Decir que se sentía nerviosa era poco, ya había recibido un mensaje avisándole que estaba pronto a llegar, tomo su bolso de mano y salió de su habitación, todos estaban esperando verla y al tenerla frente se quedaron sin palabras por lo hermosa que se veía, su cabello estaba suelto y alisado resaltando así su bello mechón rojo, usaba un vestido corto sin mangas con corte recto, cuello redondo alto y un diseño en la tela que le fascinó, maquillaje sencillo y zapatos altos, se despidió de su familia y camino a la entrada ya debía de estarla esperándola Gabriel

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Gabriel se había puesto un nuevo traje a la medida, este era de su nueva colección en color gris, usaba una camisa blanca de botones y corbata negra, verificó la hora en su reloj y le envió un mensaje a Nathalie, se despidió de su hijo y tomó las llaves de su auto, condujo hasta la pastelería Dupain Cheng y a los pocos minutos vio como ella salía, él rápidamente abrió la puerta del coche para que ella subiera, lucia absolutamente preciosa esa noche, ingresó al auto de nuevo y arrancó

—Estas hermosa— dijo coqueto

—Gracias— respondió sonriendo— Tú también luces muy bien, ese traje es de la nueva colección, ¿Cierto?— mencionó ya que le parecía bastante familiar

—Nada se le escapa señorita Sancoeur— admitió

Ambos rieron

— ¿Te gustaría escuchar música?— preguntó

—Claro— dijo

—Adrien preparó esta selección de canciones y me aseguró que nos gustarían mucho— le dio play a la lista de reproducción y la música comenzó a sonar, colocó el volumen a un nivel moderado para poder también conversar

—Creo que es nuestro mayor fan— afirmó ella

—¿Puedes creer que somos "Gabenath"? — mencionó él

—Me empieza a gustar el nombre de nuestro ship— expuso

—Sigo sin poder creer como me engaño para darte esas flores— rio al recordar ese momento

—Jajaja, si fue muy ingenioso al pedirte que las detuvieras mientras yo regresaba de traer esas telas y al verme frente a ti él afirmó que tú las habías comprado para mí, eran preciosas y fue una buena idea del chico— declaró

—Lo escuché conversando con su amigo Nino sobre la "operación Gabenath", siento que en la hora de receso en la escuela no hacían nada más que crear planes para intentar que al fin estuviéramos juntos—opinó

—Puede que yo deba agradecerle a ambos chicos, si no te hubieran presionado tanto, no sé si te hubieras animado a pedirme una cita— manifestó

—Sabes que me asustaba que no correaponsieras a mis sentimientos y no podía darme el lujo de que te fueras de mi lado— confesó un poco avergonzado

Ella lo vio con ojos de amor

—Sin importar cuánto tiempo nos llevo aquí, estamos camino a nuestra primera cita— dijo feliz mientras tomaba su mano, aprovechó que estaban esperando que el semáforo cambiara, ya estaban por llegar al restaurante

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Gabriel bajo del auto y camino hasta la puerta del copiloto para ayudarle a Nathalie a salir

—Que nadie diga que la caballerosidad ha muerto— pronunció dulcemente

Él le brindo una pequeña sonrisa de lado muy linda y le ofreció su brazo para que ambos caminaran a la entrada del local

—Esperó que te guste, es un lugar pequeño, pero la comida es excelente y creó que gracias a las juntas de trabajo ya has asistido a la mayoría de restaurantes elegantes de Paris y si quería impresionarte en nuestra primera cita debía de ser un poco más ingenioso— explicó

—Me impresionaste desde que te vi esperandome fuera del auto en la entrada de la pastelería— expuso y le guiño un ojo

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Ambos tomaron asiento en una mesa y a los pocos minutos llego un caballero para atender sus pedidos, Nathalie leía el menú y todo le pareció delicioso, por esa razón no podía tomar rápido una decisión, él camarero trajo una botella de vino tinto y sirvió un poco en cada copa

—¿Ocurre algo?— preguntó Gabriel

—No, simplemente pensaba en cuantas personas han estado esperando que al fin estemos juntos— dijo Nath mientras tomaba la copa

—Puede que sea una gran lista, para enumerar algunos diría: nuestros hijos, todo el personal de la mansión, tú hermana y cuñado, tú sobrina, Nino e inclusive Audrey— mencionó mientras enumeraba a cada uno con sus dedos

—¿Audrey?— preguntó con algo de escepticismo

—Así es querida, ella fue de la primeras que me animó a intentar algo contigo, se que puede parecer toda una diva, superficial y egoísta, pero es mucho más de lo que vemos a simple vista, hemos sido amigos durante muchos años y ella me pregunto si me gustabas, me alentó a intentarlo— recordó

—Creí que le caía mal— mencionó

—Te equivocas, al principio su sistema estaba en alerta por qué eras una completa desconocida y suele ser muy dura al comienzo, a ella le gusta conocer bien a las personas antes de ser amable, pero tú ganaste su respeto— confirmó

—Sí y ¿Cuándo paso eso?— preguntó llena de curiosidad

—El día del desfile, no creas que simplemente no se presento solo por molestar, ella sabía que tú podrías hacerlo y además fue la primera vez que te llamó "Nathalie" y no algo parecido a tu nombre, eso significó que ya habías pasado la prueba— argumentó con mucha seguridad en cada palabra

La plática se vio interrumpida por la presencia del mesero que ya traía sus platos, frente a Gabriel coloco una orden de "Escargots" y para Nathalie un plato "Pot-au-feu"

—¿Qué tal tu platillo?— preguntó Gabe cuando ella lo probó

—Simplemente exquisito, hace mucho tiempo no lo probaba, la carne está en su punto al igual que las verduras y el aroma que desprende es exquisito, ¿Qué tal tus caracoles?— le devolvió la pregunta

—La mezcla perfecta de mantequilla, ajo y perejil junto al sabor de los caracoles en resumen un deleite en el paladar— proclamó

Ambos brindaron

—Esperó que tu hermana no nos esté esperando en la entrada de la pastelería con una sartén o un palo de amasar— expuso nervioso

Nathalie soltó una gran carcajada

—¿Porqué dices eso?— preguntó

—La última vez que hablamos me dejo claro que no me atreviera a lastimarte y créeme que entendí perfectamente que no estaba bromeando— dijo afligido

Ella rozo su mano por la barbilla de él

—No te preocupes, no creó que te haga nada, o bueno yo no lo permitiré, por algo soy cinta negra en karate— confesó

—Tú no paras de sorprenderme Nathalie— dijo admirado

—Que puedo decirte, soy una caja de sorpresas, pero tú no te quedas atrás, no sabía que jugabas al tenis— mencionó al recordar las fotos que Adrien le mostro del día que pasaron juntos— ¿Qué otra cosa quieres compartir?— habló mientras lo miraba entusiasmada

—Soy un pianista medianamente decente— confesó e hizo que ella se levantará de la silla

—¿Qué haces?— le preguntó sin comprender

Caminaron hasta un piano que había en el lugar, Gabriel tomo asiento y le indicó a Nath que hiciera lo mismo, tomo su teléfono y busco una partitura, estiró sus dedos, volteó a verla y le dedicó una sonrisa

—Esperó que te guste, tengo tiempo sin tocar esta canción, pero era la favorita de mis padres— le confesó a su cita y segundos después comenzó a tocar

Las bellas melodías de "Just The Way You Are" de Billy Joel comenzaron a sonar por todo el local, las parejas se animaron a dejar su mesa y tener un pequeño baile lento, Nathalie se recostó dulcemente sobre el hombro de él, mientras se deleitaba con la música, debía admitir que le gustaba como cantaba, no era profesional, pero su voz sonaba dulce y perfecta

Cuando terminó todos aplaudieron y ambos se pusieron de pie

—Eso fue perfecto— aseguró Nathalie mientras Gabriel la tenía entre sus brazos

Él pasaba sus dedos dulcemente sobre su rostro, Nathalie tomo la iniciativa y se acercó a sus labios para besarlo de una vez por todas, el tiempo pareció detenerse y ambos pararon por la simple necesidad de sus pulmones de llenarse de aire nuevamente, Gabriel tomo su cabeza delicadamente y la beso de nuevo, había probado sus dulces labios por fin y ahora era adicto, no quería dejar de probarlos, eran como una droga tan adictivos y potentes, caminaron de regresó a su mesa

Mantenían sus manos juntas

—Esperó que estés lista para el postre— anunció

Ella asintió

Gabriel le pidió al camarero que le trajera el postre insignia de la casa, minutos después regreso con 2 pequeñas tartas de merengue parisinas o mejor conocidas como "Merveilleux", se veían preciosas en el plato y ansiaba probarlas

—Se que en la pastelería Tom & Sabine preparan postres deliciosos, pero este merveilleux es sublime, el merengue recubierto de café, un poco de chocolate blanco, chocolate oscuro rallado encima y una cereza para terminar esta obra de arte, se que te encantara— hablaba con mucha seguridad

Nathalie tomo una cucharada del postre y se lo llevó a la boca, era la mezcla perfecta de cada ingrediente, una delicia al paladar en toda la expresión de la palabra

—Parece que te gustó— mencionó feliz

—Encontré mi nuevo postre favorito, pero no debes decirle a Tom ni a Sabine— pidió mientras tomaba otro bocado

—Tú secreto está a salvo conmigo— aseguró

Cuando acabaron de comer decidieron que ya era de regresar a casa

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—Fue una cita increíble, muchas gracias—dijo ella

—Tenía muchos años de no tener una cita, y mientras estuve con Emilie ella siempre sabia donde quería ir, que hacer, yo la dejaba tener el mando porque era más fácil para mí no preocuparme por eso, pero contigo fue diferente, quiero que todo fuera perfecto, no estoy dispuesto a dar nada por sentado, me cambie de traje muchas veces, estuve pensando en varios lugares y repase todo en mi mente como mínimo unas mil veces, tal vez tarde en confesar mis sentimientos hacia ti Nathalie, pero puedo asegurarte que son reales y que tienen bases solidas en mi corazón— confesó

Ella lo vio con admiración y ternura, acaricio su cabello y le planto un beso en la mejilla, ya estaban por llegar a su casa cuando Gabriel estaciono el auto

—Ven, acompáñame, tienes que ver la vista desde este lugar— dijo invitándola a salir del auto

Podían ver el rio sena y la luminosa ciudad, una vista esplendida, el viento comenzaba a soplar y el cabello de Nathalie se movía con el aire, Gabriel tomo un mechón rebelde que le golpeaba el rostro y lo coloco con cuidado detrás de su oreja, estaban muy cerca y no querían separarse, él la llevo a una pequeña acera para que pudieran quedar a la misma altura, sus frentes estaban juntas y podían sentir la respiración cálida del otro, no resistieron más y se besaron

—Cada vez que me sentía sin inspiración conducía hasta este lugar y dejaba que mi vista vagara por todos lados, el sonido del rio me tranquilizaba y el aire fresco me hacía sentir muy vivo, este siempre fue "mi lugar tranquilo", pero ahora solo pensaba en venir aquí contigo y ver la luna reflejada sobre el agua, sentirte muy cerca de mio y probar tus labios una vez más— declaró

—Eres un romántico— dijo ella mientras acariciaba su espalda suavemente

—Debería llevarte ya a tu casa, no quiero tener problemas con Sabine— recordó gracioso

Ambos ingresaron al auto

Gabriel estacionó frente a la pastelería

—Espera— dijo antes de bajar del auto

—¿Qué ocurre?— le preguntó Nathalie

—Bueno quería un beso de despedida y no quiero arriesgarme a resultar herido— confesó

Luego del beso él bajo para abrirle la puerta y cuando ella ya estuvo dentro de su casa él platino condujo a su casa

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Nathalie subió las escaleras y se quitó los zapatos antes de entrar a la casa, no quería hacer ruido porque ya era tarde y suponía que todos estaban durmiendo

Abrió la puerta despacio y dejó las llaves en la mesita de la entrada, estaba por llegar a su cuarto cuando su hermana la sorprendió, casi pega un gritó, pero Sabine estuvo atenta y le cubrió la boca, le hizo señas para que salieran al balcón a conversar

—Casi me matas de un susto— le reclamó

—Lo siento, pero la curiosidad me podía, ¿Me contaras como te fue en tu cita?— pidió emocionada

Ambas tomaron asiento y Nathalie empezó a contarle ciertos detalles de su cita a su hermana, una vez que la mayor pareció satisfecha con los relatos, ambas mujeres caminaron a su respectiva habitación, Nathalie se sentó y comenzó a desmaquillarse, aún seguía sintiendo mariposas en su estomago y su cara brillaba de alegría, había sido una cita perfecta y podia sentir el aroma de Gabriel cerca de ella, recordó la sensación de sus cuerpos estando a escasos sentimientos el uno del otro y el sabor de sus labios, se acostó en su cama y suspiró, se sentía muy enamorada y agradecía no tener que esconder más sus sentimientos por Gabriel Agreste, recordaría esa cita por mucho tiempo, ahora solo quería cerrar sus ojos y soñar con su amado para no extrañarlo tanto, a pesar de que hace poco habían estado juntos su ausencia en esos momentos le parecía una eternidad, pensó en el beso de despedida que compartieron y se quedó dormida

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Gabriel llegó a su mansión y le pagó a la niñera, la mansión volvio a estar vacía, se quitó el saco y fue a la cocina por un vaso de agua, seguía sin poder creer lo que había pasado, su cita resultó increíble y él se sentía totalmente enamorado, Nathalie Sancoeur no salía de sus pensamientos y aún podía sentir el delicioso sabor de sus labios sobre los suyos, subió las escaleras para dirigirse a su dormitorio, pero antes se detuvo en la habitación de su hijo, Adrien dormía pacíficamente, dejó un beso sobre su frente y le arropó para salir de ahí y retomar su camino, abrió la ventana de su cuarto y dejo que el viento nocturno golpeará su rostro, quería asegurarse que nada de lo que paso fue solo un sueño, seguía manteniendo una gran sonrisa en su rostro desde que se despidió de Nath, acababan de despedirse y ya la extrañaba, ¿Porqué había tardado tanto en seguir a su corazón?, sabia la respuesta, pero ahora nada de eso importaba, había encontrado a la mujer de su vida y no la dejaría ir tan fácil, se puso el pijama y se acostó, soñaria con la mujer que robo su corazón

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