—¿Dos cachorros?

—Así es señor Pawat. El latido es inconstante y distorsionado porque son dos corazones los que escuchan.

—Doctor Weerayut ¿Está todo bien con los cachorros?

—¡Claro! Hasta el momento, todo está muy bien con los bebés. Pero deberá venir dentro de tres semanas para una nueva ecografía y poder verlos mejor. Debe tener ciertos cuidados prenatales y por lo demás todo será normal.

—Doctor.

—Dime joven Chimon.

—Yo, tengo una presentación en la universidad dentro de un mes y quisiera saber si puedo... si no hay problema en que siga mis prácticas, en mi estado.

—¿Qué clase presentación?

Chimon explicó al doctor en detalle lo que tenía que hacer.

—Debes tener mucho cuidado. El hecho de que los cachorros aún sean muy pequeños te da cierta libertad de movimiento, pero no debes sobreesforzarte ni fatigarte demasiado. No te estreses y toma los descansos necesarios entre prácticas. Por lo demás, todo debería estar bien.

—Gracias doctor.

Dos bebés

¿Qué sigue ahora? Deseaban que todo saliera bien. Ninguno de los tres lo esperaba, pero definitivamente era una grata sorpresa, una que resultó ser doble.

—Cariño, ¿Quieres algo de comer? ¿Estás cansado?

—Estoy bien Nanny, gracias. Debería volver a trabajar, aún no termino de redactar los contratos que son para mañana.

—Deberías dejar de trabajar. No lo necesitas. Prácticamente has terminado la universidad y no te hace falta nada. Sería mejor que te quedaras en casa.

—¿Me estás pidiendo que sea un mantenido, Ohm?

—No, claro que no. Pero estás embarazado amor. Deberías descansar y estar tranquilo.

—No soy un inútil. El doctor dijo que estoy bien. Puedo trabajar, incluso puedo seguir los ensayos y hacer mi presentación. Y no se les olvide que la señorita Namtan también está embarazada y trabajó hasta que ya no pudo más.

—Vamos cariño, no te enojes. Solo estamos preocupados por ti y los bebés.

—Lo sé, pero no quiero estar todo el día metido en casa sin hacer nada. Soy perfectamente capaz de trabajar.

—De acuerdo. Pero promete que, si te cansas o te sientes mal, pararas y nos lo dirás.

— Lo prometo. Ahora hay que trabajar.

Cómico era ver como dos alfas seguían al omega a todos lados como perritos. Ofrecían cada cosa que se les ocurriera, trataban de minimizar sus obligaciones en la compañía y en casa no hacían más que acurrucarse en la cama y darle mimos, suaves caricias sobre su vientre que aún se encontraba plano, besos y abrazos.

Irónicamente el más mimoso resultó ser Ohm, aunque se molestaba cada vez que se lo decían. No quería reconocer su lado tierno. Nanon era el atento, trayéndole a su compañero cuanta cosa se le ocurriera.

Jamás se hubieran imaginado en esa situación, estaban bien antes, ellos dos. Nunca habían deseado o imaginado su vida con un omega y ahora tenían uno, el mejor que les pudo tocar y mejor aún les daría cachorros pronto.

—¿Quién los viera tan empalagosos? Es una escena digna de una película de romance. Los alfas más inalcanzables del medio artístico por ser pareja, ahora presumen a un precioso omega. Podría vomitar arcoíris solo de verlos tan amorosos a los tres.

—Cállate Jumpol ¿A qué viniste?

—Tranquilo Pawat. Solo vine por los contratos de los chicos nuevos. Realmente el nombre de la banda es muy bueno y la publicidad que se está haciendo ha atraído a muchas personas. Si siguen así, para cuando sea el debut tendrán muchos seguidores.

—Sí. Elegimos un buen nombre.

—¿Dónde está Nanon?

—En la sala de prácticas con Chimon. Toma los contratos y vete, estoy trabajando.

—¡Oye!... Necesito un consejo y no sé a quién más pedírselo.

—¿Me viste cara de terapeuta, consejero o algo así? —renegó Ohm— ¡Bien! Dilo. De seguro es sobre Gun ¿no? Lo sigues como perro faldero a todos lados.

—Es mi compañero Ohm, pero no logro acercarme a él. Es decir, ni siquiera me quiere alrededor. No entiendo porque se niega a aceptarme.

—Serás imbécil Off. Está iniciando su carrera, es joven y tiene mucho camino por delante. Su fama está subiendo como la espuma. Es obvio que no quiere a un compañero, aunque sea el que el destino escogió para él.

—Pero ustedes con Chimon... Él también es joven y tiene futuro.

—No es lo mismo ¿Si sabes que son personas diferentes? y cada uno tiene diferentes enfoques.

Off Jumpol había intentado por todos los medios acercarse a su compañero, pero simplemente no había progreso. Gun se negaba a aceptarlo.

—Deberías hacerte lugar siguiendo sus ideales. Si él quiere crecer, ayúdalo a crecer. Que vea que no quieres frenarlo o estancarlo o saldrá corriendo y no vas a poder encontrarlo. Dije que no era lo mismo, pero te pondré nuestro ejemplo. Nanon y yo no hemos tratado de cortarle las alas a Chimon. Está por terminar sus estudios y lo estamos apoyando en todo. Lo que él quiera hacer de su futuro lo hará, con nosotros junto a él y nuestros cachorros también.

—¡Wow! Ya están pensando en familia y apenas acaban de enlazarse.

—De hecho, Chimon está embarazado. Tendrá gemelos. Pero ni una palabra de esto a nadie, o te quedas sin trabajo.

—Okey, soy una tumba. Pero volviendo a lo otro, tienes razón en que debería mostrarme ante él como apoyo y no como obstáculo. Sólo espero que no vuelva a rechazarme, porque realmente quiero estar con él. Aunque siento que hay algo más que sólo eso, por lo que no quiere aceptarme. Pero no voy a darme por vencido.

—Bien. Ahora vete, que me estás atrasando.

Off no estaba tan lejos de la verdad. Había algo más que sólo el futuro de Gun impidiéndole conquistar a su compañero. Pero tomaría el consejo de Ohm, ese alfa malhumorado e impaciente era el mejor, por algo le gustaba trabajar con él y con Nanon.

Ya desearía él, tener la suerte de esos dos y conseguir la aceptación de su hermoso y talentoso destinado.

—Descansa un poco. Lo estás haciendo bien.

—No, continuemos. Estoy bien.

—Has caso Chimon. Recuerda lo que dijo el doctor. Debes tomar los suficientes descansos en cada práctica.

Chimon y Nanon ensayaban la coreografía que presentaría en la universidad dentro de tres semanas más. Los movimientos eran fluidos, sensuales y con sentimiento. Esa era la característica principal del estilo de Chimon. Podía transmitir en cada movimiento los más profundos sentimientos y Nanon disfrutaba de verlo bailar de ese modo.

—Estás listo para hacerlo cariño. Podemos reducir las horas de práctica en las siguientes semanas, sólo para mantener el ritmo.

Chimon se acercó a su pareja y lo abrazó por el cuello para luego dejar un tierno beso en sus labios.

—¿Crees que saldrá bien?

—Lo harás bien cariño. Solamente debes tener cuidado con estos dos de aquí. —Nanon puso una de sus manos sobre el vientre de Chimon y con la otra sostenía su cintura. Su instinto le decía que debía cuidar a su omega y sus cachorros.

—Nanny. Sabes que te amo y amo a Ohm también.

—Lo sé amor. También te amo y ni que decir de Ohmie. Diría que, por testarudo, él fue quien cayó más fuerte por ti. Pero ¿por qué dices eso?

—Es que... no puedo dejar de pensar en los bebés... uno de ustedes es su padre alfa y...

—Creo que eso ya lo dejamos claro Chimonie. No son los genes los que los hacen nuestros hijos. Están en tu vientre y eres nuestro compañero, por ende, son nuestros. Yo los amo, Ohmie los ama y tú seres su papá omega. El mejor de todos. Nada más que eso importa.

—Gracias.

—¿Por qué amor?

—Por amarme, por amar a nuestros cachorros.

—Gracias a ti por hacernos felices, cariño. Ya lo éramos Ohm y yo juntos, pero cuando llegaste a nuestras vidas nos hiciste aún más dichosos que antes. Ahora ve a bañarte y regresemos al trabajo o ese tonto alfa nuestro se pondrá de mal humor por dejarlo solo tanto tiempo.

—Sólo abrázame un poquito más. Me gustan tus mimos y tu aroma me relaja, el de Ohm me provoca hambre.

—Entonces ya sé cómo hacerte comer cuando estés de rebelde.

Las risas no se hicieron esperar. A Chimon le encantaba estar con sus alfas, juntos o por separado. Disfrutaba de la personalidad y forma de amarlo de cada uno. Uno más relajado, el otro demasiado sobreprotector, pero ambos le daban justo lo que necesitaba.

Detrás de la puerta de la sala de prácticas, cierto omega veía con ilusión y un poco de pena el intercambio amoroso ahí dentro. En algún momento de su vida hubiera deseado tener eso mismo con su destinado, pero con él, el destino se había equivocado. La persona con la que le tocó compartir su alma estaba prohibida para él.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ