Capítulo 6: Buscando lo imposible

Xavier

¿Cuántos meses han pasado? ¿6? ¿7?... Hace un año que la vi en una de las orquestas, unos 6 o 7 meses cuando vi que rompían su corazón en mil pedazos y, ahora, estoy aquí, como un tonto. Si no hubiera desperdiciado la oportunidad de acercarme a ella, cuando ese imbécil se estaba liando con la otra, ahora... quién sabe lo que estaría pasando.

No la he vuelto a ver, en un principio es lo que quería pero, todas las noches me acuerdo de ella, de la sonrisa tan preciosa que tenía, de sus ojos, la bondad que trasmitía... Quién sabe, a lo mejor, ha encontrado a su chico perfecto o quizás no, no lo sé.

No he podido de dejar de pensar en ella, es el primer año de carrera y aun no me he enterado de nada. Sé que no es un problema porque por suerte con una leída comprendo todo a la perfección. Sí, ya lo sé, seguro que pensáis, el típico empollón pero no. Mis padres desde bien pequeño me han obligado a ser el mejor en todo, en sacar buenas calificaciones, en ser el mejor en defensa personal... Estoy estudiando criminología, me gustaría contaros como van yendo las clases y esas cosas pero, como he dicho anteriormente, no dejo de pensar en ella. Sé que es una estupidez, ni si quiera nos conocemos pero, intento olvidarla y sus ojos vuelven al instante a mi mente. Mi primo dice que estoy obsesionado, quizás tenga razón y solo me obsesioné porque la vi frágil e inocente.

Intento poner atención a las clases y empezar a tomar apuntes. Al fin, aunque sea un poco, me he distraído y no ha ido tan mal. Es un paso para olvidarla. La distracción me vendrá bien, conocer gente nueva, sí eso, socializar. No tardo mucho en hacer algunos amigos, en verdad, son de lo más divertidos. Además, lo que te tienen que decir te lo dicen directamente en la cara, ya lo he podido comprobar un par de veces hoy. No son los típicos chicos tampoco que buscan a una chica para una noche, por lo que han estado comentando, buscan a una chica con dos dedos de frente y que sepa realmente valorar a la persona que tienen al lado, al igual que ellos hacen. Sé ve que también han tenido malas experiencias amorosas pero, no pregunto por si luego me preguntan. No quiero contarles mucho aun sobre mi vida, soy un poco desconfiado hasta que no conozco con profundidad a las personas, que le vamos hacer... manías. Nos reímos un rato y, luego, cada quien ya se va a su casa. Por el camino me encuentro a Adrian buscando algo.

-        ¿Qué haces? -Le pregunta mientras se gira asustado.

-        Me has dado un susto de muerte tío... he perdido las llaves y el móvil joder... Todo me pasa a mí. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? -Lo dice gritando y toda la gente se está girando para vernos.

-        Cállate imbécil. Bueno vamos a recorrer el camino que has hecho para ver si lo podemos encontrar. Si no fueras en tu mundo de "happy yuju" esto no te pasaría. -Le digo serio. Siempre le pasa igual, es más feliz, más tranquilo. En parte le tengo una cierta envidia, sin preocupaciones ni nada. También ha tenido malas experiencias pero, ha sido fuerte como un roble y ha seguido hacía delante con dos cojones bien puestos. Y, debo reconocer, que por eso estoy orgulloso de él aunque, a veces, quiera matarlo.

-        Está bien, pero date prisa, no quiero que me lo roben. -Dice apresurando el paso. Creo que es la primera vez que lo veo caminar tan rápido, siempre va tan sosegado que, incluso, me hace gracia verlo ahora mismo.

Buscamos, buscamos y buscamos, nada no encontramos nada. Repetimos el camino más de tres veces y no había rastro del móvil y de las llaves. Adrian estaba de los nervios y me estaba sacando de quicio.

-        Bueno, ¡ya está bien Adrian! -Le digo yo, ahora, alzando la voz. -A la otra vez se más responsable. No sé puede pedir un milagro, seguro que lo han visto y se lo han llevado. Lo único que tienes que hacer es comprar una cerradura nueva y cambiarla. Y llamas por teléfono a tu compañía y lo bloqueas y ya está.

-        Claro, para ti es tan fácil todo. El señor Xavier, el responsable, el que saca buenas notas, el hijo mimado, el que se enamora de una chica que ni si quiera sabe quién es porque tuvo miedo de ir y consolarla, porque tuvo miedo de no decirle nada y ahora está amargado y lo paga con los demás...

Nos encaramos los dos, nos mirábamos desafiantes. Cuando nos enfadábamos podíamos hacer cosas de las que luego, nos arrepentiríamos. Y, si algo tenemos en común es que tenemos un carácter bastante fuerte. Adrian me empuja hacia atrás y me da un golpe en la boca que hace que mi comisura empiece a sangrar. No tardo en devolverle el golpe y le doy en todo el ojo. Empiezan a no parar los puñetazos, nos caemos al suelo y seguimos pegándonos. Consigo ponerme encima y antes de que le pueda dar otro puñetazo un grito hace que miremos los dos hacia arriba.

Adrian

Me estoy desahogando como nunca, Xavier me ha picado demasiado, ha empezado a gritarme y eso me pone de muy mala leche. Nos estamos dando una buena paliza entre los dos, cosa que nos hará arrepentirnos más tarde pero, no importa. Caemos al suelo, Xavier a conseguido ponerse encima de mí y no me extraña, sabe defensa y siempre acaba ganándome en todo. Pero, un grito nos desconcierta y levantamos la vista hacia la persona que había gritado.

Una chica morena, con unos ojos marrones preciosos, estatura normal, está normal y eso me gusta, ya que, no me gustan las chicas que estén esqueléticas pero, ¿por qué me suena tanto? ¿Dónde la habré visto? Bueno no lo sé, solo sé que me he quedado tonto mirándola. Xavier se levanta y me tiende la mano para ayudarme a levantarme. La acepto, me levanto y nos quedamos mirando a la chica que no sabe si hablar o no.

-        ¿Pasa algo? ¿nunca has visto a dos hombres peleándose? -Le digo con media sonrisa. Su cara se endurece pero, cambia a una cara divertida.

-        Los hombres no se pelean como niños pequeños en la calle. -Dice y me guiña un ojo. Esta chica es increíble, nos acaba de llamar niños, a nosotros. Antes que le pueda contestar sigue hablando. -Os he escuchado antes hablando de algo perdido. Iba a la policía a devolverlo pero, supongo que esto os corresponde. -Abre su bolso y saca mis llaves y el móvil. Alarga el brazo y yo lo cojo ronzando mis dedos por su fina piel morena.

-        Eee.. gracias. -No sé qué me pasa, siento como un hormigueo dentro de mí que me recorre de arriba a abajo. Me he quedado sin habla.

-        ¿Dónde las has encontrado? -Le pregunta Xavier.

-        Cuando he salido del hospital, en la acera.

-        Y eso que hemos pasado por allí pero, ya las habrías cogido tú. Bueno gracias... -Le decía Xavier mientras movía la mano con señal de que le dijera su nombre.

-        Sara.

-        Gracias Sara, has evitado que nos matásemos. -Le dice Xavier extendiéndole la mano, la cual, ella coge con total tranquilidad. -Bueno, pues ya está todo solucionado, vamos Adrian. Tengo hambre.

-        Sí, ya vamos. Un placer Sara y gracias, otra vez. -Consigo decir todo de un tirón.

-        De nada y no os matéis por el camino. Adiós. -Me dice con una linda sonrisa y se marcha siguiendo su camino.

Suspiro y Xavier me mira divertido. No le hago caso y acelero el paso, no quiero que me pregunte nada. Si eso más tarde, ahora, no me apetece hablar. Tengo mucho que pensar.

Alex

Estoy más aburrida que una ostra. Estoy en segundo de Bachillerato y no me gusta nada, los profesores son unos asquerosos y parece que me tengan manía y eso que estoy siempre callada y no molesto cuando explican. Encima hoy no está Sara, ha tenido que ir al hospital hacerse unas pruebas pero, nada serio. Digamos que es como un control de todos los años. Además, Kiks ya no está en el instituto pues está en la Universidad de Valencia, estudiado Educación Física.

Las clases son muy aburridas, todo teoría, la única clase que me gusta es Economía e historia. Creo que son mis preferidas y en las que presto mi máxima atención. En las otras voy tirando. No soy de suspender pero, tampoco, de sacar dieces. Además, no puedo dejar de pensar en esos ojos que se me aparecen todas las noches, que me dan la fuerza necesaria para levantarme con algún tipo de motivación que no logro comprender. Creo que me estoy volviendo loca pero, dicen que los locos son las mejores personas que existen.

Es la hora del recreo y estoy buscando a Lorena, al menos, está ella, aunque, a veces, no es muy buena acompañante. Ahí está, sentada en nuestro banco con cara de pocos amigos. Esta chica siempre igual. Me siento con ella y ni si quiera me saluda, menuda amiga tengo.

-        ¿Qué pasa Lorena? -Le pregunto para entablar conversación ya que el patio se puede hacer eterno con este incómodo silencio.

-        Creo que me gusta Kiks. -Me quedo atónita. ¿Kiks? ¿Mi mejor amigo? Me aguanto las ganas de reír porque sé que es capaz de hacerme cualquier cosa o armarme un escándalo aquí delante de todos y eso es lo que no quiero.

-        Y, puedo preguntar ¿cómo te has dado cuenta?

-        Claro, desde que no está aquí lo extraño. Y, si está el fin de semana con nosotras siempre te está haciendo el payaso. Y de mi, pasa como de la mierda.

-        Lorena, solo somos amigos, no veas cosas donde no están. No a todos el amor le es correspondido. A lo mejor Kiks no es tu chico y es otra persona, a la cual no has conocido.

-        Venga no te inventes un cuento. Yo sé que te gusta Kiks.

-        No me gusta Kiks, repito, solo somos amigos.

-        No me lo creo pero, ¿sabes algo? No me lo vas a quitar. -Vale, ya se acabó, me voy, estoy perdiendo el tiempo con ella. No entiende a razones.

-        Como tu creas. -Es lo único que le digo y me dirijo dentro de clase. Paso de tener una conversación estúpida, porque es lo que es.

Las clases de después pasan rápidamente, historia y economía, mis preferidas. Me da tiempo a terminar las actividades que nos han puesto y a empezar a hacerme los apuntes. Suena el timbre y no me creo lo rápido que ha pasado el tiempo. Por fin, a casa, a descansar, a relajarme, mi querido viernes como te quiero.

Después de llegar a casa y comer me tumbo en mi cama con los cascos puestos, escuchando mis canciones favoritas. Me acuerdo de que mañana hay orquesta en un pueblo cercano al mío y mis amigas querían ir pero, no me apetece nada. Si voy me encontraré al innombrable (Daniel), no tengo ganas de verle el careto y que esté todo el rato dándome la vara o refregándome que ya ha encontrado a otra a la que tirarse. Dejo de pensar en el tonto ese, decido cerrar los ojos centrándome en la música que estoy escuchando y, acabo arropada por los brazos de Morfeo.

Noto como me mueven lentamente, de un lado hacia a otro. Gruño un poco, no quiero levantarme, estoy muy bien así.

-        Perezosa vamos, levántate, vamos hacernos algo. -Oigo una voz ronca en mi oído derecho. Es Kiks...

-        Kiks, no tengo ganas...

-        ¿No tienes ganas? No quieres salir para no encontrarte con Daniel que no es lo mismo. Alex debes salir, no puedes estar siempre aquí encerrada. Vas a salir hoy y vas a salir mañana. Sin rechistar... quién sabe, a lo mejor, conoces al chico de esos ojos de los que tanto hablas, sueñas...

-        ¿Eres tonto? ¿Cómo va aparecer un chico que tenga los ojos del chico que yo sueño? Eso es todo imaginación...

-        Eso nunca lo sabrás. Te he dicho que vendrás y punto... No me vengas con escusas que esta vez, no te voy a pasar ni una.

-        Está bien. Iré, pero solo para que dejes de darme el sermón. Y, además, ¿cómo has entrado?

-        Tu madre, me quiere como a un hijo. -Dice Kiks sonriente. Ya me lo temía... mi madre lo quiere mucho, sabe que lo he pasado mal y él ha estado a mi lado, al igual que Sara. -Pues vamos a ver que te vas a poner para mañana... algo sexy ¿no crees? Bueno, mejor no me contestes, yo te lo escojo. -Ya verás lo que me va a escoger, lo puedo adivinar. Un pantalón ceñido oscuro, con unos zapatos blancos de tacón a conjunto de la camiseta que si no me equivoco escogerá la blanca de manga larga fina de seda. Y la chaqueta me elegirá, la Americana. Como si lo estuviera viendo ahora mismo.

-        Ale, ya lo tengo todo. Lo dejo aquí encima del sillón. Ni se te ocurra guardarlo. Esa camisa blanca te quedará de muerte con esos taconazos blancos y ese pantalón ceñido que te marca el culete. Y la americana... ¡Perfecto! -Dice mientras mueve el suyo. Este chico necesita ver a un psicólogo... -Antes de que te escaquees, vamos.

No quiero salir, realmente no me apetece pero que remedio. Kiks prácticamente me ha sacado a rastras de mi casa. Por mucho que me haya resistido, él es más fuerte. No me queda más remedio que resignarme, al menos sé, que con él pasare un rato agradable. Aunque, en contra de mi voluntad.

Mientras nos tomamos dos coca colas aparece Sara sentándose en la mesa. Lleva una sonrisa de oreja a oreja. Seguro que le ha pasado algo y nos trae el cotilleo. En efecto, no me equivoco, nos cuenta que se ha encontrado un móvil y unas llaves y que encontró al propietario dándose golpes con el amigo. Gracias a ella no fueron a más, los ha tratado como a dos niños pequeños y locos. Cuando termina de contarnos empieza a cuchichear con Kiks de su fabuloso plan, mañana fiesta y yo arrastrada. Como me temía, a Kiks no le parece mal idea, siempre se juntan para ponerse en mi contra pero, ¿qué malo puede ocurrir? Seremos positivos por una vez y esperemos pasarlo genial, como lo hacíamos antes.

****

Mis amigos no se han equivocado y después de tenerme media tarde arreglándome confirmo lo que ellos decían. Esta fiesta esta a reventar de gente. Siento que la mano de Kiks rodea mi hombro

-        Señoritas, ha llegado el momento de encontrar al chico de los ojos verdes- dice Kiks muy convencido de que será fácil encontrarle, por mi parte, creo que se han vuelto locos pero, ese es su encanto.

-        Manos a la obra! -Genial, Sara está apoyando a Kiks, es una locura pero puede ser divertido. Y, nos ponemos a buscar a los chicos de ojos verde.

-        Pero, ¡Esperad! ¿Cómo lo vamos hacer? -Pregunta Sara- ¿Vamos a ir cogiendo chico por chico y vamos a mirar sus ojos? Hay mucha gente y no terminaremos nunca.

-        Si no lo haces así, ¿cómo quieres hacerlo? -Dice ahora Kiks, su plan se está yendo al traste.

-        ¡¡Vamos a la aventura!! -Dice Sara toda divertida -Y, tú, delante de mí que no quiero que te escapes. -Me dice cogiéndome del brazo y poniéndome delante suyo. No sé fía ni un pelo de mí.

Después de toda la noche en busca de unos ojos verdes que no han aparecido me siento decepcionada. Como una tonta me había hecho ilusiones y obviamente ese chico de mis sueños no existe. Debo asumir la realidad. Necesito estar unos momentos asolas así que dejo a Kiks y Sara buscando chicos de ojos verdes y me alejo un poco, sin que se den cuenta. Hay mucha gente y necesito salir de aquí.

Cuando por fin consigo salir un poco de todo este montón de gente siento como alguien tira de mi brazo. Me giro de manera instantánea y en este preciso momento preferiría no haberlo hecho. Ahí está, justo la única persona que no quería ver, Daniel.

-        Suéltame Daniel, suéltame ahora- sé que no le intimido pero me tengo que mostrar fuerte aunque por dentro este rota.

-        Claro que te voy a soltar, al fin y al cabo no eres nadie, nunca lo has sido. Mira si has significado poco para mí, que ya tengo a otra. Por no regresar conmigo te quedaras sola. No sirves para nada. Nadie te va a querer, nadie puede fijarse en una chica como tú. -Me suelto de su agarre y sin mirar atrás huyo corriendo. Solamente miro al suelo e intento olvidar y borrar de mi mente este encuentro, tan desagradable, con el mismísimo demonio.

Voy metida en mis pensamientos, no me doy cuenta y choco contra algo duro que me hace caer hacia atrás. Cierro los ojos y me muerdo el labio bastante fuerte esperando el golpe en mi trasero pero, eso nunca llega a suceder, ya que, alguien me ha cogido de la cintura evitando que toque el suelo. Dejo de morderme el labio y lentamente voy abriendo los ojos para ver quien ha sido el que me ha salvado de un buen golpe.

Hola!! Ya está aquí el capítulo!! Espero que os guste muchísimo!!! ¿Quién será, quién será? jajajaj ¿Qué os ha parecido el capítulo? 

Avisaros de que este domingo subiré doble capítulo porque la semana que viene no sé si podré subir!!

La canción es "Beautiful Love" de The Afters. Espero que os guste :)) Un beso :D

Vivirlocamente and Hugo_ita 

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