Capítulo 17
Naruto bajó de su bicicleta observando la casa, era algo grande, no una mansión, pero era una casa grande en una zona bastante acomodada, observó la arboleda con cuidado, era un lugar hermoso, silencioso, con grandes casas, podía ver pasar algunos autos de lujo, se sintió algo nervioso, observó su ropa una vez más, un pantalón color café claro, una playera y un suéter sobre este en tonalidades verdes, no sabía qué tan formal sería la reunión, respiró hondo tomando valor, tocó el timbre.
Cuando le contó al Nara de la invitación no pudo evitar preguntar por qué tanta confianza con él, lo mismo él pensaba, le hizo saber que fue directo en preguntar, al parecer la familia era algo amable y familiar con la gente, pero los había estado observando, con el resto de los abogados y personal del despacho ponían sus límites, sólo era él, tal vez su teoría de que por ser huérfano lo adoptaban tomaba nuevamente forma, ahora no lo veía con molestia al recordar que Kakashi mencionó que no era lástima.
La puerta se abrió con una Anko en un pequeño short- por Dios, vienes muy formal, pasa, me haces sentir señora en pijama- sonrió con diversión. Naruto entró en la casa con timidez -¿cree que exageré? No sabía cómo vestir, nunca había asistido a una reunión de este tipo -Anko negó divertida -no deberías estresarte, vamos avanza, están en el jardín -Naruto asintió siguiendo a la chica, mientras avanzaba observaba el cálido lugar, no era tan extravagante como creyó, había muebles rústicos, flores, unas grandes ventanas, una salida en colores cálidos con fotos familiares y recuerdos, giró su vista al llegar al jardín, abrió sus azules bastante, era poca gente y parecían ser todos familia.
Una rubia mayor se paró frente a él de la nada, no la sintió llegar, abrió sus azules algo intimidado por su mirada. La señora afiló su mirada, al final sonrió ligero, levantó sus manos tomando sus mejillas suavemente. Naruto no entendía nada ¿Qué demonios le pasaba?- tienes unos ojos hermosos, bastante expresivos- el pequeño se sonrojó viendo a la señora con seriedad tratando de entender. La señora soltó sus mejillas con una sonrisa amable- no muerdo mocoso, estás en tu casa, ven aquí, me presento, Tsunade Senju, bueno, Namikaze -Naruto asintió con duda estirando su mano siendo recibida - Uzumaki Naruto- la rubia sonrió siguiendo su camino con un refractario en mano lleno de ensalada. El pequeño giró su mirada viendo al reducido grupo, se paró frente al Namikaze, estiró su mano con vergüenza, en ella había una pequeña bolsa de regalo, rascó su nuca- no sabía qué podía regalarle- mordió sus labios avergonzado. Minato sonrió al ver el regalo en su mano -ven aquí, lo primero es un abrazo, gracias por venir- el rubio pequeño abrió sus azules bastante al sentir el abrazo, se sentía cálido y amable, no sentía malas intenciones en sus acciones, sonrió ligero- felicidades-
Minato sonrió al soltarlo, tomó la pequeña bolsa. Naruto había escogido una taza con una frase de agradecimiento por su paciencia y consejos a pesar del poco tiempo que llevaban de conocerse, abrió sus azules con emoción al ver una gran sonrisa en el mayor al ver la taza, lo vio levantar su mano y acariciar sus cabellos rubios- gracias, es hermosa -Naruto sonrió tímido disfrutando esa caricia, por un momento deseó que el hombre fuera su padre -vengan acá papá, el abuelo está por hacer una escena-
Naruto caminó tras Minato, observó a Kakashi, sonrió -gracias por invitarme licenciado -Kakashi negó- nada de eso, fuera de la oficina sólo es Kakashi -el rubio menor vio con sorpresa al hombre, negó con velocidad -no, es mi jefe- Kakashi negó con diversión. Un sujeto de enormes proporciones se paró frente al menor, lo observó de arriba a abajo, sonrió suavemente, apretó su hombro con cariño- bienvenido, mucho gusto chico, soy Jiraiya, el padre de Minato y abuelo de Kakashi- Naruto asintió, sonrió sintiéndose bienvenido.
Todos tomaron asiento en la sala de jardín mientras el asado comenzaba- cuéntanos Naruto, me dijeron que tienes el mejor promedio de la generación- el menor se sonrojó un poco al escuchar a Jiraiya, asintió- ¿Cómo lo haces? Trabajas, estudias ¿No tienes vida social? -Minato negó con diversión escuchando a su padre. Naruto vio que era una pequeña broma, sonrío ligero- bueno, de hecho tengo vida social, tengo amigos, salgo de fiesta, antes de entrar a trabajar al despacho trabajaba en un bar, sólo debo ser ordenado o todo se puede complicar -Tsunade sonrió -me agradas mocoso, tienes tus objetivos bien plantados, cuéntanos ¿Qué tan malo es el orfanato?-
Naruto se sintió incómodo por la pregunta tan directa, mordió su mejilla, no podía estar siempre a la defensiva, parecían sólo estar curiosos- bueno, es una cárcel donde los adultos parecen ser pasivo agresivos, te tratan bien, pero siempre hay una línea que no dejan pasar, además de ser exageradamente estrictos. Con respecto a mis compañeros, en su mayoría son cretinos que buscan desquitar sus rencores con el primer idiota que ven- guardaron silencio un momento observando que le dolía hablar de ello- el pasado siempre nos deja aprendizaje chico, sé que no merecías esa vida, ningún niño la merece, tu camino está escarpado, pero pienso que todo eso que pasaste te hizo la persona que eres hoy en día, tal vez tienes rencores, pero si lo analizas, tú no le hiciste nada a nadie, quien te dejó ahí es quien lleva el karma que en algún momento la vida dará justicia, al contrario de ti, quién ya salió de ese lugar, aprendiste y gracias a ello te has hecho fuerte, determinado. No te conozco bien, pero aquí mi hijo y mi nieto hablan maravillas de ti- Naruto parpadeó analizando sus palabras sintiéndose halagado -cuando uno hace daño a otra persona, indirectamente se hace daño así mismo, la vida da mil vueltas chico, ahora estás aquí, hace un año dormías aún en esa cárcel -Naruto sonrió entendiendo, asintió -es verdad, estoy fuera- sonrieron.
-Minato, cuéntanos ¿Sigues en la política con esos vejetes?- el rubio mayor sonrió arrogante -deberías quitar esa cara papá, tal vez pronto estés frente al nuevo gobernador de este estado- Naruto abrió sus azules con sorpresa, se hicieron enormes llenos de admiración. Kakashi y el resto observaron su mirada, sonrieron con disimulo- es así, ten cuidado con los viejos buitres hijo, el noventa por ciento de la gente en la política está llena de mierda -Minato sonrió -lenguaje mamá -Tsunade lo apuntó -dije mierda, punto- rieron con diversión al escucharla. Naruto veía y escuchaba a todos con diversión sintiéndose integrado nuevamente.
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