Dentro de la oficina Ohm y Nanon se reían de la cara con la que dejaron a Tanapon en el pasillo. Pero un Chimon ceñudo estaba preocupado.

—¿Deberíamos preocuparnos de que el señor Perth sepa de nosotros?

—Ese idiota siempre nos ha criticado. Además, fue muy directo en cuanto a sus intenciones contigo. No íbamos a dejar que se saliera con la suya.

—Pero... ustedes son figuras públicas ¿Qué dirán los medios si saben de nuestra unión? —A Chimon le preocupaba un escándalo público que arruinara el éxito de ONAN ENTERTAINMENT y la imagen pública de sus alfas.

—Poco nos importa eso pequeño. Ya somos tema de cotilleos en la industria y fuera de ella por ser una pareja de alfas y aun así hemos logrado llegar hasta donde estamos. —dijo Nanon— No te preocupes por Tanapon, hace un tiempo que empezó a dar problemas y hemos decidido cancelar su contrato cuando sus actividades y promociones hayan terminado.

Nanon hablaba con mucha tranquilidad, aunque a Chimon no terminara de convencerlo.

—Eso será peor. Tomará represalias o demandará a la compañía.

—No le conviene hacerlo mocoso. Él sabe que ha faltado a las cláusulas del contrato y no tiene posibilidades de ganar una demanda. Tú quédate tranquilo. Todo estará bien y si es por tus marcas, nosotros felices de que las presumas, pero si a ti te avergüenza-

—No, absolutamente no. A mí tampoco me importa lo que diga la gente. Solo que no quiero que ustedes tengan problemas por mi culpa.

Los alfas rodearon al omega en un abrazo tranquilizador. Lo que sea que viniera, lo enfrentarían juntos. Antes eran sólo ellos dos, ahora tenían un compañero que era sólo suyo para cuidar, amar y proteger y lo harían enfrentando lo que fuera y a quien sea.

—Bueno, pero ahora dinos ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa descansando.

—Les traje el almuerzo. Sé que estos días que no he estado en la oficina se han saltado la comida y no me gusta.

—Pero debiste quedarte. Sabes que no nos gusta que andes solo en las calles —acusó Ohm.

—Un taxi me recogió en casa y yo realmente quería traerles esto. Lo preparé yo mismo, además de que me aburro solo en esa casa tan grande. Quiero volver al trabajo, realmente me encuentro bien.

—Lo que tú digas cariño. El lunes si quieres puedes volver al trabajo de nuevo. Honestamente te extrañamos rondando a nuestro alrededor. No es lo mismo sin ti.

Se sentaron y comieron los tres juntos como acostumbraban, entre mimos y sonrisas cómplices. Chimon no podía ser más feliz y ni hablar de Nanon y Ohm.

Después de todo, habían aceptado que el destino juega a su gusto y estaban satisfechos de la jugada que había hecho con ellos. Tenían un omega precioso y dulce como la miel —o el algodón de azúcar o ambos juntos— que tenía el más delicioso aroma a flores, una belleza inigualable y un corazón tan grande, que no le había importado entregarse a ellos sin ninguna restricción.

—¿Puede mi amigo Bright visitarme en casa mañana? —El omega rompió el cómodo silencio en la amplia oficina.

—No tienes que preguntar cariño. Esa también es tu casa ahora y tus amigos pueden visitarte cuando tú desees.

—Gracias Ohm. Es que aún es un poco difícil acostumbrarme.

—Lo harás con el tiempo, amor. Esto entre nosotros ha sido muy rápido, pero es correcto y sabes que todo lo nuestro es tuyo también. —ofreció el otro alfa.

Chimon tenía un hermoso sonrojo en las mejillas por las palabras de sus alfas. Se sentía amado, cuidado y en familia.

De un momento a otro tenía todo lo que siempre había soñado y aún se le hacía demasiado irreal, de no ser por las emociones que lo embargaban, las cuales no eran solo las propias. Podía sentir el orgullo y la devoción de sus alfas a través del lazo y eso solo calentaba su corazón.

Después de la comida Chimon se quedó en la oficina acompañando a sus alfas y de paso hizo un poco de trabajo. El papeleo se había acumulado en sólo tres días y la agenda era un desastre. Definitivamente debía volver pronto al trabajo. De todas maneras, su trasero ya estaba mucho mejor y la casa era demasiado aburrida si estaba él solo ahí.

A las seis de la tarde cuando salían de la compañía, de regreso a su hogar, la secretaria Namtan aún estaba en su puesto.

—¿Por qué no se ha ido a descansar señorita Namtan? Sabe que tiene permiso de retirarse temprano por su estado.

—Estaba terminando unos asuntos señor Korapat. Enseguida me iré. Pero-

— ¡¿Pero qué?! Diga lo que sea.

—Es que, Jennie me informó que hay un grupo grande de reporteros en la entrada del edificio desde hace casi una hora y preguntan por ustedes dos, señor.

—¿La prensa? ¿Ha pasado algo con alguno de los artistas?

—No lo creo señor. Según lo que me dijo Jennie, hay fuertes rumores de su vida privada y quieren tener exclusiva de eso. O algo así.

—El maldito de Tanapon. —espetó el alfa más bajo.

Los alfas estaban muy cabreados con el impertinente ese. Ahora más que nunca iban a terminar su contrato.

Chimon temblaba por los nervios. Nunca se imaginó que ese hombre haría tal cosa. Era obvio que quería perjudicar a sus alfas.

—Sabía que esto pasaría. Se los dije.

—Cálmate cariño, todo estará bien. Vamos. —lo consoló Nanon.

—Vaya a descansar señorita Namtan. Nosotros nos encargaremos del asunto. Salga por la puerta de mantenimiento para evitar el tumulto y que pueda salir lastimada.

Bajaron en el ascensor hasta el primer piso. Afuera de las grandes puertas de vidrio se veía un mar de gente, cámaras y bullicio por doquier.

Ohm se dirigió a Chimon.

—Vamos a salir amor. ¿Vienes con nosotros?

—¿Esto es malo?

—En absoluto. Estamos los tres juntos y nada de lo que digan tiene que afectarte. No lo permitiremos.

—No te preocupes cariño. Ohm y yo hablaremos. Sólo quédate cerca de nosotros.

—Está bien. Vamos.

Salieron y al instante fueron prácticamente cegados por los flashes de las cámaras y acorralados por periodistas con micrófonos queriendo obtener una declaración.

—Señor Korapat. Señor Pawat. —gritó un reportero— Se rumora que tienen una relación amorosa con un omega que precisamente trabaja para ustedes ¿Es eso cierto?

—Señor... señor... se supone que ustedes dos son pareja, aun siendo alfas. Ahora comparten a un omega. ¿Es eso libertinaje?

—¿Un empleado? ¿Cómo será vista la reputación de ONAN ENTERTAINMENT desde ahora?

Las preguntas llovían y ni siquiera daban oportunidad de contestar. Chimon se encontraba prácticamente escondido detrás de sus alfas, temblando por el miedo de que la situación afectara a la empresa y los nervios de ser señalado. Aunque no se afrentaría en ningún momento de su unión.

Nanon fue el primero en alzar la voz, callando a la multitud que los rodeaba.

—Primero que nada. Nuestra vida privada no es del interés de los medios, ni de nadie. Lo que hagamos en la intimidad, no afecta el trabajo ni a nadie en particular. ONAN ENTERTAINMENT es una productora seria y responsable y hasta el día de hoy nunca se ha visto envuelta en escándalos en cuanto a nuestros artistas se refiere. Si es del dominio público que Ohm y yo somos pareja, eso no tiene por qué mezclarse con el ámbito laboral y más aún, si hay una tercera persona involucrada, eso es asunto personal nuestro y no les incumbe a ustedes, ni a la sociedad en general.

Innecesario era decir que Ohm estaba a un pelo de explotar por la ira. Definitivamente Perth Tanapon pagaría por esto. Por incomodar de esa manera a su omega.

Inhalando una profunda respiración decidió tomar la palabra.

—En todo caso, si fuese libertinaje, ese es muy nuestro problema y si es un empleado de la compañía, igualmente no tiene por qué causarles pendiente. Sepan que no vamos a permitir que quieran o intenten siquiera ofender o incomodar a nuestro compañero.

—¿Entonces el rumor es cierto? —preguntó otro reportero.

—El rumor es sólo un ataque desesperado de alguien que quiere ocultar su humillación. Pero sí, hay un omega que se ha convertido en nuestro compañero. No por elección, sino por decisión del destino, una decisión que nosotros hemos aceptado y cumplido con gusto.

—Todos sabemos que los compañeros destinados son alfa y omega, pero ustedes dos como alfas comparten al mismo omega ¿Cómo podría eso ser elección del destino?

—Lo es y no tenemos por qué explicar eso.

Estaban por abandonar el lugar en medio de empujones, cuando un reportero divisó a Chimon semiescondido a espaldas de Nanon.

—¿Es él? ¿Cuál es su nombre? ¿Es un nuevo artista de la compañía?

Chimon por instinto se pegó al costado de Nanon, al mismo tiempo que este lo rodeaba por los hombros en un acto protector y Ohm se paraba frente a ellos con el mismo objetivo.

En un intento por obtener más información un reportero jaló del abrigo de Chimon, bajando de un tirón el cuello de su suéter. Por segunda vez en el día, sus marcas quedaban expuestas a la vista de los demás y el caos explotó en solo un instante. Foto tras foto era tomada y sin poder evitarlo los alfas tomaron a su omega y salieron de ahí a como les fue posible, para subir a su auto e irse a casa.

Mañana sería noticia de primera plana y portada de revistas por todo el país el vínculo entre dos alfas y un omega.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ