Capítulo 34
Ino veía a su novio observando su hermoso rostro, era bastante atractivo además de buena gente e inteligente, sonrió con cariño, se recargó en su hombro- ¿En qué piensas?- Naruto sonrió al tenerla así, tomó suavemente su mano entrelazando sus dedos -pensaba que cuando nos casemos, tal vez tomar distancia algunos meses sea buena idea, ahorraré bastante para tener una larga luna de miel ¿Qué dices?- sonrió con diversión. Ino sonrió divertida -¿Acaso estás dispuesto a secuestrarme descaradamente?- Naruto sonrió, suspiró hondo- tal vez quiero alejarme un poco-
Ino lo observó con cuidado, siempre era muy hermético con sus sentimientos y pensamientos, se acostó en su hombro nuevamente mientras veían las estrellas en el parque, se habían sentado en una banca- ¿Crees en la marca del destino?- Naruto se tensó siendo evidente. Ino levantó el rostro con duda, había visto una marca en el pecho del rubio, inconsciente negaba su existencia, nunca había preguntado tal vez por miedo a la respuesta, lo vio ponerse bastante serio, sus azules se hicieron algo grises, perdidos, había dolor en su mirada, parpadeó con curiosidad -sí existe o no la marca, es algo que no determina nuestro destino, a veces simplemente no es fácil, es nuestra decisión si queremos aceptarla o no ¿No lo crees?- Naruto sonrió algo forzado.
Ino lo vio con cuidado -nunca te he preguntado, pero- la rubia tocó su hombro dónde estaba la marca suavemente- Es la marca ¿no es así? ¿Por qué estás a mi lado?- Naruto giró su rostro al cielo evitando su mirada -estoy contigo porque así lo decidí, porque quiero estar a tu lado, porque te quiero y me haces feliz -giró su mirada con una suave sonrisa llena de cariño. Ino sonrió con cariño, se acostó nuevamente en su hombro, pensó un momento, ninguno de los dos había declarado su amor abiertamente para el otro ¿un te quiero era suficiente motivo para casarse? “Te amo y eso no puedes negarlo” recordó las descaradas palabras de Sai, simplemente las dijo sin dudar, recordó ese suave beso en su mejilla, aún hormigueaba ese pequeño roce en sus labios, con su lengua pasó suavemente el lugar.
-Esa otra persona- Naruto bajó sus azules preocupados -no deberías angustiante Ino, con esa persona nunca inició- su voz se quebró un poco al final sin darse cuenta. Ino lo escuchó, abrió suavemente sus azules “tal vez tomar distancia algunos meses” ¿estaba huyendo? Bajó su mirada observando su brazo, lo giró un poco observando la pequeña marca en forma de rosa, se abrazó al brazo de su prometido con miedo, besó su hombro suavemente, asintió comenzando a dudar de todo.
….
Itachi veía con seriedad y disimulo a Naruto en la firma del acuerdo entre Industrias de Hierro y Oonoki el demandante, bajó un poco su mirada evitando nuevamente reparar en el chico, debía aceptar que lo había perdido, ni siquiera había tenido oportunidad de pelear por él, no quería hacerlo sufrir por su culpa nuevamente, ya bastante daño había sufrido en su vida. Naruto hablaba con su cliente y Hiruzen ignorando que Itachi lo veía con atención. El juez recibió el acuerdo firmado por ambas partes -bien, este juicio se cierra, ambas partes están de acuerdo, se debe realizar el pago de la multa a la brevedad- asintieron.
El juez se levantó y despidió de ambas partes. Oonoki se levantó -te agradezco tu ayuda chico, debo aceptar que al inicio dudaba por tu edad, pero eres bastante hábil, daré buenas recomendaciones- Naruto sonrió -le agradezco Ingeniero, estoy a sus órdenes -el anciano salió al despedirse de todos. Itachi se levantó sin ver al Namikaze -Hiruzen, me adelantaré, te agradezco tu ayuda -el anciano asintió, el Uchiha tomó su celular saliendo sin ver a nadie del lugar, dando la espalda al amor de su vida, era mejor así, respetar su decisión.
Naruto abrió sus azules con dolor, ni siquiera le había dirigido la mirada al salir, tragó pesado, él lo había decidido, no podía ser caprichoso e incongruente, vio salir al anciano quien se despidió con amabilidad, observó el lugar solo. Por un momento recordó aquel momento en la universidad donde creyó que el Uchiha no se había despedido de él antes de su viaje, por un momento lo vio entrar por esa puerta como en aquella ocasión, imaginó que robaba un beso arrebatador de sus labios, abrió sus azules con dolor observando la puerta cerrada, giró su rostro sintiéndose solo, no había nadie a su lado, bajó su cabeza con pesar colocando sus manos en su nuca en una pose protectora donde tomaba aire y trataba de reponerse, era la última vez que se veían y ni siquiera pudo decir adiós, negó con frustración -maldita sea- ¿Por qué el destino tuvo que cruzarlo en su camino nuevamente? Se levantó con un reproche mental mientras salía del lugar a pasos lentos y cansados.
…..
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top