Era el turno de Chimon para presentarse. Los nervios estaban en su máximo nivel, pero confiaba en que lo haría. Por él, por los bebés que llevaba en el vientre y por cierto par de alfas que esperaban su aparición desde la primera fila de los espectadores, llenos de orgullo por el que era su omega.

Las luces se apagaron y Chimon tomó su lugar al centro del escenario. Micrófono en mano y dispuesto a dar todo de sí a la hora de cantar y bailar. Su atuendo para la ocasión n era perfecto. Resaltaba todos sus atributos y le daba comodidad a la hora de moverse.

Sus movimientos eran expertos y su lenguaje corporal mostraba la pasión con la que bailaba. Su voz era impresionante, la más bella a oídos de Ohm y Nanon.
Dejaba cada parte de sí mismo con cada nota cantada. Esto era lo que amaba, lo que siempre deseó y ahora estaba demostrándole a todos que sus años de sacrificio y la vocación que siempre tuvo por la música estaban dando sus frutos.

Caught in a lie

Recuérdame quien era yoNo puedo escapar de esta ilusión Incluso mi risa robóCaught in a lie Ya sácame de esta prisiónNo puedo escapar de este dolor Ya tengan piedad, por favor.

Al final fue ovacionado por todos. Su interpretación fue perfecta, logró cautivar a cada una de las personas que lo vieron, pero a él no le importaba nada más que los rostros llenos de orgullo de sus compañeros. Ese era su mayor logro. La calificación del jurado era secundaria en ese momento. Era feliz y tenía todo lo que quería.

Después que todo acabó uno de los miembros del jurado y maestro suyo le llamó a un extremo del auditorio.

—Estuviste perfecto, como siempre Chimon. Te felicito.

—Gracias profesor. Puse todo de mí en esta presentación.

—Lo sé. Pero hay un problema. —le dijo su profesor.

—¿Cuál es ese problema?

—A oídos de los demás miembros del jurado llegó un rumor de que tú no hiciste más que cantar y bailar pero que alguien más compuso y preparó la canción, así como la coreografía.

—Eso no es cierto profesor. Los organizadores fueron claros en que podía pedir ayuda si la necesitaba, pero este es mi trabajo. Lo juro.

No era posible que pensaran eso. Él había mostrado a los organizadores todo su progreso paso a paso en los últimos meses ¿Quién pudo siquiera pensar que ese no era su trabajo, su esfuerzo? Ohm y Nanon no hicieron nada más que apoyarlo, guiarlo y aconsejarlo para mejorar.

—Yo te creo. Sin embargo, a quienes debes convencer es a los otros miembros o no calificarás para tu título.

Chimon estaba devastado. Todo su empeño no valdría nada si no lograba demostrar que él había hecho todo por su cuenta, que solo había obtenido la ayuda necesaria, pero nada más.

A punto de quebrarse en desilusión estaba cuando aparecieron sus alfas.

—¿Qué sucede cariño? —preguntó Nanon— Estás triste, desolado. Podemos sentirlo.

—Él es mi maestro y miembro del jurado. Al parecer alguien difundió el rumor de que mi actuación no la preparé yo.

—Pero eso es mentira. —espetó Ohm.

—Lo sé Ohm. Pero debo demostrarlo o no servirá de nada todo mi esfuerzo.

—¿Qué es lo que debe hacer señor?

—Tiene que presentar evidencia. No sólo los progresos que envió en las últimas semanas, tienen que ser pruebas más explícitas.

—Nanon saca tu teléfono. Le dijo Ohm a su otro compañero, y al maestro le preguntó—¿A quién hay que mostrarle las pruebas señor?

—A las personas que están por allá, del otro lado del auditorio.

Nanon y Ohm no permitirían que nada ni nadie hiciera sentir mal a su compañero ni que quisieran acusarlo de cosas falsas. Fueron hasta la mesa del jurado y pidieron hablar con el responsable. Dijeron quiénes eran y mostraron los videos que tenía Nanon en su teléfono. Desde que iniciaron con el proyecto de su presentación Nanon filmaba cada detalle sin ser visto por Chimon. Las horas que pasaron componiendo la letra, los días y noches encerrados en el estudio dándole una melodía a la canción, produciendo y probando diferentes sonidos, arreglos y notas. Las tardes en la sala de prácticas de la empresa que se iban en prueba y error con cada nuevo paso de baile que se sumaba al anterior para formar una coreografía perfecta y como dos alfas alentaban cada nueva idea del omega pelirrosa para mejorar su acto.

—¿Les parece a ustedes que esto fue hecho por alguien más que no sea Chimon? —Nanon estaba a punto de cortar cabezas por la ira. Nadie debía dudar de las capacidades de su omega.

—Nosotros somos testigos de todo lo que les ha mostrado el señor. Chimon se esforzó por esto, aun estando en cinta, nunca dejó de practicar para hacer una presentación perfecta. —Win y Bright se acercaron a los demás al ver el alboroto y también daban la cara por su amigo.

—Bien, señores. Necesito que me digan quiénes son todos ustedes. —el representante del jurado habló.

—Nosotros somos sus amigos y compañeros en la universidad. —corearon los dos omegas.

—Nosotros somos sus alfas. Le ayudamos a producir el tema y perfeccionar la coreografía, pero nada más. —dijo Ohm— Chimon, ven acá amor.

—Juro que yo si trabajé en esto. No entiendo por qué alguien diría que no es así, todos los que me conocen saben todo lo que hice para llegar hasta aquí.

—Está bien muchacho. Estos señores han mostrado evidencia suficiente. Entiende que necesitamos seguridad en esto y saber que no se trata de un farsante. Date por aprobado. Es impresionante ver todo lo que hiciste y más aún en tu estado. Te felicito mucho, tienes un gran futuro por delante.

—Te salió el tiro por la culata, Lyn. —se burló Bright.

—No sé de qué me hablas Bright.

—¡Oh! Pero claro que lo sabes. Fuiste tú la que les fue con el invento ese al jurado. Pero ¿sabes qué? No vas a quitarle a Chimon lo que se merece. Te puedes ir con tu envidia a otra parte.

—Jódete Bright. Tú y tu asqueroso novio.

—Pobre del que te aguante. Eres una amargada.

—Al diablo con ustedes. Tú, Win eres un anormal. Mira que hacer lo que hiciste sólo por este idiota.

—Al menos tengo un compañero Lyn. —respondió Win— Tú no tienes nada y al paso que vas, así te vas a quedar. Sin nada ni nadie. Vámonos osito.

Era el momento de celebrar el logro de Chimon. Fueron hasta donde se encontraba su amigo y lo abrazaron para demostrarle todo su apoyo y lo feliz que estaban por él.

Después de ese día las cosas solo podían ir para mejor. Chimon al fin podría decir que dejó atrás su etapa universitaria, estaba a punto de tener su propia familia, sus alfas lo amaban y quizás más adelante debutaría como había deseado. Ahora tenía un nuevo motivo para salir adelante. Un lazo doble, una bendición doble y un amor que no hacía más que multiplicarse con los días.

—Vamos a casa cariño. Te mereces todos los mimos el día de hoy —ofreció Ohm.

—Ohm, los cachorros tienen hambre.

—¿Qué quieren comer esos pequeños?

—Mandarinas.

—Mandarinas serán, entonces.

—Nanny. —llamó Chimon a su otro alfa.

—Dime pequeño.

—Quiero besos y abrazos.

Todos los que quieras amor. Hoy pide lo que quieras. —le concedió el alfa —Ohmie y yo estamos para complacerte.

—Vamos a casa entonces.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ