—Gun, Gun. Espera Gun ¿Por qué me evitas?

—No lo estoy evitando señor. Tengo mucho trabajo y mi agente me espera.

—Sí lo haces. Sabes lo que somos y aun así me evitas. Gun, puedo olerte desde el piso de arriba. Tu aroma a miel me descoloca completamente.

Desde la primera vez que se reunieron, Off supo que era su destinado. Pudo olerlo como si tuviera la nariz pegada a su cuello, aunque los separaba una mesa de más de seis metros de largo. No entendía por qué Gun se esmeraba en alejarse.

—No somos nada señor y no lo estoy evitando. Simplemente tengo trabajo.

—Gun, eres mi destinado. Lo sabes, pero no quieres aceptarlo ¿Qué está mal? Si es por tu carrera, debes saber que yo nunca me voy a interponer con eso. Reconozco tu talento y el potencial que tienes. Puedo apoyarte en todo lo que quieras.

Gun se rompió por dentro al escucharlo hablar, tratando de convencerlo de algo que sabía que estaba mal. Se moría por abrazarlo y decirle cuando lo quería —desde que era un niño— y que hubiera sido feliz al descubrir que eran destinados, de no ser porque sus lazos familiares, eran más grandes —según él— pero se contuvo y fingió no entender lo que Off le estaba diciendo. No quería seguir escuchándolo, sabía que si seguía ahí por más tiempo iba a cometer una locura, iba a ceder a sus instintos y no podía. Pero la frustración se acumulaba cuanto más escuchaba a Off y cuando no pudo más, le gritó en la cara.

—¿Realmente quieres saber qué es? Off Jumpol. —hizo la pregunta con decisión y ante el asentimiento del alfa, prosiguió— cena conmigo esta noche. Llega puntual a las nueve y descubrirás porque tú y yo no somos, ni seremos compañeros.

Gun decidió que era el momento de revelarle quién era y hacerle entender que no era natural una unión entre ellos, por más que lo deseara, desde el fondo de su alma.

Se alejó de Off a paso rápido, luego de dar las indicaciones sobre su lugar de encuentro.

Realmente el momento había llegado, revelaría su identidad y le dejaría claro a Off porque no podían estar juntos.

» A las nueve en punto Off entraba al restaurante antes mencionado. Estaba sorprendido por la actitud enfadada de Gun al final de la conversación, pero no perdería oportunidad de luchar para que su destinado lo aceptara.

En la recepción preguntó por una reservación a nombre de Gun Atthaphan y fue guiado a una mesa del área privada. Grande fue su sorpresa al ver a su tía, en el lugar.

—¿Tía? Que coincidencia encontrarte aquí.

—Querido, ¿mi hijo no te dijo que yo estaría aquí? Cuando me llamó me dijo que cenaríamos contigo. Hace tanto que no te veo. Desde que murió tu padre. Te fuiste siendo muy joven y han pasado muchos años. Mírate nada más, eres un apuesto alfa.

—Tía —la sorpresa invadió al alfa— Tu hijo... ¿es Gun?

—¿No lo recuerdas? ¿Qué pretende ese hijo mío al no decirte nada? Pero supongo que no tenías que recordarlo. Tenías dieciocho años cuando te marchaste y mi Gunnie, tenía apenas nueve. Realmente sufrió cuando te fuiste. Él era muy pegado a ti.

Off no tuvo tiempo de procesar el nuevo descubrimiento, porque justo en ese momento entraba Gun al restaurante y se acercaba a ellos. Era por eso que Gun le había dicho que no podían ser compañeros.

Eran primos y él lo había olvidado.

Habían pasado diez años desde que murió su padre y su madre se lo llevó lejos. Tenía vagos recuerdos de su familia y ahora volvían a él como olas las imágenes de un pequeño niño de labios gruesos, su pequeño primo. Su favorito, a decir verdad. Pero habían pasado tantos años y no tuvieron más comunicación.

Ciertamente el destino se estaba burlando de ellos.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ