Naruto asomó su rostro por la puerta de Kisame, el mayor levantó una ceja, sonrió con fastidio -no necesitas venir dos veces al día mocoso -el rubio mordió sus labios con vergüenza -lo lamento, sólo -Kisame asintió -lo sé, no te preocupes, ya conseguí algo para ti- Naruto abrió sus azules enormes, el Hoshigaki sonrió con arrogancia -uno de mis conocidos en EUA hizo una llamada, al parecer el chico despertó- el rubio sonrió mordiendo sus labios reprimiendo su alegría -se lo llevaron a recuperar, no saben a dónde, el caso es que mejora con velocidad- Naruto abrió sus azules con emoción -es todo lo que pudieron darme por el momento  -el menor sonrió con pesar- no te preocupes, es suficiente, te agradezco -Kisame asintió.

Naruto giró, abrió sus azules al ver a su padre trás de él, sonrió más tranquilo -está mejor, ya despertó, con eso es suficiente, te agradezco -Minato negó, lo abrazó del hombro -te he dicho que no agradezcas, mejor vayamos a comer, tu viejo tiene hambre, se hace tarde -el rubio sonrió divertido -Kakashi no está -Minato negó -tuvo que ir con los clientes del caso a mostrar los avances, entonces, esto será un momento padre hijo menor- Naruto sonrió con diversión -gracias papá -el mayor apretó su abrazo con cariño -entonces hijo, como que se nos antoja un ramen- el estómago de ambos sonó con hambre -sí, es verdad, ramen se nos antoja -sonrieron cómplices saliendo del edificio.

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Naruto veía su celular sintiéndose perdido, los meses pasaban lentamente y aún no tenía razón de Itachi, se sentía preocupado ¿Aún no mejoraba? ¿Tal vez era grave su condición aún? Negó con frustración recordando la información que Kisame consiguió. No entendía el porqué no se había comunicado. Bloqueó el celular dejándolo en la mesita de noche, observó el techo de su habitación recordando aquella noche mágica entre ambos, sonrió suavemente, esto sólo era un momento amargo, en cuanto estuviera bien Itachi lo buscaría y todo volvería a la normalidad, seguramente su papá impedía que pudieran comunicarse, era un genio, debía zafarse de su yugo y encontrar la manera hablarle, sonrió ligero convenciéndose  en su teoría.

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Naruto escuchaba sus clases con atención, había pasado un año desde que se enteró que Itachi había salido del hospital, suponía habían limitado su comunicación como había tratado de convencerse diariamente. A diario esperaba un mensaje o una llamada que evidentemente no llegaban, lo extrañaba demasiado, era como si lo hubiera eliminado de su vida, era doloroso para él esperar y seguir esperando, tenía esperanzas de que al final él llegaría a su lado como habían prometido aunque pasaran años. A momentos había comenzado a pensar que lo mejor era seguir con su vida, pero esa leve esperanza lo detenía, recordaba su accidente y la idea de que aún seguía en recuperación venía a su mente, había dejado de molestar a Kisame, no era su obligación, lo hacía sentir avergonzado tanto abuso de su parte.

La hora de la clase había terminado, con velocidad recogió su laptop y su mochila, tenía hambre, caminaba con velocidad hacia la salida cuando vio un auto negro, algo llamó su atención. La puerta del pasajero se abrió, sus azules se abrieron demasiado al ver a Sasuke regresar y bajar su maleta, con velocidad y vergüenza se acercó -¿Sasuke?- el Uchiha giró con fastidio, abrió sus onix con sorpresa, mordió su mejilla incómodo -Naruto -el rubio se angustió, necesitaba saber -no te molestaré más, sólo quiero saber si Itachi está bien- el azabache suspiró con fastidio, rascó su nuca incómodo -bueno sí, ya regresó a su vida normal, hace meses regresó a Norteamérica a seguir con su maestría-

El ahora Namikaze sonrió suavemente- te agradezco, no volveré a molestar -Sasuke asintió viéndolo con cuidado, su padre había sido claro con él, no quería que le contara sobre la pérdida de memoria de Itachi, mordió su mejilla sintiéndose culpable mientras lo veía alejarse. Naruto por el contrario se sentía feliz por Itachi, estaba bien, era lo que más le preocupaba. Por un momento se detuvo, “meses” su sonrisa se borró lentamente, tenía meses en Norteamérica y no lo había buscado, bajó su rostro sintiendo sus azules aguarse, sintió su corazón doler, sintió un hoyo en su estómago, trago pesado conteniendo su dolor, rascó su nuca con pesar, tragó pesado nuevamente, apretó sus puños sintiendo como su cuerpo lo traicionaba y comenzaba a temblar, entonces ¿Dónde quedaba todo lo que tenían?.

El hambre se le quitó por completo, caminó lentamente con la cabeza abajo hasta su habitación en el edificio de dormitorios A tratando de entender, se dejó caer en su cama viendo a la nada una vez más. Por fin tomó conciencia, al parecer todo ese cariño se había perdido, negó con pesar sintiéndose un idiota, todo ese tiempo preocupado por él le valió una mierda al maldito Uchiha, pensaba con frustración -tch idiota- tal vez en este momento ya tenía pareja, suspiró con fastidio derramando unas cuantas lágrimas mientras se prometía que era la última vez que lloraba por él. Por fin había entendido lo que sucedía, sólo había sido un capricho del maldito, afiló su mirada llena de resentimiento, toda esa preocupación y angustia que sufrió en ese tiempo cambió de inmediato, esa maldita promesa que se hicieron aquella noche quedaba en el olvido para él, limpió sus lágrimas con velocidad prometiendo seguir su vida él también. Para Naruto ahora Namikaze, Itachi Uchiha ya no existía, haría todo para sacarlo de su vida.

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Naruto buscaba a Ino con duda pensando en sí era correcto pedir que salieran oficialmente, rascó su nuca, habían pasado al menos dos meses desde que se dio cuenta de la realidad, debía avanzar y sacar a esa bastardo de su mente y de su corazón, sonrió al ver a la rubia hablar con Tenten, llegó por su espalda tomando suavemente su cintura -¿A dónde van?- Ino sonrió al verlo tan íntimo, mordió sus labios con timidez -vamos a dónde tú quieras cariño -Tenten volteó los ojos con fastidio -rubios problemáticos como dice Shikamaru, ya díganse que sí -sonrieron con diversión -mi sí va por delante mi querida Tenten- Ino levantó sus cejas coqueta, ambas rieron con diversión y complicidad.

Naruto vio con seriedad a la Yamanaka, sonrió suavemente, era hermosa y con un carácter divertido, estaba seguro que podía funcionar -el mío también, así que ¿A dónde vamos nuevamente?- ambas abrieron sus ojos bastante. Ino parpadeó incrédula- oh por Dios, pellizcame Tenten que me desmayo- la chica no lo dudó, la pellizco- aush- Ino la vio con reproche mientras sobaba la zona- desdichada, me dolió, sólo era un decir- sonrieron con diversión. Ino giró su mirada al Namikaze que la veía con duda, sonrió enorme para él, se lanzó sobre él pataleando emocionada, besó sus labios suavemente, ambos sonrieron con diversión -ahora sí rubio, estás atrapado- Naruto negó divertido abrazando a la chica, enterró su rostro en su cuello- gracias por ser así -Ino se sonrojó bastante- harás que me desmaye en serio -Shikamaru estaba de piedra junto a Choji escuchando todo a pasos de ellos -oh por kami, la rubia se salió con la suya, mujer problemática- rieron al escucharlo.

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Minato veía a su hijo con seriedad- ¿Qué sucede hijo?- Naruto rascó su nuca con vergüenza, observó a todos en la oficina de su padre organizar su campaña para gobernador- bueno, la abuela hará de comer hoy algo rico, dijo que fuéramos, me preguntaba ¿Puedo llevar a una amiga?- el mayor abrió sus azules con sorpresa -¿Ino se salió con la suya?- Naruto sonrió divertido -bueno sí, es algo astuta- Minato sonrió al entender que quería avanzar -llévala cariño, me dará mucho gusto, el abuelo estará feliz, compra un detalle bonito para tu abuela, le gustan las flores, así no hará una gran escena -Naruto sonrió, asintió -gracias-

Minato lo veía con cuidado, sonrió al verlo de mejor humor, agradecía que hubiera pasado página, no quería que siguiera sufriendo por ese chico, suspiró con fastidio, tal vez era un karma que había heredado de su parte.