cercano, el cual es el último, a su izquierda hay una chica tecleando un informe, me siento y la saludo, luego miro la pantalla y no aparece ninguna notificación.

—Disculpa... —le digo a la chica.

—Carla —me dice con una sonrisa.

—Carla, ¿Si no hay ninguna notificación tengo que esperar hasta que aparezca una?

—Así es, pero usualmente aparece una muy rápido —y mientras dice eso aparece una notificación en mi monitor— ¿Ves? No se demoran mucho.

—Gracias —le respondo, hago click en la notificación y el tubo empieza a emitir aire, poco después aparece un chip cuadrado pequeño flotando en el tubo, lo agarro y lo coloco en una ranura que hay en el escritorio, la pantalla se ilumina y el teclado se enciende "COLOQUE SU CÓDIGO" aparece en la pantalla.

—Ahí colocas la inicial de tu nombre y tus números o letras de tu nombre —me dice Carla que estaba pendiente de lo que hacía.

Escribo MZ9 y en la pantalla aparece el logo de la empresa y luego el vídeo inicia.


—¡Es una niña! Que hermoso bebé —dice un doctor mientras jadea por el cansancio del trabajo de parto, está en un hospital con tecnología antigua.

Una madre observa a la pequeña criatura que ha sido entregada a sus brazos por una enfermera, la madre salta en lágrimas de felicidad mientras la bebé llora en sus brazos, la mujer se desviste y le da de beber leche al bebé.

—Qué hermosa eres... Te llamaré Charlotte.


*Nota del autor*
Holaaaa, ¿les gustó el capítulo? uwu
Si les gusta voten, comenten, hagan Spam, vuélvanse locos ajshdayfjeos. Los amo queridos lectores :3 Pero no sé usar la ouija para convocar fantasmas, cada vez que comentan y votan me emociono y me pongo feliz

P.D. ¿Qué tal la nueva portada?
Respondan pls

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