Introducción

Gotas de agua

*

-¡Largo de aquí pulgosos!

Una anciana furiosa hizo acto de presencia junto a una escoba, saliendo de su tienda. Sus ojos fulminantes se clavaban cómo agujas en la figura de un gato y un perro, los cuales huían cómo almas que se lleva el diablo

Para la fortuna de la señora, sólo se llevaron una bolsa de comida para gatos y otra para perros

La señora bufó con molestia por la nariz apretando los puños y entrando a paso enojado a su tienda nuevamente. Nunca se esperó éso de unos animales, de unos mocosos sí pero ¿¡De un perro y una gata!?

-Mejor no se lo digo a nadie, o van a pensar que estoy loca...

Se dijo a sí misma masajeandose la frente a modo de exasperación

*

Vivir la vida es todo un reto, más cuándo ésta está en tú contra. Se vuelve una tarea pesada y difícil, pero ahy quiénes nos ayudan a cargar con ello. Criaturas que están a nuestro lado pase lo que pase, algunos se van... Pero otros nos acompañan hasta el final

Bajo el manto estelar, un pueblo un tanto pequeño sufría de un apagón. Con todas las luces apagadas, y apenas contando con la luna cómo única fuente de luz junto a las resplandecientes estrellas quiénes estaban mas visibles que nunca

Varias personas salían a ver el espectáculo, ya sea por sus ventanas o al mismo patio. Algunas sacando fotos, otras grabando, mientras la mayoría prefería apenas admirar, después de todo con el calor estar dentro de casa no era una opción tan favorable sin el ventilador

Por lo que en las veredas también se podían ver algunos grupos de amigos con algo oara beber y charlar con ése hermoso manto estelar

El sol ya se estaba por poner, dando paso a una vista majestuosa, digna de una maravillosa foto

En el barrio, ya se empezaban a notar las velas, las cuales trataban de combatir la oscuridad que traía ésa cada vez más fresca noche de verano

-Es hermoso ¿No crees?

Preguntó una voz femenina, suave y calmada, pero con una pizca de emoción. Con la vista fija en el cielo, soltó un suspiro relajado

-Ya lo creo, no tenía idea de que las luces nos pribavan de algo tan bello

Reflexionó otra voz, ésta masculina

En una terraza de una casa en construcción, un can estaba recostado espalda arriba con una gata ensima de ésta. Ella posaba su cabeza sobre la de su amigo, el cuál ni se molestaba por éso

Junto a ellos, dos bolsas casi vacías, las cuáles habían robado horas antes. Ella miró de reojo la comida, recordando ése ahora gracioso momento. Soltó una risita tras recordar más a detalle todo

Él sonrió sabiendo el motivo de su risa, la conocía lo suficiente cómo para deducirlo sin siquiera preguntar

El pelaje negro y brillante de la fémina contrastaba con el blanco impecable del can, sus hermosos ojos verde intenso miraban el cielo con gran admiración. Tan esponjosa se veía con ése pelaje largo y que en la cola no hacía más que aumentar

Con unas orejitas con cabellos más largos, era un pelaje de ensueño que parecía usaba producto de tan suave y sedoso que parecía a simple vista. Realmente envidiable

Un collar azul pálido adornaba su hermoso cuello, con una placa dorada en el medio, era el toque final

Él, un perro Alemán de pelaje blanco cómo la misma nieve y unos ojos tranquilos cómo enigmáticos de un azul zafiro, tan intenso cómo el mismo azul de un mar Ártico. Su cola esponjosa y larga, junto a orejas altas daba una forma casi afilada junto a su largo hocico

Tenía buen tamaño, se lo notaba en forma. Su cuello libre de collar era la parte más esponjosa junto al pecho. Sus orbes resplandecientes denotaban una admiración increíble hacia el show ante él

Sus ojos reflejaban parte del cielo cómo si de un espejo se tratara

-Ey, ¿Qué tal una historia?

Tras lo dicho por la gata, el can amplió su sonrisa, a lo que respondió

-Ja, ya te estabas demorando pequeña

Ella sólo soltó una pequeña risa antes de empezar su relato

-Cuenta la leyenda, que mi tía, Luna, ¡Era una ladrona experta! No por nada le de decían "La reina chorisa"

*

Chorisa: que se roba las cosas

*

-Y su mayor robo fue en un hermoso y glorioso día de verano, dónde aterrorizó a la familia. Puesto que, mientras la abuela sacaba la carne del horno, ella se acercó por detrás, y antes de que la pobre anciana se dé cuenta ¡Gritos se hicieron escuchar! Ya que en un ágil movimiento, Luna agarró el pedazo más grande de carne, casi metiendo la cabeza en el horno, para luego salir corriendo perseguida por la familia ¡Pero no lograron atraparla! Ése día, los michis comieron filete

Ésta história es real

Ella se reía de su historia, para al final secar una lagrima imaginaria

-Hmm, tú tía era toda una chorisa, ¿A quién me recuerda?

La pregunta del can era cargada con cierto tono de humor, cosa que despertó algo en ella, quién se asomó para verlo a los ojos, con una chispa en ellos, sus narices casi tocándose, le siguió el juego

-¿Enserio? ¿A quién?

Su sonrisa inmensa así cómo ése jueguito sacado de la nada en la que fingia no saber, le daba una emoción que sólo estando a su lado lograba sentir

-Me da la impresión de que la estoy mirando

-Jajaja, aww que lindo! Tú también lo eres...! Bueno no lo eres, pero si eres esponjoso

Dijo ella frotando su cabeza en la de él, a lo que el can empezó a mover la cola, contento y concentrado en el cielo, o éso queria aparentar, la verdad...

Es que sólo podía concentrarse en ella

Ella y su tan suave pelaje contra el suyo, aquella voz tan viva, ésa sonrisa tan inmensa y ésos ojos tan cautivantes que parecían hipnotizantes, sencillamente era casi imposible para él dejar de verlos

Ambos movieron las orejas al escuchar una voz debajo de la azotea, lo que hizo que inevitablemente movieran sus cabezas en ésa dirección. Tras asomarse, vieron que en el patio trasero de la casa de enfrente, una chica salía con una linterna y un plato de comida

-¡Miya! ¡Nena, a comer!

La gata de nombre Miya se bajó de la espalda del can, para subirse al borde de la terraza, la llamaban

Un sentimiento extraño apareció en ella, cómo cada vez que se alejaba

-Ey, ¿Porqué no vienes ésta vez...?

Su voz sonó sutil, con algo más en ella, algo que no sabía describir. Una tristeza? Un dolor en el pecho, un deseo

Tras la pregunta de la gata, él suspiró, negando suavemente con la cabeza

-Emm, no gracias, estoy bien así

-Oh vamos, sólo ésta vez...!

-Miya, ya lo hablamos, tú sabes que no tengo intención de tener dueño...

La gata bajó las orejas, tragando saliva

-está bien, entiendo...

Quizo argumentar algo más, decir que no tenía porque tener un dueño, que era sólo acompañarla, pero no quería insistir, ya lo había hecho otras veces y no era la respuesta

Sus pelajes, los cuales brillaban por el resplandor de los astros sobre sus cabezas, pasaron a ser alumbrados por las luces de la ciudad repentinamente, puesto que la electricidad volvió

Gritos y expreciones de felicidad se escucharon por todo el barrio, todos victoriaban, menos ellos. Que aún viéndose mutuamente con algo de nostalgia, cortaron contacto visual tras mirar el cielo, el cuál a las ajustas dejaba ver algunas estrellas

-Quizá la próxima, ahora ve a comer, pequeña

Sin moverse de dónde estaba, él le regaló una sonrisa llena de tranquilidad, aquella que lo caracterizaba

Miya sonrió ante ésto, al menos no era un no. Lo que significaba que talvez algún día el iría a comer con ella. Asintiendo a sus palabras, la gata se dirigió a su humana, bajando por un costado

La joven enseguida demostró su felicidad al ver a su reina, recibiendola con palabras melosas así cómo su tan ansiada comida

En la terraza, el can miraba éso con un rostro cariñoso, viendo cómo Miya era acariciada dulcemente por su dueña que de cuclillas la veía comer

Su mirada era de cariño, pero se notaba una emoción más, se veía tan nostálgico, había algo más en sus ojos...

Tras quitarle la vista de ensima, dirigió su mirada a las pocas estrellas visibles. Su rostro pasó a uno mas neutro, pensativo, cómo lo era normalmente. La invitación de su amiga era algo que por momentos consideró aceptar, pero al final, la volvió a rechazar, cómo muchas otras veces lo hizo

Al menos agradecía que ella lo entendía, aunque cada que tenía la oportunidad, volvía a probar suerte. Ah él no le gustaba desilucionarla, mucho menos ver ésa decepción que ella disfrasaba con una sonrisa, pero que en sus ojos notaba un ligero apagón

Pero antes que nada, era fiel a él mismo y a sus creencias, ella lo sabía, sólo no le explicó el porqué. Algún día se lo diría, pero no aún. Con que ella lo entienda, de momento era suficiente

Quizá por éso ella aún insistía, buscaba respuestas, aunque podía notar cómo luego se arrepentia rápidamente, cambiando de tema y hasta disculpandose al instante. Nunca entendió del todo sus cambios repentinos, primero preguntando algo, y luego negando rápidamente

Cuándo pasaba éso sentía ganas de decirle pero, aún no se sentía listo

En parte quería contarle el verdadero porqué, sin resumirlo a un simple "No quiero pertenecerle a nadie", ya que si bien era verdad, a la vez, ansiaba un hogar. Pero el único hogar al que pertenece, ya no está

Las cayes eran su hogar ahora, pero fuera de verse mal, estaba sano, con un cuerpo atlético, pelaje limpio, casi impecable, tan blanco cómo la nieve. Se veía imponente pero amigable a la vez, una figura que imponía dónde vaya, resaltaba! Y desde que Miya se volvió su amiga, su hogar se expandió, o se simplifico a ella

Ella era su hogar, cuándo estaban juntos ya sea haciendo travesuras o adentrándose por milésima vez por las mismas cayes, tofo era su hogar mientras esté con ella. Quizá suene algo cursi, pero así lo veía, y tenía la sensación de que ella sentía lo mismo. Sólo que la gata deseaba llevarlo a una vida mejor

Una vida un poco menos extrema que las cayes. De momento él vivía en ésa casa en construcción, que hace años estaba abandonada, por lo tanto era sólo suya

*

De mañana, con una hermosa vista al cielo brillante, de un color tan celeste que podía hipnotizarte por horas. Tan resplandeciente así cómo el mismísimo Sol, que con su fulgor cubría todo a su alcance. Manchando con nubes, un avión se habría paso entre ellas a gran velocidad, dejando una fina línea de humo blanco a su paso

Recostada en la cama, Miya miraba a través de la ventana de vidrio los minutos pasar. Con el ruido de los vehículos de fondo, sus orejas se movieron en dirección a la humana ah un lado de ella, ésta última se estiró de forma perezosa, así como la gata la imitó. Ambas soltaron un sonoro bostezo que denotaba pereza y con un ruido similar

Con una sonrisa, la chica acarició con cariño la suave cabezita de su adorada gata, quién a un lado de ella pegada a su costado cerró los ojos disfrutando de las rascaditas. Tras ambas levantarse, se dirigieron al baño, dónde Miya esperó pacientemente a la humana en la puerta

Eran tan unidas como uña y carne, puesto que hasta la humana esperaba a la gata terminar sus necesidades, para luego ir a comer juntas

-Buenos días hermana, hola diosa

Saludó amablemente una niña de al menos diez años, la cuál aún en camisón, agarró un vaso de agua

-Buenos días hermanita

Respondió sin voltear la mayor, ocupada peinando los delicados cabellos de su gata a la vez que veía una película y desayunaba. Estando ella con sus rizos castaño oscuro despeinados, tan indomables y rebeldes

-Vaya que hisiste caso omiso a la psicologa acerca de dejar la multitarea

Lo dicho por la menor hizo reír a la mayor, la cuál acercó su rostro al de la gata, y con una voz de lo más melosa y finita dijo:

-Lo que sea por mi reina

Miya sonrió antes de sentarse y acariciar a su humana con la cabeza, lo que emocionó enormemente a la joven, la cuál hasta parecía a punto de llorar u explotar de amor. Hasta temía que la estrangule en un abrazo constrictor

Los minutos pasaban, y de a poco, todo se volvía más movido. La hermana menor tristemente se hiba en contra de su voluntad a la escuela de verano bajo la impotente mirada de la mayor, quién nuevamente se disculpaba por tener que llevarla, así cómo se despedía de Miya antes de ir atrabajar

La peli negra las veía con cierta pena, ambas eran su mundo, un mundo al cuál la única forma en la que contribuía era sembrando la felicidad entre ambas. Varias veces vio cómo discutían, y sin ella se mostraban algo hostiles, pero su presencia traía una especie de paz

Su única función era ser amada y adorada, no podía hacer más nada, éso le geberaba mucha frustración

A través de la ventana, vio a tres gatas Siamés en un tejado, eran idénticas, ojos celestes, colas esponjas así cómo cuerpo largo, casi delgado, así como collares de diferentes tonos de rosa

Una vez fueron sus amigas

Recuerdo:


Miya se dirigía hacía sus amigas, las cuales tomaban sol tranquilamente. La de collar rosa pastel se dirigió a ella tras verla aproximarse, chocando cabezas

-Ay querida, que lindo verte!

El entusiasmo de la menor era tan grande cómo su belleza, se llamaba sabrina. Mientras, la pelinegra respondió de igual forma

-¡Lo mismo digo! Por cierto ¡Tengo algo para contarles!

-¿Acaso oí bien? ¡Chisme!

Una voz chillona se hizo escuchar detras de ella, sobresaltado a Miya. Una de las hermanas, la del medio, con un collar rosa normal, de nombre Sara. Su tono era igual de chillón que su hermana, eran idénticas

-¡Éso mismo! Es algo... Un tanto anormal jaja

Respondió algo nerviosa

-Viniendo de ti no me sorprende, cuentanos cariño

Ésta última era la mayor, así cómo la más vanidosa, con un collar color fucsia, y la única de placa dorada, las otras la tenían de plata. Saray se colocó a un costado de Miya, haciendo a un lado a su hermana del medio sin siquiera pedirle, la otra simplemente se apartó. La Siames empezó a caminar junto a la peli negra,Pero algo andaba mal

-Ay, ¿Pero qué es ése olor?

La pregunta con tono disgustado de Saray desconcertó a Miya, más cuándo las tres empezaron a olfaterarla en la zona del cuello

Mirándose entre sí y luego a la mayot las otras dos se pusieron a los costados de Saray, que la veía con su característica mirada vanidosa, la de placa dorada se Sentó mirándola desde arriba, con sus hermanas de lado con la misma mirasa

-Apestas a perro

Miya pestaño repetidas veces tras no sólo lo dicho sino el tono de su amiga, uno que nunca había sido dirigido a ella. Con un nudo en la garganta Miya se apresuró a hablar

-De éso hiba a platicarles, me... Hice amiga de un can

Las tres reaccionaron cómo si estuvieran espantadas, o cómo si éso fuera un crimen. Pero la que más horrorizada estaba era Saray, que llevó su pata a su pecho así cómo las otras retrocedian un poco

-¿Cómo se te ocurre?

-¡Por Dios miya...!

Lo dicho por las menores era cargado de sorpresa, pero la mayor ya pasó a pudor

-¿Cómo se te ocurre mezclarte con ésos pultosos? ¡Que horror!

Las otras asintieron con caras disgustadas dirigidas a Miya, ésta quedó en shok

*

Ahora Miya las veía juntarse y reír desde la distancia

-¿Segura que no quieres ir con ellas?

La pregunta del can detrás de ella estaba cargada con cierta angustia, después de todo, ella renunció a sus amistades por él

-No hasta que cambien su horrible actitud! N-No tengo intención de relacionarme con gente cómo ellas

Él recosto su cabeza delante de ella, para que la gata haga lo mismo. El can lloriqueo un poco

-Tranquilo, no es tu culpa grandullón, ellas se lo buscaron

Cómo si hubiera descifrado sus pensamientos, ella lo calmó con ésas suaves palabras, trayendole calma

*

Ella renunció a varias amistades, así cómo a su lugar entre la " alta sociedad" o jerarquía que tenía, cómo una de las gatas más hermosas del lugar. Pasando de ser una de las más admiradas, a un blanco de chismes a causa de su amistad con un can

Eso hizo que él se sintiera extremadamente culpable, puesto que lo último que quería era causarle tantos males a su ahora amiga. Tanto que incluso trató de cortar lazos, pero lo que ella le dijo lo hizo retractarse

"Jamás imaginé que una amistad más haría que otras diez se alejen de mí, pero gracias a éso vi... Que era unos interesados, amistades falsas, por lo que, una amistad tan valiosa cómo la tuya, vale más que todos ellos"

Ésas fueron las palabras de la fémina cuándo él quizo alejarse, lo que los unió aún más. Por lo que desde ése día juró nunca más tratar de alejarla

*





Éste es mi primer proyecto personal! Uno que no es ningún fanfic, sino una história que se me ocurrió haciendo un regalo de cumpleaños, pero que al hacerle una historia de fondo, no pude evitar querer escribirlo

Claro que primero terminaré de escribir la de Blue y el Indoraptor, luego seguiré con ésta!

Fecha: 7/2/2024 ❤

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