17. Incertidumbre
Después de que Chimon se entregara a sus alfas, algunas cosas fueron diferentes.
La noche en que fue reclamado fue, por mucho, la mejor de su vida y los alfas pensaban igual, pero ahora en la oficina, mientras trabajaban, había dudas e incertidumbres que rondaban a los tres.
A pesar de no importarles lo que dijera la gente de ellos, Ohm y Nanon se habían acostumbrado a las críticas sobre ellos desde hace tiempo y a pesar de eso, supieron levantar su compañía enfrentando muchos obstáculos debido al "qué dirán" y la verdad no les importaba en lo más mínimo que los vieran mal por ser una pareja de alfas. El problema, ahora, estaba en que a ellos se había unido un omega, su destinado y eso sí que les preocupaba.
Sabían que, aunque no lo dijera, Chimon era muy sensible y algo que no serían capaces de tolerar era que la crítica y las malas miradas fueran en su dirección. Él no merecía ni soportaría ser apuntado con el dedo por ser el omega de dos alfas que ya cargaban una reputación de indecentes, a pesar de ser los empresarios más exitosos que se conocieran.
Eso, sumado al hecho de que ya habían comenzado a tejer el lazo que los unirá de por vida y aún no sabían cómo iban a hacer cuando fuera el momento de marcarlo. Si es que él iba a querer ser marcado o peor aún, de cuál de ellos sería la marca.
Esas y otras preguntas se hacían los alfas mientras trabajaban.
Por otro lado, en su escritorio, Chimon tenía también sus propias incertidumbres.
¿Qué iba a pasar de ahora en adelante? Ni siquiera habían hablado del tema. Sólo se habían dedicado a sentirse y descubrirse entre ellos y aunque fue la mejor experiencia de su vida, no podía dejar de pensar en lo que vendría después.
Sabía de la reputación inmoral que rodeaba a Nanon y Ohm por ser pareja y eso era algo que a él realmente no le importaba ni una pizca, pero que diría o haría la gente si supieran que ahora también él compartía íntimamente con ellos. Podrían incluso perder todo el reconocimiento en la industria y el poder empresarial que tanto trabajo les había costado ganar.
Chimon no podía ser tan egoísta y arruinar las vidas de sus jefes, porque además de que su lobo sabía que eran sus destinados, él como hombre se estaba enamorando de ellos. De los buenos hombres que eran, de lo bien que lo trataban y todo lo que en solo dos meses habían hecho por él.
Pero es que, ¿Qué se supone que debía hacer?
¿Solo olvidar lo que los une y seguir como si nada?
Eso no iba a ser posible.
Y si se quedaba a enfrentar esto con ellos, ¿Cómo se supone que se sellaría un lazo entre tres personas?
Tantas preguntas y ninguna respuesta.
Los tres trabajaban en silencio, hasta que Chimon anunció la próxima junta del día.
—En diez minutos comienza la junta general con los artistas y los agentes para discutir las propuestas publicitarias y los calendarios de las presentaciones y giras.
—Gracias Chimon. Prepárate para que nos acompañes y tomes notas. Esas juntas generales son un caos y siempre se nos escapa algún detalle.
Ohm veía la expresión aturdida de Chimon y casi sabía por dónde iba la cosa, sin decir que podía sentir la angustia del omega, así como habían aprendido con Nanon a sentirse e identificar sus emociones entre sí.
Sé giró hacia Nanon y con una mirada se entendieron.
—¿Qué sucede Chimon? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
Nanon se levantó de su silla y se acercó a Chimon para tomarlo por la cintura y guiarlo al sillón en una esquina de la oficina donde ya se encontraba Ohm y lo sentó entre ambos.
—Estoy bien, no me duele nada. Es sólo que no puedo dejar de pensar en cómo todo cambió de la noche a la mañana y estoy confundido.
—¿Te arrepientes Chimon?
—¡No! No es eso. Es que... Sólo no sé qué pensar, yo trabajo para ustedes y-
—No lo pienses tanto. Es todavía difícil de asimilar todo lo que ha sucedido entre nosotros, pero las cosas suceden por algo.
Los alfas trataban de hacer sentir más tranquilo al omega, pegándose a él en un intento de reconfortarlo y marcarlo con sus aromas. Aunque nadie más pudiera notarlo.
Chimon de inmediato se sintió mejor y se dejó abrazar por los dos hombres.
—¿Qué se supone que vamos a hacer? ¿Cómo se convive entre destinados cuando no son solo dos?
—Ya lo veremos cuando llegue el momento pequeño. Ahora tenemos una junta a la que asistir.
En la sala de reuniones habían muchas personas. Los artistas ya reconocidos que llevaban tiempo trabajando bajo la marca de ONAN ENTERTAINMENT, los debutantes y quienes aún estaban en pruebas y prácticas, además de los representantes legales que la compañía asignaba a cada uno.
Nanon y Ohm discutían con todos ellos los nuevos calendarios de presentaciones, los contratos publicitarios y los horarios de trabajo dentro de la empresa, mientras que el staff veía la logística de todo y Chimon tomaba nota de cada detalle que le pareciera importante.
Estar dentro de la compañía le estaba sirviendo como una práctica además de ser un trabajo que le sustentara.
Al final de la gran mesa frente a la que sentaban todas las personas, había un agente que veía embobado a un artista que él no representaba, pero sabía bien quien era y si el aroma que podía oler proveniente de él, decía algo, ese era su omega. Off Jumpol ya no estaba dispuesto a esperar más para acercarse al chico que por obvias razones era conocido en el mundo artístico como World Wide Handsome, a pesar de haber debutado recientemente.
Sin embargo, también había otro hombre que veía en una dirección diferente. Específicamente veía al lindo asistente de los CEO de la compañía, sin ningún reparo o disimulo en su actitud.
Esa mirada no pasó desapercibida para Nanon que observaba a todos los presentes mientras discutían la agenda de la empresa.
Al terminar la junta, todos, fueron saliendo de la sala. Era el momento de Off para acercarse al precioso omega que iba delante de él.
Los últimos en salir fueron los jefes y su asistente. Chimon iba unos pasos atrás leyendo sus notas y repasando los pendientes cuando alguien se acercó a él desde atrás.
—Hola precioso.
—Ho... Hola.
—¿Cómo te llamas? Eres omega, ¿verdad?
—Eh ¿Cómo lo sabe? Y ¿Quién es usted?
Chimon pensó que el inhibidor ahora sí había fallado. No había otra forma de que ese hombre supiera que era omega, de no ser por su olor. No le inspiraba confianza la forma en que lo estaba viendo.
—Sólo lo supe, por lo lindo que te ves. Te invito a salir. Podemos ir a comer juntos ahora, es la hora del almuerzo. ¿Qué dices?
—No puedo. Estoy trabajando y no salgo a comer, lo hago todos los días en la oficina.
—¿Es que acaso eres un esclavo del trabajo?
El hombre seguía insistiendo y Chimon ya se sentía más que incómodo, por lo que aceleró el paso y sin darse cuenta chocó con la espalda de Ohm.
Nanon volteó a ver y vio al sujeto de la junta detrás de ellos, por lo que se apresuró a poner su mano en la espalda de Chimon y moverlo unos pasos hacia delante.
Ohm vio extrañado la acción de su pareja, pero supo al instante por qué lo hacía y activó su instinto protector inmediatamente.
—¿Qué haces Perth?
—Solamente quería conocer al chico e invitarlo a comer.
—Déjalo en paz. El no sale de la empresa hasta que es hora de irse a casa.
—¿Es que lo tienen de esclavo o algo así Pawat?
—Ese no es tu asunto. Mejor ve a confirmar tu calendario con tu agente y déjalo a él tranquilo.
Perth Tanapon era uno de los mejores artistas de la empresa, pero era un tipo arrogante y de mentalidad moralista en cuanto a relaciones se trataba. Ya en más de una ocasión se atrevió a criticar que dos alfas no podían estar en una relación sentimental.
Yal parecer, le había puesto el ojo a Chimon, sin imaginar que el omega ya teníaalfa, o mejor dicho alfas que lo defendiera de un idiota como él.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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