8. Sobredosis
Era sábado y solo trabajaban media jornada. Ohm y Nanon llegaban al edificio juntos a la misma hora como de costumbre y Chimon ya los esperaba como todos los días.
Pero había algo diferente, y ambos alfas lo pudieron notar. Chimon se veía con un color de piel y un semblante diferente, además su aroma se sentía un poco amargo. Pero nadie dijo nada y se dispusieron a empezar con el trabajo.
Chimon organizaba la agenda y los horarios para la semana siguiente sentado junto a la puerta, en su escritorio. Nanon volteó a ver a Ohm con una clara pregunta en el rostro.
¿Lo sientes?
Ohm asintió, pero no hizo nada más.
Dos horas después, eran las diez de la mañana y la oficina estaba en silencio, con la diferencia de que los dos alfas sentían cada vez más amargo el aroma del omega y eso los preocupaba.
—Chimon! ¿Estás bien? —Preguntó Nanon.
—Sí señor Korapat. Estoy bien. —Chimon arrastraba las palabras.
—No lo estás mocoso. Hasta aquí se puede sentir tu aroma amargo ¿Qué te sucede? —Ohm preguntó con clara preocupación, pero con su característica irritación.
—¿Aún pueden sentirlo? Pensé que esta vez lo neutralizaría por completo.
—¿De qué diablos estás hablando Chimon? ¿Qué hiciste? —Claramente enfadado, Ohm se levantó de su silla, seguido por Nanon.
Chimon se puso de pie también, pero no hubo respuesta. Súbitamente se desmayó y antes de caer al suelo Nanon lo sostuvo por la cintura, notando que estaba más pálido que en la mañana y además sudaba frío.
No esperaron más y lo llevaron a la enfermería del tercer piso. El elevador se tardó un eterno minuto en llegar y la preocupación hacía a Ohm sentirse aún más molesto.
¿Por qué demonios se sentía tan asustado por el omega? No eran nada, no tenía por qué preocuparse tanto de las tonterías que pudiera haber hecho el chico. Pero más importante era eso ¿Qué había hecho? ¿Por qué se desmayó así? ¿A qué se refería cuando dijo que había neutralizado su aroma?
El doctor Film Thanapat, un beta que atendía la enfermería de la compañía los recibió y pidió a ambos alfas que salieran para poder revisar cómodamente al omega, pero se negaron rotundamente. Ninguno quería salir y no habría nadie que lograra sacarlos. Así que el doctor procedió a revisarlo frente a ellos.
Sus signos vitales eran débiles, sus pupilas estaban dilatadas, su respiración lenta y su color de piel daba mucho en que pensar. Su temperatura había bajado de repente. Todos los síntomas eran signos claros de una intoxicación farmacológica.
—El joven Wachirawit presenta síntomas de intoxicación por medicamentos. —dijo el doctor Thanapat— ¿Saben ustedes que fármacos ingirió? Eso ayudaría mucho para saber cómo actuar. La intoxicación no es grave, pero hay que limpiar su sangre de inmediato, para evitar efectos adversos.
—Probablemente inhibidores de aroma doctor. —fue la respuesta de Ohm— Pero no sabemos nada más.
El doctor sacó de un cajón algunas cosas que necesitaría para poner un tratamiento intravenoso que desintoxicaría la sangre de Chimon de manera rápida.
—Debemos despertarlo y saber específicamente cuanto y de qué tipo de inhibidores ingirió para evaluar los posibles daños. —el doctor seguía explicando mientras metía la aguja en el brazo de Chimon.
Los alfas se veían entre sí. No había necesidad de hablar, pues sabían que ambos estaban preocupados y se sentían culpables por lo sucedido. Así que solo se sentaron a esperar que Chimon despertara, tomados de la mano para darse ánimos entre ellos.
Chimon despertó después de un rato, desorientado, en una camilla. No recordaba cómo había llegado ahí. Giró hacia un lado la cabeza y vio a sus jefes sentados en un sillón, tomados de la mano, viéndolo fijamente con una mirada indescifrable.
—Doctor Thanapat, el mocoso ha despertado.
Oh, el señor Pawat iba a despedirlo, por todas molestias que les estaba causando.
Nanon le golpeó el costado con el codo para que cuidara sus palabras. Pero eso no lo detuvo, la preocupación lo tenía en su nivel máximo de molestia.
—¿Qué fue lo que hiciste mocoso? ¿Casi te mueres? Eres irresponsable contigo mismo.
—Cálmese señor Pawat. Dejemos que el chico hable y diga que fue lo que pasó —El doctor Thanapat se acercó a revisar a Chimon y le pidió que le contara que había pasado exactamente, luego de explicarle porque se encontraba en la enfermería con una aguja prendida al brazo.
—Lo siento. —Chimon dijo bajando la cabeza— Es sólo que los inhibidores no estaban teniendo el efecto esperado y hace cinco días empecé a tomar unos diferentes cada que salgo de casa en las mañanas y luego al llegar aquí tomo el que da la empresa. Aun así, nada funcionaba y hoy tomé triple dosis de ambos fármacos para ver si esta vez sí funcionaban, pues ayer me dijeron que mi aroma estaba incomodando.
La culpa golpeó en la cara a los alfas. Ellos habían dicho algo así el día anterior al omega y no pensaron que lo tomaría tan mal.
—Pero ¿por qué dices que los inhibidores no estaban teniendo el efecto esperado? Yo ahora mismo no he sentido tu aroma y según he sabido en los últimos minutos, nadie en la empresa lo ha percibido tampoco.
Chimon se quedó viendo a sus jefes. No sabía si hablar delante de ellos o qué era lo que debía decir.
—Hay alguien que trabaja en el mismo piso que yo, que puede sentir mi aroma. No importa cuántos inhibidores tome, siempre lo percibe y por eso pensé que no estaba tomando la cantidad necesaria. —terminó por decir.
—Muchacho, ¿eres soltero?
—Sí, doctor, Pero ¿Qué tiene eso que ver?
—Señores, puedo hablar con el paciente a solas, ¿por favor? —Pidió el doctor a los dos hombres en la sala, pero ambos se negaron.
—Él es nuestro asistente y siempre está cerca de nosotros, exigimos saber lo que le pasa. No nos vamos a ir, así que puede continuar doctor.
Nanon habló claro y firme y Chimon asintió en aprobación. Tampoco quería quedarse solo. Su cuerpo débil pedía por la cercanía de los dos.
—Está bien. Voy a explicarte lo que está pasando Chimon. —El doctor Thanapat procedió a decirle al chico en la camilla— Déjame preguntarte primero ¿La persona que siente tu aroma ¿es un alfa Chimon?
—Sí, doctor —Chimon no estaba entendiendo nada.
—Verás, el alfa que puede percibir tu aroma es porque te reconoce como suyo. No importa si tomas inhibidores o lo que hagas, siempre va a reconocerte por tu olor. En pocas palabras ese alfa es tu destinado. —el doctor Thanapat hablaba lento para que pudiera entenderle.
—Eso de los destinados no existe doctor. —Ohm interrumpió de manera brusca.
—Deja que el doctor termine Ohm. Él sabe por qué lo está diciendo —Nanon cortó su queja.
—De hecho, si existe señor Pawat. —explicó el doctor— Ahora Chimon, responde otra pregunta ¿Tú puedes sentir el aroma de ese alfa? Porque si está dentro del edificio, entonces también debe estar tomando el inhibidor que exigen las normas de seguridad.
Chimon volteó a ver a Ohm y Nanon con la cara sonrojada. Si respondía esa pregunta, las cosas se pondrían incómodas.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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