Capítulo 1
Habían llegado a su destino, el avión acababa de aterrizar en el aeropuerto de París
—Marinette hija, despierta— decía dulcemente a su pequeña
La niña se movía perezosamente y abría lentamente sus ojitos
—¿Ya llegamos mami?— preguntó
—Sí— le respondió feliz, mientras le ayudaba a pararse y ambas salían del avión
.
Recorrían las calles de parís en el taxi que habían tomado en el aeropuerto, Marinette veía todo muy asombrada, era la primera vez que visitaba la ciudad del amor, en realidad la niña jamás había salido de Londres, por lo que todo le causaba demasiada emoción, Nathalie seguía mordiéndose el labio nerviosamente, seguía cuestionándose si ¿Había tomado la decisión correcta?, solía ser bastante dura consigo misma, pero dejar todo atrás en Londres para regresar a su ciudad natal fue sumamente difícil, ahora se dirigía de sorpresa a casa de su media hermana Sabine y ni siquiera sabía ¿Cómo iba a reaccionar al verla ahí?, pero no iba a tardar mucho en obtener la respuesta a su última pregunta porque ya había llegado a la famosa pastelería "Dupain - Cheng"
Madre e hija bajaron del taxi y tomaron sus maletas para entrar a la pastelería, la campanilla de la entrada sonó anunciando un nuevo cliente, Tom salió de la parte de atrás de la tienda para poder atender al cliente, pero su asombro fue grande al ver a Nathalie ahí
—¡Sabine!—gritó bastante emocionado
—¿Qué ocurre querido?— preguntó la mujer al escuchar el gritó de su esposo
Traía consigo una bandeja de macarons que había sacado del horno y estos cayeron al suelo cuando Sabine vio a su media hermana parada enfrente de ella
—Nathalie— pronuncio aún sin salir de su asombro
—Hola— dijo tímidamente
La dueña de la pastelería salió corriendo detrás del mostrador para poder abrazar a su hermanita, Nathalie correspondió al abrazo gustosa, la había extrañado mucho, años habían pasado desde la última vez que pudieron estar frente a frente, Sabine seguía siendo esa mujer extraordinaria y llena de vida que recordaba, Nathalie seguía preguntándose ¿Cómo es que ella le guardaba tanto cariño?, su madre Celine simplemente fue la amante del padre de ambas Wang Cheng y desde el primer momento en que ellas se conocieron Sabine no hizo más que emocionarse por tener una hermanita, jamás la trató con indiferencia o le reclamó porque gracias a su madre el matrimonio de sus padres se disolvió, aunque el karma actuó para darles su merecido, sus padres murieron en un accidente en el metro, Nathalie quedo sola a los 18 años y se mudo a Londres.
—Mamá— dijo tímidamente Marinette, la pequeña había estado bastante entretenida viendo el estante lleno de deliciosos postres
—¿No saludaras a tu tía?— dijo Sabine agachándose hasta quedar a la altura de la niña
Nath le hizo una señal a su hija para que lo hiciera y la pequeña abrazo a su tía
—¿Está todo bien papá y mamá? — preguntó Kagami ya que había escuchado un gran ruido y bajó a verificar que todo estuviera bien
—Estas enorme— dijo Nathalie al verla
—¡Tía Nath!— dijo mientras corría a su encuentro
Entre saludos y risas pasaron los minutos, la pareja decidió cerrar la pastelería, aquello le pareció excesivo a Nathalie, ¿Cómo ellos iban a descuidar así su negocio solo por su llegada?, sentía que ya estaba dando demasiadas molestias a la pequeña familia y solo llevaban unas pocas horas ahí, Sabine conocía lo insegura que la azabache podía ser, así que luego hablaría con ella
Kagami & Marinette habían subido a la habitación para jugar un rato, dejando a los adultos tomando el té en el living
—Sigue pareciéndome mentira que estés aquí— decía la mayor
—Pues créelo— comentó graciosa
—Siempre fuiste muy meticulosa con las decisiones que tomas, eres una mujer muy valiente— dijo Sabine
—¿Qué?, ¿De qué hablas?, claro que no soy valiente— respondió ella
—No debes decir eso, tener el valor de dejar tu vida en Londres y venir aquí con Mari para empezar de nuevo es algo para lo cual se requiere mucho valor Nath, se que sueles ser muy dura contigo misma, pero aunque tú lo niegues, eres una mujer muy valiente y yo te admiró mucho— confesó Sabine
Nathalie se sonrojo y no dijo nada
Tom decidió sacar tema de conversación y los adultos pronto se pusieron al día, las horas pasaron muy rápido, los Dupain Cheng prepararon una cena especial para sus invitadas y les dieron la oportunidad de escoger un dulce de la pastelería como postre, ya bien entrada la noche Nathalie iba a tomar sus maletas para ir a un hotel, pero Tom le dijo que no iba a permitir que durmieran en un hotel pudiéndose alojar ahí con ellos, así fue como madre e hija pasarían su primera noche en París en casa de Tom & Sabine
.
El sol se alzaba imponente sobre la ciudad del amor, Nath miraba por la ventana que había en su habitación, el cielo brillaba y las personas comenzaban a llenar las calles listas para comenzar con sus actividades diarias, la azabache no había sido consciente de cuanto había extrañado Paris hasta este momento, estaba en pijama y miraba a su bella hija quien aún dormía tranquilamente, ese día tenía varias cosas para hacer pero quería disfrutar ese momento, el comienzo de su nueva vida parecía ser muy buena, se puso la bata y fue a la cocina, iba a ayudar a su hermana a preparar el desayuno, Sabine ya estaba despierta y tarareaba una canción mientras batía unos huevos ya tenía varias cosas del desayuno preparadas
—Buenos días— dijo Nath
—Buen día— respondió animadamente la mayor
Las hermanas rápidamente se pusieron en acción y minutos después la mesa ya estaba lista con un gran desayuno servido, Tom llego a saludarlas y las niñas bajaron después, todos se sentaron a la mesa, era el primer desayuno que compartían todos juntos y había sido excelente
.
Marinette estaba muy emocionada por poder ayudar a su tío Tom a hacer los postres, Sabine le había dado un pequeño mandil muy bonito y Kagami tenía uno similar, Tom tendría dos pequeñas ayudantes ese día, Sabine los miraba orgullosa
—¿Estás seguro que podrás cuidar a ambas niñas?— preguntaba Nath no muy segura a Tom
—Si, ahora ve tranquila que todo estará bien— le aseguró el hombre
Nath se despidió de todos y salió de la pastelería, apretó su bolso con fuerza y respiró profundo, hace muchos años no caminaba por las calles de la ciudad, pero estaba segura de que podía orientarse, Sabine se ofreció a acompañarla, pero ella se negó, sabía que ellos tenían cosas que hornear, pedidos que entregar y clientes por atender y seguía sintiéndose mal porque cerraran el negocio el día de ayer, le aseguró que quería hacer esto sola y recorrer las calles le haría muy bien, su hermana no siguió insistiendo y ella lo agradeció, se dirigía hacia una dirección que encontró en internet, quería ver algunos departamentos para poder alquilar alguno, no podía seguir viviendo toda la vida en casa de su hermana, pero quería encontrar el lugar adecuado para su hija y ella, lo siguiente en su lista seria encontrar un trabajo, quería ir a la escuela también para inscribir a Marinette, ya estaba hablando sola, se golpeó mentalmente porque siempre hacia eso, elaboraba una lista mental de las cosas que debía hacer en su cabeza, una sonrisa se forma en su rostro al pensar en sus manías, se sentía tan libre caminando por la plaza y sintiendo la brisa fresca golpeando suavemente su rostro, la sensación que experimentaba al comienzo de incertidumbre empezaba a desaparecer, ella estaba dispuesta a dejar todo el pasado atrás, ahora tenía la oportunidad de un nuevo comienzo y tenía a su hija a su lado, contaba también con el apoyó de su hermana y su familia
.
Sus pies le dolían había caminado bastante y seguía sin encontrar el lugar adecuado, pero no iba a dejar que la decepción la dominará, tampoco se iba a dar por vencida tan pronto, pero tendría que seguir otro día, fue un tiempo considerable el que paso afuera por lo que regresó a casa de su hermana, llevaba un periódico/diario para ver si encontraba algún empleo, aquello podía sonar anticuado y aunque podía ser más fácil buscar una oportunidad de empleo en línea, sabía que aún habían personas que publicaban sus anuncios en aquellos medios, además le gusta sentarse con una taza de café y leer las diferentes noticias que ahí publicaban
Cuando llegó a la pastelería su hija no paraba de moverse y hablar sobre todo lo que había hecho ese día y Nathalie presentía que toda la azúcar la había llenado de energía así que tendría una Marinette para entretenerse un buen rato, Sabine se movía ágilmente por la cocina preparando diferentes postres, mientras Tom y Kagami estaban atendiendo clientes, Marinette estaba sentada sobre las piernas de su mamá mientras seguía hablando, Nathalie seguía riendo gracias a las ocurrencias de su pequeña, estaban sentadas en una esquina del local, desde ahí podían apreciar a las personas que ingresaban al negocio y pudieron conocer a varias personas que Tom & Sabine les presentaban, la noche llegó pronto y Nathalie se ofreció a preparar la cena, Marinette estaba sentada sobre la mesa del comedor haciéndole compañía, así solían pasar sus noches en Londres, la niña se sentía emocionada por vivir en ese nuevo lugar pero aun no asimilaba que no regresarían a su casa, Nathalie suponía que para una niña de 5 años no era tan rápido entenderlo
.
Todos disfrutaron la cena y halagaron a Nathalie, pero ella les aseguró que no era para tanto, después se sentaron a ver una película en la televisión y Marinette se frotaba los ojos, su madre comprendió que la pequeña tenia sueño, la llevó a la habitación y ella pronto se quedo dormida, así que Nath salió con cuidado de la recámara y se dirigió a la terraza para disfrutar del cielo nocturno, habían unas pequeñas luces que alumbraban el lugar y un sofá muy cómodo donde descansar, tenía el periódico/diario en sus manos y lo leía con atención, había subrayado ciertas ofertas que le parecieron interesantes, después tendría que armar una lista de pros y contras para intentar tomar una decisión, se detuvo un momento y alzó su vista al cielo, las estrellas brillaban con intensidad y ella se sentía tranquila, experimentaba un paz que hace mucho tiempo no sentía
...
¿Comentarios?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top