Destino interminable
Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra de su respectivo creador, Go Nagai.
Advertencia: Pareja homosexual.
Destino interminable
El destino en realidad sí estaba escrito.
Aquella frase que tendía a alegar lo contrario tan solo era una vil mentira a la cual la humanidad aprendió a aferrarse para no sentirse tan prisioneros de su creador, aunque creerlo fervientemente no lo volvería una realidad.
La verdad era única y bien definitiva, todo, hasta el más mínimo detalle como el revoloteo de una pequeña mariposa ya estaba escrita y planeada desde mucho antes que siquiera su misma especie existiera.
Todo siempre estuvo escrito, desde principio a fin.
Él mejor que nadie lo sabía, pues seguía repitiendo los mismos párrafos de su existencia una y otra vez.
Ya ni siquiera podía recordar desde hace cuánto que su condena seguía torturándolo, solo era totalmente consciente de ello cuando ya todo terminaba y lo hundía en un interminable dolor hasta su siguiente vida.
¿Cuánto más seguiría aguantándolo? ¿Cuántas veces seguiría cometiendo el mismo error una y otra vez? ¿Por qué no lograba retener lo que tal tragedia enseñaba a su alma?
¿Acaso esta estúpidez digna de un humano también formaba parte de su eterna condena?
De ser así, eso sin duda significaba que Dios sí que lo odiaba. No creía posible que existiera un peor castigo que este, y ya no sabía si podría hacer algo por remediarlo, o siquiera si tenía sentido intentarlo.
¿De qué serviría? Si siempre volvería al punto de inicio una y otra vez.
Si siempre estaba condenado a ver a Akira perecer.
Akira...
El solo pensar en ello estrujaba su pecho.
Era tan gracioso que podría llorar.
¿Cómo fue posible que un simple humano lo afectara tanto? ¿Qué tenía de tan especial como para hacer que el mismísimo Satan dejara a su corazón temblar ante él?
No lo entendía, no había explicación que lo ayudase, y aún así lo sentía cada vez que volvía a verlo.
Cada vez que lo veía derramar sus finas lágrimas.
Cada vez que volvían a decirse 'Hola' por primera vez.
Cada vez que debía soportar ver como Akira volteaba sus ojos hacia alguna otra persona.
Cada vez que la poseción volvía a efectuarse, marcando el inicio del destino final para ambos.
Cada vez... Que sus recuerdos regresaban a su alma y tocaba enfrentarlo casi con pena en su verdadera forma, en una lucha inútil por salvar dos especies enemigas que ya tenían escrita su fecha de extinsión.
No importaba cuantas veces reencarnara y viviera aquel fatídico destino, de algún modo u otro sus ojos siempre terminaban sobre el mismo corazón humano que lloraba hasta por los demonios y ángeles.
No había lógica viable, pero era real. Tan real como este mismísimo instante en el cual mientras Ryo Asuka debatía internamente sobre su existencia maldita, su adormilado acompañante se removía entre balbuceos oara terminar usándolo de almohada.
_¿Uh? Akira... -Trataba de que su cercanía no le incomodara, aunque ello resultaba complicado con la brutal fuerza del castaño.- Eso duele...
¿En qué estaba pensando cuando lo dejé quedarse a dormir? Ah, sí, claro. En que terminaba de caer en cuenta de su homosexual atracción por el contrario y que no le gustaba saberlo tan cerca de Miki.
Rodó los ojos, luchando por contener toda reacción posible al sentir un cálido aliento sobre su piel. Esto era algo que en verdad odiaba de su forma humana, cuan débil podía ser ante los estímulos físicos cuando habían emociones en juego.
Aunque... Si se trataba de Akira como su detonador, no era tan molesto.
Akira Fudo... ¿Qué es lo que provocas en mí? Tanto desconocimiento para mí es... escalofriante...
Lástima que era demasiado ingenuo e idiota como para darse cuenta de lo que provocaba en el joven rubio.
_Ngh... R-ryo... N-no te comas esa hamburguesa tú solo... Quiero darle una mordida, ñahm... -Gruñía entre sueños, mordisqueando lo que en sus sueños podría ser algo delicioso, mientras que en la realidad se trataba del hombro de su 'mejor amigo'.
Bueno, en teoría también podría calificar como delicioso, pero eso sería otra historia.
_Auch... -Se quejó. Dolía más de lo esperado, pero no es como si le sorprendiera.
La fuerza del castaño había crecido ante sus ojos durante todo este tiempo después de todo. Casi podría decir que se sentía muy orgulloso de ello, incluso cuando se percató que parte de su sangre escurría discretamente por su brazo.
Eso dejará marca...
Bah, no importaba. Tan solo era su cuerpo mortal.
Además, aunque pareciese imposible para alguien como Ryo, aquella inesperada marca le dejaba un curioso placer a su persona.
Se sentía perteneciente Akira, a la vez que seguía tan libre como su condena le permitía.
Al menos, me permitiré soñar con esto. Sonrió, tratando de continuar sus horas de sueño.
Al menos este inesperado dolorsillo servía de algo, le hacía disfrutar del tiempo que le quedaba junto a su amado antes de que tuvieran repetir esta historia una vez más.
_Nh... Akira...
Tal vez en el momento de la verdad su destino era interminable, tal y como sus sentimientos fervientes hacia Akira Fudo.
Notas finales: ...¿Qué puedo decir? El mundo necesita más de estos lindos nenes~♡
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