19: Crazy litle thing called love


Al siguiente día de que le confesara mis sentimientos a Allek, y él me confesara los suyos, estaba tan feliz que podía saltar mientras cantaba 《El amor es una magia》 de Tito el Bambino.

Me levanté temprano para organizar la ropa que me iba a poner hoy, lo que era raro en mí, ya que usualmente me levanto tarde.

Coloqué sobre mi cama: un pantalón negro, una blusa gris, la cual acompañaría con una camisa roja a cuadros, y para cerrar con broche de oro unos botines negros. De accesorio simplemente use anillos, muchos anillos, de plata, de bronce, de golfil, de lo que sea, ¿por qué? Porque simplemente los amo. La noche anterior me hice trenzas para dormir, así que al retirarlas, el cabello me quedó medio ondulado.

Me le adelanté a mis hermanos al baño, así que me duche y vestí primero.

¡Vamos! Según yo estaba a lo que Jade llamaría 《perrisíma》.

Baje a la sala, y me senté en un rincón del mueble a esperar a los demás.

Estaba muy entretenida en mi celular, viendo las publicaciones del Instagram de Allek, cuando de pronto veo bajar a un chico de tes pálida y cabello castaño de las escaleras, él está sin camisa, lo que hace que reluzcan sus tatuajes; seguido de él baja Antonella.

Yo me quedé inmóvil en el mueble. Estoy más que atónita, nunca había visto a este chico, ¿qué rayos pasa aquí? Antonella no acostumbra a traer chicos que no conocemos a la casa.

Antonella se va corriendo hacia la puerta, seguida de él. La abre y le da un beso al castaño. Escucho la puerta cerrarse, así que miro hacia esta, comprobando así que él ya se había ido.

¿Qué rayos?

Antonella se va de camino hacia la cocina, tan natural, como si nada hubiese pasado. Ella sigue sin percatarse de mi presencia, ¿tan invisible soy?

Aclaro mi garganta para que sepa que estoy aquí.

—Sí, Heather, sé que estás ahí —dice sin inmutarse, y saca un sartén de uno de los gabinetes de la cocina.

Yo voy rápidamente a la cocina, y me siento en una de las sillas que acompañan la encimera.

—Claro que estoy aquí, y lo vi todo. Fue demasiado —dije algo entusiasmada. Hace meses que Antonella estaba soltera.

—¿Y? —pregunta Antonella, con demasiada calma, para mi preferencia. Busca el aceite y deposita un poco sobre el sartén.

—¡¿Y?! —le pregunto tan alto, que hace que se asuste un poco y se le caiga un poco de aceite. Antonella me manda a callar rápidamente, susurrando le digo: —¿Quién es él?

—Es un chico que conocí en el trabajo —. Antonella había conseguido un trabajo hace unos meses en un restaurante. Su sueño es ser una chef reconocida y tener su propio restaurante, por el momento va bien. Ha hecho varios cursos de cocina, y ahora se está dedicando a la pastelería.

—¿Trabaja contigo?

—Algo así.

—¿Y por qué no nos lo presentas? A mamá y a papá, para ser más específica.

—¿Para qué, Heather? Si seguro en unos meses nos mudaremos a otro estado, estoy harta de esto. Sé que debemos de ser compresivos con papá y su trabajo, pero en mi vida no he vivido más de cinco años en una sola casa. Espero que en este trabajo me vaya tan bien, al punto de poder mudarme en mi propia casa. 

Antonella me recuerda algo que trato de ignorar. Y es que no viviré aquí por mucho tiempo. Mi única esperanza para seguir viendo a mis amigos es que quedemos en la misma universidad.

—Ya por fin Heather, ¿cuál es la noticia? —me pregunta Kat, para que deje de dar vueltas con la conversación.

Estábamos en recreo, en la mesa que compartimos los cinco: Mark, Jade, Kat, Adam y yo. 

—Bueno me gusta Allek y...

—Ya sabemos que te gusta Allek...—dice Mark interrumpiéndome. 

—Déjame terminar... aguarda,  ¿cómo saben que me gusta Allek? 

—Muy obvia, amiga, incluso más obvia que Adam —dice Jade mientras voltea a ver a Adam, él se exalta. 

—¡Eyy! —le reclama Adam. Él hace una mueca y mira hacia Kat ¨disimuladamente¨ según él, como queriéndonos dejar dicho que ella no lo puede saber. 

—No puedo ser más obvia que Adam —digo convencida al ver su reacción. 

—Sí lo fuiste —admite el mismísimo Adam. 

No hay forma humana posible, de que sea más obvia que Adam. 

Kat se queda en silencio,  ni se molesta en preguntar que a qué nos referimos. Mark, Jade y yo creemos que ella sabe que Adam gusta de ella, pero prefiere no decir nada. Seguramente porque ella no gusta de él, no obstante, no quiere arruinar su amistad. 

—Entonces Heather, te gusta Allek y...—menciona Kat, centrándonos en el tema inicial. 

—Y me le confesé. 

—Oh por Dios, ¿qué dijo? —pregunta Kat emocionada. Ella siempre nos vive shipeando, bueno diría que shipea a todo el mundo, excepto a ella y a Adam, sad.

—Que yo también le gusto. 

—¡Amigaaa! —dice Jade, contenta me da un codazo. 

—Y lo invité a una cita, será hoy. 

—Soy tu fan —me dice Adam. 

—Sí que deberías serlo —le recrimina Mark. 

—La cosa es que, no sé a dónde llevarlo, ¿me dan ideas? —les pregunto a los chicos, ellos llevan más tiempo conociendo a Allek que yo. 

—Bueno, no pueden ir a cualquier lugar, es Allek, no es cualquier chico, por algo fue mi crush desde los nueve hasta... la actualidad, supongo —dice Jade. 

—¿De verdad tienes un crush en Allek? —le pregunto, tomando una repentina seriedad. Si Jade gusta de Allek, y yo también, puede ser que tal vez nuestra amistad se vea afectada, y no quiero eso. 

—Sí, pero no te preocupes, es como si tengo crush en todos: en Allek, en Liam, en Adam... exceptuando a Liam y Adam —menciona Jade indiferente. Yo me quedo pensando en lo que dice, pero no me da tiempo a rectificar, ya que Mark habla primero. 

—¿Por qué en mí ya no? —pregunta Mark haciéndole un puchero a Jade. 

—Porque eres mi novio —dice Jade, luego le da un beso en los labios. Un laargo beso. Adam, Kat y yo nos quedamos mirándolos con las cejas fruncidas, incómodos. Hasta que se separan y Adam carraspea.

—Como sea, creo que si de verdad quieres sorprenderlo debes hablar con Liam, ellos son mejores amigos, Liam sabrá decirte qué lugar le gustará a Allek —me dice Adam. 

Así es como voy en busca de Liam. El Comedor es muy amplio, además de ese detalle, está plagado de gente, con la mayoría de ellos ni siquiera he hablado. Recorriendo las mesas veo algunas personas conocidas a mi vista: Lauren, la ex tóxica de Liam, ella está sentada con un grupo de otras chicas, algunas de ellas son animadoras, Lauren no lo es. Luego me encuentro con algunas de las personas con las que una vez compartí el castigo, con las cuales por algún motivo nunca más hable. Caigo en cuenta de que básicamente solo hablo con mis amigos y Allek. 

Un hecho que me sorprende, ya que en las otras escuelas tendía a hablar con muchas personas, a tener muchos amigos, pero tampoco me importa, ya que la mayoría de ellos eran falsos. Ahora sé que puedo confiarle algún secreto a alguna de esas 5 personas, y no sentiré esa duda de si lo dirán, de si me traicionarán. 

Salgo de mis pensamientos, y le doy otra ojeada al lugar. Busco a Liam, aquella cabellera rubia despampanante. Al fin doy con él. El único percance, es que él está en una mesa, sentado junto a Allek y otros de sus amigos. No puedo decirle que me diga a qué lugar llevar a Allek, delante de Allek.

Me acerco a la mesa, lo que hace que los chicos dejen de hablar y se queden mirándome expectantes. Lo que provocó que sintiera algo de pena para hablarles... No sólo por el hecho de que me estén mirando, si no, porque nunca antes había venido a hablar con ellos directamente, del grupo con los únicos que hablo son Allek y Liam.

El silencio que se formó, para mi disgusto, es extendido por varios segundos, que a mi nerviosismo y ansiedad le parecieron eternos.

Gracias al cielo Allek se levanta de su asiento, con la confianza que caracteriza su estampa y su caminar, se posiciona a mi lado. 

Al encontrarse nuestras miradas él me sonríe. 

—Chicos ella es Heather —dice Allek para presentarme, él toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, lo que se me hizo un gesto tan hermoso, que me hace sonrojar. 

Algunos de los chicos me sonríen y saludan, como si ya me conocieran, mi lado romántico está seguro que es porque Allek les ha hablado de mí.

Un chico moreno se posiciona al frente de Allek, él tiene el ceño fruncido, como si estuviera confundido.

—Espera mi pana, ¿cuál de las dos Heather? —le pregunta él a Allek.

Esa simple pregunta hizo que miles de imágenes dispararán en mi cabeza.

¿Qué otra Heather?

—Sí, Allek, ¿cuál de las dos Heather? —dejo de agarrarle la mano, y me cruzo de brazos.

—¿Le vas a hacer caso a Jackson? Es un payaso —me dice Allek entre risas. Y deposita un beso en mi frente.

Por fuera soy toda risas, pero por dentro me estoy derritiendo de amor.

El timbre suena, se acabó el recreo.

Todos los estudiantes se van dispersando, para irse a sus respectivas clases.

—¿Qué te toca ahora? —me pregunta Allek.

—Matemáticas, ¿a ti?

—Uh, a mí sociales, nos vemos esta tarde, ¿te a pasarte a buscar a qué hora?

—No, no, no. Yo te pasaré a buscar, recuerda que yo te invité a ti.

Mi respuesta hace a Allek sonreír.

—Vaya, interesante —dice Allek rascándose la barbilla, como si se imaginara la cena—, ¿pagarás por mí?

Uh, punto que no había considerado.

—¿Lo amerita la situación? —pregunto y me rasco la barbilla igualmente.

—No lo sé, Heather, ¿tú qué crees? —pregunta Allek, y se va, pero antes de irse me guiña un ojo, ¿por qué es tan sexy? Me encanta.

Miro en mi alrededor y descubro que Liam aún sigue sentado en la mesa, genial, podré preguntarle dónde creé que estaría bien llevar a Allek.

Me siento a su lado.

—Hey Liam, ¿cómo estás?

Él levanta la mirada de su celular, y sonríe al verme. Siento que lo hace más por cortesía, aún así también le respondo la sonrisa.

—Bien.

Ok, está algo raro. Tal vez no quiera hablar con nadie, pero mírenme aquí, necesitando un favor de él.

—¿Y por qué estás aquí? —Le pregunto buscando información.

—Me voy a saltar la clase de francés —. Liam se queda en silencio, pero tal vez nota que está siendo algo cortante así que añade: —Es porque no quiero toparme con Lauren, lo siento si estoy siendo algo cortante contigo, es sólo que me siento algo mal hoy, pero dime, ¿tú por qué no vas a clases?

—¿Seguro de qué no quieres hablarme de lo que pasa con Lauren?

—Por ahora no.

—Bueno, en realidad estoy aquí, porque necesito un favor tuyo.

—Cuéntame.

—Le pedí a Allek una cita.

—¡No me digas! —dice Liam exagerando su reacción— Nos ha contado a todos —se sincera.

—¿En serio? —le pregunto y siento mis mejillas arder, la sonrisa que llevo en mi cara, me es imposible de ocultar.

—Dios, los dos están igual de cursis. Pero bueno, sígueme contando, le pediste a Allek una cita y...

—Y no sé a dónde llevarlo, no quiero ir por ahora al cine, o a uno de esos típicos lugares, quiero que sea algo especial ¿entiendes? Y quiero que me ayudes a...

—¿Y quieres que te diga a que lugar llevarlo?

—Exactamente.

—¿Por qué crees que sé a dónde quiere ir Allek?

—Sí, ¿por qué será? Porque eres su mejor amigo, dah.

—Bueno, no sé, a él le gusta la música de antes, tal vez puedas a ir a un lugar con él donde la toquen.

—Bueno, vivimos en los ángeles, lo que más hay son lugares así. Puedo ir con él a algún pub, o restaurante con la temática. ¿Crees que le gustaría?

—Supongo que sí.

—Gracias Liam por tu ayuda.

Había hablado con Jade y Kat. Ellas me habían dado lugar, Jade. He ideas para vestirme, Kat.

Como el restaurante al que iremos está inspirado en los 70's a Katherine le pareció lindo que me vistiera de esa época.

A mí tampoco me pareció un problema.

Así que en una vídeo llamada que hicimos elegimos el atuendo. Un vestido rojo con lunares negros, que tomé del clóset de Antonella, y unos tacones negros cerrados.

Me maquillé como solía hacerlo, sólo que esta vez me puse un labial rojo exquisito, y rocíe perfume en mí.

—¿Cómo me veo? —le pregunto a Jade y Kat, mientras sostengo el teléfono con una mano, y con la otra el pintalabios.

—¡Estás hermosa, amiga!

—Como una mujer que sabe para dónde va, y de dónde viene, pero en los 70's.

—Bueno, ya tengo que colgar, ¡las quiero!

Entro el celular en una carterita negra —que también tomé prestada de Antonella— y bajo las escaleras corriendo. Ya son las 7:00.

Cuando ya voy a salir de la casa, me frena inmediatamente la voz de mi mamá.

—¿A dónde vas, Heather? —pregunta desde el comedor, yo me giro para mirarla.

No puedo creer que sea tan tonta, con tanto en mi cabeza había olvidado pedir permiso. Nivel de retraso: +10.

—Ma, lo siento, había olvidado pedir permiso, pero voy a una cita con Allek, el vecino.

—¿A qué hora llegarás?

—No lo sé, pero iremos a comer, además son las siete, supongo que no llegaré tarde. ¿Puedo ir?

—Pues claro, sólo que no llegues tarde, confío en ti, pero no en los locos que están en las calles. Además, Allek me parece un buen chico, ve a divertirte mi niña —me dice mami.

—Gracias ma, te quiero mucho —le digo al abrazarla.

—Estás hermosa, mi niña —dice ella al soltarme, y examinar mi vestuario —. Ahora vete, ¡qué la pases bien!

Salgo de mi casa, y voy a la de Allek. Estoy al frente de su puerta, pero aún así no me digno a tocar.

De repente las emociones que empezaban a florecer cuando Allek estaba cerca me atacaron. Sólo que aún más intensificadas.

Miles de dudas ridículas empezaron a azotar en mi cabeza. ¿Seguro que no me veo muy ridícula vestida así? ¿Y si vine muy temprano?... ¿luciré muy desesperada? ¿Estoy muy desesperada? ¿Y por qué estaría desesperada? ¿Por la cita, o por Allek? ¿Por los dos? ¿Cómo es que pienso tanto en segundos?

Para la fortuna de mi conciencia la puerta de la casa de Allek se abre, lo que hace que me sorprenda. Allek sale, también luce un poco sorprendido al verme ahí.

—¿Hace cuánto estabas ahí parada? —pregunta él.

—Acabo de llegar —miento.

—Luces hermosa.

—Gracias, tú igual.

Allek inspecciona mi vestimenta, tratando de averiguar un porqué.

—¿Por qué el disfraz de mariquita? —pregunta divertido.

—No es un disfraz de mariquita —le aclaro.

—Ah, ya, ¿es un disfraz de LadyBug?

—Ja, ja.

—¿A dónde iremos? —me pregunta Allek.

—Es sorpresa. Sígueme —le digo, bajando las escaleras de la entrada de su casa. Y empiezo a caminar hacia el restaurante.

—¿Iremos caminando? —me pregunta Allek.

—Sí.

—¿Está lejos? En ese caso podemos ir en mi carro.

Voy hasta donde él está, le agarro la mano, y lo traigo conmigo: —Iremos caminando.

—Vaya, llevas los pantalones en la relación —dice Allek con una sonrisa en la cara.

En la relación》me repito emocionada.

Hello! Espero se encuentren bien y les guste el capítulo, es la segunda parte de: Crazy Little thing called loved, espero hayan visto el banner que hice, me encantó. (El próximo capítulo será más corto, ya que será centrado sólo en la cita).

Y bueno, si han seguido leyendo la historia a pesar de tooodo el tiempo que me tomé, de verdad gracias, resolví las dudas que tenía sobre la historia y estoy segura de que ya se las voy a poder contar.

Adiós, ¡feliz resto del día!

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