22. Vínculo 'doble' e irrompible
Dos días después de aquella unión Chimon se encontraba sentado en el gran sofá, en la amplia sala de la casa. Nanon y Ohm le pidieron descansar. El trabajo podía esperar unos días y aunque no quisiera, se quedó en casa para complacer a sus compañeros.
A cada momento las imágenes de ese día se reproducían en su mente y un cálido sentimiento envolvía su pecho. Aún se le hacía un poco vergonzoso el recuerdo, pero también excitante y emocionante, al sentir como palpitaban a cada lado de su cuello las dos marcas que aún se encontraban frescas y sensibles.
Con todo y la distancia entre la casa y la compañía, podía sentir bajo la piel cada sensación de los alfas junto a su alma. Era una sensación difícil o mejor dicho imposible de describir. Sentir a dos personas diferentes dentro y sobre él en el sentido más íntimo que se conoce es simplemente indescriptible.
Seguía un poco adolorido, pero al parecer el desgarre que sufrió se estaba curando rápidamente. En las primeras horas no podía siquiera sentarse o recostarse boca arriba. Estuvo prácticamente un día entero, acostado boca abajo, pero qué más daba ya. Ser el omega de dos de los alfas más imponentes y reconocidos era increíble, aunque a él eso poco le importaba. Más allá de todo eso, él amaba a sus alfas por quienes eran con él y para él.
Chimon se dedicó a ordenar un poco la casa, aunque está se encontraba impecable y para el tercer día solo en la gran morada, decidió preparar por sí mismo el almuerzo para sus alfas y llevarlo hasta la compañía.
Además, había hecho un recordatorio mental de llamar a su mejor amigo y preguntarle sobre lo que le había dicho el señor Wang. Algo de eso le preocupaba, sus dos amigos eran toda la familia que tenía, sumando ahora a sus alfas.
Preparó los alimentos con mucha dedicación y los empacó perfectamente en recipientes herméticos. Para la una de la tarde, ya se encontraba dentro del taxi que había pedido unos minutos antes por teléfono.
En el camino hasta el edificio de ONAN ENTERTAINMENT, tomó su móvil y llamó a Bright. Luego de tres timbres de espera su amigo respondió a la llamada.
—¡ChimChim! ¿Cómo estás? He estado preocupado por ti estos días.
—Hola BriBri. Estoy bien. Te llamo para saber si podemos vernos, quisiera hablar contigo de algo.
—¿Está todo bien?
—Sí. Todo bien. No es algo que tenga que ver conmigo de lo que quiero hablar. Tal vez no sea mi asunto, pero tengo curiosidad y estoy un poco preocupado.
—Está bien. ¿Te parece si nos vemos mañana, después de que salgas del trabajo?
—De hecho, desde el día que llegó mi celo no he ido a trabajar. Pero te contaré todo después. Ven a casa, a la hora que gustes. Estaré esperándote.
—Okey. Te veré mañana en tu casa, entonces.
Colgó la llamada y pensó en lo raro que se sentía llamarle casa -su casa- al hogar de Ohm y Nanny pero es que ahora también era el suyo.
Aunque le costara asimilarlo. ahora es un omega enlazado con un vínculo 'doble' e irrompible. Se sentía bien, el triple de bien.
En su corazón podía sentir la emoción de su propio lobo y el orgullo de sus alfas mezclándose en un sentimiento que sólo podía describir como calentito. Una mantita tibia que envolvía su pecho, a su animal interior y a él mismo en una bruma de desbordante amor y protección.
Mío, Mío.
Escuchó en su cabeza. Era el llamado de sus compañeros que se sentía más cerca y fuerte con cada minuto que pasaba de camino al edificio donde no hace tanto había conocido su destino.
Llegó hasta la recepción y saludó a Jennie con su característica sonrisa.
—Chico rosa. Te hemos extrañado estos días. Los jefes dijeron que estabas enfermo ¿Te sientes mejor?
Chimon se sonrojó hasta las orejas. Su enfermedad era su trasero prácticamente roto, pero no diría eso en voz alta.
—Estoy mejor Jennie. Gracias. Era solo un resfriado, pronto estaré de vuelta. Subiré a la oficina ¿de acuerdo?
—¡Claro! Parece que ya tomaste tu inhibidor antes de llegar. Pasa. Nos vemos luego.
Chimon caminó hacia las puertas del ascensor y subió al piso correspondiente. Saludo a Namtan y pasó directo a la oficina, pero antes de tocar la puerta un cuerpo grande se interpuso.
—¡Hola! días sin verte. Llegas justo para la hora de la comida ¿Hoy si aceptarás mi invitación?
—Lo siento señor Perth, pero estoy aquí para ver a los señores Korapat y Pawat y traerles su almuerzo.
—Esos dos te tratan como un esclavo. Deja a esos alfas desviados conseguir su propia comida y ven conmigo.
El alfa intentó tomar a Chimon por el brazo, pero este se apartó de manera discreta. Estaba incómodo, como cada vez que el hombre se acercaba a él y realmente molesto por la forma despectiva en que hablaba de sus alfas, aunque eso no lo supiera. Entonces la gran puerta oscura de la oficina se abrió, dejando ver a los dueños del corazón de Chimon.
—¿Qué haces en este piso Perth? Tus asuntos son en otro lado.
—Quiero convencer al pequeño omega de que salga a comer conmigo. No es asunto tuyo Nanon.
—Cuida tu boca. Chimon no te quiere cerca, déjalo en paz.
—No jodas Ohm. Que lo diga él, si de verdad no quiere salir conmigo. Ustedes no tienen suficiente con ordenarle que haga esto o aquello, también quieren controlar si vida.
El ambiente se tornaba tenso. Perth Tanapon era arrogante, tanto para no darse cuenta de nada a su alrededor.
—Lo siento señor Perth. Ya le dije que estoy aquí por mis jefes y no es que me tengan de esclavo. Es mi voluntad.
—Ya lo escuchaste Tanapon. Ahora vete.
—Algún día vas a ceder pequeño, ya verás. Sabrás que soy un buen prospecto para ser tu alfa.
Que equivocado estaba el hombre frente a él. Chimon ya tenía compañeros y no necesitaba que un tipo como ese revoloteara sobre él como una mosca.
—Lamento decirle que eso no será posible. Yo ya soy un omega vinculado y estoy bien con mis-
Chimon detuvo su boca en seco. Estuvo a punto de decir que estaba vinculado a dos alfas y eso probablemente sería un problema. Si Ohm y Nanny no lo revelaban primero, él no debía hacerlo.
—Con sus alfas —dijeron los dos hombres frente a él, al mismo tiempo, ubicándose uno a cada lado, rodeándolo.
La cara de Tanapon era un poema. Algo digno de una fotografía para la posteridad. Su mandíbula casi caía al suelo, pero se recompuso y vio a Chimon fijamente.
—Es broma ¿verdad? Te hubiese creído si dijeras que tenías un alfa, pero dos. Eso es imposible. Invéntate otra excusa y que la próxima estos dos no te sigan la corriente, porque es absurdo.
Chimon veía con suficiencia al hombre que hablaba frente a él. Si sus alfas habían hablado sin problema, él no se cohibiría. Ya suficiente tiempo había pasado negándose a sí mismo la conexión con ellos.
—No es una excusa. Es la verdad y no me importa si lo cree o no, señor.
—Nadie que te escuche va a creerte, ni a ustedes dos. Además, todo el mundo sabe que ustedes —señaló a Nanon y Ohm— están juntos, como esas parejas de anormales que andan por ahí sin vergüenza alguna.
—Ese es nuestro problema. Nada que a ti te interese. Ahora, vete a atender tus propios asuntos. Ya hablaremos luego con tu agente y contigo.
Tanapon no se movió de su sitio. Estaba seguro que le estaban mintiendo para que dejara de perseguir al omega.
—Sigo sin creerles. —dijo— Chimon no vas a librarte de mí así por así. Pronto entenderás que soy un buen alfa para ti.
Chimon estaba al punto de la exasperación. Detrás de los cuatro hombres, una Namtan muy sorprendida solo veía y escuchaba todo. Ella apreciaba y respetaba a sus jefes sin importar lo que hicieran con su vida privada, pero lo que estaba presenciando era por mucho sorprendente.
Chimon, harto de la insistencia del hombre y enfundado en valor por la presencia de sus alfas bajó el cuello de su suéter para mostrar la piel que cubría.
Las dos marcas rosáceas brillaban a cada costado del cuello blanco y delicado del omega.
—¿Sigue sin creernos señor Perth? Tengo un lazo con cada uno de estos desviados que ve a mi lado. Y si eso me convierte a mí en uno, estoy feliz de serlo. Vamos alfas, les he traído de comer y se enfría.
Pasaron a un lado de un estupefacto Tanapon y se encerraron en la oficina.
Namtan bajó el rostro de forma disimulada para ocultar la risa y sonrisa que delataba su diversión y continuó con su trabajo.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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